Guerrera de la Luna

By VeronicaAlvarado698

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ATENCIÓN: esta historia está siendo reescrita por lo que si leen la segunda parte que ya está disponible no t... More

Guerrera de la Luna
Prologo
Mi vida es el infierno mismo
Mi nueva yo
Mi pasado
El secreto
Se acabo el tiempo
Los Escogidos de la Diosa Luna
Enlace
Antecedentes
Problemas venideros
Un inicio juntos
El aroma que nos representa
Venus

Destino

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By VeronicaAlvarado698

17 de febrero, a las 3:40 am, una chica había emprendido un viaje tortuoso para cumplir el destino al que estaba ligada

18 de febrero, a las 2:12 pm, una chica tomo la decisión que marcaría su camino para siempre

18 de febrero, a las 12:05 am, un chico descubrió la misión que se le había encomendado

De esa forma, tres chicos. Amigos. Hermanos. Hicieron una promesa.

Luchar

Ante dicho juramento, los tres amigos siguieron adelante, esforzándose al máximo en sus metas.

Dominick Gabay ya no se encontraba perdido en un camino de tinieblas, ahora concia su objetivo. El cual, siendo sinceros, jamás pensó que tendría.

Por una vez en mucho tiempo, Dominick había dormido 7 horas seguidas. Sin ninguna pesadilla de promedio

Su lobo, Brandon, decía que era porque su mente se había aclarado finalmente, dejando de estar anclada en el pasado y viendo hacia el futuro.

Desde ese día, Dominick se había esforzado el doble en sus entrenamientos. Dando resultados rápidos y admirables para todos sus superiores.

"¿qué le había pasado al chico desinteresado que solo hacia lo necesario para pasar las materias?"

Nadie sabía darle una respuesta a aquella interrogante que sonaba tanto entre los demás Betas en entrenamiento. Ni siquiera los propios padres del chico lo sabían.

Pero el pelirrojo lo tenía claro ahora. Su camino estaba junto a su mejor amiga en todo el mundo, aquella chica a la cual consideraba su pequeña hermana. En el pasado no había podido protegerla de los que la acosaban, pero en un futuro esperaba poder aconsejarla en su propio camino.

Para eso tenía que ser mejor. Mejor que nadie más de su clase.

Mas fuerte. Mas astuto. Mas perspicaz. Mas inteligente. Tenía que ser mucho más de lo que era ahora.

Por eso tenía que esforzarse más cada día. Como Mackesey estaba haciendo.

Pues era cierto, la ahora alpha, Mackesey Edevane, estaba igual de determinada que su amigo para mejorar.

Con el transcurso del tiempo, pudo entender lo que verdaderamente significaba ser una alpha. No era solo dar órdenes comunes y mirar por encima a todos.

Nada de eso. Ser alpha implicaba ser un líder. Aprender a leer a las personas, ver sus intenciones con una simple mirada. Aprender a tomar decisiones correctas. Aprender a ser justo, estricto y amable, todo al mismo tiempo. Ser líder implicaba tanto...

Y todo eso ella lo aprendió con gusto.

La manda Luna de Obsidiana. La más fuerte del bosque. La más justa y sabia.

Esa declaración era su fuerza.

Si quería ser alpha de una manda así tenía que esforzarse al máximo.

Sus clases eran largas y agotadoras. Sus entrenamientos rudos y agonizantes. Muchas veces había terminado tan agotada por culpa de estos al punto de dejar de sentir alguna extremidad. Pero nada de eso la detenía, estaba decidida. Sería una Alpha a la altura de la manda de sus padres.

Además, no estaba sola en su camino. Sus dos mejores amigos la estaban apoyando. Su hermano del alma estaba dándolo todo como ella para mejorar. Mientras que Mia, a la cual también veía como una hermana, la cuidaba y procuraba como si de una madre se tratase

Pero ellos dos no eran los únicos con nuevos objetivos.

Mia tenía un secreto. Un secreto que guardaba celosamente en su interior.

