-¡Todos a los autos!- ordenó Alex.
Livingstone irradiando de felicidad miró a Bodi, quien le dirigió una sonrisa, recorrieron las calles de Pyongyang nuevamente tomando el camino de regreso hacia el palacio de gobierno, donde todos los leones del gabinete tendrían una lujosa comida con el líder.
Al llegar todos los importantes funcionarios salieron de sus autos, Kion de igual manera salió, Livingstone junto con sus demás compañeros custodiaron al líder hasta que entró al enorme edificio junto con todos sus funcionarios.
Recorrieron largos pasillos iluminados con candelabros, luego de dar vuelta a la derecha entraron a una enorme sala de paredes blancas con molduras realmente elegantes que cautivaron a Livingstone.
-¡Ustedes se quedarán aquí!- ordenó Alex.
Kion comenzó a presenciar junto con sus leones del gabinete el enorme buffet para el banquete de aquel día, todos los leones con trajes felicitaban a Kion mientras servían su comida, el líder finalmente se sentó en la cabecera de una larga mesa que se encontraba en el centro de aquella majestuosa sala.
Todos guardaron silencio cuando Kion se levantó para decir unas palabras para sus invitados.
-Gracias por su compañía y presencia en este día, estoy muy seguro que seguiremos trabajando duro para brindarle el bienestar a nuestra nación, nada en este mundo nos impedirá mantener en pie nuestro...
Kion dejó de hablar cuando las copas en la mesa comenzaron a temblar, Livingstone sintió que sus patas temblaban pero éste no estaba asustado, las luces del lugar comenzaron a parpadear antes que comenzaran los gritos, el temblor aumentó de magnitud, en ese instante todos los leones comenzaron a gritar y correr.
El lugar se sacudía violentamente, muchos de los soldados corrieron hacia la puerta para salir inmediatamente a la calle, Kion corría gritando sintiendo miedo por su vida, Bodi y Livingstone comenzaron a correr, pero no para salvar sus vidas, sino para ayudar a quienes aún se encontraban en la sala.
-¡CUIDADO!- Gritó Alex Coa Veloz cuando el techo comenzó a caer encima de todos- SALGAN TODOS ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!
-¡KION!- Gritaba Livingstone buscando al joven líder- ¡KION! ¡BODI!- Livingstone esquivó un enorme pedazo del techo.
Kion intentaba salvar su vida, corrió al otro extremo de la mesa central, Livingstone lo seguía a toda prisa y en ese instante el león vio en peligro la vida del líder de Corea del Norte, mientras corría para salvarlo pensaba en dejarlo morir pero recordó a Ryan, quien debía tener la edad de Kion después de todos estos años.
Un gran pedazo de concreto que caía del techo se iba a estrellar en la cabeza de Kion, quien estaba agachado cubriéndose inútilmente, Livingstone, quien se encontraba muy cerca de Kion corrió aún más rápido aprovechando la altura del techo, sin pensarlo dos veces saltó con todas sus fuerzas para salvarle la vida al líder de Corea del norte.
-¡SEÑOR!- Livingstone se abalanzó contra Kion empujándolo con fuerza.
Ambos salieron disparados de la zona de peligro, apenas la cola de Livingstone rozó el enorme pedazo de concreto éste se estrelló en el suelo haciéndose pedazos, el temblor aumentaba cada vez más de magnitud, ahora era prácticamente imposible quedarse de pie.
-¡SARGENTO!- Bodi observó que Alex Coa Veloz se cubría bajo una silla como Kion, inútilmente- ¡NOO!
Un candelabro caía desde lo alto directo para matar con el impacto al sargento Alex, pero Bodi poniendo en práctica el Kung Fu que había aprendido en China y reforzado en el campo militar corrió al rescate, antes que el candelabro golpeara al sargento, Bodi lo esquivó con una patada profesional.
-¡HYAAA!- Gritó Bodi desviando el candelabro y evitando que éste golpeara a Alex- Sargento, ¿Se encuentra bien?- preguntó quitándole la silla de encima.
-BIEN HECHO, SOLDADO- Alex se levantó con mucha dificultad debido al gran temblor- ¡Tenemos que salir de aquí!
Las paredes comenzaban a colapsar lentamente, los escombros empezaron a cubrir las puertas de entrada hacia el salón.
