"Healing Slot"
Personajes: Kōhei H.
Idea: IndraB
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Los estudiantes de la carrera de heroísmo estaban terminando su entrenamiento del día, algunos estaban un poco más heridos que otros, siendo uno de ellos un chico explosivo con temperamento cuestionable.
Aizawa les recomendó que después de clases podían ir a la enfermería con "Recovery Girl" para que aliviara sus heridas, cosa que los aspirantes a héroes hicieron sin esperar mucho.
- Oye, Bakugo... -exclamó el pelirrojo con la Singularidad de Endurecer su piel - ¿no irás a la enfermería?
Katsuki, con el gesto de tipo insufrible sólo lo miró a los ojos, como si a su amigo le hubiera crecido una segunda cabeza -No necesito nada de esa mierda, sólo iré a dormir -respondió con el gesto usual. Kaminari y Sero vieron la conversación y miraron a Bakugo desaparecer por el pasillo opuesto a la enfermería, como si éste ya fuera una causa perdida.
No llevó mucho tiempo para ser detenido por el "Borra Kosei", bajo una recomendación -que claramente escondía una amenaza -de visitar a Recovery. Este, ya sin remedio, se limpió las mejillas que destilaban un poco de sangre y dio la vuelta, donde la vieja curandera.
Sus heridas no eran tan graves, pero por su sobreesfuerzo en el entrenamiento podría llegar a desmayarse en cualquier momento antes de llegar a casa, así que pensándolo un poco mejor, Katsuki vio bien dar una vuelta por ahí, escuchando la voz del estúpido de Deku antes de entrar.
- ¡¿De verdad?! -escuchó su maldita exclamación de niño, siendo acompañado de… ¿una risa?
Una risa,
Unas cuantas risas,
Risas agradables.
Entró con un poco de curiosidad, sólo para encontrar a Deku sentado junto a una chica con moños de chicle que le contaba historias, o al menos eso entendió cuando dijo "y por eso me expulsaron de la Academia Shiketsu".
El rubio hizo algo de ruido para entrar, lo que hizo que la chica de cabello rosado posara sus ojos verdes en él. -¿Se te ofrece algo? -peguntó con una sonrisa, Bakugo al haber escuchado su risa y visto sus ojos, se sintió un poco intimidado, nunca nadie del sexo femenino le había visto a los ojos de otra forma más que el rechazo, por ese temperamento suyo que no estaba dispuesto a cambiar.
- Vengo con la vieja, ¿dónde está? -preguntó como si no fuera nada del otro mundo llamándole así a "Recovery Girl".
De un momento a otro la chica con peinado chino había dejado de verlo de manera agradable y su sonrisa desapareció, Deku notó al instante el problema, así que rápidamente titubeó en palabras para calmar a la chica.
Bakugo sólo miraba con el ceño fruncido a Deku por no saber que diablos estaba diciendo, así que se acercó un poco más.
La joven de hebras rosadas no dejaba de mirarlo con los ojos de una serpiente, provocándole molestia al chico nitro.
"¡Sakura-san!" -gritó telepáticamente Katsuyu a su receptora.
- Está bien, Katsuyu, estoy bien -susurró Sakura a su babosa, mientras la acariciaba.
- ¿Qué es esa mierda que llevas encima? -peguntó el rubio notando a la babosa de color azul anclada al hombro de la chica, Sakura pasó de estar ligeramente enojada por el insulto a su abuela a estar furiosa por comparar a su adorable Katsuyu con una palabra como esa.
- ¡Sakura-san! -gritó Deku para que ella le mirara, la chica estaba muy animada por aplastar la cara del rubio contra la pared, pero el chico del "Kosei Transferido" le dijo que "Kacchan" hablaba así con todo el mundo, no que la estaba ofendiendo.
- Izuku-kun, no te disculpes por él -exclamó Sakura para a continuación levantarse de su pequeño banco y caminar unos pasos hacia Bakugo, quién la miraba a los ojos sin ningún miedo, esa era la mirada a la que Katsuki estaba acostumbrado.
Furia, enojo, odio.
- Escúchame tú, pequeño saco de -
- ¿Podemos pasar? -escuchó una voz junto a la puerta que Deku pudo reconocer como Shoto y Kirishima. Sakura rápidamente cambió su expresión furiosa por una sonrisa y les peguntó que necesitaban, a lo que ellos respondieron que un poco de curación de Recovery, la rosada arrojó una mirada afilada a Bakugo para regresar a su banco y sentarse luego de que les respondiera que tomara asiento también.
- ¿Eres nueva o algo? –curioseó el pelirrojo con una sonrisa, Sakura le devolvió el gesto mientras la babosa se paseaba de un hombro al otro de la joven.
- Recovery es mi abuela, pero tiene que hacer un viaje de imprevisto y me pidió que viniera a cubrirla.
-No quiero sonar grosero, pero, ¿la escuela aprobó esto? -preguntó el chico de cabello de dos colores a lo que la de moñitos achicó los labios y mostró su identidad de médico. Todoroki cambió su mirada de cuestionable a sorprendida, siendo seguido por Kirishima, Bakugo sólo escuchaba a la distancia, en una camilla un poco alejada del resto.
- Si, poseo una licencia de héroe y una de médico. Técnicamente no debería estar calificada, pero vine de una academia ninja.
- ¡Woa! ¿Son muy rudos?
- Desde que aprendes a caminar empiezas a entrenar, es un poco costoso; pero vale la pena -dijo con su sonrisa llena de orgullo y satisfacción, de pronto miró que Kirishima no dejaba de ver a Katsuyu con curiosidad -Ella es Katsuyu, mi amiga e invocación.
- ¡Si! -exclamó Izuku con los ojos brillantes, dispuesto a hacer uso de su conocimiento -lo leí en un libro hace tiempo, algunos héroes tienen la oportunidad de tener invocaciones para ayudarles en batalla.
