Lorena contra el jefe

Por MariaTheCharmix

50.3K 5.6K 667

Lorena es una oficinista del área de informática que es feliz en su trabajo, pero ella al igual que muchas de... Más

Lorena contra el jefe
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Primer reto
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Segundo reto
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Tercer reto
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Cuarto reto
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
¿Quinto reto?
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Epílogo

Capítulo 21

882 107 5
Por MariaTheCharmix


Bien, unos retoques mas y... ¡listo! Este lugar estará perfecto para mañana.

—¡Gran trabajo chicos! —le grito a las personas que me están ayudando—¡Creo que ya está!

A diferencia de la última vez, tengo ayuda. Daniel seguía sin cambiar en algunos aspectos, como en el hecho de encargarme a mí toda la organización del evento, pero en esta ocasión me puso gente que me ayudara. Bueno, eso es algo nuevo. Mi jefe a veces sigue siendo algo bipolar, pero desde aquella conversación que tuvimos nos llevamos un poco mejor.

Organizamos un espacio al aire libre en un centro recreativo con diferentes actividades para la jornada. Mi queridísima pero inoportuna amiga no había especificado nada sobre cuales serían las dichosas pruebas de confianza durante el tercer reto, pero se había asegurado de dejármelas en una lista. ¿Desde cuando se toma tantas confianzas? ¿No se supone que soy yo la que debe pensar en eso?

Es una rencorosa. ¿No entiende que puede salirle el tiro por la culata? No hay que olvidar que Santiago es su pareja. ¿Cómo va a hacer pruebas de confianza con él? ¿Quiere caerle mejor también? A no seeeer... Ay amiga mía, ¿acaso te gusta el jefe de informática? ¿Es posible? O tal vez solo está cayendo en su propia trampa.

Me sorprende todo lo que Daniel es capaz de hacer por su escritor favorito. No quiero ni pensar en todo el dinero que se le ha ido en los diferentes retos, sobre todo en la fiesta, aunque también podemos contar esto. Es increíble todo lo que hemos hecho en tan poco tiempo, y en realidad siento que nunca habíamos hecho tantas actividades juntos dentro de la empresa. Es triste en cierto modo, pero me impresiona lo mucho que hemos hecho en tan poco tiempo.

Todo esta listo para mañana. Es fin de semana así que no interferiremos con el trabajo, pero Daniel dejó en claro que todos debíamos asistir obligatoriamente. Se toma estas cosas muy a pecho. De verdad le importa mucho esto. Si lo descubriera... creo que se sentiría muy mal.

No quiero lastimarlo. Es solo que nunca predije esto: que él se encariñara conmigo y yo con él. O algo por el estilo. Lo que menos quiero es hacerle daño. Solo quiero terminar estos retos sin que lo descubra.



—¡Bienvenidos a la jornada recreativa de la empresa Astaron! Soy Eric y seré su anfitrión en esta jornada. ¿Están listoooooooooos?

—¿No es el mismo de la fiesta de disfraces? ¿El que estaba disfrazado de Disco Stu? —me pregunta Valeria en un murmullo.

—Sí, es el mismo.

—Casi no lo reconocí sin el disfraz.

De cierta forma esto parece un campo militar. Tuve que ausentarme un par de días al trabajo después de que a Valeria se le ocurriera eso del reto de confianza. ¿Se supone que con esto voy a saber si estoy enamorada de Daniel? No puedo estar enamorada, eso lo complicaría todo.

—¿Cómo es que una prueba de confianza me va a probar que estoy enamorada?

Ella solo sonríe con malicia y se cruza de brazos, como diciéndome "Lo descubrirás por ti misma".

—Recuerden, aquí nadie es superior que nadie, los cargos no importan—dice Eric—. No estamos dentro de la empresa, así que el presidente de la empresa es igual de importante que la aseadora.

Algunos hombres se ríen mientras miran a Daniel. Éste solo se encoje de hombros, algo molesto. Qué difícil es quitarle el ego a algunas personas.

—¡Primero está la carrera de obstáculos! Reúnanse con sus parejas.

Valeria echa su cabello hacia un lado y va hacia Santiago a regañadientes. No quiero buscar a Daniel, tengo el pulso hasta las orejas, pero tengo que hacerlo. Ahí está, mirándome con seriedad, pero veo una ligera sonrisita asomándose en sus labios. Creo que me voy a desmayar. ¿Está bien esto?

