La chica del violín (Temporad...

By mayasorita

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Hola, soy Adrien Agreste, un joven estudiante en una de las mejores universidades de París. No por ser preten... More

Cap 1: Ojos azul celeste
Cap 2: Ella sonrió
Cap 3: ¡¿QUÉ?!
Cap 4: Eres increíble..
Cap 5: Ella me gusta
Cap 6: Pero...
Cap 7, final: Un sueño
T2 Cap 1: ¿Y por qué no?
T2. Cap 3: Rosas
T2. Cap 4: Yo te quiero...
T2. Cap 5: No así..
T2. Cap 6, final: Perdón..

T2. Cap 2: Puras maravillas..

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By mayasorita

Seguimos con la historia...


Narra Adrien:

Llegó mi hora de salida y como Lila prometió, pasó por mi.

Nos dirigimos a una cafetería cercana a mi lugar de trabajo. Una de esas cafeterías con ambiente agradable y decoración contemporánea.

Desde el momento en que nos vimos, comenzamos a platicar. Bueno, en realidad, ella comenzó a hablar. Me contó sobre su vida una vez salió del país y todo lo que había pasado hasta el momento en que decidió regresar.

Yo solo la escuchaba, se miraba tan animada contándome sus vivencias, que me fue difícil interrumpirla, era agradable verla así.

Cuando al fin me dio la oportunidad de hablar, le conté sobre mis logros en la universidad, en el trabajo, era lo más sobresaliente hasta el momento en mi vida.

Adrien: y bueno –dije mientras giraba mi taza de café- apenas hace unos meses que entré a trabajar a esa empresa, y no me puedo quejar, me va muy bien

Lila: ya veo.. –sonrió a lo bajo- tu vida ha sido bastante tranquila –dijo antes de tomar un sorbo de café

Adrien: bueno, si.. –sonreí- si la comparas con la tuya, claro que si –tomé un trago

Lila: no es para tanto –rió

Adrien: ¡te la pasabas viajando por el mundo! –estiré los brazos- es una vida bastante diferente a la mía –reí

Lila: es verdad.. –dijo frunciendo los labios- creo que mi vida ha sido buena –rio y me guiño un ojo

Adrien: ah.. si.. –desvié la mirada, me había apenado por su acción

Lila: ya quisiera yo tener la misma suerte que tu –dijo

Adrien: no ha sido solo suerte –dije- me he esforzado mucho y me gusta lo que hago

Lila: es verdad –dijo- mi error

Adrien: y bueno, ¿tu qué harás? –ahora pregunté yo- has regresado a Francia, pero, ¿a qué? –sorbí mi café

Lila: entraré a la carrera de actuación –dijo con una sonrisa de medio lado- sabes que siempre he sida buena para el drama

Adrien: como olvidarlo –sonreí

De niños, ella siempre mentía o "actuaba", como ella le decía, y gracias a esto, siempre obtenía lo que quería.

Lila: lo sé –dijo mientras pasaba un mechón de cabello tras su oreja- solo espero que al salir pueda encontrar una buena casa productora donde trabajar, así como tú –sonrió

Adrien: será un reto –reí

Lila: si.. –dijo- pero será interesante –me miró- no cualquiera puede trabajar para empresas multinacionales, se necesita talento, como el que tú tienes

Adrien: ah.. gracias.. –dije nuevamente apenado- me he esforzado bastante

Lila: ya lo creo.. –tomó otro sorbo de su café- te mereces ese trabajo

Dejó la taza de café sobre la mesa. Posó sus manos sobre ésta y luego recargó su barbilla en ellas. Me miró con dulzura.

Lila: aún recuerdo al pequeño Adrien –dijo- que soñaba con componer hermosas canciones para que la gente se deleitara al escucharlas..

La miré. Estaba sorprendido de que ella aún mantuviera esos recuerdos de cuando éramos niños.

Lila: y lo has conseguido.. –sonrió ampliamente- eso me hace feliz, Adrien..

Nos quedamos en silencio. No podía creerlo, era una Lila completamente diferente a la que recordaba de niños.

Aquella niña mentirosa que siempre se la pasaba molestándome por mis sueños de grandeza, ahora decía estar feliz por los logros que había obtenido. Me dejaba perplejo.

Solo asentí.

Adrien: así es.. –desvié la mirada, estaba... apenado

Ella sonrió, sabía lo que estaba haciendo.

Lila: y bien.. –dijo mientras se erguía en la silla- hemos hablado mucho de estudio y trabajo –dijo- pero hablemos de otras cosas... -tomó otro trago a su taza

Adrien: ¿qué clase de cosas? –la miré extrañado

Lila: cosas más personales.. –bajó su taza- como por ejemplo.. tienes.. ¿tienes novia? –preguntó

Me sorprendí por su pregunta tan repentina y me sonrojé con violencia. No era una detalle que esperara revelar en la primera plática con ella después de tanto tiempo de no vernos.

Bajé la mirada y sobé mi nuca, estaba nervioso.