Desde hacía un tiempo, la de ojos grises había empezado a tener sueños muy curiosos. Donde una voz, femenina y suave, le hablaba con cariño, dándole consejos.

"pretraté"-fueron las primeras palabras que había dicho

"ella necesitara de tus cuidados"-dijo a la siguiente noche

Las primeras veces trato de ignorarla. Pero con el paso del tiempo empezó a ver la razón de sus palabras.

Los entrenamientos de Mackensey eran constantes. Su amiga no tenía tiempo ni de hablar con ellos. Siempre parecía agotada, pero ese brillo de determinación nunca desaparecía de sus bicolores ojos.

Pero no solo ella estaba esforzándose tanto. Por una razón que no alcanzaba a comprender del todo, Dominick también había obtenido una mirada resuelta en sus ojos que le había conmocionado el alma.

Desde ese día, su amigo había tomado una actitud seria y determinada en sus clases, rápidamente volviéndose un tema recurrente en los pasillos del instituto junto con la transformación de Mack.

Todo había cambiado por completo.

Ya no solo era el hecho de que, en algún momento, su hermana emprendería la misión de reunir y reconstruir a su manda. La atmosfera entre los tres se había vuelto tan...

Intima.

Sin malinterpretarlo. Ellos habían estado juntos desde hacía tanto tiempo. Los tres se apoyaron y cuidaron entre sí. Ella y el pelirrojo habían ayudado a que la estadía de Mackesey fuese más llevadera en el instituto. Dominick y la heterocromática la habían consolado cuando el chico con el que salía la engañado con una de las amigas de Corina. Y ambas chicas habían estado a lado de Dominick cuando se enteraron que su verdadera familia había muerto hacia años.

Habían vivido tanto juntos.

"camina junto a ella"

Mia crecido con un vacío en su interior. Un vacío que solo el cariño y cobijo de una manda podría llenar.

Entonces finalmente comprendido que dicho vacío no se llenaría con la manada Luna de Oro.

Comprendido que ese vacío se había llenado el día en el que Mackensey había entrado al instituto siendo una alpha

"Ella, es tu alpha"- Se había levantado abruptamente ante aquella declaración.

Esa noche supo finalmente de donde provenía esa voz de sus sueños.

No podía ser otra que su loba. Quien aún dormitaba en su interior. Pero que, a pesar de eso, se las había ingeniado para guiarla aun sin estar presente.

Al día siguiente, en la escuela, solo hizo falta una mirada con Dominick para comprender aquella repentina determinación de su parte en el último mes.

Él también lo sabía. Su camino también estaba ligado al de Mackensey. Como su Beta.

Entonces todo fue claro.

Ya no había dudas en su mente. Ni inseguridad o miedo.

Era un sentimiento curioso. Una parte de ella se preguntaba si no debería sentirse diferente, más aterrada en realidad. Después de todo acababa de enterarse que su verdadero hogar nunca seria alado de su familia, ni de sus conocidos de toda la vida. Su destino estaba lejos, con su mejor amiga.

Pero no tenía miedo.

Es más, hasta se podría decir que estaba emocionada.

"¿qué seré cuando crezca?"- aquella pregunta había resonado en su mente tantas veces...

Pero ya sabía la respuesta

-cuidare de mi manada

Empezó a escuchar la voz de sus sueños. Empezó a seguir sus consejos

En tan solo un mes, Mia había logrado alcanzar el mismo nivel de excelencia académica que el de sus amigos

-bueno, si tengo a dos cerebritos como amigos, no me gustaría quedar como una tarada- les contestado cunado la habían interrogado por su actitud

"cuida de su salud"

La llamada preocupada de Dominick a las 3 de la tarde le habían traído unas muy agrias noticias.

Mack se había desmayado en un entrenamiento por no haber cuidado sus horas de sueño y no haber comido lo suficiente.

El alpha de la manda de oro les dio permiso para visitarla en su manda.

Aunque fastidioso, era la única forma en la que podían reunirse fuera de los muros del instituto, solo pidiendo permiso.

