Seguimos con la historia...
Narra Adrien:
Una vez salimos del aeropuerto las invité a ir por algo de tomar. Marinette no estaba muy convencida, ya que estaba algo cansada por el viaje, pero aceptó estar un rato; por el contrario, Lila aceptó de inmediato, así que nos dirigimos a un pequeño bar cerca de casa.
Debo aceptar, que a pesar de querer que todo estuviera bien, el ambiente resultó sumamente extraño. Por alguna razón sentía que la atmósfera entre ellas era bastante pesado, hablaron poco y parecían no tener muchas cosas en común, pero más que nada fue por la actitud cortante de Marinette. Jamás la había notado así y eso me preocupó.
Aunque insistí en que todo estuviera bien, las cosas no cambiaban mucho, probablemente era porque apenas se acababan de conocer, así que.. lo pasé por alto.
Al final del día nos despedimos de Lila, ella prefirió tomar un taxi para no desviar nuestro camino. Una vez subimos al auto, decidí hablar con Marinette.
Adrien: hey.. –dije suavemente para llamar su atención
Ella solo me miró.
Adrien: ¿todo bien? –pregunté mientras pasaba un mechón de cabello tras su oreja
Marinette: si.. –alargó desviando la mirada- no es nada..
Adrien: ¿segura? –insistí
Marinette: si.. –respondió mirándome con una tierna sonrisa- todo bien, solo... estoy cansada
Adrien: ok.. –dije acomodándome en mi lugar- pensé te había pasado algo..
Me puse el cinturón de seguridad y encendí el auto, con dirección a mi casa.
Marinette: ¿algo como qué? –ahora preguntó ella
Adrien: no sé.. -alargué- quizá algo del trabajo
Marinette: no.. todo está bien con mi trabajo –miró al frente
Adrien: me alegro... –sonreí- por cierto, ¿qué te pareció Lila? –pregunté
Ella levantó el rostro y "relajó" los hombros, bajándolos, al mismo tiempo que miraba al frente sin hacer ninguna expresión. Movió la quijada y frunció los labios antes de suspirar con pesadez.
Marinette: pues.. nada en especial.. –dijo indiferente
Era extraño notarla así, parecía tensa.
Adrien: ¿te cayó bien? –pregunté mirándola de reojo
Marinette: si.. –alargó aun con mayor indiferencia- es tu amiga, ¿no?
Esa última oración sonó todo lo contrario a lo que me decía con palabras. Seguía sin siquiera mirarme y eso me estaba tensando.
Adrien: ok.. –dije no muy convencido- si, es mi amiga.. –afirmé seriamente
Mantuve la vista al frente, me estaba comenzando a alterar.
Ante mi comentario ella solo me miró de reojo y no dijo ni una palabra. La escuché suspirar con resignación, se cruzó de brazos y luego volvió a mirar al frente, levantando la mira.
Marinette: llévame a casa de mis padres, por favor –dijo de pronto
Adrien: ¿qué? –dije volteándola a ver enseguida- ¿con tus padres? –repetí confundido
Marinette: si, con mis padres –volvió a repetir mirando hacia fuera por la ventana
Adrien: pero.. pensé que.. –ella me interrumpió
Marinette: cambié de opinión –dijo sin mirarme- quiero estar con ellos
No podía creerlo, ¿por qué me hacía esto? Tanto la extrañaba y deseaba estar con ella, y ahora de pronto estaba molesta y prefería ir a casa de sus padres antes que hablar conmigo.
Eso me molestaba, ¿por qué las mujeres no pueden hablar de frente de las cosas que les incomodan? ¿qué pasaba con ella?
Apreté la quijada y sostuve con fuerza el volante, ahora yo también estaba molesto.
Adrien: está bien.. –dije molesto- te llevaré con ellos
Marinette: bien..
Di la vuelta en la primer intersección y conduje hacia la casa de sus padres. Durante todo el camino ella no dijo ni una sola palabra y yo tampoco. También estaba molesto..
¡Y lo peor es que yo ni siquiera sabía el por qué!
Bueno si, si sabía, por la actitud indiferente de Marinette. Solo de la nada ella se molestó y no quiere decirme el por qué, yo también estoy en todo mi derecho de molestarme por ello, era la primera vez que pasábamos por una situación así.
Nos detuvimos en un semáforo. Miré por la ventana hacia la banqueta del otro lado de la calle. En una banca estaba una pareja platicando alegremente y demostrándose cariño sin preocupaciones. Besándose y abrazándose como si no hubiera un mañana. Como si no importara la hora ni el lugar donde se encontraban.
