Querido Diario - Camren G!P [...

By DualityLauren

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Ellas no tienen nada en común aparte de la etnia latina, aparentemente. Lauren Jauregui es la chica popular y... More

Maegaki
1°Cap. - Hon
2°Cap. - Mitarashi Dango
3°Cap. - Kanjou
4°Cap. - Miwaku
5°Cap. - Jounetsu
6°Cap. - Yuuki
7°Cap. - Kettei
8°Cap. - Utsukushii
9°Cap. - Itami
10°Cap. - Za & Riron
11°Cap. - 快感
12°Cap. - 遠い
13°Cap. - 欲望
14°Cap. - 嫉妬
15°Cap. - 崇拝
17°Cap. - 愛
18°Cap. - 時間
19°Cap. - 大学
20°Cap. - 成長
21°Cap. - Kyoka
22°Cap. - Yuinou
23°Cap. - 妊娠
24°Cap. - 写真
25°Cap. - Owari

16°Cap. - 好奇心

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By DualityLauren

16°Cap. - 好 奇 心 (Curiosidad)

"Querido Diario:

No hay una mínima parte de mí y de mi corazón que no sea de la estrella del equipo de softball de la escuela. La semana pasada me pidió oficialmente salir y han sido días maravillosos desde entonces, incluso todo el proceso de quimioterapia para curar a mamá del cáncer ha dado resultado. Papá también está maleable y menos distante, siento que por fin está volviendo a ser mi padre, que incluso con todos los enojos y miradas de censura, él nunca dejó de darme apoyo.

Hablando de mis padres... ya saben que Lauren me pidió ser su novia y yo acepté. Otra cena familiar con los padres de Lauren y un montón de consejos sobre responsabilidad y no dejar que nuestra relación se interponga en el camino de la escuela, y está bien porque nadie piensa que va a interponerse en algo realmente. Yo soy la nerd y Lauren está tratando de seguirme en todo, incluso si no hago el menor esfuerzo para seguirla en el aprendizaje de softball (lo siento, me encanta tener dos piernas y dos brazos).

Tener el apoyo y buena convivencia con los padres cuando se entra en una relación es esencial y yo estoy aprendiendo eso. Nuestros padres aprenden poco a poco a confiar en la persona que elegimos para nuestras vidas, si confías en ellos. Estoy agradecida y feliz porque realmente estoy enamorada de Lauren y terminaría cometiendo alguna rebeldía si fuera diferente... Honestamente no soy la persona más inclinada a renunciar a mi luna ahora que sé que soy correspondida.

¡Hey! ¡La próxima semana cumplo 18! Estoy muy, muy emocionada por eso. Rechacé la fiesta, pero Lauren insistió en que deberíamos ir a una antigua sala de juegos a celebrar con nuestros amigos. Para el día siguiente conseguimos permiso para pasar el día fuera y la noche también con los abuelos de Lauren que viven en otra ciudad. Va a ser divertido.

Me tengo que ir. Mil abrazos calentitos, Cabello Camila."

Camila se despertó con su diario abierto en su pecho, el molesto sonido del móvil avisando que era hora de despertar. Su primera percepción al despertar, era que no se había cambiado de ropa antes de dormir, estaba tan cansada de tanto estudiar que durmió como estaba. El examen de matemáticas iba a pasar esa misma mañana y sentía que debía estar preparada para todo, incluso si Lauren intentaba apagar a Camila un poco de su paranoia por no ir lo suficientemente bien.

Lauren también estaba estudiando, pero tenía cierta noción de límites que Camila no parecía tener de ninguna manera y se esforzaba por intentar desviar la mente realmente muy atravesada en tareas escolares y aun las actividades extras tomaban algún tiempo por ser obligatorio. Era difícil y lo que era más eficaz con Camila, era una exposición excesiva y que se volvía un tanto agradable para Camila con relación a los besos que ellas se daban.

Y poco después, Lauren era acusada de distracciones.