Se quedaron junto a ella en su habitación mientras estaba inconsciente y cuando finalmente despertó la castaña se encargó de darle una dura reprimenda

- ¡no puedo creer lo insensata que fuiste! - espeto con enojo- una cosa es dar lo máximo y otra muy diferente el matarte de fatiga

-Mia tiene razón- concordó el pelirrojo- no puedes excederte de esa forma...

-¡¡El burro hablando de orejas!!- Dominick dio un salto en su lugar del susto al ver la fúrica mirada tormenta de su amiga sobre el- ¡¿crees que las ojeras debajo de tus ojos son de fabrica?!, tú tampoco te estas cuidando soquete- detrás de ella se escuchó el inútil intento de Mack de ocultar una risa- ¡¡¡NO ES GRACIOSO!!!- por primera vez desde que se transformó Mackensey se sintió intimidada- escúchenme bien par de inútiles, que no pienso volver a repetirlo- ambos chicos se enderezaron en su asiento- o empiezan a cuidar su salud, o me encargare personalmente de que tengan una muy prolongada y justificada estadía en el hospital- un escalofrió recorrido las espaldas de ambos licántropos

-Mia- hablo la chica en tono condescendiente- no exa...

-si te atreves a decir que exagero te goleare- espeto con furia- Mackensey, te desmayaste. ¿Como carajo piensas aprender cuando ni tu cuerpo ni tu mente están al cien? - y con eso cerro la boca de su amiga- miren..- suspiro con frustración mientras se sujetaba el puente de la nariz- no pueden seguir así, la transformación nos da ciertas ventajas. Entre ella el poder regenerarnos mucho más rápido que cualquier humano, y ahora mismo es ese poder el que evita que ambos queden gravemente lastimados por su insensatez- por un segundo sus ojos se aguaron preocupando a sus amigos- en verdad me preocupo por ustedes. No soportaria que algo les pasase

Fue entonces que, mientras ambos lobos abrazaban a su amiga, se prometieron no dejarse llevar de aquella forma por sus anhelos. Porque sin saberlo, se estaban lastimando a ellos mismos y a su querida amiga

Si pudiera te golpearía- le dijo Brandon en tono gruñón

Entonces el tiempo paso.

Los meses pasaron y el día había llegado

El cumpleaños 17 de Mia Vidal

- y, dime, ¿qué aras cuando se entere? - dijo la alpha cruzándose de brazos

Mackensey y Dominick se encontraban a la espera de la cumpleañera, en estacionamiento de la escuela, listos para ir a la manada de Oro y presenciar la transformación de su amiga

- esperar a que no me rechace- dijo nervioso- aunque- una brillante sonrisa se posó en sus labios- he estado esperando esto desde que supe que ella era mi mate, no puedo evitar sentirme muy feliz

Si señoras y señores. Los mejores amigos de Mackensey eran mates, compañeros destinados, almas gemelas, aunque en realidad Mia no lo sabía aún.

La heterocromática no pudo retener una risa al recordar cómo es que se enteró de aquel inesperado hecho hacia un año

El alpha Jackson había conseguido un permiso especial para permitirle estar en la fiesta que le harían a su amigo por su cumpleaños. Pero lamentablemente solo lo había logrado para la fiesta y no para su transformación. Aunque Dominick le había prometido que le enseñaría su forma lobuna en otra ocasión.

Apenas llegar al lugar el ambiente concurrido y ruidoso se sintió tan abrupto que pareció como si le hubiera golpeado de improvisto. Y aunque no había una exageración de personas, no eran pocas. Tal parece que Dominick era más popular en la manada de lo que alguna vez pensó.

Inevitablemente se sintió incomoda, nunca solía estar en lugares tan poblados. Casi podía sentir como le faltaba el aire. Aunque en realidad nadie le estaba prestando atención, lo cual era común para ella, solo solían prestarle atención cuando querían a alguien para desahogarse. No podía dejar de sentirse nerviosa. Pero este nerviosismo se esfumo cuando vio a su mejor amigo sentado en una de las mesas del lugar mientras bebían lo que de lejos supuso era jugo de manzana. Aunque deduciendo la ocasión, es poco probable que lo fuece.

