En la cama de mi ex marido (L...

By 1Dcarolina30

42K 1.2K 181

LOS CAPÍTULOS SON LARGOS ! Portada hecha por : @Liar_k Te quedo genial ! Gracias ! More

Argumento
Prologo I
Prologo Parte II
Prologo parte III
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
capitulo 9
Ultimo Capitulo 10
Epilogo

Capitulo 3

2.7K 82 24
By 1Dcarolina30

Capítulo 3

____(tuap) acababa de ponerse un vestido cuando sonó el portero automático anunciando la llegada de Liam.

Intentaba controlar los nervios mientras se ponía un poco de brillo en los labios, pero le temblaban las manos. ¿Por qué? ¿Por qué estaba temblando?, se preguntó.

Después de mirarse al espejo por última vez, se dirigió a la escalera, respirando profundamente.

Él estaba en la acera, con un pantalón gris oscuro y una camisa blanca, tan alto, tan guapo como siempre. Y ____(tuap) se puso tan nerviosa como siempre.

Se preguntó entonces si dejaría de afectarla algún día, si algún día podría verlo como a cualquier otro hombre.

—¿Sigues bajando por la escalera?

—Así me ahorro una fortuna en gimnasios —contestó ella.

—Lo que estás haciendo es arriesgar la salud de tu hijo. 

___(tuap) arrugó el ceño.

—De eso nada. El ejercicio es muy bueno para las mujeres embarazadas. Ayuda a controlar el peso y te da fuerzas para el momento del parto.

—¿Y por qué no vas a nadar?

Ella levantó los ojos al cielo.

—Mira, Liam, trabajo doce horas al día. ¿De dónde quieres que saque el tiempo?

—Yo tengo piscina en casa.

____(tuap) apartó la mirada. Porque recordaba bien esa piscina… que casi hervía con la pasión de sus encuentros.

—¿Qué clase de comida te apetece?

—No sé… elige tú.

Liam la miró, sorprendido.

—¿Que elija yo? Me das miedo. Ese cambio de actitud tan repentino…

—Me da igual dónde vayamos. Tengo hambre.

—A ver, dímelo. ¿Qué pasa?

—Nada.

—Te pasa algo.

—Tengo hambre y quiero cenar. Además, si no recuerdo mal, fuiste tú el que sugirió que cenáramos juntos.

-liam le abrió la puerta del coche.

—Ya. ¿Has pensado en mi oferta?

—Aún tengo cuatro días para decidir.

—Lo sé, pero me gustaría saber cómo va el asunto. 

—¿No podemos hablarlo en otro momento?

—¿Por qué no ahora?

—Porque no quiero discutir mientras conduces.

—O sea, que la respuesta es no.

—¿Qué esperas que haga? —suspiró ___(tuap)—. ¿Que meta todas mis cosas en el coche y me mude a tu casa?

—En cierto momento de tu vida, eso es justo lo que habrías hecho.

—Eso fue hace mucho tiempo, Liam. Y ya no soy una cría ingenua. Hay muchas cosas que no haría si pudiera volver atrás.

—¿Por qué no lo dices claramente? Lamentas haberte casado conmigo.

—No fue exactamente un lecho de rosas, no —suspiró ella.

—Yo estaba empezando mi carrera… ya sabes lo difícil que es eso. Hice lo que pude, ____(tuap), pero enseguida me di cuenta de que nunca podría estar a la altura de tus expectativas.

—¿Mis expectativas? Eras tú el que tenía una lista de lo que querías y no querías en una esposa —exclamó ____(tuap)—. No querías una mujer con una carrera, ni con ambiciones, ni con cerebro…

—Eso no es verdad y tú lo sabes. No me importaba en absoluto que trabajases y…

—Tú no tienes ni idea de lo que hay que sufrir para salir adelante cuando no tienes a nadie que te apoye —lo interrumpió ella—. Tú heredaste el despacho de tu padre, por Dios bendito. ¿Eso era tan difícil?

