El jueves de la semana siguiente compañeros de la facultad hicieron una fiesta en su casa por la noche. Ese tipo de fiestas eran muy comunes a principios del curso y al final, para dar la bienvenida a los nuevos integrantes del colegio y para despedir a los que terminan sus estudios. De vez en cuando entre curso también había este tipo de fiestas, pero ya no eran tan frecuentes. La invitación se hacía por medio de carteles pegados en la facultad indicando fecha, hora y ubicación. En dichas casas solían vaciar por completo el primer piso para resguardar los muebles y que al mismo tiempo haya más espacio para que entren las más personas posibles.
Eran las nueve de la noche cuando tres amigas mías (Dany, Jesica y Aura) y amigos de Carlos, José y Noe llegaron a la casa. Tomamos unos cuantos vasos de tequila para ambientarnos y de cierto modo desinhibirnos y acudir al evento predispuestos a la diversión. Hubo bromas, chistes y uno que otro juego de bebida para la ocasión. Cuando sentimos que el alcohol empezaba a hacer efectos fuertes y comenzaba a marearnos y a ponernos de un modo apacible decidimos para de tomar tequila y dirigirnos a la fiesta. Era muy común este tipo de practicas entre todos los alumnos experimentados que acudían a este tipo de fiestas, porque la experiencia ha enseñado que se puede acabar las bebidas que suelen ofrecer (gratuitas) y como ya es tarde no hay modo alguno de comprar alcohol, por lo que es preferible pre-copear antes del evento y por si las dudas, guardar todavía alcohol para después de la fiesta continuarla en alguna de las casas de amigos y conocidos pero ya mas íntimos, entre puros conocidos.
A este tipo de fiestas toda la facultad estaba invitada y toda la casa junto con partes de los andadores se atiborraban de estudiantes, eran muchos los que asistían y por lo general tenían que ocupar parte de los espacios públicos porque todos no cabían dentro de la casa. Ahí ofrecían una bebida resultado de la mezcla de agua de sabor (polvos) con mezcal propiciando la embriaguez y justo como lo acabo de mencionar era muchos los invitados por lo que se preparaba esta bebida en Rotoplas por su volumen y en muchos casos eran distribuidos por una red de mangueras o garrafones que los anfitriones se encargaban de repartir. Por lo general había peleas, dramas, liges, vomitadas, baile y uno que otro estudiante que se lo llevaba la policía. Eran fiestas muy divertidas.
Caminamos un poco porque toda la colonia predominaba los estudiantes y aparte que era un lugar pequeño, con distancias muy cortas. Llegamos al lugar de la fiesta. Como era de costumbre ya había gente en la casa. En el jardín se encontraban hablando varios invitados. Saludamos a los que conocíamos e intentamos entrar a la casa. Ahí dentro había un tumulto de personas, unos bailando en la sala y espacios amplios y otros intentando pasar al patio trasero de la casa donde se encontraban la bebida. Tardamos como veinte minutos en abrirnos paso mediante la multitud y llegar al Rotoplas que contenía la bebida, para esto el efecto del tequila ya había desaparecido y volvía a la normalidad, pero sabía que con la menor provocación volverían los efectos pasados. Llenamos nuestros vasos y nos quedamos un rato ahí en el patio trasero hablando con otros amigos que nos encontramos. La noche seguía y se podían ver los primeros liges, los primeros borrachos y quizá lo que después ocasionara peleas. No queríamos apartarnos de ahí porque significaría retomar aquel lugar en busca de bebida cuando esta ya se haya acabo, por lo cual soportamos cualquier inconveniente.
Jesica, Aura, Dany y yo nos apartamos un poco y empezamos a hablar de con quién nos gustaría irnos. Jesica desde hace tiempo ha querido meterse a la cama con Carlos, pero no busca algo pasajero o casual. Ella quiere que Carlos le corresponda de la misma manera y por esta razón es por la cual la cual no ha sido directa con él. Ella espera a que note las indirectas y gira la platica para que la alentemos a coquetear más con Carlos de una forma sutil. Aura decía que no creía que que el chico que le gusta acudiera a la fiesta, por lo que no estaba muy esperanzada de terminar así. De todas nosotras ella tenia la sonrisa mas hermosa y los hombres siempre estaban detrás de ella. A Aura le gustaba mucho las sensaciones que la piel puede ofrecer, aunque no se metía con cualquiera. Ella sabía elegir muy bien a sus parejas para no caer en alguna fijación hacia ella, violencia o algún tipo de rencor, creo que todo eso debido a su experiencia. Dany sonreía y nos alentaba a seguir nuestros deseos. Ella no compartía este impulso porque tenia novio de otra facultad y lo quería de verdad por lo que su papel en la mayoría de las fiestas de este tipo era cuidarnos cuando nos sobre pasábamos, que en realidad habían sido muy pocas veces. Yo por mi parte, no era mi fin salir de la fiesta con un chico y acostarnos, no me desagradaba la idea, no la iba forzar, iba a dejar que las cosas fluyeran y dejaría que la noche me sorprendiera.