-¡¡hola!!- exclamo alto para que escuchara por sobre el ruido de la música. Pero al ver la mueca que hizo recordó el hecho de que probablemente todavía no sabía controlar sus sentidos. Lo cual le hizo pensar por un momento de que debe sentirse muy mal con todo este bullicio- lo siento- dijo en tono normal, aunque le costó, puesto que apenas podía escucharse a sí misma, y su lógica era alzar la voz- ¿qué haces aquí tan sólito? - pregunto sentándose en la silla que se encontraba junto a él. Espero a que este le contestara algo, pero parecía perdido en sus pensamientos. Por un momento pensó que estaría ablando con "su lobo" pues era normal ver a personas de su clase viendo al infinito o incluso ablando en voz alta como si fueran locos y escucharan voces en su cabeza, lo cual no estaba más lejos de la realidad....

Ahora tienen sentido algunas cosas- divago en sus adentros

- ¿pasa algo? - comento extrañada al ver como sus cejas se alzaban y bajaban constantemente. Pero siguió sin contestar, lo cual empezaba a preocupar un poco a su amiga, pero fue entonces que se percató de cómo sus ojos estaban clavados en un punto por lo que decidido seguirlo hasta toparse con la figura bailarina de Mia. No disimulaba ni un poco su penetrante mirada, lo cual no dejaba de extrañarle pues no decía y hacia otra cosa más que observarla, normalmente se levantaría a hablar con ella. Pero no.

- e-es ella...- dijo su voz lentamente. Mackensey se giró a verlo extrañada por esas palabras las cuales apenas había logrado escuchar. Enotnces se sorprendo al ver la expresión de su cara, sus cejas estaban levantadas en una expresión de asombro, pero la sonrisa de sus labios daba a entender que se encontraba alegre. Aunque en realidad fueron sus ojos los que le hicieron darse cuenta de lo que decía. Sus ojos brillaban levemente, por un momento pensó que estaba a punto de llorar, pero no, estos brillaban realmente de un color ámbar hipnotizante. La castaña volvió a posar su mirada en Mia la cual estaba completamente absorta en su conversación con otras personas las cuales no identificaba, sin darse cuenta de la mirada del pelirrojo. Una parte del cerebro de Mack hizo clic. Abrió sus ojos como platos al atar los cabos y volvía a dirigir su mirada en el chico abriendo la boca consternada al no saber que decir- ella es mi mate...

- ¿no crees que se enoje por no haberle dicho?, sé que lo hiciste para que ella no se sintiera presionada o incómoda al no tener esos sentimientos por ti y todo eso

- es por eso mismo es que quiero que nos dejes solos por ahora- pidió en un ruego haciéndola querer protestar. Como podía decirle que dejase sola a su amiga en su primera transformación- por favor, necesito este tiempo a solas con ella - dijo haciendo un puchero

Mackensey sabía perfectamente que lo necesitaban, y aunque ella quisiese estar con ellos en ese momento... tenía que dejarlo ser. Pero si iba a pasar sin su presencia, no le quedaba de más que revelar su sorpresa antes de tiempo

Suspiro rendida para después mirarlo juguetonamente

- no será que quieres estar a solas con ella para hacer "otras" cosas- insinuó con picardía esperando que él se pusiera todo rojo o que se enojara, pero en cambio volteo hacia otro lado y puso una sonrisa boba

-la verdad... no me molestaría- dijo perdido en sus pensamientos pervertidos a lo que su amiga le dio un golpe en la cabeza- ¡hay! - se quejo

- no tengas esa clase de pensamientos sobre mi inocente amiga enfrente mío de nuevo, por favor. De todas formas- saco un papelito de su mochila, agarro la primera pluma que encontró y escribió unas indicaciones rápidas para después entregársela. Dominick la tomo extrañado- llévala a ese lugar, le encantará... es una sorpresa para ustedes dos de mi parte...- le dio la espalda y se empezó a alejar encaminándose hacia el sendero- ¡suerte tórtolos! - se despidió sin voltear a verlo.

