La estación de buses se encontraba con poca de gente, Taehyung se había ido a comprar los boletos, mientras yo esperaba sentada en uno de los asientos con un café entre las manos.
Mis nervios habían disminuido, pero aún así volvían de vez en cuando, era la primera vez que hacía esto.
Suspiré mirando hacia atrás y sonreí al ver a Taehyung caminar hacia mí moviendo ambos boletos que se hallaban en su mano.
Al llegar se sentó a mí lado.
— ¿Tienes frío? — me preguntó al ver mis manos encerrar el vaso de café caliente, en busca de calor.
— Algo — hice una mueca, extrañaba los días soleados.
Tae extendió su mano y me miró.
Lo mire extrañada.
— Dame tu mano — dijo con una sonrisa.
Levanté mí mano y él la tomo metiendo nuestras manos entrelazadas en el bolsillo de su abrigo.
— ¿Así está mejor? — sonreí y me acerqué dejando un beso en su mejilla.
— Mucho mejor.
Algunos minutos más tarde, el autobús que nos llevaría a Busan llegó, ambos nos levantamos y cogimos nuestras maletas para irnos.
Algunas personas subieron antes de nosotros, cuando por fin entramos no sentamos en los asientos de al último.
— Si quieres puedes dormir, son cuatro horas de viaje — me avisó Tae.
Asentí.
— Por ahora no tengo sueño — lo mire — Mejor cuéntame, ¿Cómo es tu madre? — pregunté con una leve sonrisa.
Él soltó un suspiro con una sonrisa.
— Es la mujer más maravillosa del mundo — sonrió mirando por la ventana como si empezara a ver sus recuerdos — Ella y mí papá supieron salir adelante, apesar de todas las dificultades por las que pasamos, siempre tenían una sonrisa en su rostro, en especial ella, cuando era niño, ella era como mí heroína — rió — y creo que lo sigue siendo, vine a Seúl para tener un mejor futuro y mejores oportunidades, pero en mis planes no estaba ser novio falso de una hermosa chica y quedar completamente enamorado de ella. — volteó a mirarme.
— ¿Te arrepientes?
— Creo que sí ese día hubiera dicho que no, hubiese sido la peor desición de mí vida.
Debo haber hecho algo realmente bueno en mí vida pasada, para que este hombre esté conmigo ahora.
No entiendo cómo puede ser tan lindo y con una sola mirada basta para que quedé muerta de amor.
Lo que siento por Kim Taehyung, es algo que ni Jungkook me ha hecho sentir.
No aguanté más y uní nuestros labios en un tierno beso.
— Te amo Kim Taehyung.
— Me gusta. — dijo con lo ojos cerrados.
— ¿Qué cosa?
— Mí apellido saliendo de tus labios. — esta vez fue él quien volvió a besarme. — Te amo más Shin Haneul.
Tomé su mano y la entrelacé con la mía y recosté mí cabeza sobre su hombro.
[...]
— Preciosa, despierta. — sentí un leve movimiento en mí hombro. — Ya llegamos.
Abrí mis ojos lentamente y me encontré con su hermoso rostro.
— ¿Qué hora es? — mí voz salió un poco ronca.
— Las 12 de la noche — dijo y se levantó para tomar nuestras maletas.
Aún un poco adormilada me levanté del asiento y caminé detrás de Tae para salir del autobús, por lo visto, éramos los últimos en bajar.
El aire frío chocó contra mí cuerpo caliente e hizo que me estremeciera.
Debí haber traído algo más abrigador.
De pronto sentí un peso sobre mis hombros, con un olor varonil embriagador.
Taehyung me había puesto su abrigo.
Dejó un beso sobre mí cabeza y tomó mí mano para empezar a caminar.
— Pero ¿Tú no tienes frío? — pregunté preocupada por él, ya que sólo estaba con un suéter.
Él negó.
