Junto a Tí (+18) #3 {Tercera...

De Ivelissechahackyeon

310K 17.4K 2.7K

Tercera párate de la novela: ✓Enamorada del Padre de mi mejor Amiga. (Parte 1) ✓ Enamorandome de Tí (Parte 2... Mais

Junto a Tí
Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capitulo 15
Capítulo 16
Capitulo 17
Capítulo 18
Capitulo 20
Nota
Capitulo 21
Capitulo 22
Nota de Autora
Capítulo 23
NOTA

Capítulo 19

12K 653 49
De Ivelissechahackyeon

No puedo dejar de mirarlo, maneja a mí apartamento de forma serena. Con aquellas gafas de sol que le quedaban de muerte. Podría estar el día entero mirándolo y encontrando que cosas exactamente me gustaban de él. Para mí sorpresa, todo. Amaba todo lo que lo rodeaba, hasta su estúpido ego. Omar nota mi mirada sobre él y sonríe. ¡Estúpido! Pero no dice nada, se mantiene manejando mientras yo para quitar un poco el espantoso silencio enciendo la radio buscando que podríamos escuchar mientras llegamos. De mi mente no sale su "propuesta" ¿Qué me va a proponer? La verdad no tengo ni la menor idea. Aunque tengo varias cosas en mente. ¿Sexo? Quien sabe... Todo con él termina en sexo. No me molesta para nada, créanme.

La canción "Blinding Lights" de The Weekend. Resuena por las bocinas de su auto.

No le prestó la antención que merece la canción por estar pensando. Me ha gustado mucho el resultado de poner los puntos sobre la mesa. Parece ser que por fin nuestra relación toma el giro que siempre desee. Omar parece actuando como un hombre maduro y adulto y eso me encanta. Me gusta que sea seguro de si mismo y que me escuche. Sobre todo que me escuche. Pensé que no se tomaría mi arrebato con tanta paciencia y que aceptara cada una de las cosas que he dicho.

— Listo.

Me trae devuelta a la realidad. Me está mirando y yo no logro aparatar la mirada de sus hermosos ojos.

— Dime la propuesta.

— Dentro, señorita.

Se baja del auto y yo lo miro mientras lo rodea y abre mi puerta. Me da la mano y la tomo sonriéndole.

— ¿Qué tal tu día? – me pregunta posando una mano en mi cintura baja, me guía para que entre.

— Bien. Conocí una nueva escritora, pienso que le irá muy bien.

— ¿Cuál es su novela?

— "Ángel" Es de un romance de un hombre mayor y una chica joven. – le miro. Omar levanta las cejas.

— Será tu favorita. –me sonríe.

— Lo es. Y no siquiera he leído dos páginas.

— Deberías de hacer una novela de nosotros. – ofrece sonriéndome de forma pícara.

— Sería con mucho drama y sexo. – levantó las cejas divertida. Omar me imita, toma un porte pensativo.

— Sobre todo de sexo... – murmurra acercándose a mí cuando estoy apunto de abrir la puerta.

Cuando la abro y pasamos dentro dejo el bolso en el sillón y me giró.

— ¿Cuál es la propuesta?

Se ríe.

— ¿Curiosa?

— Muy curiosa, sabes que lo soy.

Suspira.

— ¿Sabes? Todo el día he estado pensando en lo que me dijiste y tienes toda la razón.

¡Oh! ¿De qué exactamente? Porqué ayer dije tantas cosas que podría ser cualquiera en este momento.

— ¿Si? ¿En qué exactamente? – me quitó los tacones y libero mis pies. Que rico se siente estar descalza.

— Sobre nosotros, nuestra relación. Mayormente nos centramos solo en los demás y nosotros solo vivimos con lo poco. No me parece. – se cruza de brazos mirándome.

Pues si! Ya lo había dicho ayer. Nuestra relación merece más, no solo esperar vernos en las tardes, follar y discutir. No me parece que una relación se fortalezca solo a base de sexo. Necesitamos más que eso.

