The Stripper [Caché]

By JaureguiAlwaysDarks

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¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que si. Pero entre pensar y v... More

Capítulo 1 - Doble Vida
Capítulo 2 - Volviendo a Miami
Capítulo 3 - La Stripper
Capítulo 4 - Nueva Presidencia
Capítulo 5 - Primer día
Capítulo 6 - Más tiempo juntas
Capítulo 7 - El baile
Capítulo 8 - El beso
Capítulo 9 - Perdiendo el control
Capítulo 10 - Le café
Capítulo 11 - Dulce Ilusión
Capítulo 12 - Confusión
Capítulo 13 - Regalo, Paseo, Conversación
Capítulo 14 - Juegos Perversos
Capítulo 15 - Llegada Inesperada
Capítulo 16 - Reencuentro
Capítulo 17 - Conociendo La Familia, Problemas
Capítulo 18 - Un Buen Día
Capítulo 19 - Un Baile
Capítulo 20 - Volviendo a la dura realidad
Capítulo 21 - La venganza
Capítulo 22 - Perdidas
Capítulo 23 - Arriesgarse
Capítulo 24 - Fuck you all the time
Capítulo 25 - Caminos cruzados
Capítulo 26 - Peleas y Reconciliación
Capítulo 27 - Nueva Alianza
Capítulo 29 - Momentos
Capítulo 30 - El descubrimiento
Capítulo 31 - Confrontación
Capítulo 32 - Torbellino de sentimientos
Capítulo 33 - Cayendo en tentación
Capítulo 34 - Negociaciones
Capítulo 35 - Cosas del Pasado
Capítulo 36 - Baile de Máscaras
Capítulo 37 - Propuesta
Capítulo 38 - Cuestión de saber
Capítulo 39 - ¿Quién dirige este juego?
Capítulo 40 - ¿Todo funcionará?
Capítulo 41 - Mentir, ¿Si o no?
Capítulo 42 - Sorpresa
Capítulo 43 - El Vuelo
Capítulo 44 - Secretos
Capítulo 45 - Irse, ¿Sí o no?
Capítulo 46 - Decisión
Capítulo 47 - El Lap Dance
Capítulo 48 - Jaque Mate
Capítulo 49 - Estrategia
Capítulo 50 - La Nueva Era
Capítulo 51 - Ajuste de Cuentas
Capítulo 52 - La Pérdida
Capítulo 53 - Nuevos Tiempos
Capítulo 54 - La Boda
Capítulo 55 - El Poder
La Familia - Epílogo 1
Dos Lados - Epílogo 2
Querida Stripper - Epílogo 3 Final
Culpable Tentación

Capítulo 28 - Un día diferente

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By JaureguiAlwaysDarks


POV Calle

Me estire lentamente sintiendo poco a poco todo mi cuerpo relajarse. Me froté los ojos evitando abrirlos debido a la luz que entraba en la habitación. Me senté en la cama, entre las sábanas suaves, vi Poché durmiendo tranquila y profundamente.

"Estaba cansada"- pensé sonriendo al imaginar por qué.

Deslicé la mano por su espalda desnuda. La morena estaba cubierta solamente por la fina de seda gris que nos cubría. Le di un pequeño beso en la piel suave, y me levanté. Fui hacia el baño para hacer mi higiene matutina.

La deje dormir un poco más. Era su día libre, nada más justo que eso. Salí de la habitación para entrar en la habitación de al lado. Vale dormía de la misma forma. ¿Era una cosa de familia dormir tan profundo? Me acerqué a la niña que estaba durmiendo, deslizando mis manos por su cabello oscuro, así como Poché. No había duda de que ambas eran hermanas. Vale era la copia de Pouch. Plasmé un beso con cariño en la frente de la niña, y me retire de la habitación.

Esa mañana me sentía diferente, solía no involucrarme profundamente con alguien en un corto período de tiempo. Pero las cosas con Poché parecían volar. Cuando menos lo esperaba, ella ya estaba en mi mente, tomando todo dentro de mí. Su manera dulce y atractiva no me deja opción, sin acción. Podría amarla y odiarla, al mismo tiempo, la quería en todos los sentidos.

Yo sabía lo que sentía, pero no era el momento de admitirlo. Me gustaría mantenerlo guardado por el momento, de decirle que no sabía cómo estar sin ella. Hoy sería el día perfecto para ella, pero sabía que había alguien entre nosotros. Alguien que también poseía tal poder sobre mí como Poché, y ese alguien no era otra que María José.

