12 de Noviembre 10:30 pm
Livingstone repasaba el plan junto a Bodi en la sala del apartamento, ambos sentían la presión en la sangre junto con tantos nervios, pero era mejor intentarlo que morir deseando haberlo hecho, después de todo sabían conscientemente que Kion Ung nunca los dejaría ir por las buenas.
Bodi tomó la computadora para programar finalmente la desactivación de las cámaras de seguridad de la zona exactamente a las cuatro y media de la tarde, Livingstone por su parte había llenado en la mañana el tanque de gasolina hasta el tope, no sabían en que pensar a parte del plan, no sabían cómo sentirse, pero de algo estaban seguros, debían de trabajar al cien por ciento para salir con vida de Corea del Norte.
12 de Noviembre 11:45 pm
Ambos repasaron por última vez el plan, habían cenado por última vez en Pyongyang y ambos observaron a través de la ventana por última vez aquella vista panorámica de las oscuras calles de la capital norcoreana.
-Livingstone...-Bodi miró al león antes de irse a dormir- quiero...darte las gracias por acompañarme todo este tiempo, cuando te conocí en aquel avión en México sentí que realmente nos llevaríamos bien, la verdad quiero decirte que en todo este tiempo has sido como un padre para mí, me has enseñado a ser valiente y fuerte ante todo.
El león al escuchar a Bodi sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas, no dudó en agacharse y abrazarlo con todas sus fuerzas, llorando agradecido de tener un gran amigo.
-Tú también has sido muy importante para mí- dijo mientras lo miraba a los ojos, ambos estaban llorando- la verdad es que de no ser por tu excelente sentido del humor no hubiera soportado estar en este país, tú también me has enseñado muchas cosas, el ver la mejor cara de las peores situaciones y sobre todo sonreírle a la vida. Y mira después de todo últimamente las cosas han estado a nuestro favor- Livingstone sollozó- y tú has sido como un hijo para mí, Bodi.
El perrito se acercó a Livingstone sosteniendo un símbolo chino en su pata, el ying y el yang, un círculo mitad negro mitad blanco, un símbolo de armonía debido al equilibro que produce la interacción de dos energías, Livingstone recordó cuando Ryan le obsequió el collar de Lily, fue aquí cuando no pudo contener su llanto, Bodi lo abrazo con fuerza.
-Gracias...Bo...Bodi- Livingstone lloraba abrazando a su mejor amigo- gracias, hermano.
-Vamos, éste símbolo es para ti, consérvalo para que cuando llegues a Animalia te acuerdes de mí y debes ser el Livingstone fuerte que conozco- Bodi lo miró sonriendo- necesitaremos energía para mañana.
El león asintió y dándole las buenas noches a su mejor amigo entraron a sus habitaciones.
13 de Enero 12:00 pm
Al abrir los ojos y ver la hora Bodi comenzó a vestirse de prisa, escuchando a través de la pared que Livingstone también lo hacía. El perro se colocó su chaleco antibalas, el cual decidió apretar más en dado caso que algo no fuese a salir bien, más valía prevenir que lamentar.
El león hizo lo mismo, colocó el chaleco antibalas para luego vestirse con el uniforme, ambos sabían que tenían poco tiempo para comer y posteriormente salir en dirección a la zona desmilitarizada de Corea.
-¡Buenos días, Bodi!- Livingstone lo saludó cuando Bodi salía del cuarto.
-Buen día, Livingstone- Bodi se sentó junto al león para desayunar galletas de avena- ¿Estás listo?
Livingstone lo miró sonriendo, intentando transmitir lo menos posible de preocupación.
-¡Más que listo!- decía para después tomar un trago de jugo de naranja- Recuerda, solo dinero y tu pasaporte norcoreano serán lo necesario para presentarnos en Corea del sur.
Los dos tomaron todo su dinero una vez que habían terminado de desayunar, sabían exactamente que hacer ahora, por lo que solo esperaron a que dieran las dos de la tarde para partir hacia la zona desmilitarizada.
Bodi finalmente recorrió el departamento por última vez mientras que Livingstone repasaba el plan y verificaba que su pasaporte esta vez si fuera real, para evitar cualquier desperfecto en el país vecino como el de hace diez años.
