-Anoten "Recursos y formas para llevar una sana convivencia en el colegio" –decía la profesora a cargo del castigo de Isadora y Aline, quienes, en una sala, estaban sentadas en los lugares extremos para evitar cualquier roce, incluso, la directora decidió separarlas de sus habitaciones para evitar cualquier conflicto futuro.
-A continuación deberán escribir algún método efectivo que consideren conveniente para solucionar un problema de manera civilizada, después deberán comentar por que escogieron ese método y al final escribirán una reflexión respecto de su conducta las últimas horas ¿Entendido? –explicaba la maestra.
Ambas alumnas asintieron con la cabeza y se pusieron a trabajar, Isadora más enfocada que Aline, pues, la última estaba preocupada que Koke hace algún tiempo fuera tan cortante con ella y que no respondiera sus mensajes durante la mañana, por lo que terminó segunda el trabajo.
Aquella mañana fue rápida, pareciera que el tiempo corrió veloz, pues, al ser sábado y no haber nadie en el colegio, todo pasó de forma desapercibida, logrando que ambas chicas volvieran a sus casas antes de almuerzo.
Isadora llegó y su padre la abrazó.
-¿Cómo te fue? ¿Muy extenso el trabajo?
-No, de hecho fue rápido, solo tuve que escribir un par de cosas y nada más, pero me quiero duchar –Isadora disponía a retirarse pero Patricio la detuvo de inmediato.
-Yo te creo hija, yo se que algo raro pasa con los Nietzsche y espero que sepas que tú y tu hermano estarán bien de aquí en adelante.
La adolescente sintió que por fin alguien hablaría su idioma, por lo menos de los adultos, y que mejor que su padre, por lo que le devolvió el abrazo y se largo a su pieza.
Aline por su parte, llamó a Koke, una vez más pero éste no lo contestaba aún. Comenzó a desesperarse ¿Por qué su novio no quería hablar con ella? Llegó a su habitación y salió por el balcón, se tocaba la cabeza y mil ideas venían a su mente, comenzó a imaginarse situaciones que no era favorables y cuando creía la peor opción de todas, su teléfono sonó, y sí, efectivamente era un mensaje de él, un texto que decía: "Déjame solo, quiero estar solo, necesito estar solo, esto va más allá de lo que tu imaginas, sí, vi al Igna, y también a tu hermana ¿Sabes cómo se puso cuando me vio? ¡Se desmayó!, así que ahí ésta toda la información que quieres. ¿O de verdad me llamabas para saber cómo estaba? ¿O me ibas a dar otra instrucción, o alguna orden igual que mi padre? Déjame tranquilo, lo necesito por este tiempo, si de verdad me amas, déjame tranquilo por un tiempo".
Aline cerró el cuadro de dialogo y abrió de inmediatamente otro, en el cual escribió: "Ya comienzo a cansarme, no puedo solucionarlo todo, también haz algo". Y dejó el teléfono a un lado y se fue de compras.
Los días corrían y nada sobre lo normal ocurría, semana tras semana el colegio avanzaba, las calificaciones llegaban. Patricio cada vez evitaba más Gerardo y posponía todo lo relacionado con su acuerdo. El día para la gran fiesta y concierto se acercaban y eso generaba alta expectación en los alumnos. Ocurrían ferias de universidades, las cuales siempre intentan captar alumnos antes de que éstos terminen sus estudios. Paz siempre ha sido la más entusiasmada y recorrió varios puestos de Universidades en Europa y América del Norte. Koke visitaba algunos puestos de deportes y escuelas profesionales de basquetbol, Ángel por su parte, solo se dedicó a tocar su guitarra en el acto de apertura de la feria, donde estaban todos los embajadores presentes. En otra parte de la cuidad, Eliette junto a Ignacio evolucionaban para bien en sus tratamientos, a tal punto de llegar a aquel día, aquel momento donde ambos, fueron dados de alta.
En ese instante, Eliette vestía un abrigo que su madre le trajo desde París, el cual amaba porque le hacía lucir su cintura. Toda la familia pasaría a comer a un restaurant cercano para celebrar dicho acontecimiento. Por otra parte, Ignacio llevaba su típico poleron tipo canguro de color azul y unos jeans negros, quería estar lo más cómodo posible. Ellos, en vez de cenar, salieron a pasear por avenida del mar para contemplar juntos las olas del atardecer.
Aquella noche, fue mágica para ambas familias, pues, después de tanto tiempo, tantos meses de espera, de agonía, incertidumbre y dolor, por fin, estarían completas en sus hogares.
Los Vitalli arribaron primero a su hogar, Ignacio se bajó de la icónica camioneta de su padre, y su chofer, a quien extrañó mucho, lo recibió con un gran abrazo, luego subieron hasta la pieza del chico, donde había una gran sorpresa.
Cuando entró a su habitación, había una caja que se movía.
-¿Y esto? ¿Qué es? –dijo el muchacho.