Tal vez nadie podía entender lo que sentía. Nunca nadie entendería cómo estaba partida entre las dos mujeres. María José y Poché habían convertido mi mundo al revés. Ambas me hacían sentir diferentes sensaciones, que me fascinaban. Podía sentirme en el cielo con Poché, y el infierno placentero de la lujuria con María José. Eran como las dos caras de la misma moneda. Las amaba, amaba a ambas. ¿Eso era posible? Yo no sabía, pero lo sentía, yo lo quería.

"Dios, ¿podrías haber sido bueno, y hacerlas una sola?"

Negué con la cabeza mientras tomaba los ingredientes para preparar un buen desayuno. Las dos hermanas merecen mimos por los momentos maravillosos que me estaban haciendo vivir.

¿Podría tener esto con María José?

No.

Eso era lo que ella se perdía. Poché, para mucho, la mujer perfecta: dulce, inteligente, atractiva y hermosa. Una mujer completa.

Sonrío mientras terminaba de hacer los panqueques. Preparé todo. Era muy buena en la cocina. Vertí el chocolate como cobertura, apostando a que Vale lo amaría. La hermana pequeña de Poché era una chica inteligente y educada. Para mi sorpresa lo habíamos llevado muy bien. Valentina Garzón era un amor.

Puse todo en la bandeja. Había de todo: frutas, café, zumos, tortitas y huevos revueltos.

"Sí... les iba a gustar"- Pensé, colocando una pequeña flor en la bandeja también.

Caminé lentamente a la sala de Vale, dejando su desayuno en el lado de la cama. Arreglé todo y fui a mi habitación, donde Poché estaba dormida. Abrí la puerta lentamente para no hacer ruido, pero me encontré con una hermosa vista delante de mí.

Poché estaba despertando. La morena se sentó en la cama, estirando los brazos hacia arriba, estirando todo de ella, moviendo el cuello de un lado al otro. Estaba completamente desnuda, aún cubierta por la sábana que cubría sus piernas. El sol pegaba contra su cuerpo, su largo y ligeramente despeinado cabello cayendo sobre su espalda justo como una hermosa cascada. Estaba de espaldas a mí, así que no se había dado cuenta de mi presencia. Yo podría tomarle una foto en ese momento, estaba divina. ¿Cómo una mujer podría despertar tan hermosa?

-Finalmente despiertas.- Dije sonriendo.

Poché volteo su cabeza hacia al lado con una amplia sonrisa. ¡Maldición! Ella era mi fin.

-¿Qué hora es? El sol esta maravilloso.- La mujer habló en frente de la gran ventana de vidrio.

-No sé, pero no es probable que sea tan temprano.- Dije caminando hacia ella, colocando la bandeja en la cama.

Poché volvió tirando de la sabana para cubrir sus pechos.

-Wow, eso es un buen desayuno!- Hablaba mirando a la bandeja llena.

-Dije que tenía grandes habilidades en la cocina, señorita. Garzón.- Dije robándole un pequeño beso.

-En realidad, se ve bien. Ahora la pregunta es, si el sabor es bueno.-

Entrecerré los ojos a la mujer que sonrió. Poché tomó la pequeña flor, poniéndola en la oreja cerca de su oscuro cabello. Miraba todos sus movimientos, de manera admirable. Ese momento podría ser un cliché, pero fue bueno. Poco después de arreglarse la flor que la dejó más bella esta mañana, la morena me dio una sonrisa.

-Me dejas débil por ser tan hermosa. Dios!-

-¿Si?- Ella arqueó una ceja.

-Mucho.-

Poché sonrió maliciosamente. Moviéndose con cuidado para sentarse en mí regazo. ¡Dios! ella estaba completamente desnuda.

-Si te quedas allí por mucho tiempo, no es el desayuno que voy a comer.-

Poché deslizó la lengua por los labios y sonrió.

-El sexo por la mañana es bueno para la salud, ¿verdad?- Preguntó fingiendo inocencia.

Deslice mis manos hasta sus caderas, abrazándola con fuerza.

-Eso es lo que dicen, señorita. Garzón. Podemos probar.- Dije colocando un pequeño mechón de su cabello hacia atrás.

Poché tenía una mirada misteriosa e intensa. Sus ojos castaños tan cálidos y familiares, con secretos ocultos que un día iba a descubrir. Se mordió el labio, y analice cada movimiento. La acerqué a mi rostro, sosteniendo la mirada durante unos segundos, mientras que una de mis manos reorganizaba algunos mechones de su pelo que insistían en caer cerca de su cara.