—¡Pero tuve que pasar una entrevista junto con un montón de candidatos!

—¿Alguno de ellos era una mujer?

Liam suspiró.

—No, creo que no.

—Pues claro que no. El bufete Payne y Payne es conocido por su misoginia. Ninguna mujer habría solicitado el puesto. Los que están arriba no tienen el menor interés en mirar hacia abajo.

—No creo que sea culpa mía que todos los colegas de mi padre sean hombres. Mi abuelo abrió ese bufete y mi padre y yo sencillamente hemos seguido sus pasos.

—¡Pues eso! No te das cuenta de que ocupas una posición de privilegio porque nunca has tenido que luchar para que te tratasen de forma justa.

—¿Podemos cambiar de tema, por favor? —suspiró él—. No quiero tener otra de tus discusiones feministas en las que, como siempre, acabo cruzando las piernas por si acaso tienes la tentación de sacar las tijeras.

—Qué tonterías dices. No puedo creer que un hombre con tres hermanas pueda ser tan machista.

—Mira, _____(tuap), a mí me encantan las mujeres. No tengo nada en contra de que reciban el mismo salario y tengan las mismas oportunidades. Pero las mujeres tienen hijos y el período en el que tenerlos es ideal para una mujer coincide con el período ideal para concentrarse en la vida profesional. Es así. La mayoría de las mujeres tienen que elegir entre su carrera y una vida familiar, es casi imposible tener ambas cosas.

—Porque los hombres se niegan a cambiar. Recientemente, he leído un estudio que hablaba de la contribución masculina en el hogar. Cero, por supuesto. La mujer sigue teniendo que trabajar fuera y dentro de casa…

—Que sí, que sí —la interrumpió Liam—. Estoy de acuerdo, tienes razón. Sé que la mayoría de los hombres no hacen nada en casa.

—Alguien como tú es posible que no lo sepa, pero millones de mujeres tienen que trabajar todos los días y cuidar de su familia a la vez. No tienen tiempo para nada más ni, por supuesto, dinero para pagar niñeras, jardineros y cocineros. Estoy hablando del mundo real, Liam. Y no siempre es bonito.

—Hablas como si yo viviera en un mundo aparte…

—Porque es así. No conoces la realidad porque has vivido en un mundo de riqueza y privilegios. Tu madre nunca tuvo que trabajar fuera de casa y en casa tenía gente que lo hacía por ella.

—¿Y tus padres? Nunca me has hablado mucho de ellos. ¿Tu madre trabajaba? 

—Sabes que no me gusta tocar ese tema.

Liam arrugó el ceño mientras buscaba un sitio para aparcar.

—Pues yo creo que ahí reside el problema.

_____(tuap) no se molestó en contestar. Salió del coche y se dirigió a la acera sin esperarlo.

—¿Podemos cambiar de tema? —preguntó él entonces, tomándola del brazo.

—Discutir contigo es agotador.

—Es que has perdido práctica. Pero pronto te acostumbrarás, estoy seguro.

Entraron en el restaurante, un griego, y, cuando el camarero les sirvió dos copas de vino, ____(tuap) decidió sacar el tema:

—Quería hablarte de una cosa…

—¿De qué?

—¿Vas a representar a Aidan Dangar contra Eliza?

Liam tomó un sorbo de vino antes de contestar:

—No suelo hablar de mis clientes fuera del despacho.

—¡Por favor! Aidan es amigo tuyo.

—Tengo muchos amigos.

—Pues, francamente, no sé cómo —replicó ella—. Debes pagarles por el privilegio de tu compañía.

Liam dejó la copa sobre la mesa con exagerada precisión.

—Ten cuidado, _____(tuap), no querrás montar una escena en medio del restaurante, ¿no? 

—Sé que vas a representar a Aidan, así que no tiene sentido negarlo.

—¿Y eso es un problema?

—Es un problema para Eliza.

—¿Y?

—No quiero que representes a Aidan.

