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By MelanieDorado9

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Han pasado seis meses desde que Em y Zac han tomado caminos distintos y la hora de volverse a ver está más ce... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30

Capítulo 14

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By MelanieDorado9

Mis nervios han estado en mi contra en el día de hoy y conozco bien el motivo. En menos de veinticuatro horas es la pelea de Zac y me comienzo a arrepentir de haber aceptado ir. No sé si estoy lista para darle una respuesta a lo que me he negado pensar porque todo es una batalla de pros y contras en mi sistema.

Termino de juntar todos los juguetes que los niños dejaron escondidos para que no les llame la atención y suspiro. Son muy ingeniosos cuando se lo proponen y eso me llena de una alegría que se me hace difícil de explicar. El mejor trabajo de la historia lo tengo yo, pero, después de todo, es viernes y como un ser humano normal, necesito de mi descanso.

Antes de poder terminar de formular la imagen de mi misma tendida en el sofá viendo repeticiones de The big bang theory, Garrett entra en mi espacio de trabajo y luce más agitado que de costumbre.

—¿Qué haces aquí? Creí que irías al juego con Jeremy.

Levanto la caja de los juguetes y con mi amigo siguiendo mis pasos, la guardo en su lugar.

—Iré, pero necesito un favor. —Cuando lo miro, me arrepiento. Nada bueno viene con ese intento de mirada suplicante más el puchero excesivo.

—Ve al grano, Garrett.

—Quiero que vayas con nosotros.

Y mi idea de descanso se va al caño cuando pronuncia esas palabras. Siento que me he recargado de muchas cosas esta semana y de verdad quería quedarme en casa hoy. Mi fin de semana está literalmente ocupado con el compromiso de la pelea mañana y la visita que le haré a Tara el domingo. Mi cuerpo me exige que respire y mande a todos a la mierda, pero mi lado bueno sabe que no soy capaz de hacer eso.

—Garrett… —comienzo a decir, pero me corta.

—Escucha, Jeremy tiene entradas para cuatro personas y cometió el error de comentárselo a Trent, quien se unió a nuestro plan sin ser invitado. Ahora quiero que vayas con nosotros así lo entretienes y no se me arruina la noche.

—¿Me estás utilizando? —pregunto divertida.

—Te lo suplico. —Se arrodilla a mis pies y me carcajeo a gusto.

—Bien, tú ganas, pero me devolverás el favor.

—Seré tu esclavo.

Otra risa me invade e intento no sacar provecho a esas palabras.

Con Garrett salimos de LI rumbo a mi departamento, donde me doy una ducha rápida y me visto lo más acorde posible a un juego de béisbol. Los jeans son parte de mí, pero las sudaderas no salen mucho de mi armario para ser honesta. Hace mucho frío hoy así que le daré la oportunidad a una, su color es rojo intenso y tiene grabada una frase: “I am the one”. Me reúno con mi amigo en la sala de estar y me trago la risa al verlo con una especie de chaqueta del equipo y con un sombrero a juego. De cierto modo, me resulta adorable cuanto quiere encajar en todo el asunto para poder conectarse con Jeremy y me doy cuenta de que no podría haberme negado a ayudarlo, aunque quisiera.

—¿Estás listo?

Garrett salta en su lugar y se lleva la mano al corazón de forma dramática. Sonrío una vez más mientras este asiente e intenta recobrar el aliento. Agito las llaves y le hago una señal con la cabeza para irnos.

—¡Espera! —Lo miro—. ¿Me veo bien? —pregunta con claro nerviosismo.

Le sonrío con dulzura y me acerco lo suficiente para tomar su rostro indeciso entre mis manos. Jamás lo había visto así y de cierto modo me desconcierta. Sé que Garrett ha estado en cada momento vulnerable que tuve el último año y me hace sentir mal no recordar ni un solo instante en el que quizá él me haya necesitado. Que egoístas podemos ser con los demás cuando creemos que somos los únicos que sufrimos. La vida es una tormenta de malos y buenos momentos, solo tenemos que decidir con quién atravesar esa tempestad, para darnos cuenta de las personas que siempre van a valer la pena en nuestro corazón. Garrett tiene un pase ganado desde el día uno y sin importar lo que suceda, quiero ser un pase para él también.