13 de Noviembre 2:30 pm
El Jeep abandonaba la ciudad de Pyongyang, tanto Bodi como Livingstone observaron por los espejos retrovisores cómo quedaba atrás la ciudad en la que habían pasado tantas cosas, la capital norcoreana los despedía con un día muy frío y nublado, ambos platicaban acerca de cómo planeaban reunirse con sus familias y que tanto platicar a sus amigos acerca de cómo es vivir en el país más aislado y militarizado del mundo, fue aquí cuando llegaron al tercer puesto de control, en el cual les concedieron el paso apenas vieron de quienes se trataba pues ya los conocían mucho mejor.
13 de Noviembre 4:20 pm
Los últimos minutos en Corea del Norte pasaban tan lento, Livingstone verificó el tanque de la gasolina, éste aún estaba lleno por lo que había algo menos de qué preocuparse, en éste último tramo repasaron el plan de nuevo para no olvidar ni un solo detalle, esta fue la última conversación de paz entre Livingstone y Bodi en Corea del Norte:
-Bodi- Livingstone ya divisaba el cuarto y penúltimo puesto de control, estaban a punto entrar a la zona desmilitarizada- ha sido un honor tener un gran amigo como tú- le tomó la pata conforme se acercaban lentamente al puesto de control, donde un militar ya los esperaba- te quiero, amigo.
Bodi miró a Livingstone, por alguna razón no lloró, le tomó la pata mirándolo con cariño.
-Yo también te quiero, has sido el mejor, Livingstone, saluda a Ryan de mi parte- en ese momento el auto ya se había detenido.
Livingstone mostró su cartilla militar junto con Bodi, el tigre militar apenas los vio les sonrió para posteriormente darles el pase a la zona desmilitarizada de Corea.
13 de Noviembre 4:28 pm
El león cerró la ventana, Bodi hizo lo mismo, no hubo tiempo de mirarse el uno al otro, lo único que Bodi pudo escuchar antes de que el motor del Jeep arrancara a toda velocidad fue lo siguiente:
-Buena suerte, Bodi.
13 de Noviembre 4:30 pm
-¡Señor las cámaras han sido desactivadas!- el encargado de seguridad digital llamaba por radio- Reporto, fallo total no podemos configurar absolutamente nada.
Livingstone pisó el acelerador a fondo, ambos desabrocharon los cinturones de seguridad mirando concentrados hacia el frente, el velocímetro marcada 110 kilómetros por hora cuando pasaron por el último puesto de control sin detenerse, miles de cosas pasaban por la mente de Livingstone en ese momento que no podía procesar ninguna sin inmediatamente pensar en la siguiente, Bodi miraba asustado a su amigo pero confiado en que lo lograrían, nadie los seguía, consulto el reloj: 4:31 de la tarde, lo estaban logrando, el último obstáculo se divisaba rápidamente considerando la gran velocidad a la que viajaban, una curva realmente pronunciada hacia la izquierda.
Corea del sur estaba frente a ellos, Livingstone intentó bajar la velocidad pero el vehículo no respondió, fue aquí cuando ambos amigos cerraron sus ojos para enfrentarse a lo peor, el vehículo perdió el control, Livingstone se aferró al volante y Bodi a una de las manijas de la puerta.
El Jeep se estrelló en el gran árbol que se encontraba a dos metros de la línea divisoria, Bodi y Livingstone salieron corriendo del Jeep, pero tal fue su sorpresa que decenas de soldados corrían desde la parte trasera del edificio portando sus armas, Livingstone no lo pensó dos veces.
-¡CORRE BODI!- El león a pesar del impacto comenzó a correr- NO MIRES ATRÁS ¡CORREEEE!
Bodi corría detrás de Livingstone, estaba realmente concentrado en lo que hacía, apenas volteó un poco hacia atrás se percató que los leones soldados estaban listos para dispararles.
Livingstone escuchaba gritos cuando ante sus ojos lo esperaba la línea divisora, en ese instante ocurrió lo que en más de cincuenta años nunca había sucedido en aquella zona, los disparos comenzaron por parte de los leones soldados de Corea del Norte.
Bodi pensó en su padre, pero apenas vio que uno de los disparos le daba a Livingstone en una de sus patas delanteras pensó en Ryan.
