Narrador
Auron y Luzu le habían contado todo a Rubius, él les contó lo sucedido con Samuel, tanto como recordó su nombre al casi beso. Ambos ayudaron a Rubén a vestirse para la cena de Samuel, después de ello, estaban dispuestos a apoyar a ambos.
Los tres se dirigieron a donde se celebraría la cena: el comedor real.
El rey y la reina, padres de Samuel, se sentarían en el final de la mesa, a la derecha se encontraban Nieves y la izquierda Kristina, donde estaba Samuel sentado, justo enfrente suyo Akira y al lado de ellas sus padres.
Luzu, Auron y Rubius estaban llegando justo a tiempo, Samuel les hizo una señal para que se sentaran con él. Al acercarse, Samuel se levantó rápidamente y ayudo a Rubén a sentarse al lado suyo, el padre de Akira rodó los ojos ante tal acción.
Al llegar los reyes de Karmaland, todos se levantaron e hicieron una pequeña reverencia, cuando ellos se sentaron, todos hicieron lo mismo.
Samuel
Comenzaron a servirnos la cena, por petición mía, nos dieron arroz,que le encanta a mi madre, tortillas de patata, por mi cita con Rubén, sopa de berenjena, que es la favorita de Akira, y pechuga de pollo con verduras, que me encanta.
Rubén deleitaba la comida, al comenzar a comer las tortillas de papa, se sonrojo un poco, quizá recordando lo sucedido entre nosotros y nuestro casi beso.
-Samuel nece...- como si le hubiera llamado con la mente dijo mi nombre, haciendo que le mirase, pero fue interrumpido.
-Príncipe Samuel para ti, jovencito- le respondió el padre de Akira sin vergüenza alguna.
-¡Padre!- regaño Akira, luego miro a Rubén- Lamento la interrupción, Rubius- Akira era una muy buena persona.
-¿Qué clase de nombre es ese?- las ganas de tirarle un puñetazo en la cara no faltaban- ¿Estas seguro de que no recuerda nada, Samuel? Lo mas seguro es que mienta para acercarse a ti, es solo un mocoso estúpido- Rubén permanecía cabizbajo, sus ojos estaban cerrados y estaba muy nervioso.
Auron se levanto rápidamente de la mesa, dando un golpe en ella- ¡No voy a permitir que le hable de esa forma!- hizo que Rubius se levantará, tomó su mano para llevárselo- Vamos, Luzu- escuche decir por lo bajo, saliendo los tres del comedor real. La habitación permanecía en silencio.
-Samuel, realmente debes cuidar tus amistades, afectan mucho tu imagen- estaba realmente enfadado, no iba a permitir que hicieran sentir mal a Rubén, mi corazón no lo permite.
-Principe Samuel para usted- dije levantándome- Si me permiten- me dirigí tras ellos, dejando al padre de Akira con la palabra en la boca, escuche una leve risa de Akira y salí de la habitación. Camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitación de Rubén.
Iba a tocar pero me detuve al escuchar que charlaban.
-Venga, Rubius. Ignora a ese viejo decrépito, es tonto- Escuche decir a Auron mientras también se escuchaban leves sollozos de parte de Rubén.
-Me creen un tonto, Raúl- ¿Raul?- Creen que porque crecimos en una isla no tenemos sentimientos o algo parecido.
-No deberías tomar en cuenta los comentarios del rey Enrique, se hizo así de grosero desde que murió su hijo- habló Luzu, ¿El rey Enrique había perdido un hijo? Muchas dudas.
-Puedo intentar ignorar sus comentarios- escuche como dio varios pasos por la habitación- ¿pero puedo ignorar lo qué siento por Samuel?- mi corazón comenzó a acelerarse, pegue mi oído a la puerta para escuchar mejor.
-¿Qué sientes exactamente? ¿Qué sucede dentro de ti cuando lo ves? Por ejemplo- Auron realmente se preocupaba por él.
-Siento como mi corazón se acelera, como si diera muchos saltitos de emoción, mis mejillas arden mucho y no puedo evitar sentirme tan feliz cuando le veo- su voz era dulce, estaba siendo sincero.
-¿Samuel?- di un brincó, mire rápidamente y con mi mano le tape la boca a Akira. Me miró confundida y le pedí que guardara silencio, ella asintió.
-¿Necesitas algo?- susurré, escuche como todavía hablaban pero no entendía que decían.
-Hum, eh venido a hablar con Rubius para disculparme por lo que dijo mi padre- asentí, tocó la puerta.
Auron abrió- ¿Necesitan algo?- preguntó, ladeando la cabeza.
-Quiero hablar con Rubius- dijo Akira.
-Adelante- se hizo a un lado y nos dejó pasar.
Rubius
Akira y Samuel entraron, me abracé a mi mismo, era una situación incómoda.
-Rubius- Akira camino hacia mi, tomo mis manos haciendo que dejase de abrazarme- Realmente lo siento por la actitud de mi padre en la cena y sus horribles comentarios- miré a un lado.
-Eso es justo lo que estábamos hablando con él, princesa Akira- dijo Luzu, acercándose a Auron.
-Él sólo está empeñado en que Samuel y yo nos casemos, pero ni Samuel ni yo queremos eso- Le miré- Llevamos días hablándolo, queremos hablar con nuestros padres, no podemos casarnos con alguien a quien no amamos- Samuel asintió, seguía sin decir nada.
-Yo...- Realmente no sabía que decir, así que dije lo primero que se me vine a la mente-... lamento que Raúl le haya gritado a tu padre- rio un poco.
-Espera- ¡al fin habló!- ¿Raúl?- Le miró a Auron.
Él solo suspiró- Supongo que era algo que tenia decirte. Rubén fue el único que perdió la memoria en la isla, yo no- Samuel no me miraba, yo quería que lo hiciera, pero lo que le iba a decir Auron era más importante- Por eso recuerdo que yo soy el príncipe Raúl del reino de Aris-.
Akira se llevó una mano a su boca, sorprendida.
-¿Pero qué dices?- Samuel se llevó una mano a la frente y miró en mi dirección- ¿Sabes lo que significa, Akira?- auch.
-Si Auron es realmente es el príncipe de Aris, el puede terminar este desacuerdo y- sonrió-¡evitar que nuestros reinos se unan!-.
Ambos corrieron felices a abrazarse, Auron tenía su mano sobre los hombros de Luzu, no soporto esto.
Salí rápidamente de la habitación, camine por el largo pasillo, para salir del castillo, suspiré e inevitablemente me puse a llorar.