—Te ves increíble. —Su dulce sonrisa reaparece—. Vamos por tu chico.

El lugar está a reventar de gente y el olor a palomitas frescas invade mis sentidos. Mi estómago ruge en cuanto veo el puesto de pretzels y lo dejo pasar cuando Garrett tira de mi brazo hacia el lado opuesto. Los fanáticos están enloquecidos y empieza a molestarme haber venido. Odio los lugares repletos de personas, siempre fui medio antisocial al respecto y no es algo en lo que me haya esforzado por cambiar. Me gusta mi soledad, estar conectada conmigo misma y admito que debido a todo lo que pasó el año pasado, mis pensamientos no han sido mis aliados últimamente, pero aun así lo prefiero antes de esto.

Alguien tira de mi sudadera e inmediatamente me doy la vuelta para enfrentarlo. Las voces y gritos a mi alrededor desaparecen y comienzo a odiar las sensaciones que me traen su presencia, pero no por un mal modo, sino que puede ser muy raro sentir que estoy sola con él cuando la realidad es otra y me golpea con demasiada fuerza. Miro por encima de su hombro y veo a la bruja, pero ella no me dirige más de una ojeada antes de concentrarse en su teléfono. Me zafo del agarre de Zac justo cuando Garrett vuelve a mi lado. Mi amigo lo saluda con toda la afabilidad posible y le hace las respectivas presentaciones con Jeremy y Trent, quienes ni siquiera había notado que estaban ahí.

Zac y Trent se dan un asentimiento seco y sin siquiera dirigirle la palabra a cualquiera de ellos, tiro del brazo de Garrett para poder hablar con él en privado.

—¿Sabías que él estaría aquí? Garrett parece que quieres ver arder Troya con estos dos compitiendo de alguna forma —mascullo haciendo referencia a la clara rivalidad con la que se miran Zac y Trent.

—Em, te juro que no sabía que Zac vendría. Sabes que no te pondría en esa situación.

Antes de poder contestar, Zac vuelve a interrumpir y habla, pero sus ojos están puestos solo en mí.

—Fui invitado al palco VIP, no tengo ningún problema en que me acompañen.

Quiero gritarle que no me interesa ir a ningún lado, que quiero irme a dormir a mi casa y que por favor deje de mirarme con tanta intensidad. No obstante, las palabras mueren en mi boca cuando Jeremy abre la suya.

—Eso sería genial —dice con emoción—. Garrett, él nos invitó a su pelea de mañana, ¿puedes creerlo? Jamás hablé con un boxeador profesional.

La emoción con la que se expresa, más la sonrisa de Garrett me hace querer odiarlos, pero no puedo. Es que son demasiado tiernos y decir que no, por mi bien, es destruir el suyo. No soy tan egoísta.

Zac sonríe también y con una palabra suya, los demás comienzan a avanzar. Trent me busca con la mirada, pero es arrastrado por las personas y de alguna manera, termino caminando al lado de Zac. Me sorprende que Camile no haya salido con alguna de sus frases ofensivas en mi contra y me descolocó un poco que se haya adelantado con los otros dos tipos que venían con Zac sin darse el lujo de hacerme la tarde imposible.

—¿Le dijiste que iba a perder su empleo o algo por el estilo? —pregunto con ironía.

—Sí —contesta y me paro un segundo, pero su mano se coloca en mi espalda baja y me guía para seguir caminando—. Le dejé muy en claro lo que significas tú para mí y que, si quiere conservar su empleo, debe dejarte en paz.

Me quedo estupefacta y no vuelvo a emitir una sola palabra. Su mano sigue en el mismo lugar e intento con todas mis fuerzas no darle importancia al calor que comienza a recorrerme. Es un calor agradable, como una tarde de verano bajo la sombra de un gran árbol, donde querría estar para siempre. Zac enlentece un poco el paso cuando llegamos a las estrechas escaleras y deja que todos se adelanten.

