Rebeca
Entre al vestidor y vi a las demás chicas colocándose el equipo adecuado. Todas parecían conocerse desde años atrás, pues sin ningún problema fueron a quitarse la ropa que tenían desde que las salude, todo este era para cambiar la ropa buena por una gastada, donde si te machabas no habría problema, sin embargo yo no tenía nada que ponerme.
—Sabía que vendrías, así que traje esto—menciono Majo estirando sus manos hacia mí para entregarme un cambio de jeans y blusa de tirantes. Lo tome, pero no pude evitar mirar como su llamativo cabello violeta resaltaba junto con su traje camuflaje. Esto se me figuro a un traje de prisionero, solo que con toque de cazador.
—Muchas gracias—le agradecí. Realmente la chica había recurrido a mi rescate.
—¿Has jugado antes esto, Beca? —pregunto Ana sonriéndome cuando termino de levantar el cierre del traje.
—No en realidad...bueno, de pequeña a los 9, pero nada importante.
—No te preocupes, aquí yo te cubro la espalda a nuestros 18. — trato de aliviar mi nerviosismo la novia de Lucas cuando vio que mis dedos no dejaban de entrelazarse inquietamente. Asentí con una sonrisa sintiéndome un poco aliviada de que todas ellas los chicos fueran casi de la misma edad que Dylan y yo.
—¿Cubrir?, Brenda, tu eres la primera a quien disparan. No le prometas nada a Beca.
Ante el comentario de Ana todas reímos, y Brenda solo rodo los ojos con una sonrisa.
Para no quedarme atrás, trate de liberarme de cualquier pena y empecé a quitarme la blusa para colocarme la que Majo me presto. Lo que más me agrado es que ellas me trataban y platicaban como si ya me conocieran, sin ninguna pena. Tal vez conocer a Dylan O'Brien no sea tan malo cuando puedo hacer amigos.
—Y Beca, ¿en verdad Dylan y tú no son novios?
—Noup—conteste metiendo las manos en un par de guantes que venían junto al equipo, al igual que con las rodilleras, coderas y casco.
—¿Y no te gusta ni un poquito? — pregunto Majo.
<<¿No me gusta?...>>
Nunca me había hecho esa pregunta verdaderamente, tomándolo en serio. Dylan fue un compañero al que le fui tomando cariño y ahora lo considero un amigo como tal vez él igual a mí. Pero si contesto...yo diría que no.
—No—sonreí.
—Es raro, ambos hacen una linda combinación y se ve por cómo te mira Dylan....nunca lo había visto así desde... —Deteniéndose, Majo pareció darse cuenta de que estuvo a punto de decir algo que no era debido. No pude evitar llenarme de curiosidad.
—¿Desde qué?
No podía creer que estuviera a punto de saber por lo que Dylan paso, y tal vez la causa de su comportamiento tan cerrado. Majo viajo su vista a las chicas, como pidiendo ayuda a gritos para salir de este apuro. Entonces fue Brenda quien rio suavemente para quitar la tensión.
—Es que... —pareció querer inventar algo, pero voto por decirme la verdad—realmente no somos las personas más indicadas para decírtelo, pero estoy segura de que Dylan te lo dirá después.
Asentí comprendiendo, no haciendo más esfuerzo por que me contestara. Pero debo admitir que me desilusione.
<<Genial, otro misterio por resolver...>>
Cuando salimos de los vestidores, cada chica fue con su pareja después de tomar un rifle con balas de pintura, los cuales nos dio el chico corpulento del mostrador, quien se llamaba John. A todos nos preguntaba sobre qué color escoger, yo por ejemplo tome la pistola con tinta anaranjada. Ate mi cabello en una coleta alta y después me asegure de tener el casco en mano. Pero mi vista se elevó hacia la persona que estaba a un lado mío.
