No sé en qué momento pero ya estaba en enero, los meses se me habían pasado rápido.
El invierno aquí era crudo así que pasaba la mayor parte del día al lado del fuego. Mientras que los demás hacían sus cosas.
Dentro de unos cuentos días tenía que ir a tomar un avión para ir a New York y encontrarme con los chicos en el aeropuerto de ahí.
Estaba en mi habitación hablando por FaceTime con Payton mientras ambos arreglábamos nuestra mochila para el viaje de unos días.
—así que eso, creo que se pasaron demasiado rápidos estos últimos meses, cuando te ves juro no alejarme de ti por un largo rato—contestó Payton.
—yo igual, también estaba pensando en violarte o secuestrarte—dije sin interés.
—¿cómo lo haces?
—¿qué cosa?—respondí con una pregunta.
—cuando quieres violarme o decir algo romántico lo dices sin interés mientras te muerdes el labio—respondió.
—no lo sé—me encogí de hombros—creo que tú lo provocas.
—sabes?...—no lo dejé terminar.
—hacer el amor por pantalla no funciona—replique.
—acertaste—dijo él.
Sonreí y seguí guardando lo que me quedaba en mi mochila.
—terminé—dije cuando tiré mi mochila a una esquina de mi habitación.
—yo igual.
Nos quedamos un rato más hablando y luego finalizamos la llamada.
Le hable a los chicos Thomas, Aarón y Harry para que nos juntáramos y fuéramos a una cafetería o algo.
Quedamos en que nos juntaríamos a la entrada del mall.
Me puse una chaqueta de polar, unas zapatillas y un gorro.
Baje las escaleras tome un poco de dinero y me despedí y mi papá.
—a donde vas?—pregunto cuando estaba abriendo la puerta para salir.
—voy al mall a juntarme con unos amigos.
—a que?
—a bañarme—respondí seria y sarcástica.
—no llegues tarde, cuídate—me besó la frente y salí de la casa.
Tome un taxi y llegué al mall unos minutos tarde.
—ya estoy—di un suspiro y los chicos se asustaron.
—recuerda que es tu amiga, no la mates, no la mates—dijo Harry.
—nadie puede hacerlo, ya sé que soy su favorita.
—lo eres porque eres la única chica del grupo—dijo obvio Thomas.
—ah cierto, bueno a donde vamos?
—veamos una película y luego a no sé dónde—dijo Aarón.
—genial—todos respondimos.
—veamos Rápidos y furiosos 9–respondí.
—cada día nos sorprendes más
Fuimos por las entradas y luego por un poco de comida.
Nos fuimos a la sala número 4 y buscamos los asientos.
Y así comenzó la tarde.