Miro a todos en la secundaria, es hora del almuerzo, pero estoy sola en un asiento, apartada de todos. Hoy mi mente está en otro mundo y me pregunto varias veces si necesito pedir ayuda de nuevo. ¿Dejaré que me salven? ¿Daría una última oportunidad? ¿Me ayudarán? Con esas preguntas en mente miro hacia la persona que me estuvo más para mí, luego de Blake. Es Benjamín, mi ex mejor amigo.
Está con sus amigos Kyle un moreno de ojos azules, Josie un chico tímido y reservado su tez es clara y sus ojos son negros, sinceramente no sé por qué se junta con ellos, él no era malo conmigo, pero se dejaba llevar de Kyle. Lo que más me molesta es que Benjamín los haya preferido a ellos cuando él sabía que yo lo necesitaba luego de lo de Blake, por eso me aleje por completo y más porque los chicos descubrieron que Benjamín es gay y lo amenazaron con eso. Bueno Kyle lo hizo.
Dejo mi almuerzo a un lado, no tenía hambre. Camino lentamente hacia él, sé que es un error porque él me ha hecho daño también. Pero tal vez sea la única que pueda ayudarme. Llegó me mira con una ceja levantada y me arrepiento, pero decido pedir un minuto de su tiempo para hablar a solas.
Sus amigos me ven con odio, más Kyler. No sé que tan mal le hice para que me odie de esa forma. Pero aun así Ben los prefirió. Josie no me mira esta concentrado en su teléfono hablando con alguien.
Suspiro.
- H-hola, Benjamín - Juego con mis manos y sonrió un poco -¿Tienes un minuto? Necesito hablar contigo a solas.-
-Oh, Hola Ahren. Que raro que vengas a hablarme, ahora estoy algo ocupado - Noto algo de emoción en su voz, Kyler carraspea haciendo que Ben lo mire y Kyler le da una mirada advertencia- No tengo tiempo para ti, lo siento.-Me mira y noto un poco de tristeza en su mirada.
Y bien, esa fue mi charla más larga con él, nótese el sarcasmo.
Asiento y no digo nada, quiero largarme a llorar intenté una segunda oportunidad y así sale. Salgo del comedor hacia el patio corro hasta debajo de las gradas, me siento en el piso y lloró, lloro por todo y nada.
¿Por qué no intento buscar ayuda en alguien más? Pues bien, lo intenté, pero nadie quiso ayudarme, él era mi última esperanza.
Siento como alguien se sienta en las gradas, justo arriba de donde estoy, noto que es un chico por sus zapatos, me calló para que no me escuche llorar.
- Sabes, dicen que es mejor compartir tu dolor con alguien para que no sea tan pesado para ti.
Lo escucho decir, no sé si habla conmigo o por teléfono, ya que no hay nadie más aquí.
Baja su cabeza y mira hacia donde estoy, es un chico muy bonito, ojos grises, cabello negro, un rostro muy perfecto, piel pálida y un buen cuerpo, sus hoyuelos se marcan cuando me sonríe amable. Limpio mis lágrimas algo apenada.
- No soy fan de ser una carga para los demás, yo pienso en que si es mi dolor debo llevarlo solo yo.
Hablo cabizbaja.
Él se ríe y niega, luego desaparece de mi visión, suspiro pensando que se fue, pero luego lo siento sentarse a mi lado, había bajado.
- No me gusta como piensas, yo pensaba así, pero créeme es mejor hablar abiertamente con alguien sobre lo que sientes, alguien que si quiera escucharte.
Su mirada escanea la mía y me siento muy observada, y no me gusta tanto, nunca había sido observada, no era nadie. Me encojo de hombros y rio sin ganas.
- Pero a nadie le importa lo que sientes, todos están preocupados por sus propios problemas, y aunque intentes que alguien te escuche no lo hacen.
Lo veo mirarme pensativo y asiente.
-Tienes razón, Pero hay personas que si le importan los demás, a mí en este momento me importa lo que te pasa, sé que una chica hermosa no estará aquí llorando solo porque sí, aparte te he observado últimamente, sé que pasas por mucho dolor y quiero ayudarte, Soy Adler.
