Han pasado varios días desde que Lincoln y Lori han empezado a vivir juntos.
Los días en los que Lincoln y Lori pasaban viviendo bajo el mismo techo, mejoraba su relación fraternal.
Pasaron días y Lori cada vez se comenzó a adaptar a vivir con su pequeño hermano. Lo mismo pasaba con Lincoln, y el ya no se sentía solo al vivir en su hogar, pues ahora tenía a su hermana mayor, con quién pueda comer en compañía y conversar.
Los hermanos se llevaban bien durante varios días, pero durante esos días, la rubia aún no había logrado conseguir un trabajo, y siempre que se presentaba a alguna oficina, recibía la noticia de ser llamada al puesto de trabajo, pero nunca hubo alguna respuesta.
Lincoln hacia de todo por levantarle los ánimos y siempre lograba sacarle una hermosa sonrisa a Lori para que se sienta bien.
Pero con todo lo que la rubia pasaba, siempre era Lincoln quien traía el dinero a casa para el arriendo, las cuentas, el alimento y los gastos personales de cada uno.
Una Noche Lincoln se encontraba jugando un nuevo video juego, la rubia llegaba a casa con las bolsas del supermercado y al entrar vio que Lincoln jugaba un videojuego en su consola, y en esta ocasión Lincoln le propuso a Lori que fuera ella quien haga la cena.
-Lori, quería pedirte por favor si puedes ser tú la que prepare la cena está noche?
-Yo Lincoln? .....aaahhh.......bueno literalmente hacia ya un tiempo que ya no cocinaba, y temo que algo me salga mal - habló la rubia con cierto temor.
-Bueno, te lo decía, ya que quería probar tu sazón - hablaba el peliblanco mientras no se desconcentrada de su nuevo video juego de Resident Evil 3 Remake.
-Mi sazón Lincoln? Literalmente últimamente mi sazón sabe mal.
-Vamos Lori, por qué no lo intentas, me gustaría mucho comer algo que hallas preparado tú.
-Temo que no te guste lo que prepare Lincoln.
-Oh genial, ese nemesis me líquido, bueno Game Over.
Luego de finalizar su partida en el videojuego, Lincoln se acercó a Lori y le hablo para que dejara de tener miedo en cocinar para los dos.
-Lori, por qué creerías que no comería lo que tú hagas? no es mucho el sabor, lo importante sería llenar el estómago - Decía el peliblanco tratando que que su hermana perdiera el miedo a cocinar.
-Esta bien Lincoln, literalmente prepararé algo para los dos.
-Esa es mi Lori.
Mientras que Lincoln terminaba de arreglar algunas cosas que había dejado pendiente, Lori se encontraba en la estufa de la cocina y preparaba la cena para ambos.
-Bueno Lori, literalmente has dejado de cocinar desde hace más de un año, es ahora de afrontar la realidad.
La rubia hizo de todo por querer hacer algo sumamente delicioso para su hermano, estaba confiada de que lo que había hecho le gustaría.
Lori se apresuró y sin siquiera probarlo, sirvió en dos platos las tortillas con arroz y las llevó a la mesa.
-Siento mucho que esperarás tanto Lincoln, hice tortillas con arroz, espero que te guste.
-Estás segura que esto se puede comer Lori? - habló el chico mirando lo que su hermana había preparado con una mirada de cierto rechazo.
-Que? No vas a probarlo siquiera Lincoln? - pregunto la rubia con una mirada semblante de miedo.
-Jajaja..... Es broma Lori, solo estaba jugando - habló el chico sonriéndole.
-uhmm.... Bueno, si quieres, te puedo preparar otra cosa, decía desviando el rostro.
-No Lori, hiciste esto para los dos, te esforzarte y lo voy a comer.
El arroz estaba muy cocido y las tortillas poco pasadas del dorado, pero aún así el peliblanco las iba a probar.
Lincoln cogió el tenedor e hincó la tortilla y la llevo a su paladar.
Lo siguiente que pasó fue que rápidamente la escupió, debido a que estaba muy salado.
-Esta muy salado - dijo el chico cogiendo una servilleta y limpiándose la boca.
-Lori siento Lincoln, se me pasó la sal - habló la chica con temor.
-Descuida, tal vez se te paso la sal en esta, pero de seguro la otra si está bien - Decía el peliblanco hincando la otra tortilla.
El peliblanco al probar la otra tortilla, el sabor le hizo saber amargo.
-Esta amarga Lori y sabe horrible - decía el chico tomando un vaso con agua.
-Lo siento Lincoln, es que como te lo había dicho, ya casi no soy buena para cocinar - habló la rubia mirando a un costado.