Sucedía en las mejores familias y en las mejores relaciones. Lauren asumía absolutamente toda la culpa de los últimos días y hacía maña diciendo que no estaba recibiendo suficiente atención. Y estaba, pero quería que Camila estudiara menos. En algún momento, todos tenían que admitir que todo demás también era algo malo, ella ni siquiera necesitaba estudiar tanto para estar a la altura.

— Mamá, voy a quedarme hasta tarde en el colegio hoy, actividades extracurriculares. He decidido cambiar Caligrafía Japonesa por Teatro. Y como sabes, voy a dormir en casa de Lauren. - Explicó Camila al atar sus largos cabellos en un moño, aun sabiendo que al llegar a la escuela tendría que soltarlos, ya que eran normas que no podía romper de ninguna manera ni tenía pretensiones.

Aunque con el tiempo rompiera una o dos reglas... Como saltar el muro del colegio o besos ocultos de la inspección dentro del vestuario deportivo femenino... Camila se juró a sí misma cada vez que no iba a hacerlo más, pero no pudo cumplir con la segunda cosa. Lauren era una ladrona de besos y ella dejaba que Lauren robara todos los besos que quisiera de ella sin la menor insistencia de su conciencia para negarse.

— ¿Por qué decidiste cambiarte? Te gustaba el Club de Caligrafía Japonesa, además, eres tan tímida para el Club de Teatro. - Sinuhe miró desconfiada a su hija que sonrió absolutamente culpable porque sabía exactamente lo que su madre estaba pensando en el motivo.

— También es por mí. Creo que es una buena idea probar el Club de Teatro los sábados para trabajar en mi timidez. - Explicó Camila, sin necesidad de entrar en detalles como que Lauren también estaría en el Club para puntos extras, así como la mayoría del grupo de populares de ella, con excepción de Naomi que prefirió bailar, Y nadie vería a Camila quejarse de no tener que ver la cara de muñeca japonesa de Naomi los sábados.

— Entiendo. ¿Te sientes cómodo con todo eso? Asegúrate de ello. - Pidió Sinuhe, aceptando que Camila pudiera tomar sus decisiones escolares por sí misma, ya que podia confiar en ella con eso.

— Sí, mamá. No te preocupes por eso, prometo no hacer nada imprudente. Realmente creo que es una buena idea. - Afirmó Camila, dando un beso en la frente de su madre que tenía el pañuelo cubriendo su cabeza. La chica habló una despedida en su típico japonés formal mientras salía de casa rápidamente, sus pies descalzos haciendo ruidos mientras corría.

Camila se puso rápidamente sus zapatos y caminó hacia la escuela. Llegó en poco tiempo, se deshizo el moño y entró, yendo directamente al anfiteatro, vio que los alumnos estaban todos allí ya, esperando a la consejera entrar. Camila apoyó la mano en la espalda de Lauren, llamando la atención de su novia que la miró y sonrió, besando la mejilla de Camila que sonrió amorosamente.

- Has tardado, ¿Esta todo bien? - Lauren frunció el ceño, humedeciendo sus labios con una mirada preocupada hacia Camila.

— ¡Sí! Me quedé dormida. - Justificó Camila besando la cara de Lauren. No era la menor novedad para la ronda de amigos cuando las dos mantenían la voz baja y enfocadas exclusivamente la una en la otra en un momento inicial, y se aseguraban de fingir no percibir nada para evitar limitaciones para ellas.

La profesora de Teatro llegó a la sala pocos minutos después, pasando explicaciones orales sobre el club y también ya insertando los nuevos alumnos en el guión de la obra de teatro que estaban usando para ejemplos, las clases estaban avanzadas y básicamente tenían que arreglárselas para agarrar el ritmo, aunque no fuera tan difícil con la explicación de la profesora.

Fueron largas horas en el anfiteatro. La lucha de Camila para hablar en público era extremadamente real y no tan fácil de superar. Poco a poco se fue relajando un poco más, a pesar de haber estado retraída una buena parte del tiempo. Al terminar, ambas fueron directamente al campo, mientras Lauren necesitaba entrenar softball. Camila vio a Lauren salir del vestuario y asentir hacia ella, lanzando un besito en su dirección, haciéndola reír y sacudir la cabeza negativamente.