—El partido ya casi va a empezar —informo intentando apurar nuestro recorrido.

—¿Ya tienes una respuesta?

Su voz se siente más cerca y en efecto, cuando lo miro, sus labios están muy cerca de mi rostro. Todo mi cuerpo se calienta cuando su mano acaricia mi mejilla y en cuanto su nariz roza la mía, estoy a punto de dejarme caer de nuevo. Sin embargo, mi sentido común gana y me alejo lo suficiente para mirar sus castaños ojos.

—Todavía no.

Y sin darle tiempo a contestar, corro escaleras arriba y lo espero justo en la puerta con todos los demás. Trent finalmente se acerca a saludarme y le regalo mi mejor sonrisa.

Con Zac y su mirada irritada, nos adentramos al área exclusiva. Garrett se lleva a Jeremy a la gran mesa de comida y mi mirada sigue al chico que enloquece todos mis sentidos. Saluda a unas cuantas personas mientras que yo me quedo parada en el medio del maldito lugar con Trent aún a mi lado.

—Te ves muy linda hoy. —Sus palabras me sacan una sonrisa que no me supo nada mal—. ¿Quieres algo de beber?

—Siendo honesta, me muero por un pretzel —admito con antojo desde que vi el puesto afuera.

—Tus deseos son órdenes.

Con esas palabras, se encamina hacia la enorme mesa de alimentos a cumplir con mi petición. Mi mirada no tarda en caer de nuevo en Zac y no me sorprendo al notar que él me observa también. No está nada feliz con la respuesta que le di y mucho menos con las atenciones de Trent hacia mí, pero nada puedo hacer al respecto más que respirar profundo y esperar a que este partido termine rápido.

Garrett me llama para que me siente con él en una especie de sofá y no tardo en llegar a su lado. Le sonrío a Jeremy, quien se acomodó del otro lado de Garrett y le pido a todos los santos que la cita de ellos salga bien al menos.

—¿Estás bien, preciosa? —cuestiona mi amigo con un profundo ceño fruncido.

Si debo reconocerle algo a Garrett, es que siempre sabe cuándo no estoy nada cómoda con alguna situación y ahora mismo es el caso. Sé que, si le pido para irnos, me lo concederá sin titubear, pero no seré una mala amiga hoy.

—Lo estoy —afirmo con mi mejor sonrisa.

Él me mira con agradecimiento puro pintando sus ojos y por dentro pienso que sin importar que se vuelva mi esclavo en los próximos días por este favor, no podría haberlo defraudado.

—Aquí tienes, Em.

Un enorme y apetitoso pretzel aparece en mi campo de visión. Sonrío e inevitablemente le beso la mejilla a Trent en forma de agradecimiento. Su rostro se ilumina mientras que el mío gira a toda velocidad al oír la voz de mi amigo o más bien el grito de él.

Salto de mi lugar y hago lo mismo que Garrett. La diferencia es que me interpongo entre ambos cuerpos y obligo a Zac a mirarme a los ojos. Está completamente enloquecido y supe desde el momento en mis labios entraron en contacto con la piel de Trent que Zac me estaba viendo. No quise que esto fuera intencional o quizá sí y no quiero admitirlo para no sentirme culpable. Muchas cosas pasan por mi cabeza mientras trato que el chico terco frente a mí no consiga su objetivo. Lastimar a Trent.

—Zac, por favor… —susurro.

Su respiración agitada se calma en cuanto mis manos se posan en su pecho y sus ojos me miran una vez más. Sé que está evaluando sus opciones y ahora lo único que quiero es que no arruine la cita de Garrett. Veo el terror en la cara de mi amigo y cuando presto atención al resto del lugar, me alegra saber que no hay más involucrados.

Trent está de pie, esperando a ver si se desata el desastre; Jeremy tiene cara de que no entiende una mierda de lo que está pasando; Camile se encuentra al margen, pero con ganas de intervenir y Garrett parece que va a desmayarse en cualquier momento.

—Garrett, vuelve con Jeremy —le pido—. Yo hablaré con Zac.