-Eres tan hermosa, Garzón.-

Me quedé mirándola a los ojos, que me miraban de la misma manera. Me sentí feliz, sentí que mi corazón latía con fuerza, sentí mi respiración cambiar lentamente. Una mezcla de sentimientos desconocidos me tomaron. ¿Me doy a entender? Vi mi futuro a su lado a través de su iris de color aceituna, la mire a mi lado.

¡Maldición! estaba perdida. Yo la quería.

-Poché...-

- ¿Sí?- La mujer le preguntó con ilusión, como si supiera lo que quería decir.

Tomé una respiración profunda, sintiendo mi corazón perdiendo el ritmo. ¿Ahora sería el momento adecuado? Cerré los ojos y los abrió de nuevo ante ella.

-Te amo.-

Su expresión fue de sorpresa al escuchar esas palabras. Poché me miraba estática. No sé si fue demasiado pronto, yo sólo sabía que lo sentía. Y que, necesitaba decirlo. La mujer tomó una respiración profunda y tomo un impulso para hablar.

-No digas nada.- Dije seria.

Llevé una mano a su cuello y tire de su cara para un beso tranquilo. Los labios suaves y perfectamente diseñados de la morena chocaron contra los míos en una delicada manera, moviéndonos lentamente, dándome la libertad completa. Envolví mis brazos alrededor de su cintura, Trayendo su cuerpo caliente cerca del mío. Sentí una respiración profunda durante el beso, y continuamos. En nuestra calma. Las cosas se volvieron intensas. Las cosas con Poché siempre progresaban rápido.

La morena llevó las manos a mi cara, prolongando un beso, que le pido a Dios no tener fin. Deslicé mis manos por su costado desnudo, de abajo hacia arriba, uniendo su cuerpo más al mío. Poché desconecto sus labios de los míos, y fue a mi cuello, el cual besó con intensidad, sacándome un gemido.

Cerré los ojos y solo sentí. Poché puso las manos encima de mi camisa, tirando de mi cuerpo, mirando fijamente a mis ojos sin parar.

Antes de seguir, nos amábamos con nuestros ojos. La mujer me miró como si fuera la primera vez. Y realmente lo era, en ese momento no era Daniela Calle, sólo era Calle. Y ella, era mi Pouch.

Poché regresó a los besos en los labios, saboreando mi boca lo más que pudiera. ¡Dios! sentí mi cuerpo caliente, yo la necesitaba. Cuando tome su cintura y la acosté en la cama, oí golpecitos en la puerta.

-No...- Poché dijo cerrando los ojos.

-"Mai"- la pequeña llamo detrás de la puerta.

Sonreí derrotada, relaje mi cuerpo sobre Poché.

-¿Precisamente ahora?-

Poché se mordió el labio. Y me besó en los labios.

-Lo siento mucho.-

-Esta bien, Pouch, ve y abre la puerta.-

Poché asintió, levantándose de la cama todavía desnuda, tomando mi camiseta del suelo. Que combinaba con sus bragas. ¡Maldición! era jodidamente buena.

-¡Maldita sea, Garzón!-

-¿Qué pasó?- Dijo caminando hacia la puerta.

Hice una señal de "ok" por la forma en que estaba vestida. Haciéndola sonreír con timidez. Poché abrió la puerta estando de frente a Vale, que tenía una bandeja de desayuno en las manos. La niña sonrió, su boca estaba totalmente sucia con el chocolate de los panqueques.

-Traje algo para ti!- Hablo la niña extiendo la bandeja.

Poché rio y dejo a la pequeña entrar.

-Calle hizo para mí también, Vale!-

-Hmm! Cal! eres buena en la cocina!-

-¿Ves? Le dije a tu hermana, Vale, pero ella no me cree.-

-Necesitas probar los panqueques, Mai!- Hablo la niña animada.

Poché me miraba con una sonrisa, como si le gustara vernos. Nos subimos a la cama para terminar el desayuno en medio de risas.


POV Poché

Oía las risas altas viniendo de la cocina. Calle y Vale estaban intentando hacer pizza. Me sorprendió la forma en que las dos se habían llevado tan bien. Calle no era el tipo de mujer que le gustara los niños, pero por el contrario había amado a Vale, y nada podría ser mejor que eso. Observe como las dos estaban intentando hacer la masa. En este punto, Vale ya estaba más que cubierta por la harina.

-¡Dios! que están haciendo un desastre!- Hable entrando en la cocina.

Vale y Calle me miraron sonriendo.

-Podrías ayudarnos Pouch.- Calle dijo mientras amasaba la masa de la pizza.

Vale me miro con la cara llena de harina.

-Vale, la harina es para la pizza, no para ti.- Calle se rio.

-¡Déjame!- La niña dijo entre dientes tirándome un poco de harina.

