El castillo estaba ardiendo.
Al pasar por el pasadizo secreto, el príncipe imperial del país de Ka, Li Sekka, finalmente salió y tragó saliva mientras miraba desde el bosque el imponente Castillo Imperial a la distancia. Las dos criadas que lo habían acompañado también exclamaron con voces llenas de tristeza. Debido al ataque del ejército enemigo, los muros del castillo se habían derrumbado y las puerta de la Torre Oeste estaba envuelta en llamas. El humo blanco se dispersó en el claro aire primaveral, haciendo que la pena fuera aún más dolorosa.
...Madre....
Sekka se preguntó sobre la condición de su madre y su tía que todavía estaban en el Palacio Real. A pesar de que estaba muy lejos de la acción, el viento transportaba el sonido de los cañones y las catapultas contra los muros del castillo y era bastante fácil de escuchar. El país Ka estaba ubicado en el noroeste de la región central. Era muy fértil, su principal atractivo era la abundancia de montañas y ríos. Los muros y fosos del castillo que rodeaban repetidamente el Palacio Imperial eran estructuras sólidas, pero frente a un gran ejército con armas de última generación, un asalto era solo cuestión de tiempo.
El país en el que nació y creció estaba a punto de ser pulverizado y derrocado. Debajo de la gasa que cubría su rostro, Sekka se mordió los labios. Los labios que ya estaban teñidos de rojo como la sangre solo se enrojecieron aún más. Cuando escapó del Palacio Real, de acuerdo con el testamento de su madre, se había maquillado y se había puesto la ropa de su hermana.
"Pase lo que pase, tienes que sobrevivir".
Esto fue lo último que su madre le había ordenado que hiciera, reuniendo los últimos fragmentos de su fuerza. Ella había dicho: "Vive por país de Ka". Hace apenas una semana, el país de Yoh les había enviado un mensaje, que les recomendaba capitular.
Medio mes antes de eso, el país de Yoh había atacado y derrocado a un país vecino. Se dijo que la familia real se había suicidado y los miembros restantes de la familia habían sido tomados como cautivos y marcharon a la capital real de Yoh. El mensajero había llegado justo cuando habían recibido noticias de que el ejército de Yoh había destruido el país vecino comenzando a avanzar hacia Ka y estaban en el proceso de prepararse para protegerse contra el ejército de Yoh. Fue capitulación o muerte. Esa fue la elección cruel que Yoh les había impuesto.
Entre los países de la región central, Ka era especial porque el trono pasaba por la línea femenina. Durante generaciones, las Emperatrices habían gobernado el país y conservado su independencia. A veces fue a través de una diplomacia hábil, a veces a través del poder militar. Los soldados del país de Ka eran conocidos por su valor intrépido, hasta ahora habían derrotado a todos los países invasores. Se dijo que hace unos 20 años, durante el reinado de la emperatriz anterior, ya habían repelido a las fuerzas de Yoh que habían estado de pie en su frontera. Era algo que su tía Li Kougetsu había repetido con jactancia. La actual emperatriz, Li Yougetsu, madre de Sekka tampoco deseaba rendirse al país de Yoh. Incluso si se rindieran, todo lo que les esperaba era humillación igual a la muerte.
El año pasado, los países del sur se habían convertido en los objetivos de Yoh. La mayoría fueron atacados y derrocados y los restantes se convirtieron en estados vasallos. Incluso en el caso de la capitulación, el Rey se convirtió en un cautivo y la familia real fue escoltada a la capital como rehenes. Se dijo que el Rey de cierto país que había desafiado al Emperador de Yoh, había sido llevado a la capital y su cabeza decapitada en un espectáculo.
Había escuchado que años atrás el anterior emperador de Yoh había muerto, y dentro de las disputas familiares que siguieron, el tercer príncipe se había levantado y había sido entronizado. Incluso los imperios pueden ser arruinados por la discordia interna, por lo que parecía que había sido necesario que el nuevo Emperador se dedicara a reorganizar los asuntos internos del país en un corto tiempo. Eso había sido el año pasado, pero ahora había comenzado a embarcarse en campañas extranjeras.
El emperador actual era del tipo que a veces partía personalmente hacia la frontera, parecía singularmente talentoso. No sabía si se debía a su habilidad para posicionar a sus soldados o a su habilidad para las tácticas, en la actualidad el emperador había expandido su territorio con avidez sin una sola derrota. A los 20 años, el Emperador Yoh había sometido a los países vecinos e hizo de Yoh el país más poderoso de la región central.
De manera irritante, la diferencia de poder entre Yoh y Ka era clara. Con el fin de convertirse en objetivos de Yoh, países pequeños como Ka, sin importar el camino que siguieran, el resultado sería el mismo. Probablemente, cuando llegó el mensajero de Yoh, la madre también claramente había tomado una resolución. Ka ya no podía seguir existiendo de la misma manera que hasta ahora. Porque ella estaba enferma y no había Princesa Real para tomar el trono.
