Este es el final original de la historia.
Gracias por sus comentarios, decidí hacer un final alternativo.
Como me lo propusierón.
Gracias 💚❤️
Sin más les dejo el último capítulo de esta adaptación.
Luego vendrá el final alternativo.
Muchas Gracias por apoyarme hasta el final.
💚❤️
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Sus días estaban contados.
La semana anterior Xiao Zhan había tirado a la basura el calendario, ya que verlo lo estaba volviendo loco. Los días empezaban a significar nada para ellos, pero tenía la esperanza de que sólo fuese porque estaban demasiado ensimismados el uno en el otro. ¿Qué eran cien días para una persona enamorada? El corazón no sabía del tiempo.
Aquellos cien días podrían haber sido fácilmente tres o treinta años y Xiao Zhan sabía que sus sentimientos no cambiarían. Pensaba estúpidamente que le gustaría poder pasar el resto de su vida en aquella posición con Yibo rodeándolo con los brazos y su cálida presencia detrás de él.
Era mucho pedir.
El tiempo era la única ilusión a la que los humanos se habían arrojado, aparte de la vida misma. Xiao Zhan podría quedarse allí y fingir que el mañana no le apartaría de Yibo pero las falsas ilusiones no llegaban muy lejos. Él amaba a Yibo.
No creía haber conocido el amor antes de él y su sonrisa, pero ahora lo conocía y lo conocía muy bien. El amor estaba en aquellos pequeños y callados momentos. El amor estaba en una caricia, una sonrisa fácil.
El amor fue lo que hizo que se girase para hundirse en los brazos de Yibo y besarlo de lleno en la boca, como si quisiera obligar a sus labios a alcanzar el centro de su ser .
Yibo se rio mientras se besaban, y el sonido se arremolinó en la boca de Xiao Zhan y viajo hasta llegar a su cerebro.
Quería recordar aquella risa por el resto de su vida. Entonces rompió el beso, recordando algo más que deseaba retener en su memoria. Sus ojos.
¿Zhan Zhan?– preguntó Yibo, sonriendo. Está vez apareció el tic de su ojo izquierdo. El corazón de Xiao Zhan se encogió.
–Mi "cachorro" es tan guapo...–susurró, besándolo de nuevo al sentir que iba a empezar a gotear en cualquier momento.
–Mi hermoso Zhan Zhan...– respondió Yibo contra sus labios.
Aquel momento.
Aquel era el momento que Xiao Zhan desearía que durase para siempre.
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En el transcurso de los cinco días siguientes, Yibo tuvo problemas para levantarse de la cama. No le llamaba «dormir» a sus momentos de descanso, pero Xiao Zhan se preocupó de todas formas, sintiendo la ansiosa inquietud de ver como los últimos granos caian en su reloj de arena imaginario.
Xiao Zhan trató de ignorar aquel comportamiento lo mejor que pudo. Su corazón latía de emoción cada vez que veía a Yibo levantarse y salir de la cama. Sus besos eran más dulces que nunca en aquella semana. La sonrisa de Yibo era tan contagiosa y su risa tan brillante que Xiao Zhan no se percató del brillo atenuado de sus ojos hasta que fue demasiado tarde.
El quinto día era un miércoles, Xiao Zhan siempre lo retiraría. Acabada de atravesar la puerta principal, con la mochila todavía sobre sus hombros, cuando la débil voz de Yibo lo atrajo hasta el dormitorio.
–ZhanZhan...– se quejó. Por su aspecto, no se había levantado de la cama en todo el día. Estaba en la misma posición en la que Xiao Zhan lo había dejado por la mañana, salvo que ahora Yibo parecía estar sufriendo.
El fin está cerca.
–Estoy a... aquí–dijo Xiao Zhan, sentándose en la cama junto a él. Su estómago se agitó de angustia al ver el rostro de Yibo. El terror invadió cada fibra de su ser cuando Yibo continuó hablando.
–Me... me duelo todo. ¿Qué me está pasando?
–No lo sé... – Xiao Zhan acarició su mejilla con la mano. Su piel estaba más fría que la vez en la que se había desplomado frente a sus ojos. Era aterrador y el cuerpo de Xiao Zhan reaccionó en consecuencia, quedándose casi sin respiración.
–Esto no pude ser...– dijo Yibo de repente, tratando de abrir los ojos.
Xiao Zhan no pudo apartar los ojos de su cara cuando Yibo no fue capaz de enfocarlo con la mirada.
–No hemos tenido tiempo suficiente... no puedo irme ahora.
–Yibo...–Xiao Zhan colocó la mano sobre sus labios. No soportaba que siguiese hablando. Sus entrañas se retorcieron de incomodidad y un escozor familiar comenzó a invadir sus ojos.
Aquello era todo.
–No puedes luchar contra esto... no podemos luchar contra lo que sabíamos todo el tiempo que pasaría.
