—"Feliz cumpleaños a ti..."—entonaron todos juntos.
En aquella habitación a oscuras, las velas encendidas alumbraban el rostro de Alec Bennett, quien recibía sus veintiocho años en compañía de amigos, buen humor, música y claro, unas cervezas. Eran ingleses vale, beber es algo propio en ellos y aún más cuando hay ocasiones para hacerlo. Las voces en unísono lo animaron a soplar las velas que explícitamente indicaban su edad, bastante considerado de su parte pensó él con ironía, y cuando lo hizo, fue sorprendido por dos de sus amigos quienes hundieron su rostro dentro del pastel.
Uno de ellos era Harry y, como era de esperarse, del otro lado estaba Liam. Ambos trataron de alejarse, pero Alec tomó dos puñados de lo que fue aquel delicioso pastel de vainilla y los lanzó en dirección a cada uno de ellos, embarrándolos también. El círculo se esparció tan solo un poco al percatarse del desastre desatado y los muchachos entre risas abrazaron a su amigo para desearle un feliz cumpleaños.
Habían pasado un par de días desde que Harry recibió la citación de la corte en Nueva York y, a decir verdad, lo había manejado bastante bien. Esta mañana llamó a sus padres con la noticia y su respuesta fue bastante emotiva, pues se trataba del cierre de lo que fue el capítulo más difícil de sus vidas; pero estaban aliviados, sin duda, y él lo estaba también. Después de seis años Jesse Styles descansaría en la memoria de todos, sin incertidumbre alguna.
—¿Cómo estas? —Niall Horan se aproximó por la cocina una vez que todos se encontraban en la terraza. Harry volteó a verlo.
—Bien, bastante bien en realidad—le dijo mientras limpiaba su camiseta con una toalla. Niall se acercó—Hablé con Chad esta mañana—informó.
—¿Va a ayudarte? —le preguntó reclinado contra la encimera frente a él.
—Me quedaré con el durante las próximas cuatro semanas—respondió. El rubio asintió despacio en aprobación.
—Cuando lo veas dale un abrazo de mi parte—le pidió.
Sus mejores amigos estaban al tanto de la noticia. Todos a excepción de Horan conocieron a su hermano; tras vivir en el mismo vecindario por años y atender a la misma escuela, habían prácticamente crecido juntos y, pese a ser unos cuantos años mayor, Jesse se llevaba de maravilla con Harry y sus amigos. Con cigarro en mano y una novia mayor que él, era una especie de modelo a seguir para un grupo de jóvenes que atravesaban la pubertad y, sin duda les había enseñado mucho durante la adolescencia.
En ese momento Nicole Montgomery y Brice Wellington ingresaron por el umbral de la cocina, interrumpiendo su conversación. Su novia pareció haber estado buscándolo y sonrió cuando lo vio. Se acercó con dos vasos de cerveza y le extendió uno.
—Salud—dijo Brice mientras levantaba su vaso. Los cuatro ahí presentes brindaron.
—Gracias—Harry le susurró al oído y depositó un beso sobre sus labios. Ella se recargó contra su hombro.
—¿Cómo va la remodelación? —Niall desvió la conversación que previamente mantenía con su amigo.
—La cabaña estará lista en un par de días, todos podríamos pasar algún fin de semana ahí—Nicole le respondió. Su familia era dueña de una cabaña en las afueras de la ciudad y recientemente había sido remodelada bajo su supervisión.
—Deberíamos hacerlo cuando Harry vuelva de Nueva York—Brice opinó antes de darle otro sorbo a su vaso.
En ese momento Harry se removió incómodo y Niall volteó a verlo enseguida. Nicole frunció el ceño.
—¿Irás a Nueva York? —le preguntó mientras la sonrisa en su rostro se desvanecía en señal de confusión. Brice se percató de su error al traer el asunto a la conversación y maldijo por lo bajo.
—¿Quieres ir por otra cerveza? —Niall intervino cuando el momento se volvió lo suficientemente incómodo. Brice asintió y, con ojos suplicantes, se disculpó con su amigo antes de salir de ahí.
Los observaron salir de la cocina y permanecieron en silencio. Nicole lo miró expectante.
—En una semana, sí—finalmente le dijo él, en medio de un suspiro—Me citaron para la corte—agregó mientras se frotaba la nuca.
Entonces la sonrisa desapareció por completo del rostro de Nicole.
—¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó.
—Iba a hacerlo, pero he estado realmente ocupado—se apresuró en explicar él. Trató de sujetar su mentón pero ella rápidamente se alejó.
—Brice lo sabe, Niall también—enseguida refutó. Harry dejó caer el brazo en un rendido intento por acercarse y evitar que se desatara una discusión. Sabía que el temperamento de su novia no dejaría escapar el asunto tan rápido—¿Por cuánto tiempo te irás?
—Cuatro semanas—respondió él. Nicole pareció no esperar su respuesta, pues de pronto tenía los ojos muy abiertos.
—Pensé que solo necesitabas un par de días para la corte—le dijo, con evidente fastidio y sorprendida por el tiempo que planeaba pasar en aquella ciudad.
—Decidí tomarme unas pequeñas vacaciones—explicó él, mientras la tensión se acentuaba entre ambos. Nicole desvió la mirada y se cruzó de brazos—Han pasado dos años desde la última vez que estuve en Nueva York, tengo amigos a los que quiero ver—le dijo. Depositó en vaso que sostenía sobre la encimera y también se cruzó de brazos.
Ambos permanecieron en silencio. Nicole se sintió realmente desilusionada al respecto.
—Tomarte unas vacaciones, claro—dijo al cabo de unos segundos.
—Nicole—Harry pronunció en voz baja y aparentemente exhausto—No creo que sea un buen momento para hablar—le dijo y procuró hacerlo de la mejor forma posible.
Nicole volvió la mirada hacia él y entrecerró los ojos.
—¿Por qué soy la última en enterarme de las cosas importantes que pasan en tu vida? —le preguntó y ciertamente sonó herida por ello—¿Es que piensas irte un mes y me entero por accidente?
—Iba a decírtelo mañana—él aclaró. Nicole bajó la cabeza y el remordimiento invadió a Harry. Por supuesto que iba a decírselo, pero lamentaba que no fuese la primera persona en quien pensó para hablar al respecto.
Harry acomodó un mechón que cayó por el rostro de su novia; sin embargo, ella no volteó a verlo.
—Claro que ibas a hacerlo—dijo ella con ironía. Sus labios dibujaron una línea recta y también depositó su vaso sobre la encimera.
Después de ello salió de la cocina, dejándolo ahí.
Y es que tenía razón de estar molesta, él lo sabía. Al estar al teléfono con Chad Collins esta mañana tomó la abrupta decisión de tomar unas pequeñas vacaciones en Nueva York, previas a su cita en la corte dentro de exactamente treinta días. Un poco de tiempo con viejos amigos y un respiro de Londres, bastante simple a vista de él, pero más complicado del otro lado. Por primera vez no tomó en consideración los planes vacacionales que Nicole podía tener junto a él para poder hacer los suyos y lamentaba que se hubiese enterado de esa manera.
Harry resopló con frustración y pasó las manos por su rostro. No era como tenía en mente que aquella noche terminara.
***
Otro capítulo bellas<3<3<3
Nos vamos acercando al momento que todas desean, atentas al próximo capítulo, porque será un paso crucial para lo que viene próximamente. Las amoo<3<3
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Próximo capítulo este sábado.
PD: ¿Vieron el Live de Niall y Liam? Los amo y estoy lista para cualquier posible reencuentro, aunque también estoy lista para llorar si me ilusionan por nada :(