Ahí estábamos, hablando, bromeando y tambaleándonos. El lugar ya nos resultado sofocante y un poco incómodo. Las niñas y yo decidimos cambiar de ambiente por lo nos fuimos al patio de la entrada a fumar un poco y tener más espacio, porque en el patio trasero igual que dentro de la casa el espacio entre las personas era mínimo y sentías espalda con espalda u hombro con hombro. Era un espacio muy reducido, en cambio en el patio delantero ya había varios pasos que nos distanciaban unos de otros. Empezamos a fumar y no paso mucho tiempo en que un grupo de muchachos muy apuestos se nos acercara y saludaran a Aura. Dos de ellos eran amigos suyos y otros dos solo sonreían. Aura nos presentó y empezamos a conversar una vez mas de temas burdos. Ellos sonreían y nos coqueteaban con moderación. El tiempo paso y los tragos y las sonrisas, el alcohol una vez mas empezaba a alterar mis sentidos. La noche avanzaba y teníamos que hacer algo más que estar ahí parados hablando.
-Vamos a bailar -dijo Aura y a todas nosotras nos encantó la idea mientras que los muchachos seguían sonriendo y aceptaron sin mucho entusiasmo.
Llenamos nuestros vasos y nos hacíamos paso a través de la multitud para llegar a la sala de la casa. No había foco alguno prendido alumbrando la casa, solo los correspondientes a los patios traseros y delanteros. Por las escaleras y algunos huecos del segundo piso que comunicaban con el primero (que debían ser de ventilación) se colaban luces de neón que intentaban iluminar sin mucha intensidad los espacios dentro de la casa. Empezamos a bailar, hicimos una especie de círculo y nos movíamos conforme al ritmo de las canciones. Aura bailaba muy cercas de uno de sus amigos de una forma casi entusiasta mientras que el alcohol seguía corriendo por nuestros cuerpos. Al cabo de dos canciones mas este mismo tuvo que haber eliminado las conductas retraídas, introvertidas y de pudor que mostraron los chicos en su presentación. Eran más osados y rompieron el circulo para que cada uno se acercara a nosotras.
A nadie pareció molestarle y seguíamos bailando y tomando. Dany fue la primera que paro de bailar y se esfumo entre toda la multitud. Después fue Jessica quien se excusó con buscar el baño. Yo seguía bailando, el alcohol ya me había puesto de un humor muy agradable y bailaba y movía mis caderas, mis manos y mis hombros al son de las canciones. Voltee para ver a Aura de reojo y ya se estaba besando con su amigo. Aparte la vista rápidamente e hice como si no hubiera visto nada. Seguía bailando y tambaleándome. Luis, creo haber escuchado que ese era su nombre cuando se presentó. Se acercaba cada vez más y seguía el ritmo de mi cuerpo, yo me sorprendía y sonreía pues dicha sincronización me impresionaba. Nuestros cuerpos parecían ser uno solo, tenían casi los mismos movimientos. Sentía su respiración en mi cara y por dentro había un incendio, un fuego que se estaba gestando y cada vez se hacia mas fuerte, mas ardiente y se esparcía por todo mi cuerpo.
Luis vio una oportunidad y me beso furtivamente. Ese beso me dejo un poco consternada pues si esperaba que actuara de este modo más sin embargo, apago momentáneamente el incendio que había dentro de mí y sentía un balde de agua fría que me dejaba inmóvil, quieta y apacible. Me separe de él un poco para recobrar el aliento. Seguía mareada e intente de una forma muy laxa buscar a Aura pero no la encontré o distinguí a través de la oscuridad; pero si note a un hombre en uno de los bordes de la casa, estaba recargado en una pared mientras me observaba con una mirada penetrante. Tenia ropa casual lujoso, en su mano derecha tenia un vaso lleno de bebida y con la izquierda tenia un cigarrillo. Su mirada era penetrante era muy fuerte podía sentir que me miraba a solo unos cuantos centímetros, y sus ojos. Nada correspondía a la normalidad, puesto que su piel era blanca, estaba peinado hacia atrás con un tono de cabello azul marino obscuro o eso era lo que los reflejos sugerían, y sus ojos, podía distinguirlos bien pues como decía lo sentía a solo unos cuantos centímetros. No tenía membranas, era cristal, lo podía notar, tampoco tenia iris, ni pupilas o corneas. Todos sus ojos estaban de un negro y donde deberían estar la pupila tenia un haz de luz imitando a las pupilas en tamaño y posición.
