Dylan
Entre a mi departamento divisando a Tyler tirado cual vago en mi sofá, estoy seguro de que si me propongo a adivinar como entro, fue porque saco una copia de la llave a la puerta principal. Aun así, no lo salude y solo le arroje en el aire sus llaves de la motocicleta esperando el intercambio de las de mi auto, que pronto llego.
—¿La dejaste y ya? —pregunto mi primo después de que me senté a un lado suyo dejando caer mi cuerpo sobre el sofá . Suspire con cansancio después de encarar la mirada curiosa de Tyler sobre mi.
Encoge los hombros.
—¿Que se supone que debería hacer?
—Hm...En realidad te deje la motocicleta para que la llevaras a algún lugar lindo, pasar tiempo juntos, no se, carajo.—menciono con obviedad, casi diciéndome que era un idiota.
—Sus padres la regañarían más si llega tarde. —Trate de excusarme, y es que mientras íbamos en la motocicleta si lo pensé, llevarla a comer a un lugar que le gustara o algo por el estilo. Pero de algún modo fui a sentirme culpable cuando recordé el que se fue sin permiso. Literalmente fui una de las causas de su regaño.
Suspirando, me cruce de brazos mirando a mi primo con algo de molestia, pues ahora estaba obligado a decirle.
—Yo me la traje sin permiso de su padre...
—¿Su papi no es el Orientador?
Asentí.
—Estas hecho un desastre.
—No me importa si su padre se enoja conmigo.
—Pero qué tal si la regañan a ella... ¿No pensaste que le hará daño o que...la cambiaran de escuela? —Dijo. Y juro que sentí una oleada de preocupación.
—Su padre la quiere mucho, no creo.
—Tal vez ya no la dejen que te vea.
Me quede callado unos minutos, eso me habla hecho incomodarme de alguna forma. ¿Como me sentiría si Rebeca no me hablara de nuevo?
Creo que ella es la única chica que no se ha dado por vencida conmigo y mi mal genio. Y eso es lo que me gusta de Rebeca. La resistencia que tiene a pesar de sus problemas es...admirable.
—No creo.
Se rio de mi.
—Tu solo piensas y haces lo que crees que esta bien.
—Eso no es cierto, ella está bien.
—Llámala entonces.
No dude más y saque mi teléfono para callarle la boca de una buena vez. Marque el numero de la chica y apenas escuche que este numero estaba suspendido, colgué. Girando hacia Tyler para dedicarle una mirada de pocos amigos, el hecho de que no me contestara ahora no significaba que estaba mal. Pudo haber pasado algo como apagarse su teléfono. Sin embargo empecé a sentirme culpable.
—No contesto.... —avise lo notorio. Él levanto las manos como diciendo "te lo dije"—¿Qué quieres que haga si no me contesta el telefono?
—Sé que no conozco a Beca mucho, solo hace unas horas y tengo que admitir que a todos nos agrado. Solo quiero que te preocupes por ella, Dylan.
<<Y vaya que lo estas haciendo, idiota>>
—Ella esta bien, la veré el lunes.
—Pero que confiado...
—¡No le pasa nada!, ¿Okay? Ella esta bien porque sus padres la aman—grite. El estaba haciendo que una parte de mi se quisiera levantar e ir tras ella.
¿Como es que puedes estar tan seguro? No conoce mucho los regaños que no sean de la escuela.
Esto empezaba a hacerse una entrevista de mal gusto para mí. Una de las pocas cosas que tengo es paciencia y Tyler lo sabe.
—Qué, ¿te refieres a que yo nunca conocí a mis padres lo suficiente como para saber que es un regaño paternal?
—No, Dylan.
—¡Yo no sé qué es tener padres, Tyler! Lo sé...desde lo que paso con Sarah... —dirigí mi mano al puente de mi nariz cuando sentí que mis ojos pinchar con solo traer el recuerdo de Sarah a mi mente—Sus padres la quieren...ella va a estar bien. Hable queriendo dar esto por finalizado.
—Suenas como si te quisieras convencerte a ti mismo.
—Ella me preocupa.
Solté, admitiéndolo todo, dándome por vencido. Tyler ademas de ser mi primo, era como mi hermano, y lo que odiaba de él era que siempre lograba sacarme la información.
—¿Te enamoraste de ella?...
—No—me niego casi de inmediato. Pero por un memento sentí los bellos de mis brazos erizarse, como un escalofrío.
—Es la única chica que te ha hablado y agradado, nadie lo hace desde que paso lo de Sarah...se ve cuando la miras, primo.
Te gusta—canturreo.
—No.
—Suenas de nuevo como si te quisieras convencer a ti mismo.
Eso es lo que quiero hacer.