— ¡Arriba hermosa, ya dormiste toda la tarde! Tenemos compras nocturnas. — Dijo Chaeyoung tirándose sobre el cuerpo de su mayor envuelta en las sábanas blancas.
No obtuvo respuesta alguna por parte de Mina, aún con sus ojos cerrados la extranjera la abrazó como si de un oso de peluche se tratara.
— No quiero~ — Habló Mina sobre el cuello de su novia dejando un beso húmedo en este, haciendo estremecer por completo a Chaeyoung.
Myoui había tenido un día un poco cansando a decir verdad, reuniones con sus superiores y mucho papeleo. Solo llegó al apartamento a tirarse directo a dormir, no sin antes darle un pequeño beso a Chaeyoung.
La coreana también estaba ocupada, faltaban dos semanas para que saliera de la universidad así que sabía que sus últimos trabajos eran los más largos.
— Minari...bebé, podrás dormir todo lo que quieras después de nuestras compras.
— ¿Qué se supone que tenemos que comprar? — Mina se levantó para así acomodarse en el respaldar de la cama.
— Cereal...ya no tenemos — Susurró Chaeyoung jugando con sus dedos, tenía un poco de miedo de mover a Mina solo por una caja de cereal.
— Chae...¿es enserio? ¿Solo por una caja de cereal?
— ¡Por favor, amor! Haré lo que quieres, lo que sea — La mayor depósito un beso en la frente de Chaeyoung, para luego levantarse y ponerse alguna prenda que cubriera su torso.
— ¿Qué esperas? Cámbiate, entre más rápido lleguemos más rápido nos vamos.
•••
Con las manos entrelazadas y el frío acompañándolas, salieron de casa. Las noches en Seúl sí que eran frías, pero con el calor mutuo que se brindaban entre sí, nada las iba a detener.
Debían tener cuidado al salir en público, pero para aquel punto de su vida y relación, ya les daba igual la opinión de los demás.
Entraron a un pequeño supermercado con la esperanza de encontrar el cereal favorito de Chaeyoung.
— ¿Solo venimos por cereal, verdad? — Chaeyoung asintió. Se despegó de Mina para así buscar su cereal mientras que su mayor buscaba algún otro dulce para llevar al trabajo mañana.
Agarró las primeras galletas que vió y fue en búsqueda de Chaeyoung. La encontró mirando fijamente la caja de su cereal, inmediatamente algo vino a la mente de Mina.
— Chaeyoung, princesa. ¿Segura que no hay cereal en casa?
— Muy segura — Aseguró Chaeyoung. Aún así esto no logró convencer a Mina, pero lo dejaría pasar por esta vez.
— Bien, entonces tómalo y vamos. — Chaeyoung negó como niña pequeña, y luego apuntó sus zapatos. Eran unos que había comprado hace poco, por lo menos solo se los había puesto dos veces.
— ¿Que sucede? ¿Tienes popo en el zapato?
— ¡No hables de popo aquí Mina! — Chilló su menor dándole golpes en su brazo haciendo reír a la nipona.
— Yah de acuerdo. ¿Qué te pasa?
— No quiero doblar la punta de mis zapatos para levantarme. ¿Podrías tú alcanzarlo por mi?
— Claro, princesa — Y estirando su brazo logró tomar la caja de cereal del estante más alto, pagaron y se fueron a casa.
•••
Mina estaba en la cocina buscando un vaso en los estantes cuando de repente algo llamó su atención.
Estaba la bolsa del cereal de Chaeyoung ahí dentro. Se dió la vuelta a ver la mesa dándose cuenta que tenían dos bolsas de cereal.
— Ella es una tonta — murmuró dejando salir una pequeña sonrisa — Pero es mi tonta — rió