Era lunes y Reid tiene que ir a trabajar, no sabe que es lo que pasó el viernes por la noche pero aún así seguirá con la investigación de esa morena.
Como todas las mañanas el castaño pasa a una cafetería que se encuentra cerca de las oficinas del FBI, ya había pedido su café negro cuando la vio...
Estaba pagando su pedido, café y algo para acompañarlo.
Spencer quedó estático no sabía qué hacer, no podía simplemente sacar su arma porque estaba en una cafetería con personas inocentes y técnicamente no hay cargo alguno contra la morena. Tan ensimismado viendo a la chica estaba que cuando la mujer le entregó su café dió un brinco del susto, se apresuró en pagar para alcanzar a la chica que ya estaba por irse.
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Salió lo más rápido que pudo, vio a la morena a tan solo unos metros de él. Le gritó varias veces pero ella nunca volteó a verle. Corrió tratando de darle alcance cuando la morena dió vuelta en una de las calles, pero cuando el castaño llegó a la esquina ya no la encontró.
Spencer dió un resoplido, estuvo tan cerca de atraparla pero la dejo ir.
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Desde un autobús una morena veía a aquel castaño que trato de darle alcance, dió un suspiro de alivio pues eso estuvo demasiado cerca.