(Play) We Own The Night - Selena Gomez ft. Pixie Lott

Entrenaban un nuevo encaje con la nueva jugadora del equipo que parecía tener algún tipo de idolatría divertida con Lauren. La nueva chica se llamaba Harumi, era de la clase de primer año y no pudo entrar al equipo titular de softball antes, pero finalmente estaba allí, recibiendo órdenes de como actuar en el campo de la entrenadora que censuraba a las jugadoras en el campo cuando las veían cometer algún fallo.

— Ok, necesitas ayuda en esto. Afirma los pies, manten los ojos en la pelota. Esto no es béisbol, así que recuerda no golpear demasiado alto. - Lauren decidió instruir a la novata, ayudando a acertar la postura y la posición del bate.

Lauren estaba empeñada en ayudar a la novata como capitana, tendrían un partido en pocos días y todo tenía que estar perfecto. Ajustar a la novata era complicado, ella era muy distraída, pero se las arreglaron para hacerlo en algún momento porque ella no era mala, sólo necesitaba entrar en sintonía con el equipo. Camila se quedó mirando el entrenamiento desde las gradas, no estaba alarmada o a punto de entrar en combustión por ver que a veces Lauren se acercaba demasiado a la chica para ayudarla.

No veía maldad y no tenía la menor necesidad de ver, confiaba en Lauren y creía totalmente en el alma que se enamoró. Miraba cómo Lauren, al final, ayudaba a quien necesitara. Salió de las gradas y luego fue al medio del campo cuando el entrenamiento había terminado. Lauren ya se había quitado los equipamientos de juego y se limpiaba la frente del sudor con un paño.

— Te daria atención, pero necesito un baño antes de pensar en aprovechar el momento en que nadie está aquí. Lo siento, Hime. - Lauren miró a Camila con sus ojos verdes, pero sin dudarlo, la chica de los ojos marrones se acercó a Lauren y tocó el bate que ella sostenía.

- Creo que deberías enseñarme. - Dijo la chica, levantando la barbilla con confianza, incluso si no se sentía así.

Lauren tardó unos minutos largos en darse cuenta de lo que hablaba su novia. Le pareció raro, Camila odiaba el deporte y ¿ahora le pedía que le enseñara? Entrecerró los ojos, totalmente desconfiada de aquella tan repentina actitud, preguntándose qué estaba pasando por la mente de la chica. Finalmente se encogió de hombros y decidió no sospechar demasiado y darle a Camila lo que quería.

— ¿Estás segura? Pero odias los deportes. - Lauren trató de recordar cuando sintió a Camila aún más cerca de su cuerpo, los dedos tocando su cintura para que la tuviera totalmente volcada hacia ella.

El beso no fue nada más que un roce largo de labios, sin profundizar voluntades. Lauren entendió que era para tener menos preguntas y que todo estaba bien. La estrella del equipo de softball encendió la máquina lanzadora de pelotas que usaban para entrenar. Antes de accionar la máquina, Lauren tiro de Camila y la colocó a una distancia necesaria de la máquina, ayudándola en lo mucho que debería abrir las piernas para apoyar el tronco, tocando su muslo en el proceso.

— Quédate ahí. - Le pidió Lauren, corriendo hacia la máquina y apretando el temporizador para volver a Camila y envolverla por detrás, sobresaltando levemente a la chica, pero que luego se posicionó de la misma forma que Lauren la dejó.

Sintió a la chica envolver sus manos que sostenían el taco, firme. Lauren estaba doblada suavemente, presionando su tronco contra la espalda de Camila, la respiración golpeando en su nuca. El olfato sensible de Camila fácilmente podía identificar el olor femenino y nada exagerado que venía de Lauren. Tal vez era su pasión lo que afectaba su juicio, pero comenzaba a pensar que incluso Lauren Jauregui sudorosa era el epítome de la belleza y la perfección.

Estaba en su mundo de primer amor incorregible y romántico que compartían la escena de una película, sosteniendo sus manos mientras intentaba enseñarle a batear la pelota correctamente sin cometer ningún desastre, Incluso si los desastres y Camila Cabello estaban tan estrechamente relacionados en un punto.

