¿Los sueños se cumplen?
Y si se cumplen, ¿tendrán algún problema o consecuencia en ello? Puede ser, todo tiene sus efectos negativos lamentablemente, pero a la hora de la verdad, ¿eso qué demonios importa?
Golpe tras golpe, quejidos tras quejidos, realmente era una jodida batalla para sobrevivir, se golpeaban con fuerza, aquellos dos seres quienes se atacaban como si sus vidas dependieran de ello mientras todos los que los observaban se regocijaban, era como un matadero, parecían aquellas batallas del coliseo romano en donde mientras los pobres luchadores se mataban entre si el público se alegraba.
La joven rubia con extensiones de cabello negras, con mitad superior de su rostro tapado por una máscara la cual cubría la mitad de su rostro pero que dejaban ver sus ojos morados, la chica llevó sus manos cerca de su rostro con los puños cerrados mientras miraba de forma desafiante a su "enemigo", le esbozó una sonrisa mientras que con su pulgar derecho limpiaba un pequeño camino de sangre que se había hecho desde su labio inferior hasta su barbilla debido a los golpes recibidos con anterioridad, escupió a un lado así deshaciéndose de algo de su propia sangre la cual le invadía la boca.
-¿Ves a esa niña de allá?- comentó la rubia e hizo un gesto con su cabeza para indicar hacia donde mirar.
-Qué con esa mocosa- preguntó el chico ya cabreado mirando de reojo la chica de cabello negro con rayones rojos con una capucha puesta.
-Es mi hermana menor por dos años y golpea más fuerte que tú-
Eso cabreó aun más a aquel tipo quien se lanzó a por la menor, un puño con su brazo derecho fue el que lanzó y el que recibió fue un izquierdazo directo a su nariz, la rubia había esquivado con gran agilidad el golpe de su contrincante y se lo devolvió de la mejor forma posible. El chico retrocedió mientras se tapaba la nariz, un gran chorro de sangre brotaba de esta, Yang se incorporó con una sonrisa victoriosa.
-Hija de puta- el hombre se destapó la cara dejando ver su ahora hinchada nariz, tomó la posición de boxeador y fue de nuevo a por la rubia pero ahora con un izquierdazo, la de ojos morados lo esquivo dándole redirección con su propia mano izquierda y con la derecha golpeó nuevamente el rostro de aquel hombre quien se tambaleó, pero no retrocedió en lo más mínimo, aprovechó el momento y dio un fuerte rodillazo a las costillas de la más baja quien perdió el aire por unos segundos debido al fuerte golpe, aquel tipo aprovechó nuevamente y ahora conecto un fuerte puñetazo derecho con la cara de la menor tirándola ahora hacia el piso.
Al ver que la rubia estaba en el piso boca abajo sonrió y apoyó su pie derecho en la espalda de esta acompañado de una risilla de superioridad.
-Esto no es para las mujeres- escupió a un lado de Yang.
Los ojos de aquella rubia se volvieron rojos, apretó sus dientes, sus puños apretados igualmente, aquella impotencia se le subió de golpe lo que desencadenó en que ella llevando sus manos a su espalda agarrara el pie de aquel sujeto y torciéndolo con toda la fuerza que tenía.
El chico se cayó por dos razones: El dolor y la inestabilidad de solo estar sujeto en un pie.
-¡Hija de puta!- gritó el hombre agarrándose su extremidad torcida, la gente se puso eufórica, porque no había nada mejor que ver aquellos giros de acontecimientos en las peleas callejeras.
-La tuya por si acaso- Dijo Yang ahora conectando una patada directo a la cara de aquel hombre la cual lo noqueó enseguida.
Varios se pusieron aún más eufóricos por la intensidad de la batalla, otros comenzaron a maldecir porque perdieron las apuestas, entre el público se encontraba la chica que anteriormente había sido nombrada con una gran sonrisa y celebrando. Esta tenía su cabeza tapada por una capucha roja, pero algunos de sus mechones se asomaban por ella.
Yang soltó un suspiro de alivio y se acercó a su hermana menor quien la abrazó.
-Rubs, no, eso duele- se quejó por la heridas que había recibido, le dolía y más si su hermana les hacía presión.
-Lo siento, sis- la soltó y le dedicó una gran sonrisa. -Ganamos-
-Así es, ganamos y creo que después de esto voy a necesitar un buen tiempo de recuperación- mencionó mientras se sobaba la cabeza.
-Eso fue bastante irresponsable, flamita- comentó un hombre de ojos rojos y cabello puntudo grisáceo oscuro, con algo de barba y una botella en su mano derecha.
-Hey Qrow, dame algo de crédito, lo derroté- hizo una mueca mientras miraba a aquel quien era su tío.
-Casi te mata, pero...- le sonrió levemente. -Ganaste- y bebió de su botella.
