Jisoo a mi lado sorbió un poco de su bebida y me sonrió con diversión al notar mi mandíbula apretada.
La verdad no estaba así por nada. Lisa había prometido que se quedaría a mi lado toda la noche, pero supongo que las copas que se había tomado no le ayudaron en mucho con su retención. Al principio ella había rechazado amablemente los intentos que hacían muchos para darle alcohol, igual que yo, sin embargo, las personas seguían llegando y no queriendo ser grosera, la rubia empezó a aceptar copa tras copa hasta finalmente quedar en estado de embriaguez.
Sabía que ni a mi tía ni a Minji le haría gracia aquello, así que me dispuse a llevarla a ella y Jennie a casa de Minji rápidamente. No obstante, Eunha y Yewon hacían de todo menos cooperar. Ellas también estaban un poco pasadas de copa, pero lo suficiente como para ser conscientes aún de sus acciones. Se llevaron a Lisa y Jennie a bailar y hasta el momento no se habían despegado de ellas.
Literalmente, estaban tan cerca que empezaba a pensar que alguien les había untado pegamento.
Rechiné mis dientes ante la vista.
Mi mejor amiga aparentaba encontrarse bien, pero yo sabía perfectamente que en el fondo ya había pensado mil y una formas de asesinar a Yewon. Era muy consciente que ella detestaba que se acercara a Jennie aunque no lo admitiera.
Cuando Lisa levantó en el aire su botella con alcohol y Eunha aprovechó el momento para acercarse más a ella y colocar un atrevido beso sobre su mejilla, muy cerca de sus labios, supe que debía intervenir o todo terminaría en una masacre.
Pisoteé el suelo fuertemente mientras caminaba hacia ellas, y una vez estuve a su lado, Lisa me sonrió.
—Hola Rosie —murmuró, arrastrando las palabras.
Estaba tan ebria que no podía ni siquiera hablar bien.
Mi mirada se enfocó en la chica entre sus brazos y volví a apretar la mandíbula.
—Aléjate de ella —hablé entre dientes.
La chica de cabello negro y flequillo hizo una mueca de confusión, pero no se apartó.
—¿Qué?
—Aléjate de ella —repetí.
La chica sonrió como idiota y negó con la cabeza mientras se aplastaba más contra el pecho de Lisa.
—¿Qué dices? No te escucho.
Me acerqué lo suficiente.
—¡Dije que te alejes de ella! —le grité en el oído.
Ella soltó a Lisa inmediatamente para llevar ambas manos hacia sus oídos, con una mueca y soltando quejidos.
Sonreí divertida. No me importaba si le había roto los tímpanos, se lo merecía por tocar a mi Lili.
—Lisa y yo estamos disfrutando mucho —dijo, y por la forma en la que arrastró las palabras sabía muy bien que se encontraba ebria igual—. ¿Verdad, Lili?
Sin tener idea de lo que había dicho Eunha, Lisa asintió efusivamente y movió sus caderas contra las suyas.
—¡Mucho! —gritó.
Abrí mi boca con incredulidad y cuando volteé a observar a la contraria, ella sólo sonrió y levantó ambos hombros.
—Tú pierdes.
Rechiné mis dientes.
«Roseanne Park jamás pierde.»
Tomé a Lisa del brazo y logré que se despegara de la chica, justo antes de pasarlo por mi cintura y coloca ambas manos sobre sus rojas mejillas.
Su aliento olía a menta y alcohol, pero extrañamente no me desagradó.
Observé de reojo a Eunha, quien levantó una ceja expectante y se tambaleó en su lugar. Jisoo, un poco lejos de ella, se encontraba ocupada observando hacia otra parte —ya deberían saber de qué parte hablo—, así que no le vi problema a lo que hice a continuación.
Quizá fue el poco alcohol que había ingerido, o quizá mis hormonas estaban alborotadas por ninguna razón en particular y me llevaron a realizar aquella acción, pero sea lo que fuere, lo hice.
Acerqué el rostro de Lisa al mío y la besé. En una fiesta, frente a muchas personas desconocidas, con Lisa ebria y la música a tope.