- Camila, ¿estás prestando atención a lo que estoy hablando? - Lauren le susurró en el oído a Camila.

¡No! ¡Deja de susurrar en mi oído! El pensamiento desesperado de Camila cortó sus pensamientos cuando ella se humedeció los labios e intentó a toda costa enfocarse en lo que hacía en el mismo momento que el lanzador lanzaba una pelota hacia ellas y Lauren le instruía como Camila debía batear mientras movía ella misma los brazos y las manos de Camila, bateando la bola con poca eficiencia por sentir los brazos de la chica completamente rígidos y el cuerpo tenso.

— Bien, mejor intenta sola ahora, concéntrate y golpea la pelota un poco más abajo. - Lauren se alejó mínimamente, dejando espacio para que Camila se preparara, silenciosamente, para una nueva bola que venía en su dirección.

Ni siquiera se acercó a batear, lo que hizo reír a Lauren.

- ¿Hay payasos aquí? - Cuestiono Camila de forma casi grosera por estar frustrada con su fracaso.

— ¡No, lo siento! - Lauren levantó sus brazos en rendición, dejando claro que estaba haciendo una oferta de paz. - No te sientas frustrada o enojada, es práctica y lleva tiempo. Al menos no has tropezado con nada...

Camila fusiló a Lauren con la mirada y tiró el bate al suelo, cruzando los brazos. Lauren desconectó la máquina y luego se acercó a Camila, dándole un beso de inmediato. No le importaba aprender softball en ninguna parte de sí misma, estaba bien sin todos sus moretones, pero ella realmente buscó la sensación de distracción que era tener a Lauren detrás de ella, sosteniendo sus manos y mostrándole cómo batear una pelota.

— Así es como se sintió esa chica cuando la ayudaste a batear. - Ironizo Camila contra sus labios, haciendo que Lauren quitara la cara inmediatamente, con la expresión confusa.

— Oh... ¿Eso te molestó? No fue a propósito. - Lauren sacudió la cabeza negativamente, apretando a Camila contra sus brazos. La chica de los ojos dulces sonrió y besó a Lauren de nuevo.

— Ella se estaba derritiendo, pero sé que no querías provocar nada, no te preocupes. No la culpo, y tu estabas siendo sólo gentil. - Camila negó, deteniendo su risa al ver a Lauren respirar más aliviada. No quería pelearse con su novia porque pensaba que le estaba dando atencion a otra.

— Sabelotodo. - Lauren murmuró, besando a Camila de nuevo, esta vez haciendo cuestión de profundizar y sentir la lengua acariciar y luego chupar el labio inferior de Camila.

Los escalofríos provocativos en Camila fueron instantáneos. Sentía que estaba siendo provocada en pleno campo de la escuela. Y tenían que salir de ahí de todos modos. Fue la mayor motivación para que Camila se alejara definitivamente de Lauren y decidiera por sí misma que era hora de que Lauren fuera a tomar su baño para que se fueran a casa, ya que Camila iba a pasar la noche en su casa.

Acortaron toda la situación al limitarse a hacer lo que tenían que hacer y tomar los mismos rumbos, con intenciones tan diferentes al ir para la casa de Lauren. Camila se duchó en casa de Lauren antes de que la morena de ojos verdes decidiera tomar un baño mejor del que tomó en el vestuario.

Camila esperaba a Lauren acostada en su cama, usando un Baby doll azul bebé de seda para dormir. Completamente tirada en la cama e indiferente a su compostura, sabiendo que Lauren saldría del baño en cualquier momento. Sus brazos cubrían sus ojos mientras la música sonaba en sus auriculares. Lauren la observaba desde hacía algún tiempo y silenciosamente, sin atreverse a interrumpir el momento de Camila.

Todas las consultas terapéuticas iban muy bien para Lauren. Poco a poco ella se adaptaba al hecho de que no había nada malo en sí misma, como su inseguridad intentaba decir, y Camila estaba ayudando en esa parte, siempre dejando claro que no le importaba el físico de Lauren... La creía hermosa y no podía ser diferente. Empezaba a estar bien y a dejar de lado un poquito el miedo.

