Estabas conectada a tubos.
La enfermedad te estaba matando lentamente.
Llorabas y te dormías llorando.
Despertabas sin fuerza, con ganas de que
todo hubiese sido una pesadilla.
No soportaba entrar al hospital y entrar en tu habitación.
Quería verte reír, pero nadie sabía si te recuperarías.
Tu cabello desapareció... ¿y sabes...?
pelada y con ojeras eras hermosa.
Pero era una hermosa, la cual no valorabas, nadie
la valoraba.
Tenia que pensar que saldrías adelante, aunque
me estaría engañando.