Nadie parecía notarlo, a nadie le resultaba incongruente o extraño. Todos seguían bailando y riéndose como si eso fuera normal. Movió su mano derecha con la que sujetaba su cigarrillo y se lo llevo a la boca para darle una calada para después darle un trago a su bebida y me sonrió con una mirada tierna. El calor y el fuego aparecieron de nuevo y se esparcía con gran velocidad cuando sentí una respiración sobre mi cara y se acercaba cada vez más, mucho más. Cerré los ojos y otro beso se planto en mis labios teniendo el mismo efecto que la vez pasada. El fuego en mi se apagaba y la velocidad y ferocidad de los labios sobre mi aumentaba. Sentí sus manos sobre mis caderas que se apoyaban firmemente y testeaban mis curvas para después al mismo tiempo que sus besos me asediaban, bajo suavemente sus manos hasta mis glúteos y los acariciaba con suavidad.
Sentía mucha osadía y placer al mismo tiempo. Me dejaba llevar por el momento y respondía los besos. Coloque mis manos sobre su pecho y continuamos por unos instantes más, hasta que ya no sentía mi camisa, mi pantalón y mi ropa interior y sentía como sus manos acariciaban mis glúteos desnudos. No soporte dicha sensación. Abrí los ojos y lo avente con fuerza para detener todo contacto que teníamos. Me di la vuelta para irme cuando agarro mi brazo y lo jalo con fuerza para volver a estar de frente a él. Logre observar de reojo que aquel tipo extraño seguía junto a la pared observándome. Seguido después volteo a ver la cara de Luis. Las luces se empezaron a apagar poco a poco. La música seguía y la gente alrededor seguía bailando. Logre zafarme de Luis cuando todas las luces se apagaron. La música seguía, ahora era mas fuerte y una obscuridad absoluta nos invadió, podía sentir movimiento a mi alrededor, así como las personas que se encontraban a mi alrededor.
Entre todo aquel cuarto oscuro y con toda esa música instintivamente voltee en dirección a donde estaba aquel chico raro y un par de luces se distinguían entre toda esa obscuridad y estaban a la altura de sus ojos. Sentía que me seguían, observándome y la incomodidad se apodero de mí. Me quería ir, quería salir de ahí pero no podía por esa obscuridad absoluta. Me voltee para no ver esos dos pequeños destellos cuando enfrente de mi y a la misma distancia aparecieron unos destellos idénticos. Volví a voltear para corroborar y efectivamente ahora eran dos pares de destellos mirándome en lados opuestos. Me volví a voltear a un lado donde no estaban y aparecieron de nuevo. Me gire y volvieron a aparecer, ahora eran cuatro pares de destellos que me observaban. Me sentía presa, me sentía observada e indefensa cuando empezaron a separarse y a aumentar de tamaño gradualmente. Crecían cada vez más y no chocaban se acomodaban a una distancia igual unos de otros. Se empezaron a mover todos ellos en sentido de las manecillas del reloj, al mismo tiempo que se elevaban como por encima de una esfera pasando por su curvatura gradual hasta quedar un solo destello arriba de mí. Lo contemple y nuevamente me sentía indefensa. El corazón empezó a latir más rápido y mis nervios se empezaban a excitar.
Ahora lo veía alejarse lentamente apenas era perceptible su disminución de tamaño. Empecé a sentir el aire pesado como si hubiera multiplicado su densidad o la gravedad se hubiera aumentado y se me dificultaba respirar. Sentí que me venció y el destello que estaba arriba de mi aumento significativamente la velocidad con que desaparecía y empecé a caer. Podía sentir el aire pasar por mis extremidades. Podía ver mi cabello como era arrastrado por mi cuerpo hacia una obscuridad, hacia un negro, hacia el abismo. Solo podía contemplar el destello blanco que estaba a punto de desaparecer cuando el horror se apodero de mi e intente gritar. Concentraba todas mis fuerzas en mi abdomen y mi garganta para que un grito sea efectivo, pero no podía evocarlo. Mis esfuerzos eran auténticos, pero no brotaba ningún sonido de mi garganta y por lo cual sentía que perdía el aliento y quería parar puesto que necesitaba respirar; pero el horror no me lo permitía y ahí estaba continuando con el grito sin sonido que seria lo último de mí. Aun podía escuchar la música.