-Esto, es tu regalo por haber vuelto –dijo Isadora.
-Ya pero ¿Por qué se mueve?- dijo el chico.
-Ábrelo, y ahí sabrás por qué –dijo Patricio.
Al abrir la caja, se percató que dentro de ella había un cachorro Shi-tzu, un pequeño perrito que movía su cola para muchos lados. Ignacio se emocionó al momento, pues, su animal favorito es el perro, a su juicio, es el animal más fiel y leal que existe.
-¿Qué? No puedo creerlo ¿Cuándo? –Ignacio lo tomó de inmediato y lo puso en su pecho.
-Bueno, la idea fue de tu mamá, ella sabía que querías hace tiempo una mascota y además, de te debíamos tu regalo de cumpleaños, así que, disfruta a tu nuevo compañero.
Ignacio le acaricio su cabeza, mientras el pequeño cachorro daba un bostezo y se acomodaba para dormir en los brazos de su nuevo amo. Los demás, salieron para dejar solo al muchacho, quien recorrió cada espacio de su pieza con un sentimiento de melancolía: observaba su escritorio y recordaba todas las veces que organizó su plan en caso de que le hicieran algo, miraba sus notas escondidas en sus cuadernos, respecto a quien le acosaba o quien podría dejarle algún mensaje en amenazante en el colegio. Encontró los papeles donde tenía anotado el número y dirección de Víctor en el extranjero. Nunca pensó que llegaría hasta ese nivel de su vida, donde había avanzado tanto, pero también estaba con la certeza de que no terminaba y que había mucho más por descifrar.
Eliette, volvió a su hogar unas horas más tarde, y cuando lo hizo, estuvo feliz de recordar y recorrer cada espacio de su piso, su habitación, su sala de estar, su baño, su closet, su balcón, eso sí, extrañaría la atención diaria que le prestaban en la clínica, pues, en su hogar pasaba mucho tiempo sola, pero en fin, no hay como el hogar. Ella se recostó y miró el techo, ahí estaba, disfrutando de aquel momento de paz y tranquilidad que solo su habitación le podía entregar, hasta que de repente entro su hermana menor, Aline, con un movimiento brusco lo cual hizo sonar la puerta muy fuerte, provocando que la Joven se asustara.
-¡Ay, me asustaste! Ten más cuidado a la próxima, no es necesario que entres tan rápido, si estoy acá, ya no me voy a morir pronto.
-Lo siento, es que estoy preocupada y sé que eres la única que me va a escuchar –le contestó Aline.
-¿Qué ocurre? ¿A qué se debe tanta preocupación?
-Es el Koke, no me ha hablado hace unas semanas, quería espacio y estar tranquilo y lo extraño un poco.
-¿Un poco? Qué raro, si eran inseparables ¿Hay otra persona? ¿Discutieron?
-No, que yo sepa no hay nadie más y no, no hemos tenido discusiones, o sea fuera de lo normal no, pero siento que ya me hubiera dirigido al menos la palabra aunque fuera.
-A veces es bueno parar un poco, mira, yo no sé si soy la indicada para decírtelo pero, quizá hizo algo y necesita tomarse un tiempo para pensar en lo que hizo. A todo esto ¿Esa chaqueta tan linda? No te la había visto.
-Ah esta, me la compré el otro día, tu sabes, papá –dijo la menor.
-Pero papá no compra ropa tan cara antes de la temporada, bueno, quizá algunas cosas cambiaron mientras me ausenté.
-Bueno, gracias por el consejo, tengo que avanzar un trabajo, hablamos luego.
Aline se retiró de la habitación de su hermana normalmente, pero Eliette permaneció algo confundida, a pesar de que le costaba hablar de Nietzsche, era raro que su hermana estuviera distanciada de él y lo otro, esa chaqueta, era imposible tener esa chaqueta, conoce de moda, conoce de marcas y sabe que no había por donde tenerla en ese periodo.
Durante la nueva semana que iniciaba, la profesora daba 2 grandes anuncios: el primero era que durante el recreo largo deberían dirigirse todos los de tercero a el techado, debido a que algunas universidades harán una pequeña captación de estudiantes, esto quiere decir, que entrevistarán a aquellos que la organización considera más aptos para ingresar a sus respectivos planes de estudio, y el otro anuncio era que Eliette Allard e Ignacio Vitalli volverían al colegio a partir de la siguiente semana. La segunda noticia claramente despertó diferentes tipos de sentimientos en la sala, en especial de uno, quien hizo su notoria cara de disgusto, la cual fue captada por Paz, Ángel y Guillermo.
-¿Profesora? ¿Con quién compartirán habitación los chicos que ingresan? Me gustaría que Eliette estuviera conmigo y Paz, y así tendríamos una de las habitaciones para tres –consultó Annys.
-Efectivamente, la alumna Allard se añadirá a una habitación de tres junto a 2 de ustedes, lo mismo con el señor Vitalli, debido a la situación de enorme estrés que ellos vivieron, la directora recalcó que serán ellos quienes escogerán a sus roomates, así que, si tiene contacto con ella, pueden ponerse de acuerdo –le dijo la profesora.