—Lorena, faltaste dos días al trabajo —me dice, haciéndose el tonto.

—Disculpe señor, es que mi jefe me pidió que organizara los detalles de una actividad deportiva. Es un tirano. Si lo conociera...

—¿Ah sí? —alza una ceja—Deberías presentármelo algún día.

—No creo, no se llevarían bien.

Rueda los ojos y me jala del brazo.

—Espero que tengas buena resistencia física—dice, mirando alrededor—. Si te soy honesto esto me parece raro.

Trago grueso.

—¿Raro? ¿Por qué lo dices?

—La nota de Hernández en el periódico era demasiado animada para venir de él... — Voy a matar a Valeria—. Aunque tampoco lo conozco mucho, pero me pareció curioso.

—No lo sé—Vamos Lorena, piensa en algo. ¡Piensa! —No hay que preocuparnos mucho por eso, mas bien hay que concentrarnos en ganar, ¿no crees?

—Eso no va a ser un problema. Voy al gimnasio—me dice—. ¿Qué hay de ti?

Río con nerviosismo. Pues yo no es que sea muy deportista que digamos, ¿es posible que lo haga quedar mal?

—Tengo una gran fuerza de voluntad. ¿Eso cuenta?

—¿Es una broma?

—Te vas a arrepentir de tenerme como compañera. Solo te digo eso.

—No lo creo. Si te desmayas en el camino iré y te cargaré como un saco de papas. Aunque probablemente tampoco podría, te ves algo pesada.

—¡Oye! —lo empujo. Él se ríe —. Tal vez sea yo la que tenga que cargarte a ti.

—Ni porque pudieras.

—Lo dices porque eres un machista. Espera, te lo mostraré.

Los siguientes cinco minutos me los paso tratando de levantar a Daniel del suelo, pero es imposible. Es demasiado pesado. ¿No se supone que la fuerza de voluntad lo puede todo? Él ríe y me alza de los brazos, como mostrando que él si puede cargarme.

—¿Ves? No hay comparación.

—Idiota—farfullo.

—¿Cómo dijiste?—me mira con malicia.

—Quise decir jefecito adorado.

Algunas personas se nos quedan mirando con mas atención de lo usual. Daniel se incomoda y carraspea, poniéndose recto en su sitio y tomando una distancia prudente de mí. Auch, eso duele. No, en serio me duele. ¿De verdad le importa tanto lo que otros ejecutivos piensen de él? ¿Por qué? No debería preocuparle tanto. Es por su imagen ante los demás, pero se supone que estos retos son para dejar las máscaras atrás. Si queremos cambiar y ser mejores personas, si quiero que todo mi plan tenga éxito, debemos evitar este tipo de cosas.

—Daniel.

—¿Qué? —pregunta, sin quitar la vista del frente mientras Eric da las instrucciones de la pista de obstáculos.

—El primer reto: la fiesta de disfraces.

—¿Cómo?

—Dejar las máscaras atrás y mostrarnos como lo que somos, ¿recuerdas? —le recuerdo, señalando a los ejecutivos tras nosotros.

Se muestra confundido, pero luego entrecierra la mirada en señal de comprensión. Sonríe y me mira.

—Lo siento, tienes razón.

Por dentro salto de emoción. ¡Sí, lo he conseguido! De verdad las cosas van a cambiar, las cosas van a mejorar entre todos. Esto es maravilloso.

Daniel me toma de la mano. Salto por la impresión, hasta que recuerdo que esto hace parte de la prueba. A Valeria no se le pueden ocurrir cosas mas raras porque no puede. Las parejas que son de hombres se miran con asco y acceden a darse la mano a regañadientes. Suelto una risita, hasta que siento la mano de Daniel apretando la mía. Es acogedor. Agacho la mirada y aprieto su mano con algo de vergüenza.

Al igual que el día de la fiesta, Eric parece tener fijados a Juan David y a Daniel, porque los ficha de primeros. Nos toca competir contra Juan David y Carolina, superar los obstáculos y llegar a la meta sin soltarnos de las manos. Esta clase de pruebas promueve el trabajo en equipo, ¿aunque de verdad Valeria va a tomarse de las manos con Santiago? ¿Hasta donde es capaz de llegar para demostrar su punto?