En cuanto todo el oxigeno abandono mi cuerpo y empezaba a entrar en mi una asfixia las luces de neón que desde un principio alumbraban el interior de la casa se prendieron lentamente. Aparecieron de nuevo y volví a sentir el aire de como costumbre a mi alrededor y no pude hacer nada mas que respirar profundamente. Las manos de Luis estaban sobre mi cuello por la parte de atrás. Lo mire a los ojos aturdida y decía unas palabras que no podía escuchar. Mire a través de su hombro para identificar a ese chico de piel blanca y ojos de destello, ahí estaba. Mire los ojos de Luis y el miedo, la incomodad, la inseguridad y aquella obscuridad aún seguían en mí. Ya no quería estar ahí.
Giré sin ningún movimiento brusco y di paso hacia la salida. En cuanto mi cuerpo se movía sentía todo efecto que el alcohol pudiera ocasionar en el cuerpo humano, pero sobre todo la desorientación. Choque suavemente con las personas en mi camino y me abría paso a través del tumulto. Llegué a la puerta principal y la atravesé. Caminé tambaleándome en dirección a mi casa. A penas estuve unos siete metros de la puerta cuando Luis me alcanzo y sugirió ir a su casa. Me tomaba por el brazo y aunque no apretaba fuerte no me podía zafar. Seguía diciendo cosas como que en su casa me sentiría mejor y que ahí continuaremos la fiesta; que la pasaríamos mejor, sonreía y su cara denotaba emoción. No podía decir nada, hacia un gran esfuerzo para mantenerme en pie.
Empezó a tirar un poco fuerte para emprender marcha y como pude contrarreste sutilmente su esfuerzo para liberarme de él, aunque no lo logre. No paraba de hablar y volvió a realizar otro jadeo mas fuerte y me hizo dar unos cuantos pasos para no caer, acto seguido se puso junto a mí, y paso su mano derecha por mi espalda para apoyarla con mi cintura y así poder conducirme con mas facilidad. Intentaba zafarme, pero no podía. Aun me sentía desorientada y estaba tambaleándome. Quería irme de ahí pero no con él. Quería ir a casa y volví a forcejear todo lo que pude para liberarme.
Emprendimos marcha y seguía luchando para liberarme intente gritar, pero aun sentía la asfixia que no me dejaba evocar sonido alguno de mi garganta. Habíamos avanzado como diez metros en dirección contraria a mi casa cuando Carlos nos alcanzo y me dijo que Dany y Jesica me estaban buscando, que si ya me iba de la fiesta. Lo dijo con una sonrisa hacia mi y con un gesto de furia y desprecio hacia Luis. Carlos estaba listo para un enfrentamiento lo podía ver muy claro y en cuando termino de hablar y guardo silencio para mi contestación volví a jadear y Luis no puso resistencia alguna y me soltó nervioso.
-No, aun no -Le dije y me apoyé sobre el para no caer. Carlos volteo a ver a Luis y le clavo una mirada llena de violencia y desprecio. Podía notar su agresividad ante la situación que estaba presenciando. A Luis no le quedo más que sonreír irónicamente y nervioso. Intentando camuflajear lo anterior con una ironía que delataba todo y se marchó.
-¿Dónde está Jesica y Dany? -Le pregunte.
-Quien sabe -Y soltó una pequeña sonrisa. Lo miré y también sonreí. Apretaba más fuerte su brazo, porque me impulso a hacerlo, dándole las gracias.
-Llévame a casa Carlos -Le dije y asintió.
Caminamos a un paso tranquilo y en silencio. Carlos sabia que estaba ebria y que no tenia mucho equilibrio, lo se porque era evidente, dejando dar a mi el primer paso y cuando íbamos a la mitad de nuestro camino y las emociones se habían aplacado Carlos me pregunto.
-El chico de la fiesta, ¿Quién era? -
-Un amigo de Aura-
-Ya veo – . Y seguimos caminando en silencio, ya no emitimos ninguna palabra. Estábamos sobre el andador de nuestra casa. Carlos abrió la primera reja y entre. Me pude sostener de una pequeña reja que protegía al pequeño jardín que estaba antes de la entrada. Pase por debajo de las escaleras de la casa de arriba y me detuve junto a la puerta esperando que Carlos abriera y lo hizo. Abrió la puerta y tome su brazo para no caer y entramos. Estábamos los dos adentro y tenia su brazo entre mis manos. La respiración se me dificultaba y volví a sentir que la densidad del aire aumentaba y que la gravedad también lo hacía. Me vencia y mis pies flaquearon. Me aferre de Carlos con sutileza y la vista se me nuble y todo fue obscuridad.