ADVERTENCIA: El capítulo incluye contenido restringido, solo apto para mayores de edad. Evita leerlo si no tienes la edad apropiada.
Cuando Gu Hai regresó un minuto después, los intoxicados ojos de Bai Luoyin ardían en su dirección y sobre las cosas que sostenía. De inmediato se quedó sin palabras.
Bai Luoyin realmente pensó que Gu Hai podría traer un vibrador, afrodisíacos perfumados o algo de ese tipo. En cambio, lo que trajo fueron dos conjuntos de ropa, los cuales sostenía firmemente entre sus manos. Los sacudía de un lado a otro mientras se acercaba. El asunto es, podría tener más sentido si la ropa fuera transparente o tuviera aberturas. Pero la ropa no era así. Más bien, ¡esa jodida ropa era del tipo que cubría y abrazaba fuertemente el cuerpo!
Con ojos que resplandecían como si presentaran un valioso tesoro, Gu Hai sacudió la ropa frente a Bai Luoyin.
Después de una mirada más de cerca, Bai Luoyin vio que lo que Gu Hai sostenía era en realidad un uniforme militar de los 60’s, con las mangas de algodón dobladas, exponiendo el diseño interior, y también una chaqueta roja acolchada con algodón que fue hecha en la misma época. En la superficie tenía bordadas maravillosamente, en colores brillantes, dos peonías abiertas en flor, emitían un fuerte aroma de la tierra nativa.
Ebrio como estaba, la inteligencia innata de Bai Luoyin permanecía intacta.
¡Esta vez no sería engañado fácilmente! Dándole a Gu Hai otra mirada rápida, le sujetó las dos orejas y firmemente tiró de ellas. En todo momento mantuvo una expresión que le advertía que lucharía contra esta estratagema, incluso si su vida dependía de ello.
“¿Has visto antes a alguien usar un traje militar y una chaqueta acolchada con diseño de flores como juguete sexual?”
*/¡Mierda!/* No era de extrañar que no encontró nada. El ‘juguete sexual’ en realidad estuvo frente a sus ojos todo el tiempo. Era solo que no sabía que era. En ese momento, ¡lo había confundido como la dote que había sido dejada aquí, perteneciente a la abuela del propietario!
Notando la mirada agria en la cara no impresionada de Bai Luoyin, Gu Hai apresurado salvó sus propias orejas, las frotó para aliviar el ligero dolor. Pronto explicó, “Esto es para el juego de rol.”
“¿Juego de rol?” Los ojos ansiosos de Bai Luoyin se entornaron ligeramente y se dirigieron hacia Gu Hai, cuestionándolo, “¿Qué juego del rol estamos actuando?”
“Yo...” Gu Hai se señaló a sí mismo, “¡actuaré como el jefe del pueblo!”
“Tú...” Como si lo sopesara, Gu Hai se detuvo por un momento.
Bastante curioso, Bai Luoyin esperó seriamente.
“¡Tú actuarás como la esposa de un bueno para nada!”
La mano de Bai Luoyin voló hacia él, pero antes de poder hacer algo, Gu Hai ya había protegido sus orejas de ser asaltadas por aquellos tenaces dedos.
“¿Por qué demonios tengo que actuar como una esposa de un débil cobarde?” ¿Por qué tú no actúas ese papel?
“¡Shhh! ¡No discutas conmigo!” Gu Hai severamente puso su dedo índice cerca de sus labios mientras que una expresión de secretismo se posaba en su cara, “Solo con decirte, esta chaqueta es demasiado pequeña para mí. Mis hombros son demasiado anchos para que entren, por lo tanto no puedo usarla.”
“¿Crees que soy idiota?” Bai Luoyin se mofó al tiempo que sus cejas se elevaban, “¡Toda nuestra ropa es de la misma talla!”
“Si no me crees, ¡entonces la usaré para que lo veas!”