"Shungetsu-sama, por favor date prisa". Impulsado por los soldados que lo habían guiado a través del pasadizo secreto, Sekka comenzó a moverse abrumado por un corazón pesado.
Las dos criadas que lo habían ayudado a vestirse, Shohen y Baigyoku sabían la verdad, pero los cinco guardias creían implícitamente que Sekka era la Princesa Real. Fue porque la lealtad del guardia era algo que pertenecía a su difunta hermana mayor.
El pasadizo subterráneo del Palacio Real conducía a un antiguo santuario pequeño ubicado fuera del castillo. La tierra circundante, una vez había sido una ciudad próspera gobernada por el país Ka, pero ahora no había nadie viviendo aquí. El pequeño templo dedicado al Dios de la Fertilidad también se descompuso, pero por el bien de la emergencia, el túnel existente se había mantenido despejado y listo. Guiados por soldados, se apresuraron por un camino que solo pasaban animales.
Todo tipo de árboles en expansión bloqueaba la luz del sol, por lo que, aunque era mediodía, el bosque era sombrío y oscuro. Después de que salieron del bosque, solo pudieron avanzar hacia el norte, planeando buscar refugio con la tribu que vivía en la base de las montañas en la frontera. Al no poder soportar mirar hacia atrás, no pudieron hacer nada más que seguir adelante. Ser el único en escapar del Palacio Real hizo que le doliera el corazón. Se preguntó por qué las cosas salieron así. Si su hermana mayor, que era la Heredera Imperial, hubiera vivido, pensó que las cosas habrían resultado diferentes. Al menos, su madre probablemente no se habría retirado.
El otoño pasado, su hermana mayor Shungetsu se enfermó repentinamente y murió, pero la noticia no se hizo pública. Shungetsu como la Heredera Imperial era respetada y adorada por la población general. Con una mente rápida y vivaz y a veces un discurso y una conducta enérgica, ella manejaba fácilmente su entorno.
A pesar de eso, no importa cuán escasa sea la preocupación, la gente como las sirvientas y los muchachos estables que sirven cerca de ella la idolatraron. Si Shungetsu fuera la próxima emperatriz, a partir de entonces Ka sería pacífico, en lo que respecta a la madre y los cortesanos, su hermana era su rayo de esperanza. Sin embargo, Shungetsu se enfermó inesperadamente y murió demasiado rápido. Y ella solo tenía 17 años. Su madre valiente no pudo soportar el dolor de perder a su amada hija, y gradualmente comenzó a retirarse. Junto con esto vino la invasión actual del país de Yoh. Si hubiera sido él quien hubiera muerto en lugar de su hermana, habría sido mejor.
Desde la muerte de Shungetsu, no pudo separarse de los sentimientos de culpa, preguntándose repetidamente por qué lo inútil aún estaba vivo mientras su hermana estaba muerta. Probablemente fue desde el día de la muerte de su hermana que el declive del país de Ka había comenzado. O bien, fue porque nació una persona como él que la fortuna nacional había llegado a su fin. Los antepasados de Li, desde hace mucho tiempo adoraban al Dios de la Luna, y como tal tradicionalmente dedicaron al príncipe primogénito a servir como "El Emperador de la Luna".
El Emperador de la Luna representaba al espíritu divino del Dios de la Luna como un sacerdote santuario. Hablando correctamente, Sekka también habría tenido que ingresar al Palacio de la Luna y convertirse en el Emperador de la Luna el próximo año cuando cumpliera 18. El plan había sido que pasara un año visitando el Palacio de la Luna para estudiar modales e historia, pero debido a la muerte de Shungetsu los cambios habían sido inevitables. Si la muerte de la princesa heredera se hubiera hecho pública, los disturbios habrían aumentado entre la población general.
Sin un candidato adecuado para convertirse en la próxima emperatriz de la Familia Real y con el estado de salud insatisfactorio de la Emperatriz, era imposible anunciar oficialmente la muerte de Shungetsu. En los últimos años, Sekka se había convertido en el sustituto de su hermana. Pero lo más importante es que Sekka, a los 17 años de edad, tenía un físico delgado y delicado, por lo que fue fácil hacerse pasar por una niña. Como era de esperar, su voz era más baja que la de Shungetsu, pero si levantaba la voz, no parecía tensa.
Y, sobre todo, sus rasgos faciales eran delicados, por lo que si Sekka usaba su cabello largo, se maquillaba y vestía como Shungetsu, el parecido era tal que incluso las sirvientas confundían a los hermanos uno con el otro. Como país de la Princesa Imperial de Ka, Shungetsu tuvo que reunirse con dignatarios extranjeros y asistir a las reuniones del consejo de la corte. Aunque había personas dudosas por la disminución en la cantidad de veces que la princesa abrió la boca en comparación con antes, nadie se había dado cuenta de que la verdadera identidad de Shungetsu era la de su hermano menor, Sekka. También fue afortunado que hasta ahora Sekka rara vez había aparecido frente a la gente.
Pero aún así, un sustituto era un sustituto.