-Gracias, ahora me siento mejor que mi tío alcohólico me da un cumplido-
-No soy alcohólico-
-Y yo no le pateé el trasero a ese tipo- giró la vista y la clavó en los compañeros de aquel chico quienes estaban tratando de levantarlo.
-Técnicamente él te estaba pateando el trasero- bebió un poco más de aquella botella y luego levantó sus hombros. -Hm, niñas, creo que es hora de irnos-
-Es cierto, Rubs, es tarde- murmuró tomando un pañuelo que su hermana le ofreció.
-Iré por mi paga- comentó la rubia limpiando se la sangre que estaba a un costado de su rostro, esto lo hacía mientras se acercaba a un hombre alto barbado.
-Me sorprendes cada vez más, joven Long- dijo el hombre con una sonrisa y cruzado de brazos.
-No puedo decir mucho, señor- posó su vista en el contrincante noqueado. -Le dolerá mucho cuando se levante-
-El té habría matado o jodido, le vi las intenciones de joderte la columna- sacó un sobre y se lo dio a la más baja.
-Gracias-
-Habrá un enfrentamiento dentro de poco en Street Blue deberías ir, escuché que es muy probable que termines compitiendo contra alguno de los dos- colocó una mano sobre el hombro de la menor.
-Gracias, señor-
-Shen Long, tienes futuro pero no de esta forma-
La rubia asintió con la cabeza, aquel sujeto se fue, la rubia se sobó la nuca y miró a su familia.
-Vamos a casa-
El camino fue aburrido, Ruby era quien conducía, su hermana estaba lastimada y su tío era un alcohólico, aunque eso ya se había vuelto bastante habitual, condujeron durante unos 20 minutos y llegaron hasta las afueras de la ciudad en donde había una gran casa de dos pisos con garaje. Ruby aparcó el auto dentro del garaje justo al lado de una moto amarilla con negro y salió del auto acto que hicieron los otros dos.
-Me duele todo, maldita sea- se quejó Yang entrando a la casa.
-Pero ganaste- seguido entró Qrow.
-Una victoria aplastante- añadió con una gran sonrisa la menor de los tres entrando y cerrando con seguro la puerta.
-¿Alguien tiene hambre?- preguntó el de ojos rojos a aquellas dos que lo miraron con incredibilidad.
-Son las 3 AM- dijo Yang.
-¿y qué?- refutó Qrow.
-Eso es lo peor que puedes hacer, comer a la madrugada, joder contigo- y la rubia subió a su habitación.
-Yang tiene razón, no comas mucho, puercrow- le hizo una mueca sacándole la lengua. -Descansa tío- y subió a su habitación.
-Ese apodo es terrible- dijo el mayor sacando del refri comida congelada.
Al llegar a su cuarto la pelinegra ayudó a su hermana a quitar su "peluca" y curar sus heridas para después irse a dormir, ambas dormían en la misma habitación y en camarotes, por lo que compartían habitación, armarios y demás muebles/espacio.
(...)
El rayo luz se filtró por las persianas, los rayos de sol pegaron directamente a los ojos de las chicas quienes se movieron un poco, pero continuaron durmiendo.
Unos 15 minutos después sonó el despertador de uno de los celulares en esa habitación.
-Hm... Ruby, apaga- Murmuró Yang mientras trataba de volver a dormir.
-Hm- la chica de cabello corto tomó su celular, apagó el despertador y se levantó con toda la pereza del mundo, soltó un suspiro bastante pesado, se sobó la nuca. -Es sábado- susurró para si misma para luego levantarse e ir a la sala en el piso de abajo.
Nuevamente aquella chica pelinegra con cabello negro corto quien tenía las puntas de su cabello rojas debido a que lo heredó de su madre, se encontraba sentada frente al televisor con una taza de cereales en su mano derecha y con la otra sosteniendo la cuchara, estaba mirando la sección de caricaturas, se sentía bien mirando cartoons.
En esas entró su hermana mayor quien tenía unas curaciones en el costado derecho de su rostro, moretones por toda su cara y una herida en su labio, se quedó mirándola detallando cada movimiento de la rubia quien sólo estaba sacando la caja de leche de la nevera.
-Rubs, ¿te bebiste toda la leche?- preguntó la mayor frunciendo el ceño.
-Yep- seguía mirándole la cara.
La rubia dejó la caja desocupada encima de la mesa, llevó su mano derecha a su rostro y se frotó la sien del tabique nasal mientras que su hermana solo la miraba fijamente.
-¿Podrías dejar de mirar mi cara? - preguntó Yang algo disgustada.
-Teee voooolvieron mierda- comentó Ruby.
-Gracias, ya lo había notado-mencionó primero con sarcasmo y luego con molestia.
-De nada, ven, te daré cereal- Ruby invitó a su hermana mayor haciéndole un campo a su lado en el sofá.
