Crush always making me feel like I got nothing to offer
But I'm the only one that can make you feel right
I'm the only one that you think of at night
Baby, don't lie
You're always talking to me like you're totally bothered
So why you always ring at the end of my line?
Don't you got a girl that can make you feel nice?
It's a dead sign
Draco realmente no podría decir cómo comenzó aquella peculiar amistad entre él y el niño dorado. Quizás fueron las sonrisas ladeadas e inconscientes que se dedicaban cuando uno de ellos decía algo particularmente ingenioso al discutir por los pasillos. O la forma en la que solo con estar en la misma habitación el mundo se reducía únicamente a ellos y en cuál sería la mejor forma de insultarse sin que los profesores lo notaran.
Draco había sabido que se sentía irremediablemente atraído por Potter desde tercer año. Cuando al idiota se le dió por duplicarse en tamaño y comenzar con esa estúpida manía suya de llevar su mano a su ya de por sí imposiblemente revueltos rizos oscuros y revolverlos aun más con esa sonrisa despreocupada que tanto le jodía la vida a Draco.
Fue en aquel entonces cuando el rubio, desesperado y confundido, había duplicado sus insultos en un pobre intento de convencerse a sí mismo de que Potter definitivamente no le causaba nada más que repulsión. Como era de esperarse sus esfuerzos no le sirvieron de mucho, y lo siguiente que supo fue que ahora su pasatiempo nocturno favorito era escaparse a la Torre de astronomía a pensar en el moreno y a odiarse a sí mismo al no poder odiarlo a él. Simplemente sentado en el borde del precipicio con la mirada perdida en el valle que se extendía por debajo de él, la aflicción apresando su pecho.
Pensando en el inminente rechazo de sus padres y en la decepción que ellos sentirían si supieran lo que en realidad pasaba por la cabeza de Draco día y noche. Lagrimas traicioneras le nublaban la vista. Y finalmente terminaba levantándose en un torbellino de emociones que lo abrumaban hasta que las expulsaba en forma de lagrimas de rabia y bufidos desesperados mientras caminaba en círculos y se pasaba las manos por el cabello en un intento de calmarse.
No lo sabría hasta unas semanas más tarde, pero Draco nunca estaba solo en aquellas salidas clandestinas. Porque, como era de esperarse, el gryffindor había terminado siguiéndole en silencio cada una de las noches. Al principio en una especie de misión personal por averiguar lo que claramente era uno de los malvados planes de Malfoy y detenerle, pero conforme pasaban los días y lo único que el rubio hacía era sentarse un rato en silencio hasta que comenzaba a llorar y se levantaba furioso, Harry comenzó a sentirse extrañamente en conflicto consigo mismo y la creciente necesidad de salir de debajo de su capa de invisibilidad y averiguar de una vez por todas qué era lo que lo hacía tan miserable se hacía más grande cada noche que pasaba.
Finalmente, una noche de viernes en la que Draco se sentía especialmente miserable (cosa que definitivamente no tenía que ver con que horas antes hubiera perdido el temperamento en una discusión con Potter y le hubiera gritado lastimeramente que se callase, completamente fuera de sí mismo y del control sobre sus emociones), Harry no pudo soportarlo más y en un arrebato de impulsividad gryffindor se deshizo de la capa y se acercó al slytherin lloroso.
Este primero no lo notó, sin embargo, no tardó mucho en procesar el calorcito que irradiaba una mano sobre su hombro . El pánico lo invadió por completo, Potter lo sabía, Draco había sido tan obvio y tan estúpido y tan débil. Su futuro estaba acabado, ahora Potter le diría a todo puto Hogwarts que el rubio insufrible estaba perdidamente enamorado de él. Severus le diría a sus padres y sus padres lo odiarían y lo echarían de casa y entonces él tendría que irse a vivir con Pansy (claro, si ella tampoco lo odiaba para entonces), y....
"Malfoy, yo...¿Estás bien?"
Draco se sintió tan aliviado que una nueva oleada de lagrimas lo invadió: claro que el idiota iba a preguntar algo así. Trató de retener las lagrimas pero su garganta le dolía montones y su rostro estaba tan mojado y caliente por haber pasado tanto tiempo llorando que sentía que no podría soportarlo mas.
Quiso abrazarlo y hundir su rostro en su pecho hasta desaparecer. Ansiaba la seguridad que sabía que el cálido y protector cuerpo al rededor suyo le daría. Trató de tragarse un gimoteo que se atascaba en su garganta, trató de controlar lo que su cuerpo le pedía a gritos, trató de detener las sensaciones que se alojaban en su pecho.
Los ojos de Potter escrutaban su rostro con preocupación, Draco en serio intentó ignorar la forma en la que la simple emoción en los verdes ojos del moreno lo debilitó por completo, dejándolo indefenso y completamente a merced de la persona frente a él.