Mi amigo me agradece de millones de maneras con una sola mirada que me dedica. Tomo la mano del gruñón frente a mí y lo alejo de toda esa gente. Camino por un pasillo hasta que ya no oigo ninguna voz.

—Dime cualquier cosa que no me haga volver y partirle la cara.

—¿Por qué quieres partirle la cara si yo fui la que besó su mejilla? —pregunto cruzándome los brazos a la defensiva.

—¿Por qué mierda hiciste eso? ¿Están saliendo? Em, dime las malditas cosas como son, así no pierdo mi tiempo haciéndome ilusiones contigo.

Su cruda acusación se me cala en los huesos, pero la hago a un lado y lo enfrento una vez más.

—Solo besé su mejilla en forma de agradecimiento —Zac me mira como si fuera la persona más estúpida de este planeta—. Trent es mi amigo, como lo es Garrett. ¿Sabes cuántos besos le he dado a Garrett?

—Garrett no me da motivos para preocuparme y lo sabes.

—Es exactamente lo mismo, Zac. Tú y yo no estamos juntos y la verdad no veo la razón por la cual me estas pidiendo explic…

Sus labios callan los míos mientras su cuerpo me acorrala contra la pared. Un gemido de satisfacción me traiciona y mis manos se van directo a su cabello, lo acaricio y hundo mis dedos en la espesa mata mientras su boca succiona la mía. El beso es rudo y desesperado. Es todo lo que odio y deseo. Lo que tanto pido y lo que más temo. Es Zac Reed. Su lengua se abre paso entre mis labios, profundizando el beso sin problemas. Sus manos bajan por mis muslos y me levanta con facilidad para colocarse entre mis piernas. Todo se volvió jodidamente caliente de un momento a otro y cuando sus caricias peligrosas llegan a mi trasero sin ningún descaro, me percato de lo que está pasando y aparto a su boca de la mía.

—Bájame —pido con un hilo de voz.

Zac obedece y pega su frente a la mía. Mis dedos siguen en su cabello y cuando lo miro, tiene los ojos entrecerrados. Su respiración errática me muestra lo fácil que puede perder el control y antes de apartarse por completo de mí, me besa con suavidad.

—Eso provocas en mí cada vez que dices que no estamos juntos.

Y con esas palabras, se va por donde vinimos y me deja ahí sola, con las hormonas por los aires y el corazón por el suelo. Me golpeo un millón de veces por perder el control y me enojo más de lo que quisiera. Es tan injusto, quiero que se sienta igual de confundido que yo. Deseo que se vuelva loco con sus pensamientos como lo hago yo cada día. Anhelo que sus sentimientos estén de cabeza como lo están los míos, pero no es su caso al parecer. Él puede comerme a besos y luego volver a su lugar a terminar de ver el partido de béisbol como hizo. Mientras que yo tuve que correr al baño más cercano para refrescarme y volver a mi lugar para dar explicaciones. Cometí el error de mirar un par de veces en su dirección y las miradas ardientes que recibí de su parte, me hicieron querer golpearlo.

¿Qué carajo debo hacer ahora?

Para cuando el maldito partido termina, me despido de Trent de forma rápida y Garrett me libera sin problema alguno. Me escabullo entre la gente y escucho perfectamente como llama mi nombre, pero no me detengo y corro escaleras abajo. Su voz me sigue, aun así, soy más rápida y cuando llego al estacionamiento, salto en mi auto y me largo de ese maldito infierno. 

¡Bueno! Capítulo largo para que disfruten 😍 quería decirles que quizá el próximo capítulo lo divida en los puntos de vista de Zac y Em, porque tengo que presentimiento de que va a estar muy bueno 🔥 También he pensado que en un futuro va a haber uno donde el punto de vista se enfoque en Garrett y estoy segura de que les va a gustar mucho eso😍
La portada de FIGHTOVE ya la publiqué en mi Instagram y pronto la modificaré aquí también ❤ si desean verla, ya saben ➡️ @meladorado9
Muchas gracias y los leo...x

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