—¿Eh?

—Quiero que le des el caso a alguno de tus socios más jóvenes.

Liam se echó hacia atrás en la silla.

—¿Y por qué iba a hacer eso?

_____(tuap) se pasó la lengua por los labios.

—Porque no creo que puedas ser objetivo.

—He representado a muchos de mis amigos en los tribunales. Y, por el momento, no tengo ninguna queja.

—¡Por eso mismo! No quiero que le destroces la vida a Eliza sólo para vengarte de mí.

Él la miró, pensativo.

—¿Y si dejara el caso, qué me darías a cambio? ¿Es tan importante como para que volvieras a vivir conmigo?

—Eso es un chantaje, Payne.

—Es posible. Pero si aceptas vivir en mi casa durante todo el embarazo, dejaré el caso.

_____(tuap) tragó saliva.

—No puedo…

—Pobre Eliza —la interrumpió Liam. Sabía que aquél era un golpe bajo, que estaba portándose como un verdadero canalla, pero haría lo que fuera para recuperarla. _____(tuap) estaba demasiado furiosa con él como para aceptar que pudieran ser amigos.

No, sería implacable, aprovecharía cualquier ocasión.

Como aquélla.

—¡Serás cerdo! Lo dices en serio, ¿verdad? ¿Cómo puedes jugar con la vida de la gente de esa manera?

—La ley es la ley —contestó él—. Eliza Dangar ha tenido un comportamiento sicótico durante los últimos meses. ¿Te ha dicho algo de eso? No, claro que no. No sería difícil convencer a un juez de que no puede hacerse responsable de sus hijos…

—No me lo puedo creer… No pensé que pudieras caer tan bajo, Liam Payne.

—No me he ganado una reputación de abogado implacable por nada, _____(tuap). Quizá deberías recordarlo.

—¡Pero Eliza es la madre de esos niños! Lo está pasando fatal y…

—En este momento no es capaz de cuidar adecuadamente de sus hijos —la interrumpió Liam—. Aidan está muy preocupado… Quizá deberías haberte enterado un poco más antes de lanzarte a la yugular. ¿Dónde está la objetividad profesional de la que tanto alardeas?

—Eres idiota. 

—Eso ya me los has dicho muchas veces.

—No puedo creer que esté aquí contigo. Debería haber imagino que le darías la vuelta al asunto para salirte con la tuya, como siempre.

—¿Por eso has aceptado cenar conmigo? ¿Para convencerme de que le dé el caso a un compañero?

_____(tuap) se puso colorada.

—No…

—No me mientas, _____(tuap). No estás en posición de hacerlo. Si no aceptas vivir en mi casa durante el embarazo, tu amiga perderá la custodia de sus hijos.

Estaba atrapada. Tenía que elegir y…

—Podría denunciarte al colegio de abogados por esto.

—¿Y quién iba a creerte? Soy uno de los abogados más prestigiosos de Sidney y tú eres mi ex mujer. ¿Qué crees que diría un juez? No, me parece que sabes lo que debes hacer.

—No voy a tener relaciones contigo.

—¿Te lo he pedido yo? —replicó Liam.

—Tú no pides, tú haces lo que te da la gana sin pensar en las consecuencias.

—Eso no es justo, querida. Tampoco tú pensaste en las consecuencias aquella noche, en el hotel. Además, no es buena idea morder la mano que, al final, podría darte de comer.

—No pienso aceptar nada de ti. Prefiero morirme de hambre. 

Fue infortunado que, justo en aquel momento, llegara el camarero con la cena. ____(tuap) miró la deliciosa laksa preguntándose si estaba siendo un poco demasiado vehemente.

—Come, mujer —sonrió Liam—. ¿Quién sabe? A lo mejor te dejo pagar y todo.

_____(tn) deseó tener valor para tirarle el plato a la cara. Pero tenía hambre. Y debía comer, por ella y por el niño.

Pero mientras comía, intentaba encontrar la forma de salir de aquel embrollo. Vivir con liam…

Imposible.