-Ahora hay otra persona que está sucia.- Calle hablo riendo.

- Si, ¡tu!-

Los ojos de Calle cerraron ya que le había tirado harina. Ella abrió la boca con asombro.

-No debiste de haber hecho eso, Srta. Garzón.-

Me reí en voz alta cuando la vi toda sucia, cuando alguien soplo harina en mi dirección.

-Esta fue por haber ensuciado a Calle!- Vale dijo riendo.

-¿De qué lado estas?- Le pregunte a Vale que estaba riendo.

-De mi lado por supuesto!- Calle hablo jugando un poco conmigo.

-¿Eso es un complot?-

Calle y Vale se miraron, y fue cuando la guerra comenzó. Y polvo blanco se extendió por todas partes. Gastamos prácticamente todo el bote entero jugando una contra la otra. Yo solo podía oír nuestras risas altas mientras en parecíamos tres niñas tontas jugando en esa cocina.

-Para! Para! Me entro en mi ojo!- Grité.

Y Calle me miro asustada, viniendo hacia mí.

-Vamos a lavarlo!- Hablo la mujer preocupada.

Yo solté una risa divertida.

-Oh, idiota!- La mujer dijo, sonriendo.

-Te engañe- Hable mordiéndome los labios.

Calle sacudió la cabeza negativamente, mirando a nuestro alrededor. Los empleados tienen seguramente mucho trabajo para limpiar todo.

-Valentina Garzón, mira como estas!- Me quede mirando el desastre que hicimos.- Ve para el cuarto de baño, y toma un baño!

-Poché...- murmuró la chica.

-Ve, y te quiero aquí limpia y olorosa.-

La pequeña hizo un puchero y bajo del mostrador donde estaba sentada. Calle sonrió, pasándole una mano en el cabello a Vale que sonrió, retirándose de la cocina.

-Mira esto, hicimos un desastre!-

-Mis empleados van a renunciar.- Calle dijo riendo.

-Apuesto a que lo harán! Pero ¿qué pasa con la pizza?-

-Puse dos en el horno, en pocos minutos, ya deben de estar listas.-

-Por lo menos tienen que estar deliciosas, Calle.- Hable con arrogancia.

Calle sonrió maliciosamente, y se acercó a mí, me inclina lentamente sobre la encimera de la cocina, presionando su cuerpo sobre el mío.

-Todo lo que hago es delicioso, Srta. Garzón.-

¡Maldita provocadora!

-Siempre tan humilde, ¿no es así?-

-Se sincera es verdad, ¿o estoy mintiendo?- Calle pregunto mirando mi boca.

-Yo no sé, Calle...-

-Sabes, por supuesto. Yo puedo hacer que te acuerdes si lo deseas.-

Se puede ver mi nivel de dependencia que tengo hacia esa mujer, incluso cuando esta toda sucia de harina, ¿Qué tipo de hechizo tenía? La mire a los ojos brillantes y maliciosos, Calle se mordió el labio, para todavía es atractiva. después deslizar su lengua lentamente sobre ellos.

-Estoy muy ansiosa como la mierda.- Habló directamente.

Sentí que mi cuerpo murió mil veces en ese instante.

-No hables así Calle, mi dios.-

-¿Por qué?- Calle habló besando lentamente la curva de mi cuello.

Cerré los ojos y me quede sin aliento cuando sentí su lengua en mi piel.

-¿No te gusta cuando hablo de esta manera? Cuando digo que quiero follarte a no aguantar más?-

Me mordí los labios, sintiendo todo mi cuerpo caliente por sus palabras sucias y osadas.

-Te odio, Daniela.-

Ella sonrió, y poco a poco dejo caer sus manos a mi culo aparentándolo con intensidad. Y sin quitar los ojos de mí, ella adentro sus manos por debajo de mi vestido.

-Permanece en silencio, ¿De acuerdo?-

Solo asentí con entusiasmo. Calle se acercó a mis labios, besándolos con ganas. Chupando mi lengua de manera audaz y agradable. A medida que sus manos se levantaron hacia mis pechos, los cuales apretó con ambas manos. Ella tenía una forma tan jodidamente buena en tocarme, sus manos eran delicadas, pero tenían toques brutos y deliciosos. Maldita sea, me sentía caliente y húmeda con la situación.

-Vale nos puede ver, Calle...- Jadee de mala gana.

-Shhh.... ella no va a ver nada.- Ella susurró provocativamente.

Calle se inclinó hacia adelante, bajando hacia mis senos. Los cuales beso lentamente con la fina tela del vestido. El hecho de que yo estaba sin sujetador hizo que sintiera su lengua aun indirectamente sobre mi piel.

