Una venda fue colocada en los ojos de Chaeyoung, luego de ello tomaron su mano y comenzaron a caminar.
— ¿Puedes decirme a donde vamos, Nayeon? — Sinceramente no tenía los ánimos de hacer nada con nadie, solo quería quedarse en su casa viendo películas de amor mientras comía helado de fresa.
— Tú solo camina, por cierto quítate los zapatos. — Con un extraño presentimiento, Chaeyoung obedeció a Nayeon.
Se sobresaltó un poco al sentir la arena colarse entre sus dedos.
— ¿Por qué estamos en la playa?
— Ya lo verás. — Después de caminar un rato más, la mano de Nayeon dejó la suya y fue reemplazada por otra.
Sabía perfectamente quien era, quiso soltarse pero extrañaba la cálida sensación que Mina le brindaba. Su embriagante aroma le brindaba nostalgia.
Extrañaba su perfume...
— Puedes irte si así lo deseas, pero me gustaría que te quedaras...a dar un paseo conmigo. —ahí estaba aquella voz, tan neutral pero cariñosa a la vez, esa voz que lograba desmoronar a Chaeyoung en cuestión de segundos — Si decides quedarte, por favor déjate la venda.
— M-Me quedaré. — Dijo Chaeyoung con un hilo de voz.
Comenzaron a caminar sin decir nada, solo disfrutaban la brisa del mar y la arena entre sus dedos. La luz de la luna sería la más grande testigo del reencuentro de Mina y Chaeyoung.
— Extrañar a alguien es una sensación horrible ¿no lo crees? Esto porque eres tan cercano a esa persona que cuando menos te das cuenta se convierte en una parte de ti.
— Mina...
— Por favor escúchame sin interrumpir. Jamás en mi vida pensé en que terminaría junto a una chica que usa lazos rosados en su cabello y que hace pucheros cuando algo no sale como ella esperaba. Sin embargo mírame ahora, aquí estoy con esa misma chica abriendo mi corazón de la manera más sincera posible. — Chaeyoung lo sabía, Mina hablaba de la manera más pura posible. — Y es que admito que he sido una completa idiota, una completa idiota por haber olvidado como aquella noche lloraste en mi hombro contándome todo el abuso que viviste, la razón por la cual detestas a morir la violencia. Dejé que mis impulsos se apoderaran de mí olvidándome de todo a mi alrededor, quería cerrarle la boca a Yugyeom de una vez pero no fue la mejor manera. — Tomó aire y apretó la mano de Chaeyoung — Perdóname...no sé lo que pasó conmigo. Perdí el control y ahora pago las consecuencias de mis actos, ya no soporto estar un segundo más sin tí, sin poder ver tus ojitos y no poder abrazarte e inhalar tu dulce aroma a fresas...nunca creí que sería dependiente de algo o de alguien pero me tienes completamente rendida a tus pies. Soy incapaz de vivir un día más sin verte, sin abrazarte...sin besarte. En tan poco tiempo lograste derretir este corazón de hielo y tornarlo de color rosa, este corazón te pertenece y grita por ti, por tenerte cerca y que jamás vuelvas a irte. No me cansaré de decirte que fui una idiota. — Se detuvo y esta vez tomó ambas manos de Chaeyoung, colocándose frente a ella.— Me haces sentir como la idiota más afortunada del mundo, encontré todo lo que necesitaba a tu lado y no quiero perderlo por una estupidez. C-Chaeyoungie, no soy perfecta pero me esfuerzo por serlo para así estar a tu lado y jamás irme de el. Alguien...alguien como tú merece estar con alguien mejor que yo, pero tu me elegiste, te fijaste en mí y poco a poco fui cayendo en tu encanto. Me haces sentir como si fuera lo más importante del mundo...nuestro mundo rosa y de fresas
Mina hubiera continuado pero un sollozo salió desde lo más profundo de su garganta.
Myoui retiró la venda de los ojos de Chaeyoung dejando que esta la viera junto a la brillante luna llena detrás suyo.
Chaeyoung soltó las manos de Mina para así retirar sus lentes de sol. Puso ambas manos en las mejillas de esta con mucho cuidado para no lastimarla.
— No quiero perderte...— Sollozó Mina dejando que sus lágrimas bajaran como lluvia por sus mejillas.
Chaeyoung estaba dolida, ver los ojitos marrones de Mina desprender aquella cantidad de lágrimas le dolía, más cuando tenía un ojito morado.
Myoui desvió la mirada pero Chaeyoung logró que esta volviera a verla directamente a los ojos.
— No vas a perderme...jamás lo harás puesto a que soy tu chica con fresas. — Juntó su frente con la de Mina, Chaeyoung también soltó las lágrimas que llevaba reteniendo desde un principio.— Recuerda que no existe una Son Chaeyoung sin Myoui Mina.
— Y no existe una Myoui Mina sin Son Chaeyoung — Completó Mina con una pequeña sonrisa.
Y por primera vez, Mina dijo...
— Te amo Son Chaeyoung...