(Play) This Is What It Feels Like - Banks

Lauren se sentó en la cama, sin saber exactamente qué hacer con su vergüenza por tanta piel expuesta de Camila que ni siquiera parecía consciente de su presencia, y sabía que debía hacerla saber... Pero se mordió el labio y protestó antes de acostarse al lado de Camila y tocar su muñeca para avisar que ella estaba allí, a su lado. No vio sobresalto por parte de Camila, sólo cómo ella lentamente se quitó los auriculares y abrió los ojos para mirar a Lauren, acomodando su blusa de seda, cubriendo la barriga.

— ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - Cuestiono Camila en voz baja, sabiendo que todos estaban dormidos, sólo ellas estaban despiertas. Lauren negó la cabeza, sosteniendo la cabeza en la mano.

- Por un tiempo. No quise molestarla. - Fue honesta, tocando el brazo desnudo de Camila, viendo cómo su piel se erizaba al tocarla.

- Uhum. - Hizo un ruido con la garganta en una simple concordancia al inclinarse y besar los labios de Lauren.

El beso inicialmente fue tranquilo, sin pretensiones ni intenciones. Las luces estaban apagadas y sólo la lámpara de esquina que era suficiente para iluminar el lugar, que Lauren hizo mención de que iba a apagarse cuando Camila se puso por encima de ella, pero sintió los dedos cerrándose en su muñeca, impidiendo que ella sostenga su cintura.

Lauren sentía, injustamente, como Camila se encajaba a propósito en su cadera y era tan bueno apretar su cintura... tratando de mantener el sentido común. No era la primera vez que Camila inducía a Lauren deliberadamente a sus sentidos lleno de hormonas de adolescente instintivo que tenían detonadores en ese tiempo, sólo que nunca llegaban demasiado lejos.

Y para Lauren, ni siquiera tenía que llegar tan lejos... Claro, ya había tocado algunas veces con mucha timidez, pero no conseguía ni siquiera contenerse. Y ella sentía todo el cuerpo de Camila siendo presionado en sí, la hacía palpitar desesperadamente y era visible en la forma que apretaba la cintura de Camila, conteniendo sus impulsos en apretones durante el beso mientras Camila no se contenía en nada.

- Camila... - Lauren rompió el beso, su voz ronca y baja tenía un tono de censura y pesar en su suspiro bajo cuando sintió la mordida en su labio.

- ¿Duele? - Preguntó Camila, entonces Lauren supo inmediatamente de qué hablaba, lo que hizo que el rubor subiera por la cara de ambas. Lauren dudó en responder.

— Sí... un poco. - Admitió, pero siendo modesta. Le molestaba mucho toda esa ropa. Sintió que Camila se deslizaba a un lado de su cuerpo, dejando espacio para que Lauren intentara recobrar su conciencia.

— Tengo curiosidad... ¿Puedo tocar? - Pidió Camila, en voz baja, casi tartamudeando en su pedido, pero consiguiendo imprimir menos incertidumbres de las que realmente tenía sobre eso.

Lauren tragó su vergüenza para mirar a Camila que parecía hablar en serio, aunque obviamente estaba con los ojos intimidados por su propia petición. Se distrajo con la mano de Camila tocando su barriga, bajando lentamente. No pudo hablar una palabra y no le importaba nada y ni se movió para impedirlo cuando su mano fue hacia dentro de su pantalón.

Se atragantó con su propia saliva cuando sintió la mano pequeña y caliente en su ingle, volviendo a ser besada para que pensara menos en lo que estaba haciendo. Suspiró contra los labios de Camila cuando las yemas de sus dedos tocaron su sexo, descubriendo curiosamente la extensión, acariciando suavemente, absorta de poder tocar el cuerpo de Lauren tan íntimamente impregnada en todo su ser, junto con los besos intercambiados que fueron el impedimento de Lauren en gemir cuando sintió la mano cerrarse a su alrededor, imprimiendo una fuerza considerable como agradable.

