◆ —Como que Miles precisa tu ayuda. —¿El vecino? —hago una pausa tan pronto como encaja, y cierro los ojos. —Corbin, por favor no me digas que el tipo al que llamaste para protegerme del tipo borracho, es el tipo borracho.
◆ Su camisa no está abotonada. Estoy mirando directo a su estómago. Deja de mirar su estómago.
◆ Su mirada se centra en la mía durante varios segundos. —No preguntes sobre mi pasado. —dice con firmeza. —Y nunca esperes un futuro.
◆ Besa mi frente. —¿Puedes cerrar la puerta cuando salgas? -Trago mi decepción y de algún modo encuentro la fuerza para sonreírle cuando me libera.—Seguro. —camino hacia la puerta de su dormitorio y lo escucho caer en su cama.
◆ Es fácil confundir los sentimientos y emociones con algo que no son, especialmente cuando el contacto visual se involucra.
◆ —Creo que por fin tengo mi única regla —digo. Me mira y levanta una ceja, esperando a que hable. —No me vengas con la falsa esperanza de un futuro —digo. —Especialmente si sabes en tú corazón que nunca tendremos uno.
◆ —Si no quieres una respuesta sarcástica —le dice Cap —, no hagas una pregunta estúpida.
◆ —Has escuchado la expresión, "¿Cuando la vida te da limones...?" —Haz limonada —digo, terminando la frase. Cap me mira y niega con la cabeza. —No es así como va —dice. —Cuando la vida te da limones, asegúrate de saber en los ojos de quién exprimirlos.
◆ —Si fuera capaz de amar a alguien... sería a ti.
◆ Y entonces me mata. O me besa. No puedo decir cual de las dos es ya que estoy bastante segura que se sentirían de la misma manera.
◆ Son los hermosos momentos los que compensan el amor feo.