Prácticamente toda la tarde me la pase en videollamada con Christopher hablando sobre unos puntos de nuestra vida.
Hoy parecía que no sería un día favorable para salir con Nako o con Yuta, ya que estaba llovido a montones y adoraba ese clima para quedarme encerrada.
Aproveché el momento para platicar con Chris e incluso me dio detalles que no quería oír...
Con sinceridad si lo quería oír, pero dolió. Demasiado.
Félix se alejó de Christopher y encontró nuevos amigos ahora. No, no son australianos como nosotros, me dijo que son varios chicos coreanos.
Con exactitud no me dijo nombres, pero espero que por eso no deje de contactar a Christopher, porque perdería conexiones con él y no me gustaría que eso ocurriera.
—Encontré el Instagram de uno de ellos— leía su celular —su nombre es Seo Changbin.
Fruncí el ceño —¿Félix lo sigue?— busqué en el perfil del rubio y entonces encontré al tal Changbin.
s.changbin
Me gusta pasármela bien. Amigos, salida y un poco de estofado 🤟🏻
Con: jjisungh y hyunjin-jin
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3,718 comentarios...
No leí los comentarios pero aún así no sabía cual de los tres era el tal Changbin, así que seguí viendo su perfil que para mi suerte era público.
Hasta que lo ubiqué, era el chico que estaba atrás de los dos primeros.
—¿Crees que esos otros dos sean amigos de Félix también?— me preguntó Chris en la videollamada aún.
Me encogí de hombros —no lo sé... se ven agradables— lo miré de reojo por la cámara y él como respuesta solo asintió con la cabeza.
Volví al inicio cuando me llamó la atención una publicación. Era de Félix, tenía minutos de que la había subido y me quedé viéndola detenidamente.
felix.lee
Con: hyunjin.jin y kim_seungmin
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Debatí pero al final le di like, no pude evitar sentir nostalgia al verlo ahí, con sus nuevos amigos. Se notaba que se sentía bien.
—¿Lo viste no?— habló después de un rato y yo asentí —no llores Maddie...
Sollocé —¿por qué? ¿Por qué me afecta tanto?— hice una pausa —quisiera estar con él ahora mismo.
—Demasiado tarde Madison. Subió en su historia que mañana se va a Corea.
—¡¿Y la escuela?!
Se encogió de hombros —creo que al final no la terminó. Recuerda que los entrenamientos allá son muy estrictos.
—¿Y tú...cuándo vas a irte?— dije tristemente.
—Este fin. Probablemente ya sea definitivo y solo venga unos días al mes. Se me va a complicar mucho— dijo con una sonrisa triste.
[...]
Félix subía cada vez muchas más fotos a su cuenta demostrando su esfuerzo, ya que también había videos de él ejercitándose y bailando coreografías.
De echo sí. Había olvidado ese detalle.
Félix cuando era niño fue a clases de baile y continuó por años, convirtiéndose en un gran bailarín.
Después de pensarlo tanto, sentía que estaba tan equivocada y confundida.
Si yo misma me reclamaba que extrañaba al de pecas ¿por qué tan de repente me alejo de él?
Conozco que Félix y puede llegar a ser un poco orgulloso, más cuando se trata de decisiones que le afectan demasiado.
—¡Madison, baja!
Dejé mi celular en la cama.
Caminé hacia las escaleras lentamente, no creí que fuera algo tan importante, hasta que vi a mi madre y a Ruby sentadas en la sala de estar.
—¿Si?...— dije caminando más lento que antes.
Mi madre sin decir nada, me dio la orden de sentarme en un lado del sofá.
Eso hice y esperé callada. Siempre sucedía esto cuando algo malo había pasado.
—¿Qué mamá? ¿Para qué me llamaste?— dije mirando a mi hermana teniendo la vista gacha.
Mamá solo soltó un suspiro y me sonrió de manera débil —¿te acuerdas de tu tía por parte de tu padre?
Asentí, porque era la única hermana que tenía mi papá.
—Vive en Corea porque tiene una empresa allá— volví a asentir sin entender a que iba todo esto —Maddie... Félix me habló.
Mis ojos se abrieron un poco y en cuánto pronunció su nombre sentí como mi corazón se oprimía y mis lágrimas se acumulaban.
Negó con la cabeza y una pequeña risa —esto es una locura Madison. Solo fueron novios por un tiempo y aún así parece que se quieren casar— solté una risa ante su comentario —¿de verdad te gustaría irte del país, para estar a su lado?
Quería convencerme de que sí, pero no estaba completamente segura de irme y vivir con mi tía, que prácticamente sería vivir sola porque por experiencia ella nunca estaba en casa.
Me encogí de hombros y agaché la mirada —Félix ya no me habla— miré a mi madre mientras tragaba saliva —¿cómo estoy segura de qué él aún piensa así? De que aún me quiere a su lado...
Los ojos de mi madre mostraron tristeza. Tristeza de ver a su hija menor con el corazón roto por motivo de un chico.
Nadie la culpaba, ella misma sabía que en su juventud le había ocurrido algo similar y también sabía lo que se sentía.
Lo doloroso y patético que puede ser.
Se levantó y se acercó al teléfono de la casa —lo llamaré con la excusa de que estás dormida y necesito hablar con él.
Yo no le dije absolutamente nada. Miré a Ruby y ella me sonrió levemente como motivación.
A pesar de todo, la rubia y yo nos llevábamos muy bien y se notaba que si yo me iba, le costaría quedarse sola y dejarme ir.
—¿Si? ¿Félix?— mi madre por fin habló.
Ambas la miramos enseguida.
Trataba de leer sus labios, ya que por alguna extraña razón, no podía procesar las palabras. No las escuchaba, estaba nerviosa y aturdida.
Pasaron unos minutos, que sentí como segundos. Mi madre se acercó con un semblante lleno de decepción y entonces supe que no se trataba de algo bueno.
—Al menos lo intentaste. Gracias ma-
Me sonrió ampliamente —Madison— le asentí —Félix lloró por la llamada. Me comentó que le dejaste de hablar y su orgullo no lo deja hablarte primero.
Sonreí entre lágrimas.
Sí, aún conocía a aquel niño que jugaba conmigo como si fuéramos hermanos aunque no de sangre. Aún podía saber aspectos de él que me ayudaban a comprenderlo de verdad.
Félix era orgulloso, yo también lo era, pero no podía dejar esto así. No cuándo él se preocupa por mí a pesar de todo, a pesar de decirle que me mintió todo este tiempo.
Necesitaba estar con él, necesitaba verlo y decirle que lo extrañaba, suplicarle que me dijera todo lo que le dice a mi madre a escondidas.
Que me diga que me quiere a su lado en Corea, que yo iría si me lo pidiera