La chica de ojos verdes se agarró de las sábanas y separó los labios de ambas, jadeando al experimentar la nueva sensación que parecía querer dominar, el deslizamiento lento de la mano hacia arriba y hacia abajo. Camila humedeció sus labios carnosos, sintiendo su mano húmeda por el deseo de Lauren, tan caliente y excitada en su mano. Camila apartó la mano lo suficiente para bajarle los pantalones a Lauren.

— No mires todavía. - Lauren amortiguó su gemido con la mano, no evitando sentir cómo se movía lentamente sobre sí, apreciando y amenazando con mirar hacia abajo, en medio de su curiosidad en las reacciones del cuerpo de Lauren. Sintió que la sábana era arrastrada hacia sus cuerpos.

— ¿Cuándo? - Camila replico en voz baja, pegando su cuerpo al costado del cuerpo de Lauren, sintiendo el esfuerzo de la chica en no dejarse derramar en sus manos en medio de su placer, ni siquiera una respuesta coherente surgió.

Cuando la respuesta no vino, Camila besó a Lauren, la mano libre apretando el hombro derecho, en una velada desesperación con la calidez de su propio cuerpo, sintiendo los dedos de Lauren cerrarse en su piel, jadeando, los dedos acariciándose suavemente mientras, Inevitablemente, el cuerpo de Lauren se contrajo y mojó la mano de Camila con su placer, haciendo que la chica de ojos verdes cerrara los ojos por unos segundos, sintiendo que su aliento se perdía.

Camila no movía la mano, pero miraba la expresión de Lauren que se relajaba y ella reaccionaba con lentitud al agarrar la caja de pañuelos en la cómoda de al lado. Lauren tomó la muñeca de Camila y apartó la mano de ella, limpiándola y luego limpiándose. Se levantó de la cama al ponerse los pantalones y tiró el pañuelo en la basura, apagando la luz de la lámpara en el proceso.

Un poco avergonzada y sin saber cómo reaccionar después de lo que había hecho, Camila miraba su propia mano apoyada en su muslo. No se movió ni siquiera cuando la oscuridad fue más intensa, pero se sorprendió cuando Lauren volvío a la cama, empujando su cuerpo contra el colchón, besando sus labios.

Ninguna de las dos sabía lo que estaban haciendo. Camila sólo cerró los ojos y sintió con intensidad su cuerpo reaccionar a la forma que los labios de Lauren bajaban hacia su barbilla y acompañaba rastros imaginarios por su piel hasta el cuello, los escalofríos subiendo, haciéndola sofocar reacciones más dolorosas que venía de sí misma, cuando la tira delgada de su pijama fue bajada, exponiendo su hombro para que Lauren sintiera de forma íntima y diferente, el sabor de su piel, que la hipnotizaba.

Camila sólo dejaba que Lauren lo hiciera, sin tener la menor idea de su propia fragilidad, haciéndola tragar seco mientras su novia descubría de sí sensaciones que ella no creía posible tener. Natural, instintivo y movidas por la curiosidad, no era algo puramente conectado a la malicia o en la intención de la obscenidad. No se veían, sólo compartían caricias sin pretensiones, poco a poco, despojándose de la timidez y de los pudores arraigados en su ser.

Los besos se deslizaban hacia el pecho siendo expuesto de Camila, los dedos siendo entrelazados en el cabello de Lauren cuando los labios húmedos tocaron su pezón rígido, la lengua acariciando y chupando ligeramente, haciendo a Camila entreabrir los labios, soltando suspiros bajos, presionando los muslos uno en el otro, tratando de romper su estado de excitación cuando la chica cambió de seno y tocó con los dedos en el que estaba libre para tocar.

Lauren continuaría, estaba demasiado absorta en el momento para parar, pero sintió a Camila romper con las caricias cuando la agarró con más firmeza en la nuca y la jaló hacia arriba, tocando sus labios en los suyos en un último beso antes de arrastrarse fuera de la cama, Arreglando su blusa y yendo al baño. Se miró en el espejo y ni siquiera pestañeó.

Sus ojos marrones observaron la imagen totalmente desordenada de sí misma en el espejo, las hebras totalmente desordenadas de su cabello, la boca hinchada y roja... Era un caos total, lo que hizo que se arreglara el pelo y se lavara la cara antes de volver a la habitación y ver la silueta acostada de Lauren, mirando al lado opuesto de ella. Camila. La chica se acostó al lado de Lauren y la abrazó por detrás, besando la nuca de su novia al sentir los dedos entrelazados.