Bufo. Juan David y Carolina se comunican demasiado bien.

—¿Cómo vamos a ganarles? —murmuro.

—¿Qué?

—Míralos, se compenetran muy bien, y yo soy una bolsa de carne con patas.

—¿Y?

—Tenemos muchas cosas en contra.

Él aprieta mi mano con mas fuerza.

—¿Confías en ti misma? —me pregunta.

¿Qué?

—Yo... sí, eso creo.

—¿Y confiarías en mí?

No me lo planteo mucho.

—Sí, se ve que eres un buen hombre.

Él rueda los ojos como diciendo "No me refería a eso". Ya veo, quiere que confíe en mi misma y que confíe en él.

—¡Preparados!

No estoy lista para esto. Daniel se pone en posición mientras yo hago lo mismo, pero tengo mucho miedo. Todo el mundo nos está viendo con demasiada atención. No es como si fuera la primera vez que paso por algo así. ¿Qué me pasa?

—Lorena, sé que te estoy pidiendo mucho, pero confía en que lo lograremos—le oigo decir mientras mira hacia el frente—¿Puedes?

—¡Listos!

—¿Puedes?

Ya no hay tiempo para dudar. Está bien, que mas da, hagamos esto.

—Sí.

—¡Fuera!

Ambas parejas salimos corriendo. Daniel casi que me lleva jalado, es mas rápido que yo y está en mejor condición física. No quiero ser una carga, quiero ser mejor que esto. Agacho la cabeza e inhalo todo el aire que puedo mientras nos acercamos a los primeros obstáculos. A los hombres no les cuesta mucho cruzarlos, pero Carolina y yo no parecemos tener la misma suerte. Con mucha fuerza logro saltar los obstáculos, pero Carolina no parece tan afortunada y Juan David trata de ayudarla.

Seguimos corriendo, pasamos debajo de los tubos, rodeamos los conos, saltamos las llantas de plástico y cruzamos obstáculos. Juan David y Carolina nos siguen los talones, pero vamos ganando. Entonces veo la meta, pero el aire se me está acabando. No voy a lograrlo. No voy a...

No, tengo que hacerlo. ¡Solo un poco... más!

Suelto un grito y trato de correr todo lo que puedo sin soltar la mano de Daniel, hasta llegar al mismo ritmo de él, y juntos cruzamos la meta.

—¡Woooo! ¡Así se hace amiga! —oigo la voz de Valeria, emocionada. Otras voces de emoción también grita, incluso las de los hombres. ¿Nos están felicitando?

Estoy hecha una plasta en el suelo. Desde que conocí a Daniel mas a profundidad he hecho mas ejercicio que nunca. Abro los ojos y veo el cielo azul mientras algunas personas corren de un lado a otro. Daniel charla con alguien, hasta que se da la vuelta y me mira en el suelo. Se agacha frente a mí y sonríe.

Él es hermoso.

—Lo hicimos.                

Sonrío. Él acomoda uno de mis cabellos húmedos por el sudor y lo quita de mi cara. El corazón me da un salto. ¿Hay una mejor sensación que esta?

—Sí. Lo hicimos.

💌

...........................

¡Un capítulo larguito y bien sabrosón saliendo! Aaslkdallsdlak parece que Daniel confía mas en Lorena, ¡y ella en él!

* c desmaya *



Seguir leyendo

También te gustarán

330K 27.8K 39
Lena es la heredera de la familia Park. Desde pequeña fue enviada al extranjero para ser educada y preparada para ser la sucesora de su padre y dirig...
51.7K 3.1K 18
Por culpa de un accidente automovilístico, Lara Evans, perdió la vista; su vida no ha sido nada fácil, sin embargo, un día todo cambia cuando conoce...
42.2K 2.8K 81
Mi chica e' modelo, Gigi Hadid Yo sigo invicto, como Khabib Tengo mi vida en Argentina Tengo mi gente acá en Madrid Álvaro me dice que no pare Que, e...
276K 4.1K 7
Astrid es una chica joven de veinticuatro años de edad que trabaja de secretaria en la empresa millonaria de los McCarthy. Ella tiene una vida normal...