-Lori, que pasó, antes lo hacías bien ahora te salieron saladas y amargas y el arroz está algo hecho masa y pegajoso - dijo mientras disolvía un grano de arroz en sus dedos.
-Perdoname pero es que ya me había olvidado de hacerlas.
-Cielos, perdimos unos seis huevos y al menos un kilo de arroz, y otras cosas, pero antes las hacías bien en la casa de nuestros padres.
-Si..... Si... Si quieres te preparo otra Lincoln - Dijo la rubia tomando el plato de Lincoln y levantándose.
En ese momento Lincoln detuvo a Lori tomándola de la muñeca y se levantó a hablarle ya que la había visto con lágrimas.
-Lori, estás llorando? - Pregunto el peliblanco al tomarle la muñeca a Lori.
-Siento mucho haber hecho perder seis huevos y arroz en vano Lincoln, pero descuida, te prepararé otra cosa.
Al oír eso el albino la trajo hacia él y la termino abrazando y le hablo.
-Lori, no estoy molesto por eso, lo que me gustó de ti es que fuiste capaz de hacer algo para los dos y eso fue lo importante, por qué tienes que llorar por esto, nadie nació sabiendo hacer bien las cosas.
-Perdoname Lincoln, pero es que me sentí tan mal cuando te vi que no te gustaría y........ - no pudo terminar por que fue interrumpida.
-Calma Lori, ya pasó, tranquila, no llores, aún me acuerdo de lo que Papá y Mamá cocinaban, y lo haremos juntos - habló el peliblanco mientras le secaba las lágrimas a la rubia.
-Enserio, de verdad no te molesto lo que hice?
-Para nada Lori, si supieras que cuando comenzar a vivir solo, yo fui un cocinero de pesadilla jajaja... - se rió el chico por sus recuerdos.
-Que gracioso Lincoln, pero gracias por no criticarme dijo la chica con mejores ánimos.
-Bueno Lori ponte tú delantal que vamos a preparar algo juntos.
Ambos comenzaron a preparar algo y con la ayuda de ambos pudieron hacer unos deliciosos tallarines fritos.
-Gracias por ayudarme Lincoln, Literalmente esto está delicioso.
-Si los dos ponemos nuestros esfuerzos, las cosas nos saldrán bien - habló el peliblanco mientras servía la cena.
Ambos cenaron esta vez deleitando la cena que se prepararon.
Un mes después:
Y así continuaron los días, y Lori continuaba intentando conseguir un empleo, pero desgraciadamente nada iva a su favor.
Luego de unos días, cuando Lincoln se encontraba trabajando, la rubia se sintió muy sola en casa, pues no era la primera vez, inclusive ella se ponía ansiosa esperando a que Lincoln llegará y entrara por la puerta.
Y fue cuando se encontraba sentada en el sofá y decidió encender la consola de Lincoln y comenzó a jugar algunos de los vídeo juegos de su hermano y poco a poco vio que era divertido.
-Vaya, no puedo creerlo, literalmente esto es divertido - decía la rubia que estaba aprendiendo a jugar los nuevos video juegos de Lincoln.
Así la rubia comenzó a pasar muchos días en la consola del peliblanco, la rubia jugaba cada vez más, fue hasta el momento de que se olvidó de seguir buscando empleo.
-No puedo creerlo, literalmente me he vuelto una experta en esto, no sabía que jugar esto sería tan divertido.
De pronto la chica se había acordado de algo que era en los deberes de la casa.
-Cielos, se me olvidó que tenía que lavar la ropa, Lincoln se enojara si no lo hice - se decía la chica mientras se calzaba las sandalias en sus pies.
Durante varios días, la rubia se estaba comenzando a pegarse más a la videoconsola de Lincoln y al uso de su teléfono celular, y sin darse cuenta, se estaba volviendo la vieja Lori que era cuando fue una adolescente.
Pasaron días y ahora eran en varias ocasiones que Lincoln al llegar a casa, encontraba algunas cosas en desorden.
Mientras subía encontró las bragas de su hermana tiradas en el pasadizo y sin pensarlo fue a la habitación de Lori ara hablar sobre ellas.
El peliblanco tocó la puerta de la habitación de Lori para entrar y reprenderla como hermano.
-Lori, puedo pasar?
-Adelante Twerp - Dijo la rubia mientras estaba jugando boca abajo en la Laptop.
-Lori, se que como hermano hablar de esto es algo íntimo, pero te has vuelto a dejar tirada tu ropa interior en el pasadizo.