Dicho eso, Gu Hai sujeto la chaqueta. Primero, metió de forma adecuada su brazo en una manga, entonces le dio la vuelta a la otra antes de deslizar su mano en ella. De esta forma, la parte trasera de la chaqueta se retorció, haciéndole difícil meter por completo el brazo. Sería un milagro si podía usar esta chaqueta sin incomodidad.
“Mira, ni siquiera puedo meter mi brazo en esta manga.” Gu Hai fingió desasosiego mientras miraba impotente los incrédulos ojos de Bai Luoyin.
Bai Luoyin fijó su mirada en él por largo tiempo, probablemente pensando que era ridículo verlo usar esta chaqueta impresa con flores. Al final, estalló en carcajadas, al mismo tiempo, incesantemente asintió su cabeza en acuerdo, ni una sola vez pensó en tomarse un momento para mirar detrás de la chaqueta en caso de cualquier retorcido engaño.
“¡Realmente no puedes usarla!”
“¿Verdad? ¿Por qué te mentiría?”
Después de decir eso, Gu Hai se quitó la chaqueta y se la entregó a Bai Luoyin, quien inmediatamente se la puso. Aunque era un poco corta, no influyó en sus movimientos. No era difícil decir que la apariencia de Bai Luoyin drásticamente cambió una vez que la chaqueta fue puesta apropiadamente. Esta le quedaba muy bien, tanto que parecía haberse transformado en un nativo de la época de donde era la prenda. Gu Hai incluso sacó un pantalón para él, pero en el momento en que Bai Luoyin vio que era un horroroso color verde, de inmediato se negó a usarla, sin importar lo que dijera para convencerlo.
“¿Cómo puede combinar una chaqueta roja con pantalones verdes?”
Gu Hai arrastró obstinadamente el pantalón en las piernas de Bai Luoyin mientras persistentemente decía algunas palabras para engañarlo. “Solo este tipo de par ilustrará completamente a una campesina que es simple, honesta y bondadosa.”
“¡No actuaré como una campesina!” Bai Luoyin discutió con vehemencia.
Al escuchar su queja, Gu Hai lo miró fijamente, fingiendo un enojo imaginario mientras le reprochó, “Tú ya estuviste de acuerdo y te cambiaste de ropa, así que no puedes simplemente retractarte de tus palabras.”
Después de reflexionar profundamente, Bai Luoyin finalmente prometió continuar. Enseguida, Gu Hai simplemente abrió la puerta principal y salió.
¡Toc, toc, toc! Varios golpes en la puerta resonaron en la habitación.
La Joven Esposa Bai rápidamente abrió la puerta. Afuera estaba el Jefe del Pueblo Gu, quien estaba agotado después de soportar las dificultades de un largo viaje.
Siguiendo el guión que había sido discutido con antelación, la Joven Esposa Bai respetuosamente lo saludó, “Jefe del Pueblo, ¿por qué ha venido aquí tan tarde en la noche?”
Cuando Gu Hai vio que Bai Luoyin actuaba como una persona ingenua y tontamente linda, de pronto sintió que quien abrió la puerta por él no era la esposa de un bueno para nada, sino el propio bueno para nada que usaba la ropa de su esposa.
“No puedes actuar así. ¡No está bien!” Gu Hai salió de su personaje y comenzó a criticarlo, “¡Tienes que ser tímido pero feliz al decir esta línea! ¿Por qué tienes que decirlo tímidamente? Porque estás teniendo un amorío secreto conmigo. ¿Por qué tienes que decirlo con felicidad? Porque tu esposo es incapaz de satisfacerte. Me extrañas y has estado anhelando que venga desde hace muchos días.”
Bai Luoyin le dio una mirada, entendiendo la pista.
Gu Hai agitó su mano, “Comencemos otra vez.”
Y así, salió de nuevo por la puerta.
No mucho después, hubo alguien que volvía a llamar.
Mientras se abría la puerta, Bai Luoyin recordó actuar perfectamente su parte. Sonrió y alegre dijo, “Jefe del Pueblo, ¿por qué ha venido aquí tan tarde en la noche?”
