Gritos.
Me levanto de golpe y me detengo a escuchar de nuevo, puede que solo haya sido un sueño.
Por un instante me relajé al no volver a escuchar un grito, pero esa paz se me esfumó cuando volví a escuchar gritos.
-¡Ayuda! - un desesperado y lejano grito de una voz femenina.
Con mucho miedo y algo de frío en mis pies por el suelo, me encamino a la ventana para abrir un poco la cortina. Evidentemente no veo nada más que el lago y el cielo nocturno.
No tengo ni idea de que hora es.
Miro mi mesita de noche y veo que van a dar las seis de la mañana y yo aquí viendo quien sabe el qué.
Al no volver a escuchar un grito, me volví a sentar en mi cama, pero deje la cortina abierta. Abrace mis piernas y miré hacia la ventana sin tener una expectativa de que vaya a pasar. En mi cabeza no pasó la idea de hacer algo por ese grito, no conozco lo suficiente el pueblo como para ir a echar un vistazo y, por obvias razones, tampoco conozco el bosque.
Mientras estoy sentada en mi cama, me relaja qué Zara no se haya levantado preocupada, aunque esos gritos no me dejaron volver a dormir de nuevo. En el fondo tengo un mal presentimiento y eso me deja divagando en mis pensamientos.
Llevo unos días en el pueblo y no sé mucho de lo que viene a ser Dunkler Hain. Sería bueno que saliera de aquí y fuera ver a mis alrededores aunque sea yo sola.
Escucho un azotón de puerta. Parpadeo y me doy cuenta de que el sol ya está iluminando mi habitación.
-Ah, estás despierta. - me dice Zara después de abrir cautelosamente la puerta. - En un rato nos vemos abajo para desayunar.
Cierra la puerta de mi habitación y veo el reloj de nuevo. Ya casi las ocho.
Bajo con mi pijama hacia la cocina y empiezo a buscar que desayunaré hoy. Cuando estoy viendo el el refrigerador, escucho que alguien entra y de inmediato pienso en Zara.
-Hola, buen día, Thals. - entra Xam acomodándose su cabello. - ¿Harás el desayuno?
-¿Disculpa? - le miro mal. - ¿Vienen los demás?
Se encamina hacia la barra y se recarga en esta misma.
-Que yo sepa, no. - me da una sonrisa. - Están trabajando.
Veo como se asoma y ve las manzanas qué están en una canasta. Agarra una y empieza a comérsela.
-¿Trabajan? - suelto con un tono de sorpresa. - De alguna manera, pensé que vivían su vida loca.
El castaño se ríe y me contagia un poco su risa.
-De momento, solo yo, ando desempleado. - hace un puchero. - Porque hasta Zara trabaja, solo que va de dos a ocho de la noche.
Justo cuando le iba a preguntar algo a Xam, entra Zara mirándonos extrañada.
-¿Harán el desayuno? Yo pensaba en hacerles hot cakes. - nos da una sonrisa cálida.
-¿Trabajas? - miro a Zara y ella me ve un tanto confundida, pero de inmediato ve a Xam.
-Ella preguntó. - me señala.
No es mi culpa ser un tanto preguntona, todo este ambiente es nuevo para mí y me quiero adaptar para seguir acompañando a mi hermana en este pueblo tan extraño.
Zara comenzó a hacer el desayuno y yo le ayudaba a darle los ingredientes que necesitara, mientras que Xam nos veía.
-Si trabajo, soy la jefa de meseros en un restaurante. - hace una pausa. - De hecho, ahí también trabaja Cassian.
Mientras Zara hablaba, noté como Xam nos veía muy atento. Sus ojos caían en mí y luego en Zara.
-¿Ustedes son hermanas? - me habla Xam.
Abro mi boca, pero habla Zara antes de que yo lo haga.
-Somos medias hermanas. - comienza a mezclar algo en un bowl. - Diferentes padres, misma mamá.
Inmediatamente me acuerdo de ambos y vuelvo a sentir un hueco en mi pecho. Me quedo ida viendo un punto fijo, aun sabiendo que entre ellos dos están hablando.
-Emm, Thals. - me mueve el brazo Xam y despabilo un poco. - Terminando de desayunar, si quieres, te muestro el pueblo.
Volteo a ver a Xam y me emociono por la pregunta. Sin dudarlo, le dije que sí.
Zara no dijo nada más, creo que estuvo de acuerdo en que al fin viera un poco más del pueblo.
Una vez terminamos de desayunar, me fui con Xam y Zara caminando hacia el pueblo. El camino fue un poco largo, pero no fue tan tedioso pues Zara me estuvo hablando de como fue que entró a ese trabajo y como a podido ser ahora la jefa de meseros.