No pude evitar reírme un poco cuando divise a Dylan con el mismo traje que yo, sin embargo él pareció pensar lo mismo de mí. Su sonrisa débil lo delataba. Pues era cómico ver lo holgado que a cada quien le quedaba la "pijama".
—¿Esto es obligatorio? —se quejó Brenda levantando el dichoso casco con ventanilla en frente—Siempre lo he odiado—admitió haciéndome sonreír, no la culparía, si este casco pesa más que yo. Lucas le beso la cabeza sonriendo, como si aquella pregunta fuera lo mismo desde siempre.
—¿Por qué? —me atreví a preguntar. Si quería que me quisieran, después de todo no podía quedarme callada como una antisocial.
—De alguna forma Tyler siempre termina por darme en la cara y el casco lastima.
Todos reímos.
—Lo siento, Bren—le apodo Tyler—pero guerra es guerra.
—Bueno, ¿les parece si empezamos? —hablo Logan quien no había dicho algo desde hace rato. A pesar de eso, él parecía ser el típico amigo de los libros que le gustaba mantener todo en orden. Lo supe por cómo se colocó en medio de todos para que le prestáramos atención—Los equipos se dividen entre mujeres—una de sus manos fue hacia su lado derecho, donde todas las chicas captamos la señal de ir hacia allá. —y los chicos—señalo al otro lado. Ahora los equipos estaban formados.
—Es injusto, somos 4 chicas y 5 chicos, son más en número—dijo Ana.
—No es nuestra culpa que Tyler sea un solterón—ante el comentario de Lucas, todos fimos a reír junto con el mencionado.
Di un pequeño brinco cuando sentí un tibio aliento chocar contra mi oído, aumentando los latidos de mi corazón cuando escuche su voz.
—Amenos que quieras perder la apuesta, así es hasta entonces—susurro Dylan a mis espaldas refiriéndose a los equipos. Su tonada fue de alguna forma, algo que me ocasiono escalofrió. Le dedique una sonrisa.
—Las chicas somos mejores en todo.
—Seguro... —dijo y se fue.
En eso, el tipo que antes estaba en el mostrador, si no mal recuerdo, John, empezó a gritar un par de palabras, que no logre entender, hacia nosotros.
—Listo, es nuestro turno de jugar—anuncio Sean.
<<Nooo...trágame tierra..."las mujeres somos mejores en todo" ja ja ja imbécil>>
Pasaron 30 minutos desde que los chicos y nosotras nos alejamos del local para entrar al campo de PaintBall, con los rayos del sol golpeando nuestro rostro y espalda, haciendo que bajo del casco y el nerviosismo de que alguien me tirara una bala de pintura, bajara unas cuantas gotas de sudor. Toda la adrenalina estaba puesta en el cuerpo de cada una de las chicas a un lado mío, aunque colocándose en mi puesto, yo estaba casi tan alerta como un águila por si veía algo, atacarlo al instante. Necesitaba ganar esta apuesta que Dylan propuso y lo iba a hacer.
El lugar estaba tan silencioso que llego a ponerme los pelos de punta, no había señal de los chicos merodeando por ahí o pasos que no fueran de los de las chicas.
—Tengo miedo, chicas—susurro Brenda, no pude verla, pero sabía que estaba detrás de mí por lo cercana que era su voz. Al parecer compartíamos el mismo sentimiento. Después vino un bufido de su parte al mismo tiempo que se estiro por completo—Ya me canse de estar todo el tiempo caminando como el jorobado de norte dame.
Como si Brenda lo deseara y Dios respondiera al instante, un par de tiros resonaron haciendo que las 3 chicas restantes en el juego nos tiráramos al suelo o detrás de rocas y costales. No pude evitar sonreír por el grito victorioso que soltó Sean a lo lejos cuando le atino al chaleco de la chica ojos miel
—¡Pudrete! —le deseo la chica después de quejarse por los dos disparos en el pecho.