La de ojos morados suspiró y solo se sentó al lado de aquella observando por unos segundos lo que sea que estuviera viendo su hermana menor.
-¿Tai llamó?- preguntó Yang colocando los pies encima de la mesita que estaba enfrente de ellas.
-Aún no, pero estoy estoy segura de que llamará después- le dijo con una sonrisa, la mayor sonrió y le revolvió el cabello a su hermanita.
-De acuerdo- la rubia tomó su teléfono el cual estaba bien protegido con una funda amarilla con detalles negros, entró a su instagram y miró la "cuenta de combate", era una cuenta que tenía específicamente para contactarse con los que seguían sus peleas y a su vez la usaba para conseguir algunas batallas o mantenerse en contacto con sus "contratistas".
Vio una publicación en su inicio la cual le llamó la atención.
"Recordad que dentro de poco habrá un gran enfrentamiento en la gran Street blue entre nuestro gran Black Mercur y contra uno de los famosos hermanos Grimm"
La rubia se fijó en ello y solo soltó un suspiro, habían rumores que decían que aquel chico Mercury era un novato al igual que ella, solo que él ya había ascendido a lo más alto en tan poco tiempo, se deslizó con pereza en el sofá quedando casi acostada en este aún con los pies encima de la mesa.
-¿Y Qrow?- preguntó bastante aburrida.
-Dormido- respondió la menor aún comiendo de su cereal y sin apartar la mirada del televisor, cambió el canal a uno de noticias.
-"¡Es por ello que deben detener a los malvados faunos!"- casi gritaba un señor a quien aparentemente entrevistaban.
-"En otras noticias, tenemos ya varios reportes de la policía acerca de las peleas ilegales, cada vez hay más"- comentó una presentadora cambiando cuando se terminó el otro tema.
-"Esto es preocupante, pero no lo suficiente, la autoridad parece que no hace nada para frenarlos"- dijo otro presentador ahora molesto.
Ambas se quedaron en silencio y soltaron unas risas, pasaron de los presentadores ahora al jefe encargado de la seguridad de Atlas y a su vez gobernante de esta misma, James Ironwood.
-"Estamos rastreando a estos maleantes quienes no solo se exponen al peligro así mismos sino también a las personas del común, el equipo de fuerzas especiales liderado por mi encargado Clover Ebi junto al escuadrón especial de inteligencia a cargo de Winter Schnee daremos caza a estos criminales y los pondremos tras las rejas"- comentó con gran inspiración aquel hombre.
Yang arqueó su ceja derecha al oír aquello, Ruby miró a su hermana mientras tenía la cuchara en su boca y Qrow se cayó por las escaleras.
-¡La puta que pa- se silenció al ver a sus sobrinas quienes lo estaban mirando. Soltó un bufido y se levantó. -Ni una palabra-
-Que forma tan peculiar de bajar las escaleras, tío Qrow- dijo Ruby sacándose la cuchara de la boca.
-Qrow, ¿a qué sabe el piso?- la rubia se rió por su propio chiste.
-Eso debes saberlo bien, mocosa, ayer tragaste piso- Qrow se sobaba la cabeza mientras caminaba hacia la nevera.
La rubia le hizo sacó la lengua a su tío y solo volvió a mirar a su móvil, estaba aburrida.
-Yang- Ruby la llamó.
-¿Qué?-
-Vamos al parque- Ruby estaba emocionada, pero Yang seguía igual de mamona.
-Tengo pereza-
-Yaaaaaaaaang- comenzó a zarandear a su hermana buscando así desesperarla y que al final aceptara.
Al final de todo las hermanas se alistaron y salieron al parque más cercano, era un día bastante frío por lo que llevaron abrigos, en el caso de Yang, ella se puso una gabardina negra, una camisa blanca y un pantalón negro que le quedaba un poco holgado, unas botas cafés claras, una bufanda gris y unos lentes de sol negros, por parte de Ruby, ella llevaba un gorrito rojo, una bufanda roja, una camisa ombliguera blanca con mangas la cual dejaba al descubierto su abdomen plano y levemente marcado, unos pantalones negros con rotos más arriba de las rodillas, tenis converse rojos y tirantes de decoración de cuadros negros y blancos.
-Está haciendo frío, Rubs, te vas a resfriar- la de ojos morados bajó un poco sus lentes dejandole ver a su hermana sus ojos morados como señal de desaprobación.
Ruby solo alzó los hombros en plan de "me importa un carajo", Yang se sobó la nuca, estaba agotada por todo lo que había tenido que pasar por el día anterior, fue a una banca cercana y se sentó allí mientras miraba a su hermana jugar en un columpio.