— ¡Me prometiste que me ayudarías! - Los ojos verdes de Lauren estaban acusatorios en la dirección de Jimin que negaba con la cabeza miles de veces. Lauren sólo podía estar loca por meterlo en medio de aquello.

- Lo hice, pero no sabía que eso era lo que querías. - Se defendió Jimin, levantando las manos en alto en rendición y dando un paso atrás.

Estaban frente a una farmacia, Lauren estaba empezando a ponerse muy nerviosa con las negaciones de Jimin. No creía que pidiera demasiado, estaba segura de que ya había comprado cosas de ese tipo para sí mismo, pero Lauren sentía vergüenza y era absolutamente la primera vez que pensaba en algo así por seguridad, luego su mente explotaría con tanta ansiedad por algo que estaba empezando a volverse incontrolable.

— ¡Son sólo condones! - Exclamó en voz alta, frustrada y llamando la atención innecesaria de las personas que pasaban cerca de los dos, haciendo que Jimin se cubriera la cara de vergüenza y sacudiera la cabeza negativamente.

— Ah, ¿Entonces por qué no entras y lo compras tú misma? - Replico Jimin cruzando los brazos seriamente mientras veía la cara roja de Lauren ponerse aún más roja.

— ¡No entiendo de eso, nunca lo he usado! - Lauren se defendió, a punto de plantearse arrodillarse y rogarle a su mejor amigo que entrara y comprara un paquete de condones que rodo sus ojos.

— Entra conmigo, llorona. - Jimin empujó a Lauren dentro de la farmacia que casi se cayo y fusilo a Jimin con la mirada, mostrándole la lengua sin que lo viera.

Acompañó a Jimin a un área bien específica de la farmacia y se encogió de hombros cuando vio al japonés pararse frente a una variedad enorme de condones que Lauren ni siquiera sabía cómo orientarse, Todo lo que quería hacer era abrir un agujero y esconderme allí para ver cómo Jimin miraba los paquetes y a Lauren de manera evaluativa. La intención era burlarse de la vergüenza de Lauren, visiblemente.

- ¿Puedes apurarte con eso? - Le pidió Lauren en la cima de su impaciencia, haciendo que Jimin sonriera sarcástico.

- ¿A tu novia le gusta la fresa? ¿O tal vez la uva? - Jimin le preguntó en voz baja sólo para que Lauren escuchara y fingio estar pensativo.

— ¡Ah, por el amor de Kami-Sama, Jimin! - Lauren gruñío enojada y avergonzada por esa pregunta, dándole una bofetada en la nuca al japonés que parecía divertirse.

— Creo que de uva... Lleva un sensitive también. - Jimin se encogió de hombros, tomando un paquete de condones de sabor a uva y una caja cerrada de condones que él creía que era el mejor.

Lauren no vio cuando Jimin arrojó un tubo de lubricante en la canasta y fueron a la caja. Lo que valía la pena era hacer que Lauren pagara por meterlo en eso porque sabía que acabaría pasando vergüenza también. No dio ni cinco minutos en la cola para confirmar su teoría.

— ¡Creo que es tan hermoso que los jóvenes estén preocupados por protegerse! Ustedes dos son hermosos juntos. - Una señora llamó la atención de los dos. Lauren tardó segundos más que Jimin en darse cuenta de qué se trataba, pero el silencio de Jimin le dio ventaja a Lauren para vengarse.

- Claro... es importante protegerse, tiene una especie de enfermedad de transmisión sexual. - Lauren habló inocentemente.

- ¿Qué tengo que? - Jimin le preguntó a Lauren, sorprendido por la rápida burla de la chica por meterse en la onda de que los dos eran una pareja.

Y hablando de eso, qué asco. Sería prácticamente incesto.

- Sí. me enseñaste los resultados. - Lauren se burló.

- Bien, es mentira. Es muy graciosa. Además, es el turno de la señora. - Jimin señalo con la cabeza delante de ellos, haciendo sonreír a la señora.