— Creo que merecemos más tiempo. Ya sabes, estamos comprometidos y apenas llevamos una relación muy básica de "novios"

— Por eso mi propuesta...

— Te escucho.

— ¿Qué te parece si nos vamos de vacaciones? Tu y yo sin problemas, sin discusiones. – ofrece mirándome de medio lado.

¡Oh! ¿Vacaciones? Suena interesante. Jamás hemos salido juntos en ese tipo de plan y me parece una idea maravillosa la verdad. Entonces mi mente vuela imaginadonos relajados en algún otro país. Disfrutando, conociéndonos, amándonos. Sería perfecto.

— Yo encantada. – suelto con demasiado afán. Y me ganó una inmensa sonrísa de su parte.

— ¿Dónde te gustaría ir? – se acerca a mí y cuando está lo suficientemente cerca para tocarme se detiene sonriendo aún más al notar mi mirada en él.

Me lo pienso, no importa el lugar. Si estamos juntos será magnífico.

— Sorprendeme. – estampó un beso en su barbilla y me alejo. Juguemos un rato.

— ¿Cuando te gustaría?

— Mientras más pronto mejor. – acepto. Definitivamente mientras más rápido sea mejor. Así salimos de tantos problemas.

— Perfecto.

La plática no duró mucho más el resto del tiempo estuvimos hablando de cosas, sobre lo que hizo en el trabajo y sobre que yo hice en el mío. Me gustaba tener este tipo de pláticas con él. Cuando dieron casi las siete de la noche me informo que saldríamos. ¿A dónde? No tenía ni la menor idea pero no me moleste en insistir tanto. Tenía ganas de salir y si era con él mucho mejor. No había leído nada más de Demo, tenía pensado llevarlo conmigo si realmente nos fuéramos de "Vacaciones"

Salí en un traje negro bastante corto, tampoco una cosa que me dejara a la vista de todos, de manga larga y unos tacones a juego. Solté mi cabello de forma natural y me maquille. Cuando salí me lleve la sorpresa de mi vida. Omar vestía unos jeans azules con una camisa de botones blanca, con los tres primeros botones abiertos. Con las mangas recogidas, el cabello alborotado, sin afeitarse. No pude apartarle la mirada. Extremadamente exquisito. Solo le faltaban los lentes para que yo tuviera tres infartos vaginales.

— ¿A dónde vamos? – me le acerque de forma coqueta. A la mierda lo que había dicho horita. Quiero sexo.

— Ya lo verás. – me tomo de la cintura y me beso.

— Mmmmm... – gemi.

— Vámonos o no llegamos. – me empujó dándome un azote en el culo.

Roben manejaba de forma serena por la autopista mientras Omar se reía del cuento que le estaba haciendo de las miradas de Roben y Kate. Él de lo tomo de forma divertida mientras insistía que Kate quería tener sexo conmigo. Eso la verdad me dejó un poco insegura, en serio Kate no parecía tener ningún tipo de interés en mí. Era más probable que se quisiera coger a Gil y estaba segura que se lo cogería a esa mujer nada la detiene.

— Así que Gil levantando a señoritas eh? – Omar le dió en el hombro cuando nos bajamos del auto. Noté como Roben se ponía rojo como un tomate. Pero sonrió, no lo negó en ningún momento.

— Ya déjalo que se nos muere aquí. – bromeé. Los dos me miraron con una sonrisa.

— Estaré en el auto. – informo Roben.

— Puedes pasar con nosotros, no hay problema. – Omar parecía más amigable de lo que en algún momento me imagine.

Entonces me gire a ver dónde exactamente estábamos. Por estar embobada y riendo con ellos dos no me había fijado. ¿Vinimos a un antro? Se escuchaba una música rítmica y salía y entraban personas. Lo miré. Omar me trae a un antro. Completamente sorprendida.

— Vamos. – me tomo de la mano y luego de hacerle una seña al guardia de seguridad que nos dejo pasar sin problemas.