Ruby era bastante aniñada, pero le encantaba serlo y a su hermana también le gustaba, hasta era cómplice de ello, pero solo no tenía ya muchas ganas, después de todo se le notaban los moretones en la cara, tenía varias curaciones, una al costado derecho de su cara, una en su nariz y ni hablar de como estaba su cuerpo.
-Yaaaaaang- otra vez Ruby.
-Rubs, me duele todo, ayer me dieron como a rata, por favor, déjame tomar un descanso- casi suplicó.
-Ah, pero si hubiera sido con tu novia ahí si no te quejarías-
Yang hizo un gesto de indignación, se quitó los lentes y clavó en ella una mirada "juzgadora".
-Señorita Ruby Rose, alías la darketa. Punto número uno: Eso a ti no te concierne, cuando te toca a ti y dices que quieres descansar lo haces, yo no te molesto, punto número dos: no tengo novia, es complicado- se colgó sus lentes en el "cuello" de la camisa para después solo cruzarse de brazos.
-"Siñiriti Ribi Risi"- la de ojos plateados se burló de su hermana mayor imitándola y todo con el fin de molestarla.
-Oh, vas a ver- la rubia se levantó de golpe y fue tras su hermana quien no dudo un solo instante en salir corriendo, sabía que si su hermana la atrapaba no le iba a ir muy bien.
Ambas corrían, pero como Ruby era mucho más rápida que Yang, Ruby se perdió de su campo de visión unas 2 cuadras después, la de ojos morados jadeaba con cansancio, tomó aire y lo soltó tratando de recuperarse, repitió aquello unas veces más hasta que lo consiguió, miró a todos lados en busca de su hermana menor, pero no la encontró.
-Mierda, Ruby- maldijo reincorporándose y llevando su cabello hacia atrás con su mano derecha mientras buscaba con su mirada a su hermana menor.
La de ojos plateados continuaba corriendo, había perdido a su hermana, sabía que su hermana jamás podría alcanzarla ya que ella es más de fuerza que de velocidad, sin embargo continuó corriendo con la mirada fija en el camino notando a una persona la cual iba corriendo en dirección opuesta, ambas miradas se cruzaron, sus ojos se conectaron instintivamente, Ruby alcanzó a notar aquellos ojos amarillos que pareciesen que brillaran, encima de la parte superior de su rostro había una mascara blanca con decoraciones rojas la cual dejaba al descubierto sus ojos y su cabello negro tapado por una capucha negra, pero sus mechones aún se notaban por fuera de esta, era como si estuvieran en cámara lenta, alcanzaron a analizar sus rostros en ese leve roce que tuvieron, unos pasos más adelante Ruby se detuvo y miró atrás con bastante curiosidad e intriga por ello, pero al buscar a aquella persona entre la multitud de gente no le encontró.
-...- se le hizo extraño, pero solo volvió con su hermana quien estaba en una cafetería tomándose un vaso de jugo.
La chica de cabello negro y rojizo entró a la cafetería y se sentó frente a su hermana quien al mirarla le arqueó una ceja.
-Te perdiste-
-Tú me perdiste- le guiñó un ojo a su hermana mayor.
Yang respiró hondo.
-Pide algo, después iremos a casa- dijo Yang sacando su billetera.
-Como digas- y le dedicó una sonrisa a la mayor olvidando mencionar lo que antes había presenciado, pero tampoco es que hubiese sido importante, ¿no?
Continuara...
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Hola a todos, he decidido empezar este proyecto porque la verdad le traía ganas jaja
Algunas aclaraciones po:
-La historia va a alternar en las formas de narración, es decir, que puede que primero se hable en tercera persona tipo omnisciente en pasado y luego pase a narrar uno de los personajes, pero esto lo van a notar porque lo pondré tipo "P.O.V."
-Contendrá contenido heterosexual y homosexual entonces si no te gusta este tipo de contenido pues...
-Esta historia puede contener escenas (narrando obvio) bastante fuertes tanto como de temas de violecia y sexosas.
-Contendrá vocabulario fuerte.
-Yang cuando combate utiliza una máscara y extensiones de cabello negras.
-Yang tiene 19 y Ruby tiene 17.
-Yang y Ruby viven con Qrow quien se la pasa trabajando en algo que las chicas desconocen ya que este no habla de su trabajo.
-Yang pelea para poder mantener un ingreso de dinero.
-Qrow sabe de ello pero no lo aprueba, sin embargo tampoco es que pueda detener a Yang y para asegurarse de que no vaya todo mal las acompaña (porque sí, Ruby también iba a las peleas).
-La historia se desarrolla en la ciudad de Atlas.
-Atlas aquí no es una ciudad flotante sino una ciudad común y corriente con muchos avances tecnológicos.
Estas son algunas de las cosas que les puedo decir por ahora.
Espero que nos llevemos bien y que disfruten esto.
Sin más que decir, nos vemos en el próximo capítulo.