—¡Ciudate, Bren! —grito Sean de vuelta mientras su risa resonaba. No estaban tan alejados como yo creía.
—Me voy, amigas—nos dijo Brenda—Vengadme—las tres soltamos una pequeña risa por su raro asentó.
Ahora Analice, Majo y yo habíamos decidido separarnos en dos y que la tercera fuera a una de las casitas para la que portaba pistola tipo francotirador y así ella nos cuidaba las espaldas por si algo salía mal. Finalizamos la aceptación del plan con un choque de puños.
—¡Tu novia va a morir, Dylan! —grito Tyler sacándome una sonrisa por su subestimación hacia mí. Pero de lo que no se dio cuenta es que yo estaba detrás de él junto a Majo.
Fue entonces que, al estar desprevenido y sin alguien, tome la oportunidad de ponerme de pie cuidadosamente. Apunte con el rifle.
Uno, dos, tres disparos.
Me volví a agachar casi chocando con Majo por si alguien me disparaba también. Ambas nos quedamos calladas esperando escuchar alguna señal, sobre nuestras respiraciones entrecortadas, de parte de Tyler que nos dijera que estaba fuera del juego.
—¡No puede ser!
Majo y yo chocamos puño cuando escuchamos ese grito.
—¿¡Que decías, Tyler?! —bromee, escuchando como aventaba el arma al suelo, y me volví a reír.
—¡No puedo creer que fuiste el primer chico en ser eliminado, Tyler! —la burla de Ana se escuchó desde lejos.
—¡Perdedor! —acompaño Majo.
—Cállense—dijo Tyler mientras salía del "campo minado" haciendo un gesto desdeñoso con la mano.
—Tenemos que avanzar o nos tiraran—susurro Majo cuando escucho pasos detrás de nosotras. Asentí y corrimos hacia una pared donde teníamos que brincar un pequeño charco, yo llegue y me pegue a la pared con respiración agitada.
<<Es mucha presión...>>
Uno, dos disparos.
Me cheque a mí misma y entonces vi que no tenía nada. Solté un aliento que ni siquiera me di cuenta que contenía.
Espera... ¿¡Majo?!.
—¡Carajo! —Grito la chica enderezándose—Suerte—deseo guiñándome un ojo. Asentí sintiendo cada vez más nerviosismo. Solo quedábamos Ana y yo.
—¡Oh, vamos! —Escuche como gritaba Brenda desde las bancas cuando veía que nuestro equipo estaba perdiendo—¡Te odio, Hendrix!, ¡deja a mis amigas!
—¡Sabes que te quiero!—contesto Lucas.
—Adiós, Lucrecio, despídete de Brenda que es mía ahora—hablo Majo empezando a jugar entre ellos ocasionando barias risas, en esas incluyendo la mía.
—¡Yo te vengo, Majo! —le grite, al instante sintiéndome apenada por semejante cosa que había dicho, no sabía si eso se consideraba bueno por el poco tiempo que nos conocemos, tal vez estaba haciendo el ridículo para ellas. Pero el "Mátalos" de su parte me hizo dejar las dudas.
Suspire ahora concentrando todos mis sentidos en el campo, y mire a mi derecha, nada, mire a mi izquierda...¡Carajo!
Uno, dos, tres disparos.
Corriendo a toda velocidad trate de liberarme de cuarto disparos. E inmediatamente cuando llegue a un costal para cubrirme, me tire al suelo, sintiendo como todo mi peso lastimaba mi trasero. Estoy segura que al final de esto, terminare con moretones ahí.
Me mire por completo. No me atino, pero eso me dio a entender que me tenía sin piedad.
—¡No voy a perder si eso es lo que piensas, O'Brien!
No obtuve respuesta pero eso no quito toda la diversión que estaba viviendo, reí en mi lugar.