De los demás me hablo un poco de su trabajo. Cassian trabaja con Zara y él como mesero, mientras que Azalia, trabaja en un supermercado yendo tres días a la semana. Por otro lado, está Aslan que trabaja en una ferretería con su tío. El único que de momento no tiene un trabajo es Xam, pero fue por un despido un tanto reciente.
Junto con Xam, vamos a dejar a Zara en el restaurante donde trabaja. No nos detuvimos a esperar a Cassian, porque sale dentro de una hora más.
-Bien, yo creo que te daré un paseo pequeño, pero antes iremos a la ferretería de Aslan para que pueda llevarte en la camioneta de su trabajo. - comenzamos a caminar en la acera. - Creo que te vas a cansar un poco.
Qué dijera eso me da un poco de intriga de cuanto caminaremos.
-Bueno, pero tampoco me hagas caminar como treinta kilómetros. - le señalo y suelta un carcajada.
-No, no, a ver ven - trata de relajar su risa y eso me causa gracia.
Tampoco fue que caminaramos mucho, pero si me hizo dudar por un momento de cuando caminaramos.
Damos un paseo en las calles de Dunkler Hain en la camioneta del trabajo de Aslan y me va mencionando los lugares más famosos en el pueblo. Xam me mostró una cafetería muy linda en donde todo se ve tan vintage y parece salido de pinterest, totalmente; me enseñó un lugar en donde suele ir con Aslan a romper cosas, al parecer les ayuda a descargar tensiones o algo así.
La mayoría de los lugares a los que me llevó fue para verlos por fuera, tan solo me daba un concepto en general de que hacían todos ellos en el lugar. Supongo que los sitios son los que más visitan.
Xam en ningún momento detuvo el carro para bajarnos, al menos no lo hizo hasta llegar a un parque que parece ser muy famoso por aquí ya que hay bastante gente paseando, corriendo, jugando, riendo y platicando.
-Ahora si, nos bajamos aquí. - Xam apaga el carro y se baja, por ende yo hago lo mismo.
Observo los árboles y todos sus colores, las personas y los perritos. Sonrío al instante al ver a dos niños jugando las traes con un perro.
-Y bueno, este es el parque más grande de aquí, una zona muy familiar. - sonríe. - Me encanta este lugar, aunque nada se compara con una tarde en frente al lago.
-Hablando del lago, ¿no va nadie a nadar? - lo miro.
No puedo evitar pensar que no muchos van a nadar o al menos no los veo.
-Si van, pero hay una segunda entrada, en donde llegan hasta el otro extremo del lago y por eso no hay mucha gente del lado de la cabaña. - asiente. - Es lo mejor.
-Y si, evitas toparte con los turistas. - hago una mueca y se ríe.
Estamos caminando para al menos mover las piernas de un rato de estar sentados en la camioneta viendo lugares a lo lejos, pero hay algo que llama mi atención. Un mural que está lleno de pósters, stickers e imágenes.
Hay varios pósters de empleos y en donde puedes agarrar el número para más información; se encuentran más pósters sobre postres a sobre pedido, pero resaltan más otros anuncios.
-¿Tantos desaparecidos hay? - me entra la intriga al ver múltiples títulos en rojo de "se busca".
-Algunos ya aparecieron, otros... Bueno, no se sabe por completo y hay unos que...
Lo interrumpo en cuando veo una imagen.
-¿Cuál de ellos desapareció? - señaló una foto de unos trillizos. - Se parecen bastante.
-Se parecían. - dice y no puedo evitar voltear a verlo.
-¿Parecían? - me entra el misterio.
-Los tres desaparecieron a la vez. - se rasca la nuca. - No me gusta hablar de estas cosas, pero los encontraron de una forma muy cruel.
-¿Están...? - trato de articular mi pregunta, pero Xam la termina y confirma por mí.
-Muertos. - suspira. - Es a lo que me refería, hay una parte de los desaparecidos qué están muertos y sus familiares y amigos no tienen el valor de quitar los letreros.
Vuelvo a ver la foto de los trillizos. En esa foto se ven de mi edad y con una sonrisa tan radiante. La manera en la que se están abrazando me hace notar lo unidos que se veían.
-¿Cómo fue que los encontraron? - mi curiosidad es bastante grande que me es difícil no preguntar.
-Para no extenderme... - se acerca a mí para poder susurrarme. - Los tres decapitados en el bosque, pero con distintas formas de torturas de como les quitaron su vida.