Las lágrimas nublaron su vista y se ahogó con sus propias palabras. Se secó las lágrimas con violencia, indignado con sus propios sentimientos. Tenía que mantener sereno a Yibo. La última imagen que Yibo tuviese de él no podía sergoteando todas partes.
–ZhanZhan...–
Yibo buscó sus manos con las suyas y Xiao Zhan tomó las suyas firmemente–. Yo...
durante mucho tiempo no supe por qué había sido creado. Ahora comprendo que... que fui creado para ti y sólo para ti.
Nunca me había imaginado que encontraría a alguien que me haría sentir tan... tan humano. Lo siento...
–Shh... – Xiao Zhan besó sus manos, asegurándose de no tocar su piel con sus lágrimas. No quería hacer las cosas más difíciles de lo que y eran. Una parte de él agradecía que al menos los ojos de Yibo permanecieran cerrados.
–No me olvides, ¿vale?– continuó Yibo con voz forzada–. Puedes amar a otras personas, tal vez incluso más que a mí, pero no...
–Nunca– juró Xiao Zhan apretando los sientes. Inspiró fuertemente para calmar su corazón. Era inútil. Se estaba rompiendo en pedazos–. No tienes nada de qué preocuparte. Mi Yibo es inolvidable.
–Te quiero... – dijo Yibo.
Intentó tirar de Xiao Zhan hacia él, pero estaba demasiado débil. El corazón de Xiao Zhan se rompió un poco un poco más al verlo esforzándose así. Se inclinó hacia él, apoyando las manos cerca de la cabeza de Yibo.
–Te quiero–dijo de nuevo Yibo en voz más baja, rozando con sus labios los de Xiao Zhan–. Yibo, ama a Xiao Zhan.
Te amo.
En años posteriores, Xiao Zhan se odiaría por no haberlo dicho en voz alta para que Yibo pudiese escucharlo.
Con un suave beso, Yibo dejo escapar su último aliento.
El sonido era inquitante y anunciaba al fin, pero eso no impidió a Xiao Zhan llamar su nombre una y otra vez, con la esperanza de ver una ligera reacción.
La realidad lo abofeteó con fuerza, cuando Yibo no se movió.
Se acabó.
Se había ido.
Nunca más vería su sonrisa.
Nunca más vería el pequeño tic nervioso que había llegado a adorar.
Nunca más se despertaría entre sus brazos.
Nunca más besaría sus labios.
Nunca más... amaría a alguien como había amado a Yibo.
Primero un sonido ahogado brotó de sus labios, luego sollozo sobre el pecho inmovil de Yibo, clavando las uñas en su camisa. Yibo permaneció bajo su cuerpo, tan frío como una piedra. No había rastro del feliz, asombroso y perfec huma que Xiao Zhan amaba. Que siempre a amaría.
No había brazos que lo envolviesen mientras lloraba. No había ningún susurró de «ZhanZhan deja de gotear» en la curva de su oreja.
Nada.
Xiao Zhan lloró como si fuese el último hombre sobre la tierra y nada pusiera salvarlo de su soledad.
Al día siguiente Xiao Zhan observó cómo el camión de «BoyfriendStore» se alejaba de su edificio de apartamentos.
No había dejado de llorar y tener a Yibo en su cama empeoraba las cosas. Se encontraba tan perdido en sus emociones que se percató de que Song estaba de pie, a su lado.
–¿Estás...?
–Se ha ido... – susurró Xiao Zhan sin perder de vista la dirección por la que el camión se había ido.
–Zhan, yo....
Xiao Zhan sacudió la cabeza y se alejó de él, entrando de nuevo en su apartamento.
Esperaba que Song jiyang comprendiese que no estaba listo para salir a hablar de ello todavía.
No creía que fuera capaz de explicar con palabras todo lo que había significado Yibo en su vida.
Yibo era su sol, su helado de cereza, su amigo, su novio...
el amor de su vida.
No existían palabras en ningún idioma humano que le permitiese comenzar siquiera a describir lo que ellos habían compartido.
De nuevo en su apartamento , Xiao Zhan encontro una nota escondida bajo su almohada.
La leyó, a pesar de qué su sensatez le decía lo contrario.
ZhanZhan... me iré pronto.
Recuerda que que quiero, ¿si?
¡Yibo ama a Xiao Zhan!
Te amo tanto como alguien como yo pueda amar.
Te amo, y gracias por enseñarme este sentimiento.
Por fin sé qué es amar y ser amado.
¡Es de verdad el sentimiento más grande del mundo!
No gotees, ¿si?
Nada de gotear. Cuídate mucho y no seas tan duro con Song jiyang . El se preocupa mucho por ti. Adiós, mi ZhanZhan. Mi novio.
Fin｡*ﾟ｡*ﾟ*.✧