Su inocente sonrisa consumió y reemplazó la tonta apariencia que había tenido antes con una encantadora ingenuidad. Era tan fascinante que el Jefe del Pueblo Gu tuvo que contenerse de estirar sus manos y acariciarle las cálidas y ligeramente sonrosadas mejillas. Hizo esto para mantener su buena moral y reputación como un honorable jefe del pueblo. Por muy difícil que fuera, con determinación contuvo las malvadas y perversas intenciones que amenazaban con estallar.
Manteniendo un aire de rigurosidad inviolable, con confianza entró a la casa. Como era de esperar, una vez que la puerta fue cerrada, inmediatamente expuso una frívola y vulgar sonrisa.
“¿Tu hombre no está en casa?” Preguntó a la Joven Esposa Bai, mientras su gran pulgar le pellizcaba ligeramente la barbilla, levantándola un poco para que sus ojos se encontraran.
La Joven Esposa Bai mordió su labio y permaneció en silencio. La verdad era que se había olvidado de sus líneas, pero, por un golpe de suerte, la ingenua expresión que pintó su rostro retrataba la apariencia de alguien quien estaba en medio de rechazar y darle la bienvenida a sus deseos. La seductora expresión logró distraer y cautivar al Jefe del Pueblo Gu, hasta el punto de la confusión.
Manteniendo sus ojos en él, el Jefe del Pueblo Gu dio un pequeño paso al frente, atrapando a la Joven Esposa Bai en una esquina y presionando su cuerpo contra el suyo. Jadeando con pesadez, suavemente besó y mordisqueó el suave cuello de la Joven Esposa Bai, como si quisiera devorarlo de un bocado. Mientras continuaba este acto, una lasciva expresión que decía que no podía contener más su deseo tiñó el rostro de Gu Hai en un ligero color grosella.
“Jefe Gu, ¿qué está haciendo?” La Joven Esposa Bai pretendió hacerlo a un lado.
Al escuchar su seductora voz, una sonrisa perversa y desenfrenada se hizo paso en la atractiva cara del Jefe del Pueblo Gu, “¿Tú qué crees?”
Sin ninguna advertencia, sus manos se deslizaron hacia el pantalón de la Joven Esposa Bai.
“Tsk, tsk... ¿ni siquiera usas ropa interior? ¿Es porque sabias que vendría hoy?”
El humor de pronto decayó cuando Bai Luoyin dijo la verdad. “Tú me la quitaste antes del juego de rol.”
Aquellas palabras hicieron que las acciones de Gu Hai se detuvieran por un momento. Su cara se oscureció mientras le daba una nalgada en el trasero antes de instruirle, “Se más serio. ¿Qué juego de rol? ¿Quién está haciendo un juego de rol contigo? ¡Justo ahora, eres la Joven Esposa Bai y yo soy el Jefe del Pueblo Gu!”
Molesto e impaciente, Bai Luoyin le dio un golpe en el pecho y gritó, “¡Ya no voy a actuar!”
“Está bien, está bien, yo fui quien te la quitó. Yo fui quien te la quitó. Fue el Jefe del Pueblo quien se la quitó a la Esposa Bai. Quiero follarte, así que si usas ropa interior, ¿cómo podré hacerlo? ¿verdad?”
Tan pronto como escuchó las tranquilizadoras palabras de Gu Hai, Bai Luoyin inmediatamente se sumergió de vuelta en su papel, “Jefe del Pueblo Gu, mi esposo volverá a casa en cualquier momento, debe irse rápidamente."
“¿Y qué si regresa? Será maravilloso si regresa. ¡Le mostraré como es un verdadero hombre!” El Jefe del Pueblo Gu respondió entusiasta. Inmediatamente después, le sujetó el pantalón con un rápido movimiento.