<<Tonto...>>
Ahora quedamos, Ana y yo. Logan, Lucas y Dylan. Eso sigue siendo injusto. Suspire y camine tipo al juego Call of Duty junto a unos troncos. Por ahí fui a levantarme un poco y asomar mis verdes ojos. Observe que donde se encontraba la casita de Sniper estaba ocupada y no por Analice, porque a ella también la divise escondiéndose cuando observo que estaba ocupada la casa.
—...Te tengo... —susurre cuando vi a Lucas apenas acomodándose con su pistola de larga distancia. No estaba tan lejos, sabía que podía atinarle. Así que levante mi rifle para apuntar hacia él. Respirar hondo y casi giñar un ojo para concentrarme.
Uno, dos disparos justo en el casco. Headshot.
—¡Listo, Majo, Beca te vengo! —grito Ana mientras se paraba y festejaba por mi tiro.
—¡Agáchate! —solté yo haciendo señas hacia el suelo, pero justo divise a Logan, tuve que agacharme de nuevo.
Uno, dos, tres.
—¡No puede ser! —Ahora el chaleco y el casco de Analice tenían manchas color azul.
—¡Guerra es Guerra, Cariño! —le dijo desde quien sabe dónde Logan.
Ana negó con la cabeza pareciendo enojada, pero después sonrió, se fue a sentar con Brenda, Majo y Tyler.
Di un suspiro de nerviosismo al darme cuenta de que solo yo quedaba contra dos chicos. Estuve a punto de cambiarme a una roca cuando de nuevo se escucharon disparos hacia mí. Sin embargo estos chocaron contra un árbol.
Fue como instinto, pero dispare no sé cuántas veces a mi izquierda, por lo nerviosa y sobre todo, controlándome para llegar a un sitio seguro. Si pierdo no me dirá lo que quiero.
Para mi sorpresa, logre llegar, pero la persona que estaba a mi lado era Logan. Me hizo maldecir internamente, pero yo fui quien alcanzo y cargo primero su arma. Un disparo en el pecho y nuestras sonrisas se hicieron al mismo tiempo.
—Un disparo justo, niña—hablo en voz baja para después acariciar mi cabeza amistosamente, y camino a mi costado para irse.
—Gracias—susurre demasiado bajo, tanto que no lo culparía si no escucha ni un comino, y lo hice porque no sé dónde estuviese Dylan para embestirme.
<<Ahora solo somos O'Brien y yo>>
Apenas me puse de pie para correr hacia otro lugar con el casco rebotando en mi cráneo, pude escuchar como disparaban. Sin embargo alcance a barrerme en el suelo, sentarme y acomodar mi pistola a mi lado, después mire hacia la izquierda, nada, derecha y solo vi la figura de Dylan esconderse detrás mío. Pase grueso.
—¿Estás seguro de que voy a perder? —le pregunte apretando mis labios juntos sintiendo contra ellos mi propio sudor cuando los lamí para humedecerlos.
—Seguro—respondió casi con la misma respiración que yo.
Ambos guardaos silencio, sin hacer nada, dándonos un merecido tiempo para tomar aire.
—¿Por qué no hacemos que esto acabe, eh? —Sus palabras hicieron arquear mis cejas.
—¿A qué te refieres?
—Ahora esto solo dependerá de que tan rápido somos cada uno—se explico.
—¿Reflejos?
—Exacto. Nos ponemos de pie y veremos quién es más rápido.
—Okay, si, esto me gusta —suspire temblorosamente, cerrando los ojos para concentrarme—Hagamos esto.
—Entonces...arriba, a la una.
—¡Espera!, ¿es a la cuenta de tres?, entonces cuenta "Uno", no "a la una" —pregunte horrorizada, como si una araña se me hubiera puesto en frente. No pude ver a Dylan, pero por el pequeño aire que soltó, supe que sonrió.
—Es lo mismo, Rebeca. Uno, Dos...
Mire mi arma.
<<Confió en ti y en mí>>
—¡Tres!
No...Puede...ser.