-Dios! No hagas eso...-

Calle sonrió diabólicamente, y con una de sus manos bajo los tirantes de mi vestido, dejando mis senos totalmente expuestos.

-Me gustan mucho, ¿sabes? Tienen la medida correcta, y son besables. ¡Por Dios!- Ella habló mientras miraba casa detalle de mi seno desnudo.-

-Usted ama torturarme, no es así?

-Yo amo darle placer, Srta. Garzón.-

La mujer hablo antes de envolver uno de mis pezones con su lengua caliente y húmeda. Me mordí el labio para no gemir y llamar la atención de Vale que estaba en el baño. Una tarea muy difícil, lo admito, Calle chupo mi pezón con ganas, moviendo su lengua de un lado a otro con tanta rapidez que me gustaría tenerla entre en mis piernas. Lleve una de mis manos a su cabello ondulado, obligándola a continuar allí, tomando más de mí. Y ella no se detuvo, mordió, chupo hasta dejarlos totalmente sensibles. Yo podría gozar solo con aquello, pero yo quería más. Calle se arrodillo frente a mí y sonrió. Dios, yo amaba aquella sonrisa arrogante. Se inclinó levantando la tela de mi vestido, quedando frente a frente con la pequeña ropa interior que llevaba.

-Podría evitar usarlas. Siempre serán quitadas por mí en la primera oportunidad, Poché. A pesar de ser muy bien escogidas, lo reconozco.-

Calle se aproximó, y aspiro mi piel. Tocando con la punta de los dedos donde más ansiaba.

-Me encanta la forma en la que te mojas para mí así...-

La mujer hablo llevando su mano en la tela delgada, tomándolo de mi cuerpo. Y cuando estaban lista para sentir sus toques, oímos un grito alto de Vale.

-¡Oh Dios mío! Vale!-

Rápidamente me puse el vestido y mire para Calle que se levantó asustada. Corrimos en dirección al cuarto de baño, notando que el pasillo estaba repleto de agua.

-Valentina!- Grite.

-Poché, ayúdame!- La niña grito desde la otra puerta.

Calle se apresuró y abrió rápidamente la puerta, dejándonos con la boca abierta.

El enorme cuarto de baño estaba totalmente lleno de espuma.

-Oh, Dios mío, ¿dónde estás Vale?!- Hablé en medio de la espuma.

-Estoy aquí, Poché!- La niña hablo levantando el brazo.

Apenas me di cuenta de su presencia, el nivel de espuma era alto, tomando casi todo el cuarto de baño. Calle entró en el baño corriendo en dirección de la bañera donde Vale estaba, fue apagando los botones que estaban allí. El agua dejó de caer, y la misma espuma dejo de brotar.

La niña se levantó con una sonrisa pálida, mirando a Calle y a mí.

Valentina Garzón, estas serios problemas. ¡Ve esto!- Exclamé mirando a mí alrededor.

La habitación estaba totalmente llena.

-Poché, lo siento! Presioné unos botones y empezó todo. Cuando vi, ya estaba así!-

Calle soltó una carcajada. Haciendo que la mirara confundida.

-Confieso que siempre he querido hacer esto!- La mujer dijo, sonriendo, entrando es la bañera junto a Vale.

-¡No no! Esto está mal, sal de ahí!-

-Pouch, aprovecha!- Calle dio una palmada con las manos en el agua, haciendo que me salpique.

Yo no lo podía creer. ¿Qué edad tenía esta mujer? Calle le tiró un poco de agua a Vale, que Vale devolvió dando inicio a una guerra. Dios, yo estaba molesta.

-¡Paren las dos ya!-

Calle y Vale se miraron entre sí para luego mirarme a mí. Y cuando menos lo esperaba, un fuerte chorro de agua salió en mi dirección, haciendo a las dos reír como un par tontas.

-Daniela Calle me las vas a pagar.- Hablé mirando a la mujer que me miraba con una cara de bastarda.

Caminé hacia la mujer que me tiró fuertemente en el baño con ella y Vale.

-Ssh! quieta Garzón!-

-¡Suéltame!-

Valentina se rio y saltó delante de nosotros. Hasta que me calme y me senté entre las piernas de Calle que me envolvió por la espalda con sus brazos.

-Dolió, señorita. Cerdito?- Calle habló mirándome con una sonrisa.

-¿Qué? Yo amo tomar baños, ¿ok? Simplemente no estoy de acuerdo con el destrozo que están haciendo en toda la casa.

-Mentira, a Poché no le gustaba bañarse!-

Calle se rio en voz alta.

