Intocable ➳ DO'B©

By Anna-Mahone

5.4M 336K 80.7K

Rebeca Mendes es una chica que esconde muchas cosas detrás de una sonrisa y un "estoy bien". Siempre se muest... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19 Parte 2
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23 Parte 1
Capítulo 23 Parte 2
Capítulo 23 Parte 3
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39 Parte 1
Capítulo 39 Parte 2
Capítulo 39 Parte 3
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42 Parte 1
Capítulo 42 Parte 2
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45 Parte 1
Capítulo 45 Parte 2
Capítulo 45 Parte 3
Capítulo 46
Capítulo 47 Parte 1
Capítulo 47 Parte 2
Capítulo 48
Capítulo 49 Parte 1
Capítulo 49 Parte 2
Capítulo 49 Parte 3
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 51 Parte 2
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60 Parte 1
Capítulo 60 Parte 2
Capítulo 61 Parte 1
Capítulo 61 Parte 2
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66

Capítulo 19 Parte 1

69K 4.8K 944
By Anna-Mahone

Rebeca

Entre a casa con sumo cuidado, no quería hacer ruido aunque todavía eran como las 18:30 tenía que ser lo más cautelosa posible, tal vez solo así evitaría que papá o mamá se dieran cuenta de que llegue. ¿Miedo a mamá?, bueno, tal vez un poco porque estoy segura de que Robert le conto lo que paso hoy, y aunque a veces mamá parezca no estar de acuerdo con papá, no le gusta que lo desobedezca cuando piensan lo mismo. Tal vez tengan un poco de piedad.

¿Pero que pienso? ¿Que mis padres me perdonaran porque me fui con un chico del instituto que causa mala espina?...y en frente de su nariz.

Cruce el arco que es de la sala y apenas logre subir los peldaños de las escaleras cuando mi padre salió de su habitación. Su ceño fruncido y la mala vibra que se creó entre nosotros me hizo asustarme, realmente había salido cuando yo no me lo esperaba

—Hay Dios.... —susurre para mi dando un brinquito en mi sitio. Quise girar e irme como una total torpe, tal vez que fingía ir al baño, pero mi padre me llamo.

—Rebeca Mendes.

—¿Si, Robert? —pregunte ahí, jugando con los dedos de mis manos.

Por un momento juro que pareció querer contener su enojo, y que sería más suave conmigo, pero tan pronto apareció esa pequeña chispa de esperanza, tan pronto es como se fue siendo substituida por ese par de manos elevadas al aire, comenzando con el sermón.

—¿¡Qué demonios pensabas cuando te fuiste con él?!

Correando los parpaodos, me susurre a mí misma mentalmente que no tuviera miedo. Porque para ser sinceras, era como si cualquier extraño te gritara tratando de fingir algo que no era. En este caso, la palabra papá solo era un sinónimo, más en mi vida nunca fue alguien.

—Él es mi amigo... —me corto.

—¡Amigos me importan un bledo!, ¿estas idiota? —esas palabras me dolieron, más cuando fue a tocar su sien, sentí que estaba hablando realmente con alguien que no le entendiera, un bebé por ejemplo. Aunque tengo que admitir que sí, lo estoy—¡Eres mi hija, nunca te habías portado así y ahora que te meto a esta escuela te relacionas con la persona que menos es adecuada!

—¡No entiendo! —dije antes que nada—Cuándo dices que nunca me había comportado así, ¿te refieres a los 5 años que estuviste conmigo?, ¿Cuándo no tenía uso de la razón?...y sobre todo: ¡No entiendo que tienes en contra de Dylan!

—Rebeca, él es el más inadecuado para que salga contigo...

—¡No somos novios, Robert!

—¡¿Entonces qué carajo fue eso de irte con el cuándo yo te dije que no!? —él se acercó a mi peligrosamente y retrocedí por causa del miedo que me invadió. Me tomo de la muñeca apretando con notoria fuerza, y estirando su mano, bruscamente sacando mi iPhone del bolsillo de mi pantalón.

<<¿Dónde estás mamá?>> Me pregunte internamente cuando realmente supe que la necesitaba. ¡Este señor era un extraño para mí!, y estoy segura de que esta no es la forma de "convivir" que acordó con mamá. Si ella no está aquí, significa que no sabe nada.

—¡No! —fui interrumpida, pero no por un par de palabras...

Pero si por una cachetada, una tan fuerte que fui directo al suelo recibiendo otro golpe, no de mi padre, si no por el borde de uno de los buros que cargaba retratos de nosotros y mamá. El golpe callo directamente por debajo de mi ojo, haciéndome sentir inmediatamente como el ardor y el picazón, por parte de la cachetada, llegaban a mi rostro. No quería llorar, pero cuando estuve en el suelo y toque mi ojo para ver algo de sangre, entonces fue cuando toda lagrima salió sin permiso, ni siquiera quería llorar, porque estaba enojada, enojada con Robert, conmigo y mi cuerpo: ¿Cómo era posible que por un golpe no pudiera aguantarme las ganas de llorar?, ¿Cómo era posible no verme débil ante tan odiosa persona?...alguien que no era resaltante en mi vida.

La puerta de la casa se abrió de golpe y salió ella, mamá, quien corrió hacia mí empujando a Robert con semejante odio.

—¡¿Que te ocurre con ella?! —le reclamo mi madre al ver que una marca se hacía debajo de mi ojo. Tomo mis brazos y me ayudo a levantarme.