Mack se sentí feliz por los dos, pero también se preocupaba, sabía que las cosas cambiarían mucho para los tres a partir de ahora, pero, esperaba que siguiesen siendo igual de cercanos entre los tres. Odiaría perder a sus mejores amigos, a sus hermanos.

Si, tenía miedo. Miedo que trato de menguar pensando en lo afortunados que eran ambos por encontrar a sus compañeros el mismo día de su transformación.

No es coincidencia que se conociesen desde antes- había dicho Rebeca- la diosa junto sus caminos a propósito

Ese día al llegar a su habitación...

Nada, no sabía que había hecho al llegar.

Dominick no recordaba haber estado tan nervioso jamás. Sus manos no podían estar quietas y su pulso estaba por las nubes.

En estos momentos se encontraba en la sala de la casa de Mia, quien se encontraba en su habitación, con su madre, preparando la ropa que llevaría a su transformación la cual sería dentro de unos minutos

-tranquilo- le sonrió María, la otra madre de su amiga- o si no notara que algo anda mal y la pondrás más nerviosa

Katerine y Maria eran las madres de Mia y eran una de las tantas parejas destinadas del mismo sexo que existían a lo largo del mundo. Ambas mujeres eran sumamente amables y bondadosas, siempre trataron a Dominick y a Mackensey como si de sus hijos se tratasen, agradecidas con ellos por cuidar de su pequeña

-lo intento, de verdad- se quejó con voz ahogada- pero, qué pasa si...

-no lo pienses mucho- le interrumpió con cariño- ella lo sentirá, como tú lo sentiste

Poco después de que el pelirrojo supiese que Mia, la chica que lo había apoyado, cuidado y querido como un hermano, era en realidad su mate, había entrado en un estado de alerta instantáneo. Por una semana entera se pasó detrás de ella sin separarse ni un segundo, incluso llego a ir en la madrugada hasta su casa a mirarla por la ventana mientras dormía.

Si, sumamente acosador.

Claro que las madres de la castaña se percataron de inmediato de su posesiva y un tanto enfermiza actitud y no tardaron en descubrir la verdad.

Y habían quedado extasiadas con la noticia

-muy bien- la voz de Katerine resonó por la estancia y como si tuviese un resorte, el pelirrojo se levantó de un brinco del sofá mirado con una nerviosa sonrisa a su amiga que bajaba la escalera con pequeños saltos entusiastas- ya estas lista- la mayor abrazo a su hija con fuerza- tu Ma y yo esperaremos en la casa, mientras terminamos los preparativos

- ¿seguras que no quieren venir?- pregunto Mia aun extrañada por su repentina decisión

-no te preocupes- María se aproximó a su hija y también la abrazo- Dominick estará contigo- le dirigió un guiño cómplice al chico que rio encantado

Y después de una última despedida, unas palabras de aliento y unas cuantas lágrimas. Ambos adolescentes se adentraron en el interior del bosque siendo guiados por las indicaciones de Mack.

Mia estaba sonriendo ampliamente, movía su cuerpo con gracia mientras saltaba por rocas o troncos y conversaba de cosas sin importancia con el chico

Dominick supo de inmediato que la castaña se estaba muriendo de nervios.

Inspiro aire fuertemente, tratando de aclarar sus pensamientos

Tenía que conservar la calma, ella lo necesitaba estable en ese momento. Joder que se iba a transformar finalmente. Era claro que estaría aterrada, el dolor era insoportable y requería su apoyo en esto.

Debía ser fuerte y luchar contra sus propias emociones

-wow- aquella explicación lo trajo a la realidad

Wow

La nota de Mackensey los había guiado a un hermoso claro en mitad del territorio, no había un solo árbol en la extensión, pero estaba repleto de hermosas flores de diferentes colores

- ¿cómo demonios descubrió esto? - susurro Dominick con asombro

Pero no obtuvo respuesta

Mia había clavado su mirada en el piso, con rostro un tanto pálido y ojos atormentados, sin mencionar que su cuerpo temblaba levemente

Sin duda estaba asustada

-Mia- le llamo con voz suave

El muchacho poso tus manos en los hombros de su amiga y levanto su rostro por el mentón y clavo sus ojos en los de ella. Una vez mas no hizo falta decir palabra para saber lo que ambos querían transmitirse

Ella estaba aterrada.