Siento escalofríos que me hacen tocar mi cuello. La decapitación es algo que me da un revoltijo de estómago y una sensación horrible de miedo.
Veo todas las imágenes y el terror nace dentro de mí. Ahora no sé como podré dormir tan tranquila ahí. Realmente no me he sentido del todo cómoda y ahora dudo que pase.
Xam al notar mi expresión, me llevo a otros lugares de ahí para despejar mi mente y si que lo logro por un momento, al menos hasta que llegamos a la cabaña de nuevo.
El castaño decidió aparcar justo enfrente de la cabaña.
-¿Te irás? - le miro antes de bajar.
-Sí, probablemente tenga un nuevo trabajo, pero debo ir a la entrevista. - me da una sonrisa nerviosa.
-Todo estará bien, ánimo. - le palmeo el hombro. - Pero ¿estaré sola?
Claramente entendió la angustia en mi pregunta y no dudo en aclararme qué en un rato más vendría él de nuevo, aunque no me definió bien una hora en especial, pero accedí a quedarme sola en la cabaña.
Un rato no le hace daño a nadie.
Al bajar de la camioneta, entré dudosa a la cabaña. Ya una vez adentro puse todos los candados posibles y el silencio ensordecedor se apoderó de la sala, únicamente escuchaba mi respiración.
Por favor que no me pasé nada estando aquí.
Tragué grueso y di unos pasos cautelosos al sillón para dejar mi bolso y probablemente ver algo en la televisión de la sala, pero en ese instante fue que escuché como se abrió la llave de la regadera del baño de arriba.
Agarro una de las herramientas que ocupan para la chimenea y subo las escaleras agarrando el palo como un bate. Estoy segura que pude causar daño pues es de hierro.
La puerta de mi habitación está abierta, pero decido no tomar en cuenta mi habitación, yo escuche la regadera del baño.
Sin dudarlo abro la puerta rápido:
-¡¿Qué quieres y qué...?! - digo pero al instante grito y me tapo los ojos.
-¡Maldita sea, Becker! - dice y me volteo. - ¡¿Qué carajos te pasa?! ¡¿Me ibas a golpear?!
Lo primero que vi fue a Cassian desnudo y de espaldas a punto de entrar a la tina del baño.
-¡No vi nada! - miento para no hacer la situación más extraña. - ¡Te lo juro!
-Voltea. - dice y niego. - ¡Ya me tapé, voltea!
Me hace gira agarrándome del hombro y veo por los huecos de mis dedos. Ya trae una toalla en su cintura y solo así me tranquilizo un poco.
-¿Pensáste qué era un ladrón? - veo la burla en su cara.
-Bueno... Sí. - me cruzo de brazos.
Cassian se soltó a reír.
-¿De verdad pensaste que un ladrón entraría a bañarse? - sigue riéndose y yo me molesto al instante de su burla.
-Da igual, ya báñate mejor. - me doy la vuelta y salgo del baño.
Oigo como cierra la llave del agua y sus pasos secos detrás de mí entrando a mi habitación.
Me sorprendo al ver su ropa en mi cama.
-¿Te desnúdate en mi cuarto? - me giro a verlo un tanto molesta.
-Sí. - me sonríe. - No me digas que querías ver, soy difícil de conquistar.
-¿Difícil? - me río. - Lo que tu digas, Cassian.
-Dime Piers. - me guiña un ojo.
-Bueno, - me acerco a él. - Piers...
-¿Sí? - noto su nerviosismo.
-¡¿Puedes salirte de mi habitación de una vez?! - señaló el pasillo. - Y llévate tu ropa.
Le estampo la ropa en su pecho.
-No sé si esta era tu habitación, pero ahora es mía y no quiero que entre alguien aquí a menos que esté yo. - me siento en mi cama.
-¿Quieres decir que si quieres ver como me desnudo? - me ve divertido.
-¡Ya! - me contengo la risa.
-Ya, ya, me voy, pero cálmate, Becker. - sale de mi habitación pero antes de cerrar, me vuelve a ver. - No te pasará nada malo, créeme, por favor ya no trates de golpearme.
Me es inevitablemente no reírme.
Cierra la puerta y puede que él no lo sepa, pero sus palabras me dieron un poco de tranquilidad. Estoy segura que estaré bien estando aquí, mientras no me meta con nadie y no me exponga tanto al bosque tan solitario, todo estará bien.
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Cap número five (finjo que sé inglés)
He andando decaída pero ya ando centrada en el libro, así que de verdad muchas gracias por el apoyo que le están dando :)
BESITOOOS
<3
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