Robert no contesto y tiro mi teléfono al suelo como si eso fuera su camino a la rabieta, lo piso un montón de veces, rompiendo la pantalla, destrozándolo literalmente, y acabo con el. Mamá me abrazo suavemente, girando mi cuerpo para que no tuviera que encarar de nuevo a mi padre, casi queriendo tapar mis oídios.

—¡Es ella que no entiende lo que le digo desde un principio!

—Escúchame, hijo de perra—le dijo mamá, haciéndome sentir, conforme el abrazo, como soltaba cada palabra entre dientes. —Ella es mi hija, y me pediste conocerla, te deje, pero te advertí que si la veía lastimada a base de tu culpa...—Robert la corto.

—¿¡Qué quieres decir!?

Él se iba a acercar a nosotras, lo supe por sus pasos, por lo que cerré los ojos otra vez. Mamá esta vez me coloco detrás suyo, convirtiéndose en mi heroína.

—¿Quieres pelea, eh, poco hombre? —escupió aquellas palabras con asco, una repugnancia que se sentía hasta en el aire—Pues así será, pero te recomiendo que guardes tus palabras para cuando estemos frente a un juez, no te acercaras a Becky jamás, porque este matrimonio definitivamente ya esta acabado.

—Ooooh, ahora resulta que nos estamos limitando cosas. Bueno, desde ahora yo no quiero que Rebeca hable con ese chico, y no hay salidas que no sean de la casa a la escuela!...Mañana hablare con ese chico a ver si le sigues gustando—después se puso cara a cara frente a mamá—Déjala, ya está grande como para no curarse un golpe.

Mamá levanto el mentón, mostrando que no estaba intimidada.

—Ella siempre será mi bebé. Y tú, largo de mi casa.

Papá se sintió ofendido, atacado y derrotado por todo lo que mamá le acaba de decir sin ningún titubeo o señal de que le tenía respeto. No, el respeto de nosotras hacia papá estaba esfumado.

Las lágrimas me salieron solas, no quería soltarlas, pero no pude contenerlas cuando vi a Robert salir de la casa con total furia y rapidez. La puerta se cerró indicando que se había marchado. Me seque el llanto cuidadosamente mientras sentía como punzaba la herida debajo de mi ojo. Di un suspiro que se volvió sollozo y entre a mi cuarto tambaleándome con ayuda de mamá. Ella me prometió que todo estaría bien, beso mi frene para dejarme ir.

Me dirigí al baño sin ni siquiera preocuparme de cerrar la puerta, e ir a la pequeña mesa de mármol que sostenía el lavabo y tomando valor, me vi en el espejo.

Dios.

Tenía un golpe debajo del ojo que parecía una U mal dibujada de color morado y unos tonitos de azul, la sangre salía desde la esquina justo donde terminaba la herida. Y mi mejilla, con una gigantesca palma marcada, roja, no se hacía descartar que un tremendo dolor de cabeza llego a mí.

Levantando mi mano suavemente, pase un dedo por la marca de la cachetada, ardió, pero lo peor fue mi ojo, que me obligo a instantáneamente quitar la mano. Dolía mucho.

Me puse mi pijama aunque todavía era temprano, no tuve ganas ni de ir al techo de la casa, lo único que la fuerza de mi cuerpo me dejo, fue permitirme caer a la cama.

No es que papá no haya sido así desde ya hace mucho tiempo, lo recuerdo cuando tenía como 5 o 3, él le gritaba a mamá y siempre lloraba. Pero nunca se había enojado como para pegarme, ni a mamá ni a mi... Aunque no lo culpo...yo también fui directo al fuego cuando no le hice caso.

Entre mis pensamientos, llegue a la conclusión de que yo y él teníamos la culpa, pero recordar a Dylan era lo que más me dolía, quería alejarme de todo por un tiempo, tal vez hacer caso a lo que papá dijo de no verlo. Y es que estaba tan confundida. Saber que el Lunes vería al morocho, era algo que me recordaba a papá, y de alguna forma, ahora no quería involucrarme o recordar algo que tuviera que ver con papá. Menos a la persona que me hizo desobedecer, no digo que él tenga la culpa, pero si no fuera por la atracción física que le tengo, todo hubiera sido diferente.

Ya no quería que Dylan me gustara, ni aunque fuera solo físicamente, aunque creo que mis sentimientos van más allá que atracción...y eso era lo que iba a hacer porque ya no quería problemas con papá: no quería enamorarme de Dylan y lo iba a hacer alejándome de él por un tiempo.

Ahora será difícil mantenerme alejada de Dylan si eso es lo que mi padre dijo. Sera difícil cuando vaya a la escuela el lunes y la única manera de no hacer contacto con él era siguiendo una orden...


Obedeciendo lo que dijo Robert.

Continue Reading

You'll Also Like

815K 97.5K 118
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
56.3K 3.7K 22
𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗛𝗼𝗹𝗹𝘆 𝗝𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗺𝗶𝗴𝗮𝘀 𝘀𝗼𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗱𝗲𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗹𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝘀...
90.1K 4.8K 35
A veces el amor no se ha de demostrar. El amor es el sentimiento más fácil de vivir, y a veces el más difícil de explicar, pero lo importante es que...
1.5K 184 1
Jeon Yoongi era un rey fuerte y justo, pero se volvía debil ante su precioso hijo, por lo que cuando le dijo que quería al moreno de sonrisa cuadrada...