Él no se iría a ningún lado. Estaría junto a ella todo el tiempo

Sintiendo un nudo en su garganta, la castaña se lanzó a los brazos de su amigo, tirando la mochila con ropa en el proceso, quien la estrujo fuertemente calmando todo temblor del cuerpo de la chica y alejando todos sus temores

Permanecieron en esa posición durante varios minutos, ella sin querer dejar aquellos brazos que la protegían tan fervientemente y el sin querer dejar ir aquella cálida sensación en su corazón

4:16 pm

La barrera que retenía a su loba se rompió

Fueron los minutos más tortuosos que Dominick había sufrido desde aquella noche donde su familia fue acecinada. Escuchar los gritos de agonía de Mia era la cosa más dolorosamente horrible, a sabiendas de que no podía hacer nada para calmar su dolor, solo pudo quedarse a su lado mientras ella se retorcía y convulsionaba en el suelo ante los bruscos intentos de su cuerpo por cambiar de forma.

Entonces finalmente termino su sufrimiento

Frente a él, hecha un bulto en el césped, yacía una hermosa loba rojiza con algunas manchas claras. El aroma a canela de Mia se había vuelto mil veces más fuerte que antes nublando sus sentidos

Su corazón golpeo fuerte en su pecho

La loba tembló fuertemente para después, con patas temblorosas, empezar a levantarse del suelo mientras jadeaba cansadamente. Meneo su cabeza con confusión para después quedarse súbitamente quieta

Lo había olido

Levanto su cabeza y clavo sus castaños ojos en sus, ahora, rojizos ojos.

Otra vez esa sensación, la misma que había experimentado cuando la había visto por primera vez después de su transformación.

Esa sensación de paz, de tranquilidad y de ansias. Sentido como su mente, su corazón y su alma se conectaba con la de SU mate, SUYA, solo de el

¿Dónde estaba? Que importaba ¿Cuánto tiempo había pasado? Al diablo con el tiempo

Solo importaba la persona que estaba frente a él.

Todo tenía sentido ahora. La gravedad, el espacio, la existencia misma. Tenía sentido para él, para ella.

Su sentido en todo era esa persona frente a sus ojos.

Ese ser hermoso y perfecto con sus manías y sus acciones. Solo el era verdadero y calido, solo el era real.

Dominick se había perdido en los nuevos ojos de la chica que ni siquiera había prestado atención al hecho de que Mia había vuelto a su forma humana y que no tenía su prenda superior. Eso no le era importante.

Entonces lagrimas gruesas se deslizaron por su angelical rostro y todas sus alarmas sonaron

-hey, ¿Qué pasa? - pregunto con angustia mientras acortaba la distancia y acariciaba sus expuestos brazos. Una descarga recorro ambos cuerpos al tacto

- ¿Por qué?- sollozo dolida

El pelirrojo sintió como un nudo se formó en su garganta. ¿ella lo estaba rechazando? ¿estaba decepcionada de que fuera él?

- ¿Por qué no me lo dijiste?- lo miro con dolor contenido- ¿no querías estar conmigo?

El muchacho sintió como su alma volvía a su cuerpo

Una tierna sonrisa se poso en sus comisuras haciendo que la respiración de Mia se cortase

-claro que no, amor- las palabras se habían deslizado de sus labios involuntariamente y carajo si se habían sentido bien- no quería presionarte, condicionarte a sentir algo por mi cuando...-se travo un segundo- cuando solo me mirabas como un amigo

-te amo- exclamo inmediatamente haciéndole estremecer- yo... te llevo amando desde hacía algunos meses que...

No aguanto.

La beso como siempre había deseado hacerlo. 

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