La Joven Esposa Bai luchó para detenerlo. Miró al Jefe del Pueblo Gu con ojos inocentes que suplicaban, “Jefe del Pueblo, no sea así. Mi esposo ya comenzó a sospechar. Temo que...”
“¿A qué temes? Él ya es un esposo cobarde e inútil. ¿Qué derecho tiene al no dejar que alguien más ame a su esposa?”
*/¿Qué tipo de lógica es esta?/*
La Joven Esposa Bai siguió luchando, pero mientras más lo hacía, más entusiasta se volvía el Jefe del Pueblo Gu. Y, mientras más enérgico era, más apasionado era en desatar su lengua. “Sucia ramera, ya me has dejado follarte en todo tipo de formas. ¿Por quién estás actuando ahora tan esquiva? ¡Abre tus piernas o si no tendré que forzarte!”
“Jefe del Pueblo Gu, ¡mi esposo ya regresó!” La Joven Esposa Bai de pronto grito con temor.
Al escuchar eso, el Jefe del Pueblo Gu inmediatamente reveló una salvaje y bestial sonrisa, “¡Justo a tiempo para que vea!”
“No es eso. Él realmente regresó. Escuché hace un momento el sonido de alguien tocando la puerta.”
Ya que el guión originalmente creó este camino, cuando la Joven Esposa Bai histéricamente entró en pánico, el Jefe del Pueblo Gu simplemente pensó que lo que decía era parte de la escena. Como resultado, continuó sometiéndolo sin ninguna explicación, el Jefe del Pueblo Gu inmediatamente abrió de golpe la chaqueta acolchada de la Joven Esposa Bai y procedió a frotar vigorosamente los pezones sonrosados.
“¡Realmente hay alguien tocando la puerta!”
Un poco de resistencia marcará el humor, mientras sea violento uno definitivamente lo estropeará, especialmente cuando la bella esposa patea la entrepierna del Jefe del Pueblo Gu. Incluso un hombre con la mente más sucia en el mundo, sería obligado a salir de su conciencia.
Toc, toc, toc.
Gu Hai y Bai Luoyin inmediatamente intercambiaron miradas de dudas.
*/De ninguna manera. ¿El bueno para nada realmente regresó?/*
Gu Hai se incorporó con renuencia y lentamente se dirigió hacia la puerta para abrirla. Como era de esperar, Bai Luoyin había bebido demasiado. No solo no usó el tiempo para quitarse la chaqueta acolchada, sino que incluso abotonó correctamente la parte que había sido abierta. Una vez que terminó de ordenar su ropa, se paró en la puerta, listo para saludar al invitado.
En el momento en que la puerta se abrió, Gu Yang pensó que había sido teletransportado a otra época. Uno vestía un uniforme militar acompañado por un par de botas para la lluvia, mientras que el otro vestía una chaqueta roja acolchada con estampado de flores, y un pantalón verde.
*/¿Qué tipo de broma es esta?/*
Bai Luoyin realmente estaba inmerso en su papel. Tanto que fue imposible sacarlo de él. En el momento en que vio a Gu Yang parado frente a la puerta, dijo con asombro, “Has regresado, ¡bueno para nada!”
Aquellas palabras hicieron que incontables líneas negras aparecieran en la grave y severa cara de Gu Yang, rápidamente organizándose en una indestructible red.
Por otra parte, Gu Hai rápidamente recuperó la sobriedad en el momento en que vio el rostro de Gu Yang.
*/Qué mierda. ¿No pudiste haber encontrado un mejor momento para venir? ¡Simplemente apareces en este preciso instante para arruinar nuestra diversión!/*
Gu Hai aún se sentía agraviado cuando de pronto su amada esposa rodeó el brazo de la otra persona. Como si eso no fuera suficiente, el tonto ebrio comenzó a explicar y decir con una voz llena de quejas que el jefe del pueblo había dado un viaje a su casa para saludar a todos y que, “los dos aún somos esposo y esposa”.