Inconscientemente sonreí, era como verme a mí mismo con Marinette en alguna de sus otras visitas. Suspiré dejando caer los hombros, debía tranquilizarme.
La miré de reojo, ella seguía mirando hacia afuera. Solo volví a suspirar y miré al frente, justo en ese momento la luz roja cambió y continuamos con el viaje.
Al llegar a su casa apagué el auto. Nos desabrochamos los cinturones de seguridad, mientras esperaba que ella hiciera el primer movimiento, se mantenía sería. Aunque miraba hacia la casa no hacía ningún movimiento por salir del coche. Entonces creo que yo debería hablar.
Adrien: ¿Qué es lo que te pasa, Marinette? –pregunté sereno- ¿por qué has estado tan seria en todo el camino? –insistí
Esperaba que ahora si ella me dijera aquello que la molestaba o inquietaba, no me gustaba estar así. En lugar de estar riendo y platicando, estábamos callados y amargados, no quería eso en nuestra relación.
Ella suspiró profundamente, dejó caer los hombros y bajó los brazos.
Marinette: no es nada.. –aseguró con indiferencia
De nuevo henos aquí. ¿Por qué sigue tan intransigente? ¿Por qué no me dice que es lo que le molesta?
Fruncí la boca con desagrado, ella me estaba mintiendo. La conocía lo suficiente para detectarlo, pero no podía dejar que las cosas se quedaran así. No cuando tengo tan poco tiempo para estar con ella.
Adrien: ¿segura? –insistí con sutileza- pensé que después de tanto tiempo de no vernos, estarías un poco más animada y bueno.. –pausé y la mire- has estado seria toda la tarde, ¿por qué no me dices que es lo que te molesta? –dije comprensivo
Ella se tensó un poco ante mi pregunta, creo que estaba a punto de ceder. Con algo de pesadez inclinó su frente sobre el panel y suspiró con el mismo sentimiento. Eso me preocupaba aún más, a ella realmente le pasaba algo.
Adrien: Marinette.. –la llamé, ya estaba preocupado
Echó la cabeza hacia atrás, levantando el cuerpo. Miró a través del cristal con la mirada perdida durante unos segundos. Yo solo esperaba impaciente su respuesta. Cuando estuvo lista volteó rápidamente para verme con una mirada penetrante, una que jamás había visto en ella.
Marinette: te diré que.. –pausó- me siento.. celosa..
Un rubor intenso se formó en sus mejillas antes de desviar la mirada. Al fin lo había dicho.
...
Espera, ¿qué? Dijo.. ¿celosa? ¿ella estaba celosa? ¿por eso se comportaba así? Ella estaba celosa... ¿de Lila?
Una pequeña sonrisa se formó en mis labios, era algo muy extraño que estuviera molesta por eso, pero al mismo tiempo me hacía sentir especial. Era la primera vez que ella se encelaba de alguien y su actitud, aunque al principio me sacó de mis casillas, ahora me hacía verla adorable.
No pude evitar soltar una risilla traviesa.
Marinette: ¡¿por qué te ríes?! –me reclamó molesta
Adrien: lo-lo siento.. –dije intentando dejar de reír- es solo que.. ¿de Lila? ¿en serio? –ella solo asintió
Seguía molesta, pero ese rubor en sus mejillas y el puchero en su cara, me hacían verla tan adorable; no había motivos para pensar en cosas equivocadas, pero ella estaba ahí, con las mejillas infladas y brazos cruzados, exponiendo sus inseguridades.
Verla tan vulnerable me hizo enternecer, ella era realmente encantadora y debía hacerla sentir segura, amada.
Adrien: pero ¿por qué? –pregunté con una sonrisa- ella y yo solo somos amigos –reí
Marinette: eso lo sé, pero.. –me miró con sus ojitos tiernos- me pone celosa.. –hizo otro puchero- digo.. no todo los días llegas a ver a tu novio después de varios meses de viaje y resulta que él se ha reencontrado con su mejor amiga, que no había visto en años y que.. –frunció los labios y luego me miró- parece tener un interés por él..
Me sentí extraño. ¿Lila interesada en mí? No podía ser. Debía ser un error.
Adrien: ¿qué? ¿Lila interesada en mí? –repetí y reí- no bromees, eso no puede ser
Marinette: ¿y por qué no? –se cruzó de brazos
Adrien: ella y yo solo somos amigos –sonreí seguro- y eso no cambiará
Marinette: esa no fue la impresión que me dio.. –dijo desanimada mientras bajaba la mirada
Adrien: ey.. –tomé su barbilla con una de mis manos- mírame..
Ella subió su rostro y me miró a los ojos, se miraba triste. Eso me dolió, no quería hacerla sufrir.