-Mentira, Vale!-

-Fue mamá quien dijo.-

-Tu madre no sabe nada de mi vida.-

-Muy bien, chicas, no discutan.- Dijo Calle.

Vale se sentó frente a nosotras, mirándonos con una sonrisa curiosa.

-¿Ustedes son novias?-

Abrí los ojos ante la pregunta tan indiscreta.

-¿Es eso lo que crees que somos?- Calle preguntó calladamente.

-Bueno, parecen serlo.-

-¿Por qué?-

-Te vi besarse en la boca en el parque ayer... y ustedes se miran diferente.-

Calle entrecerró los ojos, y yo apenas sonreí.

-Explícame mejor.-

-Poché te mira con cara tonta enamorada.-

-Dios, eres la peor hermana en el mundo. ¿De qué lado estás?- Hablé jugando con el agua.

Calle sonrió y besó mi hombro con cariño.

-Déjala hablar, Poché!-

-Dices eso, porque no es tu hermana!- Calle sonrió, y luego me levante.

-Vamos todas salgan ya de ahí. Y tu Vale, ve al baño de la habitación en la que estoy, y por favor no arruines.-

La niña salió corriendo del baño cubierta de espuma, riéndose. Negué con la cabeza negativamente, al sentir las manos de Calle tirándome hacia ella.

-¿Quieres ducharte conmigo, Garzón?-

Sonreí cínicamente.

-No estaría mal, ¿verdad?-

Vi a la mujer que morder sus labios en provocación.

-Deja de provocarme, Calle, deja eso para más tarde, ¿de acuerdo? Prometo que te lo recompensaré muy bien.-

-Voy a esperar por eso.-

[...]

Después de la animada cena que tuvimos, Vale cayó pronto dormida. La chica estaba cansada debido al día completo que pasamos entre chistes y risas. Cubrí a la misma con el edredón grueso de su cama, dándole un beso en la frente con cariño. Calle ese momento estaba en su oficina privada, me dijo que tenía que comprobar algunos correos electrónicos importantes, y yo me limite a asentir.


POV Lina

-¿Qué te hizo cambiar de opinión, Lina?- Matu preguntó mientras bebía su copa.

-Los hechos, tienes toda la razón. Calle no dejaría a María José quedarse.-

-Te lo dije, conozco a esa mujer como la palma de mi mano.-

El acuerdo con Matu, había sido cerrado. Contra los hechos no había argumentos. Calle estaba girando la vida de María José, yo la perdería. Pero yo no era el tipo de mujer que aceptaba perder. María José Guzmán era una piedra preciosa de Imperium, y sin ella, mi negocio se iría por el desagüe. Los clientes más poderosos siempre la buscaban, yo no podía dejarla ir.

-¿Cuál sería su plan?-

-Bueno, como te dije el otro día, quiero que la secretarilla sepa que Calle está involucrada con una stripper.-

-¿Y cómo lo hacemos?-

-Vamos a traerla aquí, y que la coja en el acto.-

-¿Quién asegura que Calle vendrá?-

-María José. Si ella es realmente todo lo que dicen, ni Poché la hará quedarse.-

-¿Quién es la pobre chica?- Pregunté riendo.

-Una muerta de hambre, no tiene donde caerse muerta.

-Bueno, al lado de Calle seguramente tendrá, ¿verdad?-

Matu puso los ojos tirando un pequeño papel de su bolso.

-Esta es Poché Garzón, la mujer, con la cual Calle se está involucrando.-

Miré la foto maltratada, analizando la mujer que estaba en ella. No sé si era una ilusión óptica, pero yo conocía aquella mujer.

No podía creer que esta situación. María José Garzón era demasiado inteligente. Había capturado a Calle desde todos los ángulos posibles, sería una pena si ella misma se descubriera, ¿no es así? Su pequeño juego de Stripper llegaría a su fin. ¿Y quién se beneficiaría de todo esto?

-Creo que hay algo en esta historia que no se sabes, Matu.-


POV Poché

Bajé las escaleras oyendo la música de ambiente procedente de la sala. Me acerque a Calle que veía la fuerte tormenta que había afuera. El clima era agradable gracias a la enorme y lujosa chimenea que estaba allí. Me acerqué a la mujer que ahí estaba no se había dado cuenta de mi presencia, ella estaba tan hermosa esa noche. Calle llevaba pantalones vaqueros y un chándal Valesticado.

-El cielo se está cayendo fuera.-

Se volvió hacia mí y sonrió.