Sintiéndose intranquilo, Gu Hai inmediatamente jaló de vuelta a Bai Luoyin y enojado dijo, “”Mira cuidadosamente, ¿Quién es tu esposo, eh?
Bai Luoyin aulló ruidosamente, entonces giró su cabeza para ver a Gu Yang antes de mover sus ebrios ojos de vuelta hacia Gu Hai. “Oye, acabo de darme cuenta de que ustedes dos se ven exactamente iguales. El débil cobarde y el jefe del pueblo son interpretados por la misma persona. Eso significa que si él es un bueno para nada, entonces ¡tú también debes serlo!”
*/Maldición, el alcohol realmente saca lo mejor de él./*
Una vez que Gu Yang percibió el aroma del alcohol impregnado en la casa, supo inmediatamente que los dos tontos no se encontraban bien. Al principio, había venido con la intención de despedirse de ellos ya que planeaba regresar a Beijing al día siguiente. Pero viendo su comportamiento inmoral, se dio cuenta de que incluso si fuese a decir algo, sería igual que no decía nada. Como resultado, tiró de una esquina de la chaqueta de Bai Luoyin, entonces le dio a Gu Hai una mirada profunda antes de marcharse directamente.
Después de que Gu Yang se fue, Bai Luoyin se quedó parado junto a la puerta con la confusión dibujada en su rostro. La inocente expresión pintada en toda su cara tan amorosamente, provocó que la mente de Gu Hai desbordara de celos. El tipo de celos que provocaban que una bocanada de humo saliera de sus orejas y cubriera sus ojos con furia.
Rápidamente tiró de su esposa hacia sus brazos y lo rodeó con fuerza antes de llenarlo de besos en la frente, nariz, mejillas y labios. Cada beso era suave y entonces fiero, dominante y posesivo.
“¡Deja de verlo! Incluso si sigues viéndolo, él no es tu hombre.”
Bai Luoyin aún no podía comprender qué es lo que acababa de pasar. “La persona que se acaba de ir, ¿es el bueno para nada o el jefe del pueblo?”
Esta vez, Gu Hai modificó su propio personaje y dijo, “Quien se acaba de ir es el jefe del pueblo. Yo soy el bueno para nada, el único con el que originalmente estas emparejado.” Mientras esas palabras embaucaban cálidamente los oídos de Bai Luoyin, Gu Hai suavemente importunó sus sonrosadas mejillas.
“Entonces, ¿por qué estás usando el uniforme del jefe del pueblo? Quítatela, iré y se la devolveré.” Bai Luoyin siguió lanzando sus preguntas y afirmaciones mientras intentaba quitarle el uniforme.
Gu Hai inmediatamente le sujetó las manos, detuvo sus lascivos dedos, “¿Qué? ¿Eres adicto a tener aventuras? ¿Por qué no le pones atención a tu hombre? ¡Anda! ¡Ven a la habitación conmigo! Necesitamos resolver este asunto esta noche. ”
Como resultado de este momento extrañamente embriagador, el personaje de Gu Hai cambió completamente del jefe del pueblo al bueno para nada.
“Escúchame atentamente. Justo ahora, yo soy el bueno para nada y tú eres mi esposa. No tengo la capacidad de realizar ningún acto sexual, así que solo puedo ver, incapaz de tocarte. Tú debes cumplir tu tarea como mi esposa y darme un espectáculo cada día para satisfacer mi deseo.”
Gu Hai pensó que después de decir estas palabras, tendría que salir con una serie de oraciones persuasivas para tentar a este atractivo hombre de que espontáneamente iniciara un show. Sin embargo, hoy la Joven Esposa Bai era especialmente obediente y consciente de sus necesidades. De una forma bastante lenta y seductora, se quitó la pequeña chaqueta acolchada y se subió a la cama. Entonces procedió a encender un cigarrillo.