No podía aguantar más.
Simplemente no podía.
Dejó que sus emociones tomaran control de su cuerpo y se lanzó sobre el moreno, sollozando más fuerte y hundiendo su rostro en sus ropas, aferrándose de él como si su vida dependiera de ello. La tensión abandonó sus hombros de inmediato, permitiéndole descansar su cuerpo contra el de Potter, quien poco a poco, fue cubriéndolo con sus brazos y acariciando su espalda en un intento de calmarlo. Derramó lagrimas silenciosas mientras lentamente el tacto tranquilizador del otro conseguía liberarlo de toda la desesperación que momentos antes le carcomía las entrañas. Se apretó contra él, apresando con sus brazos el reconfortante pecho, temiendo que en cualquier momento Harry simplemente lo abandonara.
No sabría decir cuánto tiempo había pasado para cuando su respiración por fin se había ralentizado. Arrullado por la respiración en su nuca y el quedo latido del corazón del moreno contra su rostro, Draco dejó de llorar.
Harry seguía paseando sus manos por su espalda, siempre procurando que estos lo estuvieran rodeando (ya que temía que si no lo sostenía el rubio pudiera caerse a un lado), él sentado con las piernas abiertas, y el otro simplemente enterrado sobre su cuerpo, encogiéndose para caber en el espacio entre sus piernas estiradas. En algún punto Harry había conseguido arrastrarlos hasta una columna, descansando su espalda contra esta.
Quiso preguntarle miles de cosas, ¿qué tienes, Draco? ¿quién te hizo esto?
Pero sólo podía atraerlo más a su pecho y prometerle que todo estaría bien. Ahora Draco lo tenía a él y todo iba a estar bien.
Miró hacia abajo, observando al rubio abrazado a su cuerpo y una sensación cálida invadió su pecho. Todo iba a estar bien.
El chico se había quedado dormido, probablemente exhausto después de haber descargado tantas emociones. Harry le sonrió, sintiendo una mezcla de preocupación y... ¿protección? hacia él. De pronto reparó en la hora que era, definitivamente tenían que regresar a los dormitorios.
Sacudió delicadamente al muchacho, cayendo en cuenta de la situación en la que estaban, ¿cómo siquiera había pasado aquello?
"Hey, hey" le susurró quedamente, tratando de no alarmarlo "despierta, tenemos que regresar a las habitaciones, no te puedes quedar a dormir aquí"
El rubio se removió en sus brazos, poco a poco abriendo los ojos con pesar. Gruñó como respuesta y enterró su rostro en su camisa como protesta.
Harry no pudo evitar sonreír con una mezcla de burla y ternura, para que después la realidad le cayera como un balde de agua fría, porque ¿qué mierda estaba pensando? ¿Malfoy? ¿Tierno?
El pánico lo invadió y removió más al chico, desesperado por irse de ahí de una vez por todas.
"Potter, no..." suspiró roncamente, incrementando la ansiedad del moreno al sentir como una emoción hasta el momento desconocida le oprimía el pecho al escucharlo "yo...yo quiero dormir aquí, no puedes obligarme a ir"
Trató de incorporarse, cada vez más ansioso.
Era Malfoy al que estaba abrazando. ¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo había pasado esto?
"Malfoy, escúchame, no te puedes quedar aquí" le reprendió mientras trataba de liberarse, en vano "el-el piso está frío y si te quedas aquí alguien podría descubrirte por la mañana"
Malfoy gruñó y apretó sus brazos al rededor de su torso, negándose a soltarlo, probablemente privado por el sueño.
"Noooo, yo quiero dormir aquí, no me importa si el piso está frío, yo no tengo frío" protestó, las palabras tropezándose al abandonar sus labios "Tú estás calentito, yo no tengo frío, yo no me quiero ir"
Okey, está bien, si no reaccionaba por las buenas entonces simplemente tendría que obligarlo.
Plantó bien los pies en el suelo y jalándolo hacia él con un brazo se ayudó de la pared para levantarlos a ambos, misma acción que consiguió (por fin) que un soñoliento Draco abriera los ojos hacia él, claramente perdido y sin la menor idea de lo que estaba pasando.
"¿Qué mierda? ¿Potter?...¿qué?" exhaló al mismo tiempo que reparaba en que estaba colgado del otro y en menos de un segundo sus ojos se estaban abriendo con pánico y ya se estaba separando del moreno con rapidez inhumana "Yo...Merlín, lo siento. Perdón, yo sólo- agh-" murmuraba, poniendo mas distancia entre los dos mientras movía los brazos nerviosamente y la cara se le encendía de la vergüenza.