-Con todo bien aquí, no me importa.- Ella sonrió, y me entregó una copa de vino.- Sé que te gusta de este.-

-Gracias.-

-Vale tardo en dormir, ¿no es así?-

-Tuve que hacer la cepillarse los dientes y cambiarse de ropa.-

-Creo que es hermoso la forma que cuidadas de tu hermana, Pouch.-

-Trato de hacer lo mejor, ¿sabes? Vale es la única cosa buena en mi vida.-

-¿La única?- Calle preguntó con una ceja arqueada.

Me sonrojé, sonriendo.

-En realidad, es una de las cosas buenas de mi vida.-

-Menos mal, me sentiría excluida si no fuera así.-

-¿Eso es importante para ti?-

-¿Qué, Pouch?-

-Ser algo bueno en mi vida.-

Calle se acercó, poniendo una mano en mi cintura.

-Por supuesto, quiero ser lo mejor para ti.-

Me mordí los labios, sintiendo mi corazón acelerarse con esas palabras. Calle era muy atenta y cariñosa cuando quería.

-Tú lo eres Calle.-

Sus ojos estaban en mirándome, intensamente.

-Voy a ser mucho más, señorita Garzón. ¿Aceptas bailar conmigo?-

Le sonreí a la mujer.

-¿Esto es serio? Ahora es usted quien me invita a bailar?-

Sí, es mejor!? Yo no lo hago siempre.-

Negué con la cabeza, sonriendo, y se me acercó. Calle dejó los vasos en la mesa, tirando de mi cuerpo junto al suyo. Tome una de sus manos acercándola a mí, comenzando un baile lento con el sonido que estaba sonando allí. Apoyé la cabeza en el hombro de la mujer que me guió perfectamente el sonido lento.

-Calle?- Susurré a la mujer.

-Habla, Pouch.-

-Yo quería preguntarte algo.-

-Pregunta lo que quieres.- Calle dijo girando mi cuerpo, tirando de mí contra el de ella de nuevo.

-Sobre el día de hoy... tú has dicho... Bueno...-

-¿Que dije?- Me interrumpió rápidamente.

Levante la cabeza de su hombro, y la miré.

-Tú sabes...-

Calle sonrió, acariciando mi cara.

-Dije que Te amo, Poché.-

-¿Cómo puedes estar segura?-

Calle me miró, su iris era de un café claro y totalmente amoroso. Ella tomó mi mano lentamente, poniéndola en su pecho.

-Por esto. Puedes sentir? Esto pasa sólo cuando estoy contigo.-

El latido del corazón se precipitó frenético ante mi mano que la tocó. 

-Si esto no es suficiente para ti, te puedo decir que es la única mujer que puede entrar en mi mundo sin el más mínimo esfuerzo. La única que rompe y tira mis barreras. Me ves como soy realmente. No sé cuándo empezó, sólo sé cómo me siento ahora, y que si quieres ser mía, voy a hacerte la mujer más feliz de todas, Poché Garzón.-

No sé qué decir, ni mucho menos qué pensar. Yo la quería, pero tenía miedo. El miedo al futuro que no lo había dado por hecho. Me encanta Calle, sin duda alguna.

-Te amo, Calle.-

Vi una sonrisa amplia en su cara, y entonces la mujer me atrajo hacia ella, tomando mis labios en un beso tranquilo. Nuestras lenguas comenzaron un contacto sincronizado y perfecto. Calle me estaba guiando lentamente hacia la pared más cercana.

-Esta vez será diferente, lo prometo.-

Cerré los ojos, sintiendo los labios suaves de la mujer chocando contra los míos. Mientras sus manos subían de arriba hacia abajo en mis piernas en una cálida caricia. Calle se apartó durante unos segundos y se quitó sujetador de encaje negro. Sus manos fueron rápidamente contra mi camisa, retirándola de mi cuerpo, luego la sudadera que llevaba puesta, y me da una visión completa de sus pechos turgentes apretados con un bajando la cremallera de mi falda. Mirando con delicadeza casa parte de mi cuerpo desnudo, la mujer que estaba de rodillas a mis pies, deposito húmedos besos en mis muslos, lleno hacia el abdomen hasta volver a mis labios de nuevo.

Sentí sus labios sobre la piel de mi cuello, su lengua se movía de forma rápida e intensamente, volviéndome débil y haciéndome gemir voluntariamente, mientras sus manos retiraron sus pantalones vaqueros apretados.

-Vale puede estar despierta- Susurré con el hilo de cordura que me había dejado.

-Ella no se despierta, no te preocupes.- Habló la mujer entre mis labios, guiándome hacia donde estaban las enormes sabanas el suelo junto a la chimenea.-¿Quieres ir a la habitación?- Calle preguntó con la respiración pesada.