La música me llenaba los oídos de forma alarmante. La luz era tune, pero podía ver a la perfección, la pista de baile estaba llena de personas. Habían unas mesas llenas de personas también pero Omar nos guío a la barra. Aun no me había dicho nada. Pero lo entendí, estábamos tomando por fin la "relación" como un noviazgo. No me imaginé que me trajera. ¿Vamos a bailar? Jamás he bailado con él y la idea me parece demasiado excitante. Ya en la barra pidió dos tragos iguales a una chica que nos miraba de forma amigable. Parecía ser muy tímida para trabajar acá. Se acercó para pasarnos los tragos con una sonrisa y la reconocí.

— ¿Jane? – levanté un poco la voz para que me escuchará. Parecía completamente otra. Su cabello corto rubio estaba alborotado dándole un toque atrevido.

— Hola Alina. – me sonrió dándome un inesperado guiño. Miro a Omar y luego a mi. — ¿Tú novio? – lo señaló con la barbilla. Yo me reí y ella afirmó con aprobación. — Hacen bonita pareja, justo como mi novela.

Omar se giró a mirarnos.

— Ella es la chica que te hablé. Jane.

— Un gusto Jane. Omar Dickson. – le ofreció la mano y ella la aceptó.

Para mí sorpresa no pareció intimidarse ni mucho menos embobada. Lo observó cómo si fuera una persona más. Era una sorpresa las mujeres siempre caían a sus pies y más a sus palabras. En cambio Jane parecía importarle poco. Volvió a mirarme.

— Estaré por acá si querés otro trago. – me sonrió y se alejó.

— No me la imaginé así. – se acercó a mi oído para hablarme.

— ¿Así como?

— Así. – se encogió de hombros.

Supongo que se refería a su aspecto físico, parecía ser tan frágil pero a la ves tenía un toque atrevido y misteriosa. Daba la sensación de ser una chica tímida pero estaba segura que no lo era. Tenía la mirada malísiosa. Pero se notaba que era una buena chica, o eso me parecía a mí.

— ¿Bailamos? – volvió a decir serca de mi oído. Y yo lo miré boquiabierta.

No me lo podía creer. ¿Me cambiaron a Omar? Definitivamente me lo habían cambiado. ¿Dónde quedó el Omar serio y mandon de hace unos días? Ahora era completamente diferente. Parecía ser más tranquilo, menos alterado. Me escuchaba y me entendida, no se opuso cuando le sugerí que necesitábamos tiempo, me propuso irnos de vacaciones solos y ahora me saca a un antro a bailar. ¡No me lo creo! ¿Y este cambio? Definitivamente él no era hombre de estar en antros ni bailando. Lo sabía a la perfección. No me molesta que lo hiciera la verdad, me gusta parece más joven mientras me mira esperando una respuesta. Solo me sorprende el cambio de 180° que hemos dado.

— ¿Eso es un no? – me sonrió divertido. Tenía una chispa maliciosa en el rostro mientras esperaba por mí.

¿Quería enamorarme más de lo que ya estaba? Porqué si era eso, lo había conseguido a la perfección.

— ¡Vamos! – exclamé sonriendo con demasiado afán.

La música no era de esas que tienes que brincar y brincar. Era movida y los dos nos moviamos en unisono. Yo no podía apartar mi mirada de su perfecta cara. Sus ojos me observaban con entusiasmo y alegría. Estaba contento y eso para mí era suficiente para yo estarlo también. Para mi sorpresa bailaba a la perfección, como si lo hubiera hecho miles de veces. Jamás habíamos bailado y siento que nos ayudaría mucho más a nuestra relación. Por fin estábamos saliendo, conociendo, dándonos tiempo para nosotros mismos.

Sus brazos en mi cintura, los míos alrededor de su cuello. Acercó sus labios a los míos y me beso. De forma lenta, hasta que él beso subió de intensidad, su lengua entro a mi boca y yo la recibí de forma inmediata. Sus manos bajaron hasta mi trasero y me sujeto con fuerza. Acercándose más a mí si fuera posible.

