Escritora-
Fumikage y tu se encontraban en tu habitación una tarde hablando de cualquier cosas que crusace por su cabeza.
Los dos hechados en el piso de la habitación mirando el techo, momentos así que te encanta pasar con nadie más que con el.
- yo pienso que a Uraraka le gusta Midoriya...
- porque lo dices?
- no sé.....se le ve en su mirar......pero bueno, te cuento un chiste?
- eres terrible contando chistes, paso.
- oohhh vamos! Se que te encantan, como yo a ti~
Luego de argumentar aquello, viste algo que solo pasaba cada alineación de planetas, algo que hacia a tu corazón enloquecer.....algo que solamente poca gente lograba hacer..
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Verlo sonreír.
Tal vez no una sonrisa grande, pero era una sonrisa sincera.
Pop! Nuevo piropo.
- Fumi?
- si? Sucede algo?
- tienes la sonrisa que quiero darle a mi hijos...
Uno, dos, tres viva lograste sonrojarlo, aunque tu igual lo hiciste ya que se lo dijiste con un tono suave y cariñoso, dándole a entender que no estabas jugando.
No dijo nada y simplemente te miro con aquella pequeña sonrisa.
Lo siguiente fue que se tomaron de las manos y miraron nuevamente el techo.