En la silenciosa y débilmente iluminada habitación, la cara y pecho de Bai Luoyin fueron pintados con un ardiente color carmín que anhelaba cubrir toda su piel. Colocó el cigarro flojamente entre sus labios entreabiertos e inhaló lentamente. Su sistema rápidamente respondió al humo, y pudo sentir con claridad como sus pulmones eran envueltos por una cálida cobija.
Todo el tiempo los ojos de Gu Hai se deleitaron con el atractivo hombre que lo embelesaba. Aunque sus encantadores ojos rebosaban de seducción, de alguna forma seguían siendo suaves y poseían un poco de calidez; las mejillas encendidas y los labios esculpidos impecablemente como si hubieran sido tallados por los mismísimos ángeles, se situaron cerca de él, Gu Hai claramente podía ver las líneas que formaban el rostro de Bai Luoyin, resplandeciendo atractivamente bajo la tenue luz. Todas estas características formaron una delicada y casi angelicen cara que hizo que Gu Hai quisiera derribarlo inmediatamente.
Tomando otra lenta y pequeña calada al cigarrillo, Bai Luoyin sopló suavemente una bocanada de humo y lanzó una mirada indiscernible hacia Gu Hai. Era intrépida, masculina y seductora, cautivó y atrajo con fuerza a Gu Hai para que lo tragara por completo.
La parte superior del cuerpo de Bai Luoyin estaba expuesta, revelando sus músculos finamente entornados mientras que su parte inferior solo estaba cubierta por aquel horroroso pantalón. Armado con unas piernas increíblemente largas que parecían correr kilómetros, Bai Luoyin era la única persona que podía tener ese aspecto y permanecer inmensamente sensual y erótico. Con sus ojos en Gu Hai, Bai Luoyin naturalmente separó sus largas y lisas piernas, revelando las sanas líneas que formaban el interior de sus besables muslos, las cuales ascendía amorosamente hasta su entrepierna. El ligero abultamiento entre sus piernas permaneció inmóvil e imperturbable. Era claro que la pequeña bestia sería dormida y necesitaba con urgencia ser estimulada.
Habiendo colocado la colilla del cigarrillo en su boca, Bai Luoyin intencionalmente dejó que sus dedos se deslizaran sobre su cuerpo en un gesto erótico hasta finalmente detenerse en aquel dulce lugar entre sus piernas. Entonces comenzó a frotarlo lentamente. Arriba y abajo, sus dedos se deslizaron y sujetaron su entrepierna. El simple acto era tan lánguido que resultaba molesto hasta cierto punto. Sus movimientos siguieron el lento y pesado ritmo de su respiración. Inclinado ligeramente su cabeza hacia atrás, dejó que un poco del humo que había inhalado anteriormente por fin escapara de su boca. Poco a poco se elevó y llenó la habitación.
Bai Luoyin miró a Gu Hai con sus ojos que eran ligeramente altivos e insolentes. Le mostró una expresión de alguien cuyo sensual cuerpo estaba destinado solo a ser admirado desde lejos, y que no se puede tocar o jugar con él. De vez en vez el cigarro en la esquina de su boca se elevaba en una forma de burla y desdén mientras miraba hacia abajo y burlaba al admirador cuya contemplación no podía estar lejos de él. Esta seductora mirada tenía la intención de cautivar y excitara a la única persona que quería atrapar.
Al verlo, de pronto las pupilas de Gu Hai se contrajeron para después el olor a sangre le atacara las fosas nasales. ¡Esta versión de Bai Luoyin lo estaba volviendo completamente loco!
*/En el futuro, incluso si pierdo todo, al menos debo tener dos botellas de licor escondidas en casa en todo momento. ¡Ahora dependerá completamente en ello una vida de placer sexual! /*
Lentamente, la pequeña bestia entre las piernas de Bai Luoyin comenzó a despertar. Su contorno que se endureció bajo el flojo pantalón se volvió débilmente discernible, como si intentara saltar a la vista. Bai Luoyin deslizó su mano dentro de su pantalón y dejó caer ligeramente su cabeza hacia atrás. Por otra parte, dejó escapar una serie de gemidos y jadeos antes de incrementar los movimientos de su mano mientras frotaba suavemente su adolorido miembro.