-Las encontraste Lincoln, está bien lo siento, ya no volverá a ocurrir de nuevo. Literalmente las buscaba para lavarlas.
-Esta bien Lori, pero ya no lo vuelvas ha hacer, me incomoda un poco, ya que estamos hablando de tus prendas íntimas.
-De acuerdo Lincoln, tendré más cuidado.
Dicho eso, Lincoln se fue a su habitación.
Ya por la mañana del día siguiente, Lincoln volvió a preparar el desayuno y llamó va su hermana para comer juntos, pero tras varias llamadas de Lincoln, Lori no respondía.
-Acaso no me escucho? Tal vez deba de subir - decía el peliblanco que terminaba de servir los platos.
Lincoln subió a tocar la puerta de la habitación de Lori.
Toc. Toc. Toc... Tocaba el peliblanco, pero aún así la rubia no respondía a su llamado, por lo que Lincoln optó en entrar a la habitación de Lori.
Al entrar a la habitación de Lori,o que sus ojos vieron lo dejaron totalmente estupefacto, ante el la rubia dormía, de manera tierna y a la vez descubierta del cubrecamas.
Lo que Lincoln veía era a Lori dormir boca abajo en blusa blanca y bragas negras, a tal punto que se quedó o observando las hermosas posaderas de su hermana mayor.
Lincoln lucho por salir del trance y rápidamente se dió la vuelta por qué lo que vio era un tabú entre hermanos.
-(Cielos, realmente Lori se ve hermosa, pero ella es mi hermana y no debo de pensar en eso) - se decía el mismo por pensar de esa manera de su propia hermana.
Lincoln pensó en lo correcto y dándose la vuelta se acercó a Lori y la cubrió con el cubrecamas.
-Esta bien mi dormilona, yo ya me tengo que ir a trabajar - le susurró al oído de su hermana.
De ahí Lincoln escribo una nota y la puso en la mesilla junto a la lámpara, en la que decía que del trabajo se iría directo a la universidad, le dejaba el desayuno listo y algo de dinero para la tarde.
Durante el viaje que Lincoln hacia en el tren, recordaba lo que vio de su hermana, verla dormir de esa manera era realmente hermosa y sin darse cuenta estaba teniendo una erección y al darse cuenta de que la tenía duro como una roca, se tuvo que reprenderse por lo pervertido que estaba actuando por pensar en aquellas cosas.
En la casa Lori despertaba tiernamente y al abrir los ojos, pudo ver la nota que Lincoln le había dejado.
-Vaya, creo que hoy he dormido más de la cuenta - dijo la chica mientras se levantaba de su cama.
Durante días atrás, la rubia se había acostumbrado a caminar y a pasearse por la casa en pijama, la cual consistía en una blusa de tirantes color blanca y unos minishorts celestes y descalza, y en pocas veces estar con sandalias.
Ella no se daba cuenta de que estaba acostumbrandose a vivir en algunos malos hábitos de vivir.
Para Lincoln no era nada extraño ver a su hermana pasearse por la casa en pijama, pues ya la había visto muchas veces cuando fue niño y ahora la volvía a ver en su casa.
La rubia como de quedaba sola en casa, decidió que quería sentirse una chica libre ante la ausencia del peliblanco.
Y es allí donde perdió el interés de salir a la calle, pues solo saldría para hacer algunas compras que necesite y comenzó a dedicarle más su tiempo a la videoconsola de Lincoln.
Por la noche Lincoln llegó a casa algo saturado por el trabajo y los deberes de la universidad, al entrar a a casa vio a Lori que seguía en la consola como en varias noches que la encontró de esa manera, por lo que Lincoln decidió llamarle la atención, ya que no era bueno que esté jugando todo el día.
-Lori, podrías apagar eso?…....
-Dame un momento Twerp, ya voy a pasar al siguiente nivel - decía la chica sin siquiera mirar al peliblanco.
-No Lori, apágala ahora mísmo - habló el chico con un tono algo serio.
-Que te pasa tu no nunca te habías molestado por esto y ahora te enojas?
-Lori, no quiero ser un cascarrabias, pero últimamente te pasas todo el día en la consola y ya como te olvidaste de hacer las cosas de la casa.
-Es solo mi pasatiempo Lincoln, que tiene de malo?
-(Suspiro profundo) Verás Lori, antes te vestias y te arreglabas muy bien, tu cabello estaba muy lindo, y ahora te veo casi todos los días en blusa, en minishorts muy cortos y te paseas por toda la casa descalza, al menos usa tus sandalias.
-Bueno quería sentirme cómoda Lincoln, estar en pijama todo el día me hace sentir más cómoda.