— Me encantas Alina... me vuelves loco... – murmurró encima de mis labios. Volvió a atacar mi boca con su exquisita lengua.

Mí abdomen se contrajo, mis piernas comenzaron a flaquear y el inmenso deseo que sentía por él renació nuevamente de forma alarmante. Jadee encima de las labios y moví mi mano entremedio de los dos justo donde estaba su bragueta y lo sobe por encima del pantalón. Omar gruñe y me muerde el labio separándose de mí.

— Aquí no. – suspiro sonriéndome. Sus ojos azules me recorrieron de arriba a abajo. — ¿Nos vamos?

Hubiera dicho que no en otras circunstancias. Me ha gustado salir con él, tomar unos tragos y bailar. Pero mi mente se había nublado por la excitación y ya no estaba ni siquiera pensando solo quería sentirlo y ya. Lo tomé de la mano y nos guíe fuera. Escuche una risita de su parte la cuál ignore completamente. ¡Cabrón! Buscamos a Roben como dos adolescentes deseosos de sexo. Casi corriendo y besándonos. Roben en ningún momento nos miraba mientras manejaba. Tal vez estaría incómodo o quién sabe. Para este tiempo ya debería de estar acostumbrado.

Estaba sentada en el regazo de Omar mientras nos besábamos como si no hubiera un mañana. Sus manos me recorrían la espalda una y otra vez. Las mías se mantenían a cada lado de sus mejillas sujetándolo para mí. Mientras hacía una leve fricción entre nosotros con movimientos constantes y repetitivos. No sabía qué horas eran pero no me importaba, cuando nos dimos cuenta estábamos justamente frente a mi casa. Roben se quedó sin decir nada, Omar y yo nos desmontamos del auto y comenzamos a subir, entre besos y caricias. Cuando estaba justo en la puerta para entrar me tomo de la cintura y me subió a su cadera. Pegando mi espalda contra la pared.

— Te quiero aquí y ahora. – su voz ronca tan deseosa como siempre. Me recorrió el cuerpo ese exquisito escalofrío. Comenzó a besarme el cuello, la barbilla...

— Por favor Omar...

— ¿Qué quieres Alina? –me mordió la garganta. Yo sujete mis piernas detrás de su cadera. Para mantenerme sujeta. Lo ví mover sus manos detrás de mí. Se estaba abriendo los pantalones. ¡Oh sí!

Baje mis manos hasta el borde de mi traje y lo subí a la altura de mis senos. No lo había mencionado, pero me había puesto unas braguitas diminutas color negras también, lo cual se los hizo muy fácil mover para un lado para que pudiera penetrarme de una sola estocada. Sentirlo dentro de mi piel con piel era un placer que me era difícil describir. Comenzo a moverse dentro y fuera mientras lo sujetaba de los hombros y gemía de forma contestante. Sus embestidas eran fuertes, salía casi completo y volvía a meterse de un solo golpe. La posición era fantástica para sentirlo completamente dentro de mí.

Cerré los ojos mientras disfrutaba de mi exquisito novio y prometido, después de un día lleno de sorpresas terminarlo así era la forma adecuada. Había dicho que una relación no se alimenta solo de sexo pero mi relación con Omar no era exactamente una "normal" y yo lo deseaba tanto como él. Asi éramos y así íbamos a hacer siempre.

No sé cómo ni cuando lo hizo pero nos movió entrando a mí departamento. Aquello casi me hace correrme al instante. En ningún momento había sacado su miembro de mí entrepierna y los movimientos que hacía cuando caminaba conmigo me hacian sentir que iba a reventar cuando menos me lo imaginara. Me sujete de manera fuerte de sus brazos mientras no podía parar de gemir. Camino conmigo a la habitación donde nos depósito en la cama aún sin sacar su miembro. Me penetró dos veces más y salió. Ante mi mirada se quitó todo lo que le quedaba de ropa. Mientras yo me sentaba en la cama y me quitaba el traje tirandolo al suelo, junto con las bragas. Omar se me queda mirando y yo me abro de piernas para él. Sonríe. Me toma de las piernas me acerca a él y vuelve a penetrarme fuerte.

