Feliz cumpleaños atrasado a pilidejung, lamento que llegara tan tarde, pero igualmente feliz cumpleaños. ❤
Jimin hundió sus pequeños deditos en el suave y cálido pelaje del gatote sobre él, haciéndolo ronronear incluso más fuerte. Jimin se rió, inexplicablemente feliz por la extraña situación que estaba viviendo.
--Eres un gatote muy bonito, ¿lo sabías?
El lince levantó la cabeza para mirarlo, le maulló quedito, casi como un cachorrito y volvió a restregar su peludita cabeza sobre el pecho de Jimin y éste acarició detrás de las orejitas con ambas manos. Sintiendo que estaba viviendo una experiencia increíble. Jamás se había acercado a otro cambia formas de esa forma. Y ciertamente jamás había sido de alguien que poseyera un lado animal tan exótico, tan majestuosamente hermoso. El pelaje ligeramente moteado se sentía sublime bajo sus dedos y los ronroneos sobre su pecho lo tranquilizaban al punto de que si seguía así, podría quedarse dormido de esa forma.
Se imaginó a sí mismo y a su gatote recostados bajo la sombra de la enorme Wisteria. Él tendría apoyado su espalda en el mágico y rugoso tronco y el gatote ronronearía feliz con su enorme y peludita cabeza apoyada en sus piernas, mientras la brisa de la tarde soplaba tranquila. Jimin suspiró, anhelando algo que solo sucedería si la Wisteria les daba su bendición para estar juntos.
El gatote cerró los ojos, confiado y tranquilo en los brazos del adorable rubio que no había salido de su cabeza ni por un segundo. No había dejado de darle vueltas a qué era él. Sí, lo había visto en su forma pequeñita, pero ahora era un humano. Tenía que ser un cambia formas ¿verdad? No es que no creyera en las hadas, pero seguramente había una explicación razonable para eso.
--Gatote... Me tengo que ir.
Yoongi cambió el peso de su cuerpo sobre Jimin, quedando más arriba de él y le maulló descontento. No quería que se fuera cuando solo ahora lo había encontrado. Por alguna razón era físicamente doloroso para él verlo marcharse. Quería que se quedara y le acariciara detrás de las orejitas, la espalda y la barriguita. O simplemente que se quedara a su lado. ¿Tenía que irse?
--Vamos gatote, déjame ir. Sabes que me tengo que ir. Volveré a verte mañana, ¿está bien? Lo prometo.
Yoongi lo liberó de su peso y se perdió de la vista dentro de la casa roja. Jimin suspiró decepcionado y se levantó del suelo. Tal vez el gatote ya no le querría ver mañana. Se sacudió el polvo y los pelitos de gato sobre sus ropas y miró el bosque a su espalda. Era hora de regresar a casa.
Stream 대취타 (Daechwita) y el álbum Agust D -2 ❤
-Kim