Adrien: eso no pasará.. –sonreí tiernamente
Marinette: ¿cómo puedes estar seguro de eso? –preguntó- mantenemos una relación a distancia y seguramente en algún momento te cansará de eso y.. –desvió la mirada
Adrien: confía en mi.. –dije sincero
Ella me miró a los ojos. No podía creer lo realmente encantadora que ella podía ser incluso en una situación así. Con mayor razón debía cuidar de ella. La amaba intensamente y no podría soportar ver su carita triste por mi culpa, mucho menos saber que su corazón se destrozara por mis errores.
Adrien: Marinette.. –la llamé- de verdad, confía en mi..
Ella frunció los labios, estaba cediendo.
Adrien: si durante todo este tiempo –dije- hemos hecho funcionar esta relación a larga distancia incluso a pesar de los comentarios de la gente malintencionada y la poca fe de nuestras propias familias.. –alargué- ¿de verdad crees que voy a dejarte ir tan fácilmente? –sonreí- no quiero perderte.. y menos por un error como ese..
Ella me miró sorprendida, se sonrojó ligeramente.
Adrien: te amo..
Sin decir más, me acerqué a ella y la besé.
Le transmití todo el amor que sentía por ella, y al mismo tiempo, le brindé toda la seguridad que ella podría necesitar. La amaba y no quería perderla.
Le di uno, dos, tres besos más para que sintiera la seguridad de estar en mis brazos. La seguridad de estar conmigo a pesar de cualquier cosa..
Marinette: también te amo.. –respondió cuando al fin nos separamos
Adrien: lo sé.. –dije mientras acariciaba su mejilla- siempre me lo has demostrado.. –sonreí- con tus encantos, tus palabras sinceras y llenas de amor.. –pausé y miré sus labios- tus sonrisa.. –ahora miré sus ojos- tu mirada.. toda tu..
Marinette: Adrien..
Se inclinó hacia mí y le di un tierno beso en la frente, era lo mejor. Ella se acomodó entre mis brazo y la abracé con fuerza, no quería dejarla ir.
Marinette: tú también me haces sentir querida.. –dijo tranquila
Adrien: es porque te quiero.. –reí divertido
Marinette: lo sé.. –dijo sonriente
Se separó de mi e inclinándose, me dio un beso en los labios.
Marinette: eres muy amable, amoroso, cariñoso.. –enumeró
Enumeró mis virtudes con una sonrisa en los labios al mismo tiempo que rodeaba mi cuello con su brazos; yo le correspondí acercándola a mí lo más que la palanca de cambios me lo permitía.
Marinette: atento.. –continuó; alargando sus palabras- pero me sorprendió que en esta ocasión no tuvieras un ramo de rosas contigo para recibirme como anteriormente lo hacías –dijo haciendo un puchero- eso fue lo primero que me hizo pensar mal..
Adrien: jejeje –reí divertido- bueno..
Ahora yo alargué las palabras, con algo de picardía en ellas.
Adrien: la verdad es que si te compré un ramo de rosas.. –dije; ella me miró confundida- pero digamos que está en casa esperando a que llegues..
Incliné la cabeza y besé con suavidad su cuello, luego, la volví a mirar a los ojos; ella, al comprender mis palabras, sonrió coquetamente.
Adrien: y no precisamente en un jarrón con agua.. –sonreí con descaro, era de las pocas veces que podía hacerlo
Marinette: tonto..
Rió por mi insinuación; solo le di un corto beso en los labios.
Adrien: aunque claro –dije- la próxima vez podría comprar dos ramos
Marinette: si, creo que eso evitaría malos entendidos.. –dijo acercándose a mi
Adrien: si..
Nos volvimos a besar.
Fue un beso pasional; no tierno, no dulce. Un beso de deseo puro, un beso que desbordaba de todas las emociones que estábamos sintiendo en ese momento. Un beso exigente de más que un simple roce de labios...
Mordí ligeramente su labio antes de separarme de ella. Soltó un pequeño gemido que me estremeció desde la cabeza hasta la punta de los pies. Me relamí los labios antes de mirarla a los ojos. Suspiré.
Adrien: entonces.. –alargué- ¿te quedarás en casa de tus padres? –pregunté, mientras pasaba saliva
Por favor, di que no.
Marinette: no.. –dijo en un suspiro- vamos a casa
Se mordió los labios y esa fue mi señal.
Le di un rápido beso en los labios antes de volver a ponerme el cinturón de seguridad y encender el auto. Necesitábamos llegar a casa.
Créditos de la imagen: a quien corresponda
Bueno, les traigo la actualización de este fic, espero les esté gustando. Cada día se torna más interesante :)
Denle amor y compartan :D
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