No había podido resistirse aquella noche, después de la conferencia, ¿cómo iba a resistirse si dormían en la misma casa?

Podía imaginarlo. Podía verse a sí misma esperando que llegara de trabajar, contenta de que él le prestase atención durante cinco minutos… como cuando estaban casados.

____(tuap) apartó el plato. Acababa de perder el apetito.

—¿No te gusta?

—No, ya he comido suficiente.

—Pero si apenas lo has probado… ¿Qué pasa? ¿Está demasiado picante?

—Espero que no te dediques a vigilar todo lo que como cada vez que estemos juntos.

—¿Que no? Si tengo que darte de comer yo mismo, lo haré.

—Y yo te daré un puñetazo.

—Ah, una pelea con comida. ¿Te acuerdas de aquella vez… con la nata?

______(tuap) tomó un trozo de pan para distraerse. No quería recordar aquel episodio. No quería recordar ninguno.

—¿Quieres que pida otra cosa?

—No. Lo que quiero es que te calles.

—No te gusta recordar el pasado, ¿verdad? —preguntó Liam en voz baja.

____(tuap) no tuvo que contestar porque el camarero apareció con el segundo plato. No, no quería recordar el pasado. No quería recordar su pasado con Liam.

—¿Hasta cuándo piensas seguir trabajando? —preguntó él.

—Hasta el último momento.

—¿No crees que deberías dejarlo antes? Para descansar un poco…

—No.

—Bueno, bueno, como tú digas. ¿Crees que estarás preparada cuando llegue el momento?

_____(tuap) lo pensó.

—Espero estarlo.

—Seguro que sí —dijo él—. Seguro que todo irá bien.

—¿Se lo has contado a tu familia? —preguntó _____(tuap) entonces. 

—No, pero había pensado hacerles una visita esta semana.

—Se van a llevar un disgusto tremendo.

—Si decido vivir con mi ex mujer, es asunto mío. Y de mi ex mujer.

—Si fuera por mí, no viviríamos juntos, te lo aseguro —replicó ella—. Y si no estuviera embarazada, no estaría aquí ahora mismo.

—No, pero tengo la impresión de que podríamos estar en otro sitio, mucho más cómodo —sonrió Liam.

—¿Qué quieres decir?

—Estoy diciendo que lo nuestro no ha terminado. Lo que hubo entre nosotros no ha muerto, a pesar del divorcio.

—Lo que hay entre nosotros… si es que hay algo, no es más que atracción física. Se nos pasará con el tiempo —replicó ella.

—¿Cuánto tiempo? Han pasado cinco años y…

—El deseo físico no es base para una relación. Tarde o temprano, se acaba.

—Niégalo todo lo que quieras, pero yo sé lo que siento. Y también sé que a ti te pasa lo mismo. De no ser así, no estaríamos en esta situación.

—Estamos en esta situación porque fuimos un par de idiotas —replicó ella.

—Sí, bueno, como quieras —suspiró Liam—. Yo me encargaré de alquilar tu apartamento, por cierto. Y en cuanto al caso Dangar, se lo pasaré a uno de los socios más jóvenes del bufete.

____(tuap) dejó escapar un suspiro de alivio.

—Sé que voy a lamentar esto. Lo sé, estoy segura.

—Deja de preocuparte, ____(tuap). Hemos vivido juntos antes. No somos extraños y tenemos intereses comunes. Estos próximos meses pasarán enseguida y quizá, al final, habremos logrado formar parte de ese pequeño grupo de ex parejas que logran ser amigos.

___(tuap) estaba segura de que no sería así, pero no dijo nada. 

Ojalá pudiera mandarlo a paseo, pero… no dejaba de recordar los sollozos de su amiga Eliza, la posibilidad de que perdiera a sus hijos. No, no podría decir que no aunque quisiera.

Y no quería hacerlo.