Koke solo pensaba en la otra semana, sabía que se venía lo peor y eso lo aceleraba aún más, necesitaba hablar y conversar lo que vivía con alguien, ya estaba saturado de tanto silencio eterno, estaba aburrido de tener que hacer todos los mandados de su padre, estaba en un punto de colapso, pero solo quedaba respirar, no tenía una mejor opción, respirar hondo, profundo, solo respirar.
Aquel receso llegó y los puestos de las universidades esperaban a los alumnos de tercero. Paz fue captada por 6 universidades, por lo que tuvo que dividir su tiempo para poder realizar todas las entrevistas. Annys fue solicitada por 2, Esteban por 4, Guillermo por 2, y Ángel solo tenía 1, pues, no prestó atención la vez pasada y solo se dedicó a tocar la guitarra.
-Eres Ángel Salas, ¿Verdad? –dijo una chica acercándose al adolescente.
-Sí, soy yo ¿Qué ocurre?
-Hola, somos de la Universidad de Arte dramático y Música de España, te vimos hace unas semanas tocar y te grabamos a ciegas, pues, nos impresionaste con tu habilidad en la guitarra.
-¡Oh! Gracias, si, la verdad es que me gusta la música, mis padres son cantautores y creo que seguiré mi camino por ahí, pero, no visite su stand porque no tengo muchos recursos para poder estar con ustedes, pero me alegra que hayan podido verme.
-Por lo mismo estamos contactándote, le mostramos tu video al director de nuestra carrera y ve mucho potencial en ti, hemos vuelto porque queremos ofrecerte una beca completa en nuestro campus, pensamos que eres un talento innato que debe ser pulido en nuestras aulas y nos gustaría tener una reunión contigo y tus padres en unos días más para comentarles de ésta propuesta.
El chico esta atónito, de una probabilidad que nunca creyó él ahora estaba dentro de ese chance, una de las universidades de música más prestigiosas del mundo le estaba contactando para estudiar en ella. Simplemente ¡Imposible!
-¡Que! O sea, ¡Claro!, como no, estarán felices de venir, estoy seguro –dijo el muchacho con una sonrisa enorme que mostraba su gran felicidad de ese entonces.
Yerko por otro lado, grababa todos los stands de las universidades mientras hacían sus encuestas.
-Bueno equipo, acá tenemos la u de california entrevistando al Esteban porque estupendo deportista, se merece ir para allá, miren, ahí está el Ángel con los de música, obvio que debe quedar, es muy hábil, ay no pero miren eso, que solicitada la Paz, tiene a las universidades haciendo fila, háganse esa –de repente, miró por el visor de su cámara y vio que el guardia con la directora salían hacia un lugar que nunca había visto, un camino que no pensaba que existía, lo cual llamó su atención e hizo que dejara de grabar y sigilosamente les siguiera.
El joven no tardo mucho en salir del techado, pero cuando quiso perseguir a los 2 adultos, ya era demasiado tarde, no les veía por ningún lado, pero había un detalle, la caseta de seguridad, donde se guardan las cintas estaba abierta, de par en par, a plena luz del día. Como es un lugar que está cerca de la entrada, no hay edificios con personas cerca, al contrario, es muy desolado, por lo que el joven no perdió oportunidad y se acercó a aquel lugar.
Miraba y observaba cuidadosamente el lugar, para que no apareciera nadie repentinamente, pero era veloz, por lo que llegó rápidamente y comenzó a inspeccionar el lugar. En un estante grande habían cajas que estaban guardadas por fechas. Yerko abrió su conversación en el grupo que tenían para entrar a aquel lugar, y la grabación que necesitaba era del jueves de la segunda semana de Agosto del año anterior, por lo que comenzó a buscar la caja correspondiente. Miró y leía: "Mayo, Junio, Julio, Agosto". Cuando la encontró, guardó su teléfono y se dispuso a abrir la caja sobre la mesa. Miró detenidamente, pero se llevó una sorpresa que lo petrificó por completo.
Un sonido sospechoso hizo que cerrara la caja de golpe y saliera de aquel lugar lo más rápido posible, mientras salía sonó el timbre que marcaba el final de la jornada, por lo que se apuró para ir al encuentro de Isadora, Paz y Ángel. Le tomó alrededor de 10 min poder dar con todos, hasta que habló.
-Niños, lo logré, entré a la sala de grabación busqué la cinta de aquel día que atropellaron a Eliette.
-¿Qué? ¿Tienes la cinta? ¡Dámela! Hay que ir a verla inmediatamente –dijo Isadora ante el asombro de los demás chicos.
-Es que, ese es el problema, ahí está la dificultad –dijo Yerko preocupado.
-¿Por qué? ¿Qué problema pasa? –respondió Paz.
-La cinta, esa cinta, de ese día, no está.