A ella le tomó sólo unos segundos reaccionar, pero cuando lo hizo soltó la botella que tenía en su mano derecha en la arena y me rodeó la cintura con ella también. Profundizó el beso y se hundió mágicamente en mi boca, tanteando y saboreándome. Gemí contra sus labios cuando su lengua se apegó a la mía y empezó a danzar junto a ella; mordió con sus dientes mi labio inferior y lo succionó con fuerza antes de separarnos.
Una vez finalizado el beso, observé a Eunbi con una sonrisa de superioridad. Ella permaneció quieta unos instantes con la boca abierta, antes de fruncir el ceño, dar media vuelta y empezar a caminar lejos.
«Eso te enseñará a no meterte con lo que es mío»
¿Era extraño que pensara en Lisa como mi propiedad? Bueno, no es como si Lisa fuese un objeto, era más bien por sus labios y su cuerpo... ¿Verdad? Es decir, no veo por qué más lo hubiese dicho. Eunha definitivamente tenía otras intenciones con ella y no podía permitirlo. Quien sabe que clase de cosas podía tener.
Me separé un poco de Lisa y tomé sus manos, guiándola con suaves pasos. Ella tropezaba casi todo el tiempo.
—Ya nos vamos —le avisé.
—¿Ya se acabó la fiesta? Todavía hay música.
—La fiesta terminó para nosotras —le dije, y llegué finalmente con Jisoo—. ¿Dónde está Jennie?
Levantó los hombros con indiferencia y bebió otro sorbo de su botella.
Rodé mis ojos y empecé a buscarla por todo el lugar, hasta hallarla finalmente junto a Yewon en un rincón. Parecían hablar solamente, así que lo dejé pasar y le grité, incapaz de dejar a Lisa sola junto a Jisoo, si ambas podían llegar a hacer locuras juntas sobrias, no imaginaba de lo que serían capaz ebrias, a pesar de que mi mejor amiga no lo esté completamente.
—¡Jennie! ¡Ya nos vamos!
Ella pareció escucharme aún por sobre el sonido de la música y asintió hacia mí, levantando la botella entre sus manos.
—¡Ya voy! ¡Dame unos minutos!
Asentí nuevamente y le indiqué con la cabeza que nos adelantaríamos unos pasos. Todo el estruendo ya empezaba a hacer estragos en mi cabeza.
Suspirando, le indiqué a Jisoo que empezara a caminar y ella, llevando el brazo de Lisa alrededor de sus hombros, me ayudó a cargarla.
¿Qué tan ebria se tiene que estar para no caminar bien?
Mientras nos alejábamos del bullicio, pudimos escuchar claramente como Lisa continuaba tarareando algo y movía la cabeza al ritmo.
—Mary tenía un corderito, corderito, corderito. Mary tenía un corderito...
Jisoo estalló en carcajadas y yo bufé.
—Lisa, ¿te sabes la de Pin pon?
La rubia asintió y tomó aire antes de cantar.
—Pin pon en un muñeco muy guapo y de cartón...
Mi mejor amiga volvió a reír, y he de admitir que era divertido ver los gestos que Lisa hacía al cantar, pero debía recordar que se estaba burlando de ella y eso no me gustaba.
—¡Jisoo! —chillé.
Con una última risa, Jisoo le dio unas palmadas en la espalda a Lisa para que guardara silencio.
—Vamos, Lisa, guarda silencio o tu novia se enojará. Algunas personas no saben apreciar el buen arte.
—¿Mi novia? —hablando de forma un tanto rara, Lisa volteó hacia mí y parpadeó unos instantes antes de sonreír—. ¿Ya eres mi novia? Yo creí que sólo lo había soñado.
Jisoo y yo nos detuvimos en seco cuando la escuchamos decir aquello.
—¿Q-qué? —pregunté, un tanto sonrojada.
—Tengo una novia muy bonita, síp —asintió y volteó hacia Jisoo—. ¿Ya la viste, Jisoo? Parece una princesa de un cuento de hadas.
Jisoo levantó una ceja.
—Sí, del cuento de Shrek. Ya deja de decir tonterías.
—No son tonterías —negó exageradamente con su cabeza—. Ella es... La más hermosa del mundo. Y es mía, mía, mía, mía. Mi novia.
—Lisa, sólo estaba-
—Mía —cantó, y de repente se echó a reír—. Como esa canción... ¿Cómo era?