Yo sólo negué, yo la quería allí. En el suelo de la habitación, por el fuego que ardía sin parar. Calle me colocó suavemente y comenzó a contemplarme durante unos segundos.

Déjame guardar esta imagen en mi mente.- Dijo con una sonrisa encantadora.

La tome del cuello, luego me besó en los labios con ternura para después liberarlos y avanzar hacia mi cuello, que chupó, lamió, y mordió, en una excitante e intensa manera, haciéndome jadear.

-Espero que me perdones, pero será la primera vez que hago el amor con alguien.-

Nadie podía entender lo que era escuchar esas palabras de la boca de la mujer que amaba más. Me entregue a Calle esa noche, por completo.

Sus labios ansiosos succionaron el lóbulo de mi oreja de forma caliente y audaz, haciendo que mi centro se contraiga en excitación. Deslicé mis manos en su espalda, quitando el sujetador de forma rápida y hábil. Calle no se había quedado atrás, se sentó en mis rodillas, dándome la vista completa de sus pechos. Para después viajar por mi cuerpo con besos húmedos y calientes.

Gemí al sentir su lengua contra mi piel que anhelaba por ello.

Calle bajó lentamente las tiras de mi sujetador dejándolos totalmente expuestos ante sus ojos hambrientos. Cerré los ojos y sentí su boca alrededor de uno de mis pechos sin piedad, en lentas y tormentosas lamidas, mientras que la otra mano masajeaba mi otro pecho.

-Oh, Dios, Calle...- Gemí tomando los mechones de su pelo largo.

Calle succionando con ganas, haciendo círculos con la lengua en el duro pezón sin parar un instante, dejándolos con dolor y sensibilidad. Mientras que su mano decencia hacia mi clítoris, masajeando sin parar. Me mordí el labio para evitar el gemido que insistía en salir.

-Más, por favor.-

Ella se inclinó hacia abajo de mis pechos, pasando por mi abdomen, donde le dio un mordisco, bajando más hasta donde yo ardía de placer, y con dos dedos, la mujer, puso mis bragas a un lado, probando el líquido caliente que emanaba de allí.

-Oh!- Gemí clavando las uñas en las sabanas que estaban en el suelo.

-Tienes un sabor maravilloso, Poché. Nunca me cansare de ello.-

Me incliné entre mis codos para verla, Calle parecía un felino, lamiendo lentamente mi sexo.

Pude ver sus ojos llenos de deseo y lujuria. Sentí su lengua moverse frenéticamente en mi punto de placer, presionando de la forma que yo más quería.

-Justo ahí, Calle...-

Mi cuerpo se movía sin que se lo pidiera, como si el control que tenía en mí se había ido al espacio. Traté de cerrar mis piernas y suavizar lo grande que era lo que estaba sintiendo, pero la mujer trató de mantenerlos firmemente, y continuar el trabajo agradable que estaba haciendo.

-Ah!! Haz algo más, por favor!- Gemí.

Podía oír el chupar su boca hambrienta en mi sexo. Era enloquecedor. Con la punta de la lengua Calle rodea el clítoris hinchado sin parar, y para aumentar aún más la intensidad, sentí dos de sus dedos penetrar en mí a la vez.

-Oh, oh, oh!- Gemí con cada embestida que lo hizo.

Tomé con la mano derecha su cabello, apretándolos con fuerza, haciendo que la mujer continuara. Sentía mis piernas temblar con ese toque audaz de la lengua y los dedos. No podía soportar mucho.

Calle no descansaba y, en un constante ir y venir de su lengua y sus dedos simplemente no podía soportar. Todo mi cuerpo se sacudió en una convulsión placentera. Desde la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies.

-Maldición! Call-e!-

-Vente para mí, Poché! Disfrútalo.-

Y ella no se detuvo, no tenía más fuerza. El orgasmo me llevó, era más fuerte de lo que podía imaginar. Calle chupó hasta que no quedaba nada. Mi cuerpo cambio lentamente, sintiendo sus dedos salir de dentro de mí.

Proteste ya extrañando el sentimiento de sus dedos dentro de mí, incluso con la fatiga que tenía.

-Estuviste maravillosa.- Dijo ella, sonriendo, besando mis labios con cariño.

-Te amo, Calle.- Dije, mirándola parcialmente iluminada por el fuego procedente de la chimenea junto a nosotras, con el rostro sudoroso y sus ojos satisfechos estarían en mi mente como una prueba de la noche en la que fui suya, ya que nunca había sido de nadie más.

-Te amo, Pouch.-


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Otro?

Pues voten mijitas

Nah mentiras igual lo voy a subir, pero voten ahre

Danvdzz ✌🏻

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