°°

Abrí mis ojos lentamente mientras sentía mi cuerpo pegajoso. Estoy boca arriba sobre la cama. A mi lado Omar duerme plácidamente, boca abajo. Dejando a mi vista su presioso trasero. Se le veía bastante redondito la verdad. Es muy divertida nuestra situación. Ofrezco tener un espacio entre los dos, donde él duerma en su apartamento y yo en el mío. Y miren, ayer me quedé en el suyo y anoche él en mío. Supongo que nos pasa, no podemos estar tan separados como quisiéramos. Su "propuesta" me tomo por sorpresa. Había imaginado de todo menos eso. Jure que tenía que ver con su sexo pervertido. Pero me equivoqué, no me molesta para nada. Todo lo contrario, me encanta que tenga esa iniciativa.

Gruñe girandose un poco y yo solo estoy sentada en la cama completamente desnuda mirándolo. Me sonríe. Siento que el corazón se me hace pequeñito, van dos noches que despierto antes que él ¿Es la edad?

— Buenos Días. – me acerco plandandole un beso en los labios.

— Buenos días Nena. Te has vuelto madrugadora. – comenta colocando sus manos detrás de la nuca. ¡Oh! Se le ve tan llamativo al hacerlo.

— ¿Cómo dormiste? – intento de establecer una conversación para no estar mirándolo como una loca enamorada.

— Perfectamente. ¿Y tú?

— Bien. – me levanto.

—Espera. Ven aquí. – me mira.

Me acerco nuevamente a la cama y lo miro bastante curiosa. Cuando estoy nuevamente cerca me toma una de las manos y me da un jalón encima de él.

— Quédate un rato en la cama conmigo. – ronronea besándome la mandíbula y las mejillas.

— Llegaremos tarde al trabajo. – sonrei. Este hombre y su extraño cambio de actitud me va a volver loca.

— A la mierda el trabajo. – lo dice con todo el sentido de la palabra. Mírenlo, el gran Omar Dickson renegandose para trabajar, solo por quedarse en la cama con una niñata. 

— Solo un rato.
No puedo evitar reírme. Este hombre me vuelve loca.

°°

Me subo en mi auto luego de despedirme con un beso de poquito con Omar. Habíamos estado más tiempo del esperado. No tuvimos sexo mañanero pero su unos increíbles besos apasionados. Voy tardísimo son casi las once de la mañana. La editorial no me queda lejos así que no tardo tanto en llegar, saludo a Don Héctor cómo siempre y subió a paso apresurado llevándome por medio a un chico que entraba al ascensor justamente cuando yo apenas iba saliendo.

— Carajo. – murmuré girandome.

— Lo siento. – me dijo de forma tímida. Tenía unos lentes bastante modernos, redondos. No me dió tiempo de hablar porque las puertas de ascensor se cerraron.

Volví a girarme y entre a la oficina. Kate al verme se levantó casi corriendo llevándose por medio a Anna que intentaba de levantarse de su silla.

— ¡Tú! – exclama señalandome. — Estaba bien preocupada.

— Ya estoy acá. ¿Qué pasa? – me reí.

— Una chica vino a buscarte, no es escritora. Pero dice que te conoce.

— ¿Quién?

— Alisson...Alisson Wents.

¿Qué? ¿Mi hermana estaba aquí?

Continue lendo

Você também vai gostar

72.7K 5.3K 18
Hazel, una chica que es famosa en la escuela por agarrar a patadas a todos y ser muy extrovertida y Noah, la chica mas popular de toda la escuela, a...
563K 93.4K 73
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
7.2M 114K 27
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...