____(tuap) se puso tensa. No quería decirle que no. Quería vivir con él. Quería verlo cada día, charlar con él, verlo sonreír, quería oler su colonia, quería que tocase su abdomen cuando el niño se moviera, quería que la besara…

Quería todo eso. Y era absurdo seguir negándolo.

Liam dejó la carta de postres sobre la mesa.

—Para ser una mujer que había jurado no tener hijos, creo que te estás tomando esto muy bien.

—¿Qué quieres decir con eso? 

—Nada, sólo que nunca habías querido tener niños…

—Porque estaba intentando abrirme camino en la vida. Es muy difícil hacer las dos cosas a la vez. Además, los niños crean tensión en las parejas. ¿Cuántos matrimonios se rompen en cuanto los hijos aparecen en escena?

—Pero nosotros iremos un paso por delante, ____(tuap), porque ya no estamos casados —sonrió Liam—. Quizá este niño consiga justo lo contrario.

—¿Reparar nuestro matrimonio? —preguntó ella, incrédula.

—Podría ocurrir.

—Y también dicen que existen los milagros, pero yo no lo creo.

—El matrimonio no se nos dio bien, ____(tuap), así que deberíamos concentrarnos en las cosas que funcionan.

—¿Cómo? Me estás obligando a hacer algo que no quiero…

«Mentirosa», le decía su conciencia.

—El problema contigo es que la mitad de las veces no sabes lo que quieres —la interrumpió Liam.

—¿Qué?

—Sigues con ese trabajo en el que no ganas un céntimo, vives en un apartamento diminuto y tu coche está para el arrastre. Que yo sepa, apenas tienes vida social… aparte de tus conversaciones con la anciana del ascensor, claro. Por Dios bendito, ___(tuap), eres una mujer joven y atractiva, no tires tu vida por la ventana.

—¿Y viviendo contigo no tiraré mi vida por la ventana? —replicó ella, irónica.

—No. No dejaré que eso ocurra por segunda vez. Te doy mi palabra.

Ojalá pudiera creerlo. Sabía que sus observaciones no eran del todo desacertadas. Su vida social era casi nula y trabajaba doce horas en el despacho con muy poca recompensa económica.

Durante los últimos cinco años se había quedado atascada. Su ruptura con Liam había destruido su confianza en sí misma y sabía que, si no hacía algo pronto, nunca cambiaría nada. Pero vivir con Liam no iba a solucionar nada en absoluto. La primera vez fue un desastre… ¿cómo una segunda vez, con un niño que ninguno de los dos había planeado, iba a ser mejor?

Y luego estaba el asunto de lo que sentía por él…

Seguía enamorada de su marido.

De hecho, no recordaba haber dejado de estarlo nunca. Cada vez que pensaba en él se le rompía el corazón.

—Parece que no tengo elección —murmuró.

—Yo no diría eso. Tienes dos opciones, vivir conmigo o ver cómo tu amiga atraviesa un muy amargo divorcio. 

—Lo harías, ¿verdad? Le destrozarías la vida a Eliza sólo para salirte con la tuya. ¿Tanto me odias?

Liam clavó sus ojos en ella durante largo rato. Pero eran inescrutables.

—¿No crees que deberíamos olvidar el pasado y pensar en el niño? Tenemos muchas cosas que discutir… el nombre, el colegio, todo eso. Personalmente, prefiero olvidarme del pasado. Hablar de ello no cambiará nada.

___(tuap) metió la cucharilla en la mousse de chocolate. Tenía razón. No podían cambiar el pasado. Pero si el pasado, que había sido construido con amor, acabó siendo una ruina…

¿Qué les depararía el futuro, un futuro basado en el odio y la amargura?

A pesar de todo, ___(tuap) se mudó al día siguiente. Y cuando llegó a la casa, los recuerdos del pasado la asaltaron.

El BMW de Liam estaba en el garaje, de modo que debía haber salido pronto del despacho para recibirla. Qué detalle, pensó, irónica.

—¿Había mucho tráfico? —preguntó él, a modo de saludo.