Adrien: ¿eh?.. ¿por qué la pregunta? –cuestioné sonrojado

Lila: bueno.. –dijo desviando la mirada- simple curiosidad y luego –posó nuevamente su vista en mi

Adrien: bueno, si.. tengo novia –respondí con una sonrisa en los labios

Lila: ah.. que mal.. –dijo entre dientes

Adrien: ¿qué dices? -pregunté, no la escuché

Lila: dije que qué genial.. –sonrió sin ganas- y.. ¿cómo se llama? ¿a qué se dedica? –preguntó

Me sonrojé y no pude evitar formar en mi rostro la sonrisa más sincera que había hecho en todo el día. Hablé.

Adrien: su nombres es Marinette Dupan-Cheng –dije mirando mi taza de café- ella es una magnífica violinista, ha ganado muchos reconocimientos a lo largo de su carrera gracias a su talento y esfuerzo –jugué con mi taza; sonreí

No podía evitarlo; pensar en ella me hacía sumamente feliz y no podía dejar de sonreír al mencionarla.

Adrien: actualmente es miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional del país y se encuentran dando una gira mundial –continué- ah.. en estos momentos se encuentran en Canadá, pero.. –la miré- afortunadamente vendrá pronto –sonreí aún más- Justo esta mañana, antes de tu llegada –seguí- me llamó y dijo que vendría en una semana, estoy ansioso por verla..

Lila: ah.. ya veo.. –dijo no muy convencida- se ve que.. "te trae de un ala" –volvió a sonreír sin ganas

Adrien: en verdad estoy muy enamorado de ella.. –bajé la mirada- a pesar de la distancia.. soy muy feliz a su lado

Volví a mirar a mi compañera.

Ella estaba seria, quizá sorprendida por mis palabras. No es fácil mantener una relación a distancia, seguramente lo tendría presente.

Pero estaba feliz, entusiasmado, emocionado y aun anhelante de tenerla a mi lado. Le sonreí a mi compañera.

Adrien: me gustaría presentártela.. –dije

Lila: ah.. bueno.. –levantó su taza y la mantuvo cercana a su boca- ¿crees que es lo mejor? –preguntó de pronto

Adrien: ¿a qué te refieres? –cuestioné confundido

Lila: Digo.. no tengo ningún problema –dijo- pero no creo que se sienta muy cómoda

Adrien: ¿ah? –seguía confundido

Lila: digo, no creo que le guste mucho la idea de conocer a tu.. mejor amiga –soltó

Sonó extraño el modo en que lo dijo, pero no le tomé importancia

Adrien: tonterías –dije- eres eso, ¿o no? mi mejor amiga, nada más –sonreí

Lila: si.. –alargó no muy convencida

Adrien: ¿por qué habría de molestarse? –comenté con inocencia

Lila: bueno, yo solo decía.. –tomó un sobo a su café

Adrien: te agradará.. –sonreí- ella es maravillosa

Lila: si.. ya lo creo.. –frunció los labios mientras bajaba su taza- bueno.. –suspiró- pero en lo que ella llega, ¿podemos seguir saliendo? –dijo

Adrien: ahh.. claro, no hay problema –dije sin preocupación alguna

Ella sonrió de medio lado. Era lo que quería.

Lila: perfecto.. –dijo mientras se ponía de pie- entonces, vayamos a caminar por la plaza –sonrió

Adrien: bien, me agrada la idea –sonreí e igualmente me levanté

Lila: ¿sabes a donde me gustaría ir? –dijo mientras se acercaba a mi

Adrien: ¿A dónde? –pregunté

Lila: vayamos al Museo del Luvre –sonrió

Sin previo aviso, me tomó del brazo y se apegó a mi. Fue algo extraño que ella hiciera eso. Me sonrojé y llevé mi otra mano a mi nuca.

Lila: escuché que llegó una reliquia del Tibet hace unos meses –dijo- vayamos

Adrien: bi-bien.. –dije apenado

Salimos de la cafetería y nos dirigimos al museo. El resto del día seguimos con el paseo.

******************************

Pasaron los días, tan lentamente como solo a un enamorado le parecen, y a la vez, tan rápido como dos amigos lo pueden disfrutar.

Al fin llegaría. Eso me hacía feliz.

Fui al aeropuerto para recibir a Marinette, en compañía de Lila. Estaba muy ansioso por verla, ya no podía esperar.


Narradora:

La castaña acompañó a su amigo al aeropuerto.

No estaba emocionada. Para nada compartía la emoción que su amigo sentía en ese momento por ver a su amada. En sus ojos se notaba un brillo especial, uno que hacía mucho tiempo no había notado en él. Un brillo que hacia algunos años, era para ella.

Se sentía intrigada por conocer a la chica que provocaba esas sonrisas en sus labios, ese brillo en sus ojos y esos sueños de enamorado.


Narra Adrien:

El vuelo al fin llegó.

Los pasajeros comenzaron a descender. Poco a poco la sala de revisiones iba quedándose vacía.

Estaba nervioso, por más que la buscaba con la mirada, no lo encontraba.