- No te avergüences, chico. - Dijo antes de ir a la caja y pasar todas las medicinas que parecía estar comprando la farmacia entera.

- ¿En serio, idiota? - Insulto Jimin, mirando enojado a Lauren que sonrió y se encogió de hombros.

Después de pasar por la caja, después de otra escena que Lauren casi convulsionó de vergüenza porque Jimin había pasado un lubricante, ya fuera de la farmacia, el japonés empujó la bolsa contra el pecho de Lauren para que ella la tomara.

- En caso de que tengas dudas sobre cómo usarla, no me llames. Solo ponlo como si estuvieras poniendo una espada en una vaina. - Jimin avisó andando por delante.

Lauren se quedó parada por unos segundos, con la cara cerrada y luego intentó acompañar a Jimin, pasando por él empujando por el hombro.

- Gracias. Te odio, Teme*! - Maldijo Lauren, rodando los ojos.

— Disc... No, no lo hagas, Baka*, tengo miedo de los desastres que pueden ocurrir si algún día necesito un favor de ese tipo. - Replico Jimin, encogiendose de hombros.

*(Teme* significa "Estúpido", Baka** significa "Idiota")

"Querido Diario:

Yo quería estar en Londres. Ya que era para pasar vergüenza, que fuera en Londres!

Jimin casi me mata de vergüenza en la farmacia y tuvo la audacia de imaginar lo que a Camila le gustaba en sabor de condón. ¿Para qué los condones tienen sabores? ¿Voy a querer saber? Sólo Kami en mi vida porque voy a abrir Google tan pronto como termine de escribir en este diario. Pensé que era una mierda que Teme se burle de mí de esa manera, era sólo para que el me comprara condones. ¡Sólo necesitaba condones! ¿Le costaba mucho sólo comprar los condones y callarse la boca? ¡No ce cuál es su problema, ojalá algún día necesite mucho de mi ayuda para algo!

Oh sí, rebobinando... Mi novia (que suena tan bien), ella como que... Me tocó... Fue diferente y muy bueno... Es tan vergonzoso pensar en lo que fue hecho, pero no me arrepiento de nada... La piel de Camila tiene un gusto increíble y fue allí que me di cuenta que estamos yendo tan lejos que necesitábamos prevenirnos sobre momentos que podrían ocurrir en cualquier momento porque nos gusta tocarnos, es bueno, es curioso.

Y no tengo la menor idea de qué hacer desde aquí, claramente Kami-Sama no tuvo la menor piedad de mí. Y ya no ce más ni lo que estoy escribiendo aquí. Perdí el hilo de mis pensamientos, mejor me quedo callada porque soy poeta.

Mis días con Camila siendo mi novia han sido increíbles, nuestros padres nos apoyan y a pesar de tener miedo del mafioso mexicano, siento que puedo empezar a agradarle un poquito más, ¡si sigo llevando a Camila a casa a tiempo, por supuesto! Sinuhe es un encanto y se lleva muy bien con mi madre. Me alegra que todo esté saliendo bien y que nada salga de esos rieles porque son realmente satisfactorios.

Bueno, tengo que ir a Google, en serio. Tengo curiosidad.

Con cariño, ¡Jauregui Lauren!"

Lauren cerró su diario, y así como escribió, ella abrió su portátil y entró en el navegador para buscar lo que su mente poco dotada de malicia no había entendido.

Su primer pensamiento con todas las páginas que visitó, es que aquello era perversión, mucha perversión, pero muchas cosas también llamaron la atención de Lauren, lo que la hizo ir al fondo después de descubrir lo que Jimin quiso decir. Su cara estaba muy sonrojada cuando cerró el navegador y apagó el portátil, dispuesta a fingir que nunca vio nada de lo que vio por pura curiosidad. No quería la fama de pervertida, así que trató de borrar historiales también para no correr el riesgo de que alguno de sus hermanos encontrara cosas vergonzosas que nadie necesitaba saber.

Ni siquiera Camila. ¿Ella hizo lo mismo? Lauren se cuestionó a sí misma.

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