—Horrible —contestó ____(tuap), sin mirarlo.

—¿Pasa algo?

—Nada, me duele un poco la cabeza.

—¿Quieres una aspirina?

—No, creo que… voy a darme una ducha y luego me iré a la cama. Estoy cansada.

—Estás muy pálida. No irás a desmayarte, ¿verdad? —murmuró Liam, tomando su mano.

—No —contestó ella, soltándose de un tirón.

—____(tuap)… —Liam se aclaró la garganta—. Estaba pensando que podríamos ir a casa de mis padres mañana.

—¿Para qué? ¿Para que comprueben que estoy embarazada sin necesidad de contratar a un detective? Fíjate, me sorprende que no hayas querido una prueba de ADN, pero seguro que tus padres insistirán en ello.

—La verdad es que lo pensé —le confesó Liam entonces.

Ella lo miró, atónita.

—¿No crees que el niño sea tuyo?

—Si no fuera mío no habrías ido a verme. Me odias demasiado, ¿recuerdas?

—Si quieres una prueba de ADN, por mí no hay ningún problema.

—No es necesario —suspiró él.

—Qué generoso.

—Por Dios bendito, ¿qué quieres que haga? Apareces en mi oficina y me dices que vas a tener un hijo… ¿no te parece normal que dudase?

—No, no me parece normal.

—¿Por qué? 

—Porque tú me conoces bien, Liam Payne.

Él apretó los labios.

—Muy bien, muy bien, perdona. Tienes razón. Es verdad, no debería haber dudado de ti. Es que a veces te pones imposible… pero me gustaría que fueras conmigo a casa de mis padres. Quiero que sepan que ahora vivimos juntos.

—Díselo por teléfono. Yo no tengo por qué ir.

—¿Te da miedo mi familia?

—No, claro que no. Pero no veo por qué voy a tener que soportar sus críticas y sus miraditas de desprecio —contestó ____(tuap).

—No van a criticarte. Te lo garantizo.

—¿Ah, no? A la cara, no. Pero lo harán en cuanto me dé la vuelta, como han hecho siempre.

Liam dejó escapar un suspiro. En el pasado, _____(tuap) le había dicho muchas veces que se sentía incómoda con su familia, pero él no quiso creerla. Le avergonzaba reconocer que había tardado tres años en darse cuenta de que tenía razón. Tres años en ver a su familia por lo que era.

Le gustaría decírselo, decirle que estaba de su lado, pero… sabía que eso no cambiaría nada. Estaba claro que ______(tuap) no sentía más que desprecio por él. Podía verlo en sus ojos. No podía mirarlo siquiera.

Y era lógico.

—Tus cosas llegaron hace rato. Mi ama de llaves lo ha colocado todo en una de las habitaciones de arriba.

—Gracias. Podría haberlo hecho yo —contestó ella, dirigiéndose a la escalera.

—¿_____(tuap)?

—¿Qué?

—Sé que esto no es fácil para ti.

—No me digas.

—No te preocupes por mi familia —dijo Liam, pasando por alto el sarcasmo—. No dejaré que interfieran.

___(tuap) siguió subiendo al segundo piso sin decir nada.

Aunque su familia siempre había sido un problema, ellos no eran el obstáculo principal.

Liam la quería. Ese era el obstáculo principal.

Continue Reading

You'll Also Like

290K 12.4K 31
La vida siempre tiene retos en los que se pone a prueba nuestra fuerza espiritual. La vida de Phoebe no es la excepción. Quedó embarazada y tiene que...
103K 4.9K 22
Alexandra Smith , hija de uno de los mayores famosos de hollywood, Bratt Smith. Alexandra despues de estar 4 años en un psiquiátrico, sale de alli c...
408K 21K 29
Ethan White, la clase de esposo ejemplar, trabajador, exitoso, millonario y amoroso que toda mujer desearia tener; pero solo Katherine Smith tuvo la...
3.9M 521K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...