Harry trataba de ignorar la sensación de abandono que lo embargó al no tener la cálida presencia de Malfoy sobre su pecho mientras intentaba aclararse la garganta y averiguar qué era lo que se suponía que uno tenía que decir en situaciones así.
"No... yo-eh- no te preocupes, no ha sido nada, Malfoy"
No ha sido nada, eso había dicho.
Pero si había sido algo, y muy dentro de sí Harry lo sabía.
Malfoy, también le había dicho Malfoy. ¿Por qué ahora sentía tan incorrecto decirle de aquella forma?
Algo parecido al dolor había manchado los ojos de Draco por unos segundos, y Harry se sintió miserablemente culpable.
Entonces el dolor había desaparecido de los ojos del rubio, reemplazado por una capa de dureza.
"Bueno, -ehm- gracias de cualquier forma...Potter" el viento revolvía el cabello de Draco, la luz de la luna reflejando la tonalidad casi blanca de este. Harry se preguntó porqué nunca había notado el inusual color de su cabello.
Y entonces Draco se fue, dejando a Harry tan confundido como nunca lo había estado.
La noche siguiente Harry volvió a presentarse en la torre de astronomía, pero Draco ya no estaba.
El gryffindor trató de convencerse de que no le importaba, y sin embargo, cada noche de la semana volvía a la torre con esperanzas de encontrar al muchacho rubio. Y cuando el siguiente lunes Draco tampoco apareció, Harry comenzó a seguirlo por los pasillos, a mirarlo fijamente en cada clase que compartían y a través del comedor por las comidas. Pasada otra semana (misma en la cual Malfoy hizo un excelente trabajo ignorándolo, el muy cabrón), Harry comenzaba a perder el control, ansiando su atención sobre cualquier otra cosa.
"Malfoy, Malfoy, Malfoy, háblame" era de mañana y sólo ellos dos estaban en los pasillos. Draco siempre estaba despierto a aquella hora porque disfrutaba de llegar antes a desayunar, y Harry sólo había decidido que aquella hora era la mejor para acosarlo hasta que se cansara y le devolviera la palabra "Malfoy, maldita sea, hazme caso, te estoy hablando, ¿porqué me ignoras? ¿qué te hice? ¡Ya ni siquiera peleas conmigo!"
El rubio bufó y apretó el paso, tratando de controlar el sonrojo en su rostro y adelantándose para que Harry no lo notara.
"¡Malfoy! ¡Maldito seas, ahora sí me vas a escuchar!"
Y entonces Harry lo había apresado contra la pared.
Draco era muy joven como para haber interpretado de otra forma aquella acción, pero con los años y conforme su amistad había ido creciendo había aprendido a apreciar la manía que el moreno tenía de empotrarlo contra las paredes cada vez que lo sacaba de quicio (lo cuál, cabía agregar, pasaba muy seguido).
Así pues, sin salida alguna, Draco tuvo que devolverle la mirada. Harry le sonrió.
"¿Qué quieres, Potter?"
Harry quería muchas cosas, pero en aquel momento sólo una consiguió salir de sus labios.
"Quiero que empecemos de nuevo, Malfoy, quiero ser tu amigo"
Y por primera vez en toda su vida, Draco estaba completamente desarmado, sin la menor idea de qué responder a una propuesta como aquella.
"Yo...eh....¿está bien?"
Y como si sus palabras hubieran sido mágicas, la expresión ligeramente amenazadora de Potter cambió, transformándose en una sonrisa tan, pero tan transparente que Draco no pudo evitar devolvérsela.
Harry extendió su mano hacia él y mirándolo a los ojos le dijo:
"¿Amigos?"
Su mano era cálida cuando Draco la estrechó, y su agarre fuerte cuando la apretó, sellando la promesa que estaba implícita en sus palabras.
"Amigos"
Ninguno de los dos tenía idea de en lo que se estaba metiendo, y para cuando se dieran cuenta, ya sería muy tarde.
·······
Hey, hola :)
Solo una pequeña aclaración de que a lo largo de la historia probablemente vaya a haber algunas discrepancias con la historia original de HP, la verdad es que hace mucho que no leo los libros o veo las pelis, entonces no me acuerdo a detalle de todas las cosas, pero equis, no afecta mucho.
Técnicamente la historia está desde el punto de vista de cuando tienen 16 años, estando en sexto año, pero los recuerdos van a estar escritos como si estuvieran pasando en el momento exacto (lo que en este capítulo es tercer año, cuando ambos tienen 13).
Y pues creo que ya eso es todo, ¿les está gustando? Probablemente vayan a ser pocos capítulos que sean larguitos, y pues la historia no creo que se alargue tanto, aunque quisiera poder hacerlo mi paciencia no da para historias muy largas, así que va a ser como un One-shot muy largo.
Ahora sí, ya me despido.
-Con todo su amor, Nat