Lo miro y no puedo procesar lo que ha dicho ¿Me ha observado? ¿Qué quiere burlarse de mí luego que le cuente todo? Mil inseguridades pasan por mi mente y no soy capaz de responder ¿Y si será en la persona que ayudará a que tenga mi vida una segunda oportunidad?, Lo pienso y justo cuando hablaré veo a Benjamín y sus amigos, Miran al chico en vez de un mi.
-Oye, Adler te hemos estado buscando, no te juntes con esa, no vale la pena. -Habla el moreno de ojos azules llamado Kyler.-
Un nudo en mi garganta se forma y solo miro mis manos.
-Si vale la pena, solo que eres muy inútil para notarlo.
Escucho decir a Adler y lo miro, él me sonríe, pero la carcajada que sueltan todos hace que él los mire con una ceja alzada, se para y se cruza de brazos.
-Ya veo a que va esto, te enamoraste de esa estúpida, por Dios hay chicas mejores, nunca tuve que hablarte de ella.
Dice Kyler de nuevo y mis ojos se nublan.
Me levanto no queriendo escuchar más y corro hacia la salida, escuche la voz de Adler llamarme, pero no le hice caso y corro hasta casa.
Creó que mi vida no tiene una segunda oportunidad. Con eso en mente camino de regreso a casa, mi madre trabaja hasta tarde hoy y no quiero ir por mi padre, pero es el único lugar donde puedo ir.
Suspiro y entro a casa, trago en seco cuando veo a mi padre en la sala con una botella en su mano, me mira asqueado.
- Perfecto otra mierda más con la que luchar -Se acerca a mí y sé lo que viene, siempre quita su ira conmigo, me toma del cabello y mira su reloj - ¿Qué mierda haces a esta hora acá!, Maldita sea, TE PAGAMOS LOS ESTUDIOS Y NI PUEDES ESTAR EN LA ESCUELA, ERES UNA RATA, NUNCA DEBISTE NACER, SOLO TRAES PROBLEMAS.
- ¡YO NO PEDÍ NACER! ¡¿CREES QUE PEDÍ ESTA VIDA MISERABLE?
Lloró.
Me callo abruptamente sintiendo el inmenso dolor que dejó su bofetada, siento el sabor de la sangre en mi boca, lo miro con odio y él vuelve a golpearme esta vez más fuerte, esta golpiza fue peor que las demás, me dejo hecha mierda. Corro hacia mi habitación y cierro la puerta, me dejo caer en el piso adolorida, Lloró y dejo que todo mi dolor salga.
Mi vida ya no vale la pena.
Y pensando eso me quede dormida en el piso.
♢♢♢
Me levanto del piso y siento todo el dolor miro la ventana y veo que es de noche, recuerdo todo y quiero llorar, pero no lo hago, voy a mi escritorio y me siento. Miro el cuaderno frente a mí y tomo un lápiz y empiezo a escribir, dejando cuerpo y alma en esa nota, mi nota suicida.
Siento como todo duele, pero simplemente ya me canse, trate de buscar ayuda y nadie me la dio. La decisión que tome es la correcta, ya no quiero seguir sufriendo, el dolor te agobia, se vuelve insoportable es más preferible sentir dolor unos segundos y luego morir, a sentirlo siempre.
Miro la carta ya lista la tomo y la pongo encima de mis libros, tal vez nadie la mire, ni sé por qué me preocupo por dejar una carta cuando no tengo a nadie. Perdí a Blake, perdí a Ben, mi mejor amiga se mudó a otro país. No tengo amigos, mi familia se alejó luego de la muerte de Blake. Así que no tengo a nadie.
Seco mis lágrimas y me pongo de pie mirando mi habitación, ella es testigo de todo mis días de llanto, de mi sufrimiento, la única que en medio de la oscuridad me ha acompañado.
Camino hacia el closet y saco una chamarra con capucha, voy hacia el baño y miro mi rostro, ni siquiera me reconozco, tengo una gran hinchazón en la mejilla y un ojo morado aparte del labio roto, y en mi cuerpo tengo varios moretones, suspiro triste y me pongo la chamarra.