-¡MALDITOS! PAGARÁN POR ESTO.
-¡DISPAREN!
¡NO ME QUIERO IR! PAPÁAA! Bodi recordaba como Ryan lloraba a lágrima viva en el aeropuerto hacía diez años ¡RYAN! NOOOOO! Aquella escena se repetía en la cabeza de Bodi mientras corría para cruzar la línea
En ese momento Livingstone había cruzado exitosamente hacia Corea del Sur, los soldados norcoreanos dispararon a matar, no podían dejar un testigo vivo que se atreviera a revelar tantas cosas secretas de aquel país.
Bodi miró que Livingstone yacía tirado en el suelo herido de gravedad.
¡Te quiero hijo! ¡Te amo! La mente de Bodi daba muchas vueltas escuchando cómo Livingstone gritaba hacía diez años despidiéndose de su hijo en el aeropuerto, al ver a Livingstone tirado en el suelo no pudo contener la impotencia de imaginar cómo Ryan lloraría si los soldados norcoreanos mataran a su padre. ¡NOO! ¡RYAN! ¡Mi hijo! ¡NO! ¡Por favor! ¡RYAAAN! ¡Mi hijo no tiene familia! Está solo en el mundo.
Inmediatamente Bodi se compadeció de Ryan, aquel cachorro que tanto debería extrañar a su padre en Animalia, apenas el perro cruzó hacia Corea del sur realizó su último acto de cariño.
-¡LIVINGSTONE NOOO!- Bodi se interpuso entre las balas y su amigo, no permitiría que Ryan perdiera a su papá de nuevo.
Los soldados norcoreanos aprovecharon para cruzar por un instante la línea y descargar las balas de sus armas apuntando directamente a Bodi.
Bodi cerró los ojos pensando en su padre sintiendo mucho calor en todo su cuerpo, producto de más de veinte balazos, en ese instante cayó de rodillas aún consciente mirando a su amigo herido.
-¡NOOOOOO BODIIIII!- Livingstone observó que los soldados surcoreanos se acercaban.
Con mucho esfuerzo Bodi se arrastró para estar cerca de su amigo, levantó la mirada observando a Livingstone por última vez.
-Es...ta bi...bien- Bodi puso su pata en la melena de Livingstone-Ve...con Ry...an.
Con sus últimas fuerzas observó cómo Livingstone gritaba mirándolo directamente, pero ya no escuchaba nada, cuando estuvo al lado de su amigo una luz blanca nubló la vista de Bodi.
Los leones norcoreanos se retiraban corriendo al ver a las autoridades del sur aproximándose a la zona.
-¡BODI NO!- Livingstone observaba a su amigo tendido en el suelo- ¡AYÚDENMEEEE! ¡BODI! Tu padre te espera, por favor no te rindas ¡Bodi! Por favor.
Era inútil, Bodi había fallecido al instante, Livingstone recibió cuatro balazos que lo estaban matando del dolor, pero no los sentía debido a la impresión por lo que pudo arrastrarse con dificultad para abrazar a su amigo, lloraba a lágrima viva observando a Bodi tirado en el suelo, no había nada que hacer, Livingstone lo abrazaba con fuerza llorando como nunca antes lo había hecho, no lo soltaba por nada del mundo hasta que un mareo lo hizo perder por completo la consciencia provocándole inmediatamente un desmayo.
Los soldados de Corea del sur llegaron segundos después de que Livingstone se desmayara.
-¡Traigan la camilla!- ordenó un león surcoreano muy parecido a Kov- El león todavía está vivo.
Una decena de leones surcoreanos con uniformes de colores blanco con negro se acercaron con dos camillas y equipo médico para darles los primeros auxilios, inmediatamente levantaron a Livingstone llevándoselo inconsciente a una ambulancia que sonaba a la distancia.
-Él ha muerto- un zorro examinó a Bodi- Llévenlo al hospital también.
Bodi no tenía ninguna expresión de angustia en su rostro, simplemente tenía sus ojos cerrados como si estuviese dormido, con mucho respeto y delicadeza los soldados lo acostaron en la camilla, sin embargo con él no utilizaron equipo de primeros auxilios, solamente cubrieron con una sábana el cuerpo de Bodi para que nadie pudiera verlo y de este modo respetar su memoria.