— En este momento no — me acercó más a él para pasar su brazo detrás de mis hombros aún con nuestras manos entrelazadas — Tú lo necesitas y aparte te queda mucho mejor que a mí — soltó una risa.
— No te burles! — le di un leve empujón, su abrigo me quedaba inmenso y parecía un pingüino cuando caminaba.
— Eres demasiado linda.
Mordí mí labio con una sonrisa.
— ¿Iremos a la casa de tus padres? ¿No crees que muy tarde? Podríamos incomodar. — dije preocupada.
— Por eso está noche la pasaremos en un hotel que está a unas cuantas calles de aquí y mañana a primera hora iremos dónde mis padres. — asentí.
— Pero esta vez yo pago. — me detuve.
— Está bien. — me dedicó una sonrisa.
Mientras caminábamos observé todo a mi alrededor, las luces de las calles le daban un toque tenue al ambiente.
Aunque hacía frío, el ambiente se sentía cálido, tal vez era por qué tenía a Tae a mí lado y su simple presencia me completaba.
— Aquí es.
Volteé a dónde miraba Tae y vi un edificio grande, con letras gigante dónde resaltaba la palabra «HOTEL»
Cuando entramos me sorprendí al ver lo bonito que era por dentro, tenía una toque hogareño y rústico.
Una amable señorita nos atendió y nos dió una habitación para ambos. Cuando terminé de pagar, tomé mí maleta y subí con Tae a nuestra habitación.
— Por fin! Una cama! — fue lo primero que dijo Taehyung al ingresar a nuestra habitación y tirarse sobre ella.
Dejé nuestras cosas a un lado y me acerqué a la cama.
Taehyung se volteó, quedando boca arriba y me extendió su mano, apenas lo tomé, tiró de mí haciendo que cayera sobre él.
— Tae! — dije riendo.
Me envolvió entre sus brazos apegandome a su pecho.
— Quisiera quedarme así por siempre. — dijo en un voz baja.
— Yo igual. — me acomodé y levanté mí cabeza mirándolo a los ojos.
— ¿Que pasa? — me preguntó con una sonrisa.
Moví mí cabeza.
— Solo pienso en lo grandioso que eres y lo guapo que estás — Taehyung levantó una ceja divertido.
Se puso sobre sus codos, levantó una mano y acarició mí mejilla con suavidad.
— Haneul...— se quedó mirando mis labios y relamió los suyos — ¿Por qué cada vez que estoy cerca de ti me es imposible no querer besarte? — me sonroje.
— Me pasa lo mismo. — me acerqué más y dejé un suave beso en sus labios.
— ¿Por qué siempre me tienes que dar besos tan cortos? — hizo un puchero demasiado tierno.
— Por que me gusta molestarte. — sonreí y me levanté sacándome su abrigo — iré a cambiarme, tengo sueño, deberías hacer lo mismo.
— Puedes cambiarte aquí, por mí ningún problema. — hice ademán de lanzarle su abrigo — Era broma!
Aveces no sé si lo dice de verdad, pero me pone nerviosa sus comentarios y mí mente imagina cosas no muy sanas.
Resoplé y saqué mí pijama de mí maleta para meterme al baño a cambiarme.
Minutos después de haber terminado y haberme mojado un poco el rostro, salí del baño y me encontré con un Tae en pijama echado y con sus ojos cerrados.
¿Se habrá quedado dormido?
No me demoré mucho.
Caminé hasta la cama y me metí con cuidado a la cama, apagando la lámpara que estaba a un lado.
Me acomodé bien y me tapé con las sábanas.
Cerré mis ojos empezando a conciliar el sueño, cuando unas grandes manos se posaron en mí cintura acercándome a él y abrazándome.
— Buenas noches hermosa. — sonreí inconscientemente al sentir sus labios dejar un beso en mí mejilla.
-----------------------------------------------------------------
Gracias por seguir leyendo ❣️, no se olviden de dejar su lindo voto y cualquier error no duden en decirme.
αηα💫