Hasta este momento, solo la mitad del cigarrillo permanecía en la boca de Bai Luoyin. Fue sujetado firmemente por sus traviesos dedos que parecían sacarlo y meterlo lentamente mientras inhalaba y exhalaba bocanadas de humo. Pronto, el cigarro fue agotado hasta el punto de cierre, al igual que la paciente espera de Gu Hai.
No completamente inconsciente de los lujuriosos ojos que seguían cada uno de sus movimientos, Bai Luoyin tiró un poco de su pantalón, hasta que el dorso de su mano y el denso vello púbico fueron todo lo que quedó entre la vista de Gu Hai y su atesorada bestia. La acalorada mirada de Gu Hai implacablemente apuntó hacia aquella área, poco dispuesta a moverse siquiera un poco. Deseó que las ardientes llamas en sus ojos pudieran encender la superficie del pantalón para que así aquel territorio escondido pudiera ser expuesto por completo para él.
El cigarro había alcanzado el final de su corta vida, dejando solo un ligero aroma a humo. Bai Luoyin mordisqueó la colilla antes de lanzarle una sutil mirada a Gu Hai.
Gu Hai no pudo soportar más esta deliciosa provocación. Como un fiero tigre que se apresuraba sobre una formidable cordillera, se abalanzó sobre el irresistible cuerpo de Bai Luoyin y con fuerza le rasgó el pantalón de un tirón.
“¿No eres un débil cobarde?” Bai Luoyin le preguntó deliberadamente.
Gu Hai empujó violentamente su acalorado cuerpo contra el de Bai Luoyin, mientras que su mano se colaba sobre su propio miembro sediento y firmemente lo adentraba en aquel lugar que había estado mirando.
“¡Me has curado!”
Después de una ronda de intensas embestidas que consumieron una buena cantidad de su vigor juvenil, los dos finalmente alcanzaron su primer clímax con ninguno de sus penes suavizados. Intoxicados con el aroma del otro y la urgente necesidad de satisfacer su persistente sed, comenzó rápidamente la segunda ronda sin que ninguno lo notara.
Esta vez, Bai Luoyin rápidamente agitó su cálida lengua contra el pecho de Gu Hai antes de bajar ligeramente su cabeza para morder levemente un pezón, provocando un seductor gemido. Entonces lentamente emergió debajo del caliente y sudoroso cuerpo de Gu Hai; el mismo cuerpo que parecía poco dispuesto a separarse de él. Subió sobre él y le dio un empujón usando tanta fuerza como le fue posible.
Asegurándose de que sus ojos permanecieran conectados, deslizó pene duro como una piedra de Gu Hai dentro de su apretado pasaje y comenzó a mover su pelvis en satisfacción. Gu Hai felizmente se recargó contra la cama y perezosamente encendió un cigarrillo, inhalando una bocanada de humo mientras admiraba la forma en que Bai Luoyin lo montaba lenta e incitadoramente.
Disfrutando el electrizante placer que consumía actualmente todo su ser hasta dejarlo en un estado de éxtasis, Bai Luoyin dejó salir un ligero gemido. Sin retirarse, su cintura se curvó al frente, casi besando la nariz de Gu Hai. Besó sus mejillas y entonces arrastró sus labios un poco más e inhaló una bocanada de humo del cigarro de su amante. Entonces con una sonrisa, exhaló el humo en la cara de Gu Hai, misma que él estuvo dispuesto a inhalar. Un segundo después, Gu Hai tomó otra bocanada de humo y cerró sus labios, atrapando el humo dentro de su boca. Tan pronto Bai Luoyin se inclinó y lo besó, sus labios se cerraron; Gu Hai le pasó el humo a su boca.
El humo se filtraba entre sus labios entreabiertos y se esparció a lo largo del contorno de sus enrojecidos rostros.