-Debemos salir ahora- gritó Kion asustado mirando a Livingstone.
Inmediatamente Bodi se acercó junto con el sargento Alex hacia Kion y Livingstone, quienes perdían el equilibrio.
-¡Señor NO!- Gritó Bodi deteniendo a Kion tomándolo por la espalda- Son muchos metros hasta la salida, no lo lograremos.
El temblor había provocado que la primera pared colapsara, apenas vieron aquella terrible escena todos corrieron hacia atrás para evitar que ésta los aplastara.
-¡Salgamos por la ventana!- gritó Livingstone tomando a Kion entre sus patas- Sargento, haga lo mismo con el soldado Bodi, tómelo y sígame.
-¡Las ventanas no están rotas! Al romperse el cristal éste nos matará, soldado- gritó Kion aterrado mirando a su alrededor cómo terminaba de derrumbarse la primera pared.
Alex mientras tomaba a Bodi se acercó para hablar con el líder.
-¡SEÑOR ES MEJOR ESO QUE MORIR APLASTADOS AQUÍ ADENTRO!
-¡YO LA ROMPERÉ, USTED CIERRE BIEN LOS OJOS Y NO LOS ABRA HASTA QUE ESTEMOS AFUERA!- gritó Livingstone preparándose para estrellarse contra la ventana, cubrió a Kion con ambas patas para mantenerlo lo más seguro posible- Sargento sígame y no se...- El techo entero cedió y comenzó a caer- ¡CORRAN!
Esquivando enormes pedazos de concreto Livingstone corrió tan rápido como pudo, al ver la ventana agachó la cabeza para romper el cristal con fuerza, Kion gritó al escuchar un gran estruendo, fue entonces que Livingstone se abalanzó contra el cristal que inmediatamente cedió, salieron disparados hacia afuera, detrás de ellos Alex y Bodi gritaban asustados al ver todos los escalones en los cuales aterrizarían y en efecto Livingstone al aterrizar se dio en la cabeza pero no dejó de proteger a Kion, con fuerza caían escalones abajo, Livingstone sentía el dolor en todo su cuerpo, Alex no pudo sostener más a Bodi y éste lo soltó, Bodi rodó unos cuantos escalones hasta que pudo detener su caída, al voltear hacia abajo miró que Livingstone caía inconsciente protegiendo a Kion.
-¡LIVINGSTONE!- Bodi gritaba con mucho dolor, tenía miedo de perder a su único amigo- ¡NOOO!- al voltear alrededor observaba dos edificios departamentales colapsándose y cientos de leones reunidos en las calles.
-¡Soldado Livingstone!- Kion intentó zafarse de las enormes patas del gran león- ¡Soldado lo logramos!
Kion pudo separarse de Livingstone, su espalda le dolía y moretones comenzaban a salir en sus patas traseras, volteó y vio que Alex se levantaba realmente adolorido del suelo.
-¡¿Qué esperas, estúpido?!- gritó Kion furioso al ver a Alex-¡Ayúdalo!
Bodi bajaba los escalones aprisa a pesar del dolor, al ver a Livingstone tendido en el suelo corrió para ayudarlo con sus conocimientos de medicina, Kion lo observaba mientras Alex intentaba llamar a refuerzos con su teléfono destrozado.
-Livingstone, despierta- Bodi sentía cómo el temblor desaparecía poco a poco- ¡Señor Kion!
-Nono, procede ayúdalo- dijo Kion sentándose al lado de Livingstone- ¿eres médico?- preguntó al ver la forma en que Bodi examinaba a Livingstone cuidadosamente.
-Iba a serlo, señor- Bodi tomó el pulso de Livingstone poniendo su pequeña pata en el cuello del gran león- él tiene un hijo ¿sabe? Creo que ya debe tener la edad de usted.
Kion miraba preocupado a Livingstone y bajaba la mirada sintiéndose mal por el león que le había salvado la vida, giró su cabeza para ver a Alex pidiendo refuerzos todavía.
-No lo sabía- Kion apenado, levantó la vista hacia Bodi- gracias por salvar a Alex... ¿Cuál es tu nombre?
-Soldado...
-Solo tu nombre-interrumpió Kion sonriéndole al perro.