Afortunadamente, antes de que empezara a cantar otra vez —no es que lo hiciera mal, es sólo que era tan extraño verla actuar así...—, Jennie había llegado y al ver su estado no pudo más que reír.
—Muy bien, creo que estás demasiado pasada de copas, amiga. Es mejor llevarte a la cama ahora.
Lisa sonrió al verla y saltó un poco en nuestros brazos.
—¡Jennie! Oye, ¿sabías que Rosie es mi novia?
La castaña levantó una ceja y me observó.
—¿Qué?
—Síp. Es mía, mi novia. Mía, mía, mía —volvió a reír—. ¿Recuerdas cuando te conté sobre ese sueño que había tenido y me consolaste? Tenías razón, sólo fue un sueño. Al final aceptó y ahora sabe lo mucho que la a-
Pero antes de que pudiera continuar, Jennie le tapó la boca con ambas manos y suspiró.
—S-será mejor irnos.
La apartó de nosotras y ella misma se encargó de llevarla.
Jisoo y yo intercambiamos miradas antes de seguirlas, preguntándonos mentalmente qué iba a decir.
...
Cuando llegamos a casa, la tía Dara y Minji ya se encontraban durmiendo cada una en su habitación, para suerte nuestra.
Jennie posó a Lisa en su cama y suspiró.
—¿Te encargarías de ella unos instantes? Creo que voy a tomar una ducha —me preguntó.
Yo asentí y ella murmuró un "gracias" antes de pasar junto a Jisoo, tomar una toalla y encerrarse en el baño.
Mi mejor amiga me observó unos instantes.
—¿Está bien si te dejo sola con ella? También quiero tomar una ducha.
Observé a Lisa unos segundos —quien se hallaba tirada en la cama jugando con sus manos— y suspiré.
—Sí, no te preocupes. Estaré bien.
Jisoo asintió y se retiró de la habitación, quedando finalmente Lisa y yo a solas.
Repentinamente, ella empezó a desnudarse y mi pulso se aceleró.
—¡L-Lisa! ¡¿Qué estás haciendo?! —le pregunté en un susurro bastante fuerte.
—Tengo calor —confesó inocentemente.
Mis mejillas se calentaron aún más cuando la observé despojarse de su pantalón y su camiseta, quedando solamente en ropa interior. Cuando estuvo a punto de retirar su sostén, me volteé rápidamente y tomé una camiseta del interior de su maleta, pasándosela sin observarla aún.
Ella no dijo nada, sin embargo, la tomó y me avisó que la tenía puesta entre risas. Una vez hecho eso, nos observamos a los ojos durante algún tiempo.
Su mano se levantó unos centímetros y con ella acarició mi mejilla suavemente.
—Eres tan hermosa —murmuró luego de unos segundos y se echó a reír—. Eres mi novia, Rosie. Me has visto desnuda ya, ¿no? No tienes porqué avergonzarte.
Negué rápidamente con mi cabeza.
—Li-Lisa, yo no te-
Sin embargo, ella volvió a interrumpirme mientras tarareaba alguna canción y seguía acariciando mi mejilla con el dorso de su mano. Su toque era tan delicado, como si tuviese miedo de que pudiera quebrarme, que con solo su toque podría romperme en mil pedazos. Y era así ciertamente, pero no de una mala manera. Más que romperme era una sensación de hormigueo; yo diría que me derretía.
El tarareo se hizo más fuerte y repentinamente Lisa empezó a cantar.
—I kissed a girl and I liked it —su mano pasó por mis labios lentamente—. The taste of her cherry chap stick. I kissed a girl just to try it... It felt so wrong. It felt so right —me observó a los ojos unos instantes antes de continuar—. I kissed a girl and I liked it... I liked it.
Las palabras me hicieron tragar saliva. Conocía perfectamente la canción, por supuesto, Lisa había saltado algunas partes, pero eso no quería decir que no me afectara de igual forma.
—En ese sueño que tuve hace tiempo... tú me rechazabas —tragó saliva. Sus ojos se volvieron un poco más cristalizados, esta vez no gracias al alcohol— ... Y yo me sentía muy triste por perderte, porque te amo mucho como para hacerlo.
Y eso fue lo último que escuché de ella, antes de que cayera inconsciente.
Happy Chaelisa Day uwu<3 (Sí sé que es el 7, pero en Corea ya es 7 así que feliz día)
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