-Pero no es la manera en la que tanto tiempo una chica como tú se vista así todos los días.
-En serio te molesta verme así con esta ropa? Acaso no me veo bien?
-Bueno.......... No la verdad es que te vez muy bien, pero es que no deberías de estar vestida así todos los días.
-Hay si Twerp, como si tú no hacías lo mismo en la casa de nuestros padres, acaso olvidaste las veces que te caminabas y corrias en ropa interior por toda la casa?
-Bueno eso es completamente diferente..........
-Diferente en que...........
-Ah.... Olvídalo.... Puedes estar así si te gusta.
-Gracias hermanito............ Te preparas la cena?
-(Suspiro) Está bien Lori, prepararé la cena por qué ya es tarde - dijo el chico estando sin muchas ganas.
Así pasaba otra noche en la que Lincoln era quien atendía a su hermana, y lo hacía ya que recordaba lo que le dijo desde el principio, que la ayudaría no le daría nunca la espalda.
Por la mañana del día siguiente, era un día no laborable, para esa mañana Lincoln volvía a preparar el desayuno y esta vez sin que Lincoln llamara a Lori, ella bajó a la mesa del comedor a sentarse.
Cuando Lincoln llevaba los platos para servir el desayuno, lo que vio lo hizo soltar el plato y se quedó muy impresionado.
El plato cayó al piso y se rompió, ya que vio a Lori bajar descalza, en blusa y esta vez en bragas.
La rubia oyó el sonido de que se rompió el plato y salió por completo del sueño y se sentó en la silla y le hablo al peliblanco por la expresión que tenía.
-Que pasa por con esa cara Twerp, por qué soltaste al pobre plato.
El peliblanco no sabía que responder, para el ver a su hermana en muy cortos minishorts era ya normal, pero ahora verlas en bragas ya no era nada normal.
-¡Responde Twerp!, por qué me miras con esa cara tonto - Decía la rubia por la expresión que daba el peliblanco.
-Po... ¡Por qué te bajas así en bragas a la mesa!, Que acaso no tienes desencia? - preguntó el peliblanco con cierto enojo.
-Que, estoy en bragas?
La rubia no se había dado cuenta que se había levantado así de la cama.
Rápidamente Lincoln se dió la vuelta para no mirarla, pero en el fondo de el sabía que Lori se veía muy hermosa vistiendo así.
La chica no tomo mucha importancia por bajar así y tomó uno de los panes para desayunar.
-Ya Lincoln, como si nunca abrías visto a una mujer en estas prendas, no tomes importancia, recoge el plato que soltaste y ven a desayunar.
-Por favor Lori cubrete con algo mientras recojo el plato roto.
-Que me cubra? Eres mi hermano, acaso te molesta verme así, acaso no me veo bien?
-No e eso Lori, es solo que yo como hombre debo de respetar en ver tus partes...... Ya sabes.
-Pues no me molesta que me veas así, además si quieres tú también te puedes pasear por tu casa en boxer - decía la rubia sonriéndole con los ojos.
-No... No es lo correcto Lori, cubrete por favor.
En ese momento, la chica se levantó y fue donde el peliblanco y lo abrazo por detrás hablándole.
-Lincoln, creo que a partir de ahora estaré así por toda la casa me hace sentir más cómoda - le susurró al oído de su hermano.
- No. No por favor, no lo digas ni en broma.
La chica pego más su cuerpo a la espalda del chico le dijo algo que lo lleno de muchos nervios.
-Quieres saber otra cosa Linky?....... No llevo sostén, me encanta sentirme libre y cómoda.
-¡Queeeee! - se sorprendió mucho al oír lo que salió de la boca de su hermana.
-Sabes,creo que se me hizo tarde y me tengo que ir a trabajar - habló el chico muy nervioso.
-Trabajar? Pero si hoy no trabajas ni tienes clases en la universidad Lincoln, además hoy es el día en la que juntos tenemos que cantar.
-Trabajar, no, quise decir que debía de salir a correr por un momento y ya se me hizo tarde, creo que es hora de irme, regreso en unas cuantas horas.
Lincoln salió de casa muy nervioso, pues vivir con su hermana ya poco más de un mes le había dado un giro de ciento ochenta grados y sin pensarlo se fue a otro lugar.
En casa
-Cielos no debí haber actuado así ante mi hermanito, ni siquiera se molestó en decirme que me veía bien, cualquier chico lo habría dicho, asusté a Lincoln..... pero estoy segura que se acostumbrará.
Vivir con Lori y algunos malos hábitos al parecer seria lo que estaba cambiando en ambos, pero aún habían muchas cosas por venir.