De un momento a otro, ella salió por la puerta. Inmediatamente mis ojos se iluminaron cuales faros y corrí lo más rápido que pude para abrazarla.

Adrien: ¡¡¡Marinette!! –grité al verla; corrí hacia ella

Marinette: ¡¡¡Adrien!!! –gritó

Ella también corrió a mi encuentro, avanzando dificultosamente con su maleta para llegar mí.

Me apresuré a para llegar a ella. Antes de hacerlo, ella dejó todas sus pertenencias en el piso y se abalanzó sobre mí para abrazarnos. Un abrazo eufórico, lleno de felicidad, ternura, amor. Un abrazo posesivo, no quería dejarla ir y ella tampoco a mí.

Marinette: te he extrañado tanto, Adrien.. –dijo en mi oído con dulzura

Adrien: y yo a ti, mi amada Marinette –respondí

Nos separamos levemente y nos miramos a los ojos.

Ese brillo especial que transmitía cada vez que nos encontrábamos, me hipnotizaba. Cada vez me enamoraba más de ella.

Tomé su mentón con mis manos y la besé. Anhelaba besar sus dulces labios nuevamente y por el ahínco con el que eran correspondidos mis besos, sé que ella estaba igual de impaciente por estar conmigo. La amaba.


Narradora:

La castaña miraba dicha escena con bastante inquietud. No le agradaba. Para nada. La rabia y el dolor crecían en ella al ver a la pareja expresando tan puros sentimientos de amor.

La odiaba.

Apretó los puños y las mandíbulas con todas sus fuerzas, evitando exteriorizar aún más el coraje que sentía al verlos juntos.

Suspiró con pesadez dejando escapar la presión en su interior.

Miró a la pareja y cambió su semblante. Sonrió. Estaba decidida.

Con toda la tranquilidad del mundo, se acercó un poco a la pareja, y luego, desde una distancia prudente, lo llamó.


Narra Adrien:

Estaba en el cielo. Besarla me hacía sentir en el cielo...

Lila: Adrien.. –me llamó

Entonces reaccioné. Estábamos en el aeropuerto y no estábamos solos. Carraspeé apenado antes de separarme un poco de Marinette.

La pelinegra miró a su compañero girar y ella también lo hizo. Miró a la chica que acompañaba a su novio.

Adrien: cierto.. lo había olvidado.. –dije excusándome- Marinette –la miré y ella a mí- déjame presentarte a mi mejor amiga, Lila Rossy –ahora volteé a verla a ella- Lila, ella es Marinette Dupan-Cheng, mi novia

Lila: oh.. es un gusto conocerte.. –sonrió ampliamente

Marinette: lo mismo digo.. –dijo con una pequeña sonrisa

Lila: pero mírate –dijo mientras se acercaba a nosotros- eres muy bonita, mucho más de lo que me dijo Adrien –me miró

Adrien: jejeje, si.. –reí nervioso

Es verdad, ella es bellísima.

Marinette: ahh.. si, gracias.. –dijo casi en un susurro

Lila: Adrien me ha hablado mucho de ti en estos días –sonrió- creo que te conozco de toda la vida..

Adrien: no exageres –dije apenado

Lila: pero así es.. –me sonrió aún más- dices... puras maravillas.. –y la miró

Fue extraño, un comentario extraño. Pero lo más extraño fue ver la reacción de Marinette. Se sorprendió un poco y luego desvió la mirada, apurada.

Marinette: bueno.. –dijo al fin- no puedo decir lo mismo, pero.. al menos está claro..

Lila: si.. bastante.. –y me miró

Eso fue aún más extraño, había algo en sus miradas...

No quería que las cosas se pusieran incómodas, debía actuar

Adrien: bueno, vayamos –dije acercándome nuevamente a Marinette- llevaré tus cosas

Fui a donde estaban su maleta y su violín, para tomarlos.

Lila: si, yo puedo ayudarte con tu violín –dijo mientras lo tomaba

Marinette: no es necesario.. –dijo mientras intentaba quitárselo de las manos- es... mío

De nuevo silencio entre ellas. Ok.. esto se está tornando extraño.

Marinette: yo puedo llevarlo.. –y se lo quitó

Lila: bien.. maravilloso..

Dejó ir el violín sin decir más. Luego me giró a ver.

Lila: ¿te ayudo, Adrien-boo? –preguntó con una amplia sonrisa

Adrien: no, no es necesario –dije mientras me acercaba a ellas con la maleta

Marinette: ¿Adrien..boo? –repitió confundida

Lila: es solo un apodo.. –dijo divertida- de cuando éramos niños.. así le digo.. de cariño.. –y la miró

No dijeron nada, solo se miraron a los ojos.

Adrien: creo que debemos irnos.. –dije parándome a un lado de Marinette- se hace tarde

Marinette: si.. –dijo rompiendo el contacto con Lila- debemos irnos..

Lila: perfecto... -sonrió

Nos encaminamos a la salida del aeropuerto, era el momento de ir a casa. 


Créditos de la imagen: lati-chu



Ok, espero les haya gustado el capítulo. Nos vemos en unos días. Denle amor y compartan.


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