Desde la sudorosa superficie de sus calientes cuerpos hasta el centro de sus corazones latentes, los dos estaban completamente embriagados entre sí.
Mientras sus labios permanecieron sellados, sus lenguas comenzaron a bailar la una con la otra.
De pronto, Gu Hai sujetó firmemente la cintura de Bai Luoyin mientras su cuerpo seguía inclinado hacia él. Entonces usó un poco de su fuerza y entró en él con mayor fuerza y rapidez. Un placer no esperado y excitación rápidamente se apoderaron de Bai Luoyin, haciendo que sus labios se alejaran de Gu Hai y en cambio bajaran y le mordieran la barbilla.
Con gemidos sofocados, logró exprimir, “Ah... no.... ¡es muy rápido!”
Gu Hai sonrió ligeramente cuando lo escuchó. Rápidamente soltó su agarre y dijo, “Entonces tú controlas la velocidad.”
Bai Luoyin se sentó en posición recta y presionó ambas palmas sudorosas en el pecho de Gu Hai. Entonces comenzó a balancearse lentamente.
Al poco tiempo, sin ninguna advertencia, el pene de Bai Luoyin, mismo que había estado sentado obedientemente entre sus piernas, avivadamente se elevó en excitación. Gu Hai no tardó en notar el despertar del monstruo. Respondió a ello estirando su mano y envolviéndolo. Lo sujetó y, usando la punta de su dedo, jugó con él, la cual había comenzado a emerger. Bai Luoyin aceleró su velocidad como un acto reflejo.
Incluso mientras la excitación de su acto distorsionó el hermoso rostro de Bai Luoyin, a los ojos de Gu Hai, seguía siendo excepcionalmente encantador.
Gu Hai extendió su mano y acarició suavemente el rostro de Bai Luoyin.
Valiéndose de sus cálidos toques, Bai Luoyin bajó su cuerpo nuevamente y abrazó a Gu Hai. Mientras se besaban apasionadamente, intentando transmitirse todos sus sentimientos, sus cuerpos comenzaron a moverse simultáneamente, provocando que sus acaloradas respiraciones y sensuales gemidos se entremezclaran y resonaran por toda la habitación.
“¿Es aquí? ¿Hum? ¿Lo es?”
“Sí,... sí... ah.... ¡Gu Hai!”
Sintiendo la excitación apoderándose de sus cuerpos, Gu Hai acomodó la cabeza de Bai Luoyin contra la almohada. Con un profundo y hosco rugido, una capa de líquido nebuloso escapó de Bai Luoyin y se asentó en el abdomen de Gu Hai. Por otra parte, su propia esencia llenó el interior del cuerpo de Bai Luoyin.
“Yin Zi, te amo.”
Aunque se encontraba ligeramente bajo el hechizo de la embriaguez, Gu Hai usó esta rara oportunidad para confesar sus sentimientos una vez más.
La ardiente cara de Bai Luoyin se presionó contra un lado de su rostro y entonces respondió débilmente, “Sí.”
“¿Sí?” Gu Hai giró su cabeza a un lado y le disparó una rápida mirada, “¿Solo esta única palabra? ¿Nada más?”
Con sus ojos cerrados, Bai Luoyin simplemente murmuró, ‘ajá’. Cuando Gu Hai lo movió nuevamente, la cabeza de Bai Luoyin se deslizó directamente sobre la almohada.
*/¡Oye! ¡No te duermas!/*
Incluso mientras Gu Hai lo sacudió un par de veces, Bai Luoyin permaneció inconsciente. Como de costumbre, se pegó firmemente al cuerpo de Gu Hai y se quedó profundamente dormido. Al verlo así, Gu Hai no tuvo el corazón de despertarlo a pesar de que abrigó una sensación de opresión formándose en su pecho.
*/No importa. Lo tomaré como que me debes estas palabras. El día que lo recuerde, ¡tendrás que compensarlo!/*