-Tienes toda la razón, Midoriya-kun, ya vuelvo; no se vayan. -dijo la chica mientras tomaba a la babosa entre sus manos, cerró los ojos y entró en su propia cabeza. Kirishima, Todoroki y Bakugo se preguntaron que pasaba, pero sólo "Red Riot" lo preguntó en voz alta.
- Sakura-san puede desconectarse de este mundo para hablar con su invocación, es una cosa increíble -exclamó Midoriya.
- No sabía que las personas poseían habilidades como esas -masculló el de ojos heterocromáticos.
- No sabía que Recovery Girl tuviera una nieta -respondió "Red Riot".
- Sé que cuando despierte voy a matarla -expresó el rubio, lo que hizo que sus compañeros lo vieran con cierta incomodidad. Unos instantes más, Sakura abrió los ojos y volvió con ellos.
- Creo que los he retenido demasiado, es hora de que los cure -dijo con una pequeña sonrisa. Midoriya al estar más cerca, entendió las manos hacia la joven médico, esperando el mismo tratamiento que recibe de la abuela de Sakura.
"¡Saliva, Sakura-san!" -ordenó la pequeña babosa azul, Sakura sonrió, para un momento después sacarse uno de sus guantes de cuero y lamer su dedo pulgar para colocarlo en la frente de Deku, Shoto la miró con duda, pero en unos instantes después los hematomas y heridas en su cuerpo se cerraran lentamente.
- ¡Woa! -gritó asombrado Kirishima -¿curas con saliva? -preguntó para un momento después recordar a un personaje de cierta caricatura americana, que casualmente tenía el cabello rosado también.
- Bueno, no exactamente -dijo un poco nerviosa mientras se acercaba a Todoroki.
"¡Mejilla, Sakura-san!" -dijo de nuevo Katsuyu, a lo que Sakura se acercó un poco más al chico de "Doble Quirk" e hizo chocar su mejilla con la del chico, este se descolocó un poco, pero se sintió mejor unos instantes después, con sus pequeñas heridas ya sanadas.
Kirishima no sabía que esperar, pero cuando Sakura se acercó y le pidió que levantara su brazo, e s probable que nadie esperaba que ella mordiera suavemente el brazo del pelirrojo. Nadie pudo escuchar cuando Katsuyu le dijo "Dientes".
Ahora, faltaba ese pequeño patito con boca de marinero, este había visto de forma reacia toda la situación.
- Kacchan, ¿quieres que te cure? -preguntó con un acento irónico, parecía ser el mismo con el que trató a los demás, pero vio en sus bonitos ojos verdes, sus ánimos de hacerlo enojar.
Y vaya que lo estaba consiguiendo.
- Que sea rápido, estúpida. -dijo con mirando hacia su propia camilla, Sakura también se estaba enojando.
"¡Palma, Sakura-sa-" Katsuyu fue interrumpida por la enorme fuerza y movimiento corporal que usó su amiga para darle una cachetada a Bakugo, Katsuyu no se había dado cuenta que Sakura había retrocedido un paso para soltar ese golpe directo a la mejilla del rubio.
Fue rápido, certero y dejó a Katsuki Bakugo en el suelo.
El chico nitro estaba que hervía de la ira, pero de pronto una calma afloró en todo su ser, sus heridas sanaban y de pronto se sentía que podía pelear con 10 villanos al mismo tiempo.
Así que este era el poder de curación de la chiclosa...
Ni una sola palabra salió de los otros tres jóvenes, Kirishima y Todoroki no terminaron de entender, pero Deku sí.
"Por eso la expulsaron de la Academia Shiketsu"- pensó para sí mismo con una gotita de sudor rodando en su frente.
Los chicos de un momento a otro se despidieron de la chica de moñitos, agradeciendo de alguna forma que recibieron un "trato amable" de la nueva doctora.
Mientras tanto, Bakugo aunque estaba despierto, seguía en el suelo, como una piedra. Sentía tan tranquilidad en los músculos que no le daba la gana levantarse, hasta que la babosa azul estaba cerca de cara.
Se levantó de inmediato mientras Sakura estaba midiendo medicamentos.
- Ah, ¿estás mejor? -preguntó sin dejar su labor.
- ¡Me golpeaste, maldita! -gritó el rubio con las venas resaltadas mientras la señalaba con el dedo. Ella soltó delicadamente el frasco de vidrio y lo miró a los ojos, con gesto irritado.
- ¡Te he curado, insensible! -respondió haciendo un puño, pudo escucharse el rechinido del cuero de sus guantes -es más, ¿qué haces aquí? ¡vete! -gritó con una pequeña vena saliendo de su frente.
- ¡Nadie me dice que hacer! -devolvió enfurecido el rubio, Sakura estaba a punto de responderle nuevamente, pero Katsuyu, quien había vuelto a su hombro, le rogó que se calmara.
- Escúchame bien, niñito -se acercó otra vez, en su mano llevaba una jeringa con líquido desconocido, pero de apariencia amenazante -no vuelvas a hablar mal de mi abuela o de Katsuyu, porque estoy dispuesta a hacer pedazos esa cara bonita que tienes -Katsuki pasó de estar furioso a sorprendido.
- ¿Eh?
- ¿Eh? -reconoció Sakura, incapaz de entender porque le había dicho eso, mantuvo la boca abierta por unos segundos, para luego arrojar la jeringa a la pared, atravesando el concreto. Bakugo no pudo evitar ver su lanzamiento.
Prolijo y rápido.
Unos momentos después le gritó que ojalá se muriera mientras azotaba la puerta para salir.
Ninguno de los dos supo que pasó, no estaban dispuestos a averiguarlo.