-Bodi, señor- el perrito desvió la mirada del líder para continuar ayudando a Livingstone.
Alex se acercó corriendo observando que todos los norcoreanos a su alrededor en la calle lloraban y gritaban asustados, vio al líder sentado en el suelo para darle la noticia.
-Un grupo de médicos ya viene para atenderlos, señor- dijo mirando a Livingstone tendido en el suelo-el hospital no colapsó y está esperando a cientos de heridos.
-Quiero que todos los edificios recién inaugurados sean cede para ayudar a los heridos, que los soldados del servicio militar y social comiencen a levantar los escombros, los militares y protección ciudadana empiecen con las labores de rescate- ordenó Kion al lado de Livingstone.
Alex asintió para posteriormente dirigirse a los doctores y soldados que se aproximaban para ayudarlos. Kion Ung volvió a mirar a Bodi, quien seguía atendiendo a Livingstone.
-¿Está bien?- preguntó preocupado a Bodi.
-Sí, señor- dijo mientras acomodaba a Livingstone- pero necesita urgentemente atención profesional, es probable que tenga daños internos en su cabeza.
Los médicos llegaron, dos leonas tomaron los signos vitales de Livingstone haciéndole señas a los paramédicos para que inmediatamente lo subieran a una camilla, un tigre joven atendió a Kion, quien gracias a Livingstone solamente presentaba un poco de dolor en la espalda, antes que Bodi se marchara al hospital con Livingstone Kion lo detuvo.
-¿Dónde está su hijo?- preguntó poniéndole una pata a Bodi en el hombro.
El perro respiró profundo para posteriormente ver a Kion a los ojos.
-En Animalia, señor- respondió mientras Kion lo seguía hacia la ambulancia- lo extraña mucho, por eso le salvó la vida, Livingstone vio reflejado en usted a Ryan.
Kion asintió reflexionando sobre el asunto, no podía darse el lujo de perder a un gran soldado como Livingstone, definitivamente no lo dejaría salir de Corea del Norte, más sin embargo podía hacerle un favor por haberle salvado la vida.
-¡ALEX!- Gritó volteando hacia todos lados.
Ya casi llegaban a la ambulancia, el sargento Alex llegó para atender el llamado del líder, Kion le pidió a Bodi que escuchara lo que tenía que decir antes que éste partiera al hospital con Livingstone.
-Trae todas las cosas de éstos soldados, ambos se quedarán en la academia de hoy en adelante-miró a Bodi sonriendo- les debemos la vida y... cuando pase todo esto quiero verte a ti y a Livingstone en mi oficina- le ordenó a Bodi, quien asintió con la cabeza- Creo que Ryan querrá escuchar a su padre después de tanto tiempo.
Bodi se sorprendió, quedó completamente exaltado mirando fijamente al líder, Kion le hizo una seña para que éste abordara la ambulancia por lo que Bodi no dudó en hacerlo, cerró la puerta tras de sí y haciendo sonar la sirena se dirigieron rápidamente al hospital.
Las calles de Corea del Norte eran un caos, escombro por todas partes, edificios de todo tipo colapsados, lo que habían vivido de alegría y felicidad en el desfile de hacía unas horas se había convertido en gritos y llantos de muchas familias de leones y felinos destrozados por sus pérdidas.
La capital de Corea del Norte fue el epicentro de un gran terremoto de 7.0 grados, se reportan daños irreversibles tales como el colapso parcial del palacio de Gobierno, edificio con más de cincuenta años de antigüedad así como el colapso de edificios departamentales enteros y daños severos en los monumentos de los grandes líderes.
El máximo dirigente Kion Ung, ha destinado millones de Wons- moneda norcoreana- para la atención de más de seis mil leones heridos y labores de rescate junto con reconstrucción de edificios, la zona más afectada ha sido el este de Pyongyang.
El número de muertos ha aumentado a 1400 esta mañana después de tres días de búsqueda y labores de rescate, treinta leones y diez tigres han sido rescatados de entre los escombros, autoridades Chinas apoyarán en dichas labores.
La noticia se esparció por todo el mundo, era increíble aquello al igual que histórico en aquel país asiático, Ryan recibió la noticia en su celular una tarde nublada mientras daba un paseo por su vecindario en Animalia.