Salgo con cuidado de no toparme con mi padre, todo en mí duele.
Sonrió triste y miro lo que fue mi casa, me despido de todo.
Tomo mis auriculares y me los pongo, pongo mis músicas favoritas, los momentos pasan por mi mente mientras escucho la música, quiero que todo esto pare, Camino por unos largos minutos donde mi mente no está aquí y mi cuerpo solo sigue su camino.
Llego al puente donde todo terminara, no hay nadie, no pasan carros y la altura es suficiente, mi cuerpo se perderá en ese río.
Camino hasta la orilla del barandal y cruzo al otro lado, me siento en el barandal y subo la música a todo, miro el teléfono de ayuda a unos pasos, pero no vale la pena yo intenté buscar ayuda y no supieron dármela.
Suspiro sintiendo una tristeza enorme, sé que es lo correcto, pero tengo mucho miedo.
Tomo mi teléfono y pongo "Fall away de Twenty one pilots" mi canción favorita. Me paro aún sujetándome del barandal, miro hacia abajo y veo paz, casi puedo escuchar la risa de mi hermano. Sé que si me voy a nadie me extrañara.
Suelto mis manos y me dejo caer, al fin estaría contigo hermano ...
Espero dejar de sentir, pero no sucede, mi cuerpo se llena de pánico, siento una mano agarrarme y llevarme del otro lado, donde mi vida ya no corre peligro
-¡¿Qué quieres? ¡¿Qué haces aquí?!
Trato de respirar, pero la adrenalina sigue en mi cuerpo, miro a la persona que me impidió hacerlo. Es ¿Adler?, él me mira enojado, pero luego su mirada se afloja y se lanza a abrazarme.
- Estoy contigo, estoy contigo no tienes que pasar por esto sola, déjame ayudarte.
Toma mis mejillas y limpia mis lágrimas, yo no puedo decir nada por qué estoy en shock, mi corazón late rápido y no puedo decir algo
-No es lo que piensas.
Trato de que no sepa lo que iba a hacer. Lo miro negar.
-No tienes que contarme nada ahora, entiendo, ¡Oh, Dios mío!
Sus dedos acaricia mi rostro en cada parte que hay un morado o corte, me mira apenado y triste, su mirada refleja preocupación. Yo bajo la mirada apenada.
<< Ven, vamos a mi carro, está ahí estacionado, podríamos resfriarnos por el frío.
Solo asiento y camino con él, entramos a su carro, luego prende la calefacción y agradezco. Mi mente está en otro lugar, no quiero explicarle todo, me siento horrible, miro los copos de nieve empezar a caer, siento su mano tomar la mía y lo miro.
- Yo también he pasado por mucho y aún intento sanar, sé lo que se siente estar perdido, pero por favor déjame ayudarte, Ahren.
Lo miro y mis lágrimas comienzan a salir volviendo a la realidad, saliendo de mi estado de shock todo duele, lloró con dolor. Él no lo duda y me abraza y Correspondo al abrazo aunque apenas lo conozca me sentí segura en sus brazos.
- Yo...Trataré de luchar, trataré de seguir y no puedo... duele...-Suelto un sollozo.-
Siento sus caricias en mi espalda.
- Todo estará bien, gracias por confiar en mí y dejarme ayudarte aunque no me conozcas, solo quiero lo mejor para ti, porque aunque no lo creas me hablaron de ti y te dije que te he notado. Sé que la pasas mal.
Me separó y lo miro
-Lo siento, tengo que volver a casa.
Pero no quiero, tengo miedo.
- Sé lo que pasas en casa, lo vi cuando te fui a buscarte, Benjamín me dio tu dirección, pero no pude entrar y creo que mejor puedes quedarte hoy conmigo, no te haré daño.
Muy pocas personas están dispuestas a escuchar nuestro dolor y nos estamos acostumbrados a eso, pero ¿Cómo actuamos cuando somos escuchados?, Si ya me había acostumbrado a no ser escuchada.