Lake Town era poco más que un punto en el mapa, a una hora al este de Los Ángeles a través de la ruta 66, el tipo de lugar por el que la gente pasaba en su camino a un lugar más emocionante. El tipo de lugar donde los niños pasaron toda su vida planeando escapar. Había una estación de servicio en la carretera que marcaba el desvío hacia la ciudad. El pueblo en sí estaba a kilómetro y medio más adentro, escondido detrás de una cresta de montaña. El letrero a lo largo del camino me informó que la población era de 200 habitantes, y mirando a mi alrededor pensé que podría ser demasiado generoso. La calle principal contenía variedad de bares y tiendas, y las residencias personales se irradiaban en una cuadrícula ordenada. Había un motel al final de la calle.
Pasé un poco de tiempo conduciendo por un camino serpenteante por las calles, familiarizándome con el diseño de la ciudad. No había mucho que ver. Lo más interesante del lugar era que no había un lago real, lo cual no era sorprendente dado que estaba en medio del desierto. O alguien pensó que estaban siendo irónicos e inteligentes o que un tipo llamado Lake había fundado el lugar. No es que realmente me importara una mierda. Solo había una cosa sobre este pueblo que me interesaba: que Piper Chapman podría estar escondido aquí en alguna parte ... Terminé mi extremadamente corto recorrido por el pueblo, luego me di vuelta y me dirigí de regreso al motel.
Me estacioné en el estacionamiento y me aseguré una habitación, ya sintiéndome visible cuando el empleado miró mi apariencia y el elegante Cadillac en el que había estacionado. Sin embargo, mantuvo la boca cerrada. Obviamente había recibido una buena formación y sabía que un cliente que pagaba era un cliente que pagaba, sin importar su aspecto. Este no parecía el tipo de lugar que podría permitirse hacer preguntas de todos modos ...
Era cerca del mediodía, así que dejé mi mierda en la habitación, asegurándome de que el diario de Piper estuviera en el bolsillo interior de mi chaqueta, y luego fui a husmear. Estaba planeando preguntar por ahí. Un pueblo tan pequeño, alguien como Piper Chapman sobresalía como un pulgar dolorido ... un pulgar rubio y hermoso, así que pensé que alguien podría haberla notado. Resultó que no tenía que preocuparme.
Mientras caminaba hacia el restaurante de la ciudad, había movimiento al otro lado de la calle, alguien saliendo de la tienda un poco más adelante de donde yo estaba. Eché un vistazo superficialmente y luego hice una repentina doble toma. Al alejarse de la tienda de delicatessen con una bolsa de papel en la mano, en dirección a donde acababa de llegar, había una mujer alta con una modesta falda y una blusa de seda. Tenía una bufanda de seda atada alrededor de su cabello rubio dorado y un par de grandes gafas de sol oscuras, pero de alguna manera sabía que era ella.
Piper jodida Chapman en carne y hueso ...
Casi no creía que pudiera ser tan fácil, pero la señora suerte me debía una docena más o menos y ya era hora de que esa perra pagara. La rubia no dio ninguna indicación de que se había fijado en mí. Me volví lo más despreocupadamente posible y comencé a caminar por la acera vigilándola al otro lado de la calle. Hice una mueca por lo llamativa que debí haberme visto. Era muy bueno siguiendo a personas, pero generalmente lo hacía en la ciudad, donde había multitudes para esconderse y las personas que merodeaban por la acera no eran nada fuera de lo común. Este pueblo era pequeño, había alrededor de media docena de personas caminando y la mayoría de ellos probablemente se conocían. Era una mujer de casi 1.80 de estatura que vestía jeans azules y una chaqueta de cuero ... sobresalía tanto que bien podría haber estado usando un letrero alrededor de mi cuello que decía "detective privado"
Pero a través de algún milagro, ella no pareció darse cuenta, ni siquiera me miró. Tal vez estaba preocupada, pero mantuvo la cabeza baja y se ocupó de sus asuntos. Caminó dos locales mas hasta la florería. Entró y me apoyé contra una farola e intenté parecer que estaba fumando un cigarrillo casualmente. Me maldije por no haber traído un periódico para esconderme, aunque no es que hubiera sido menos obvia. Después de unos cinco minutos, volvió a salir de las florería con un ramo de algo rosado en la mano y continuó calle abajo.
No hizo ningún movimiento para cruzar la carretera cuando llegó paralela al motel, siguió caminando hacia las afueras de la ciudad, donde la carretera se adentraba más en el desierto. A las afueras de la ciudad había un garaje con dos autos de reparación. Las puertas estaban abiertas de par en par y había un mecánico adentro, apoyado en el compartimiento del motor de un viejo Packard. El letrero montado encima de la oficina decía "REPARACION DE AUTOS MARS ". Detrás del garaje pude ver el techo de una casa, probablemente donde vivían el mecánico y su familia, pero no pude ver mucho más. Piper entró en la oficina del garaje y desapareció en la parte de atrás.
Continué mi lento paseo por la calle, girando a la derecha en la siguiente intersección, con la intención de dar la vuelta, mientras trataba de decidir cuál era mi próximo movimiento. Su diario dejaba en claro que se iba por una razón, que no deseaba ser encontrada, así que no era como si me invitaría a tomar un café si llamaba a la puerta. Además, no tenía idea de cuál era la posición del conductor Eddie en esto. Si realmente la hubiera ayudado a escapar, dudaba que él estuviera particularmente emocionado de verme tampoco.
Volví a bajar por un callejón y terminé cruzando la calle de regreso nuevamente, oculta en las sombras, observando el trabajo mecánico. Supuse que tal vez era la familia de Eddie, su "gente" con la que ella había mencionado quedarse. Una parte de mí se preguntaba qué seguía haciendo allí, por qué no se había movido hasta ahora. Parecía que cuanto más tiempo se quedaba en un lugar, más posibilidades había de que su padre o Kubra la encontraran ...
Apoyada contra la pared del callejón, vigilé el taller mecánico. Decidí esperar un poco, ver si salía otra vez, ver si se iba a otro lado ...
Me demoré en el callejón durante casi dos horas, y todo lo que vi fue al mecánico trabajando y tratando con los clientes. Piper no volvió a salir, y tampoco vi ninguna señal de nadie más. Estaba empezando a ponerme tensa, y en realidad había estado entrando y saliendo de mi mente. Cal me había despertado temprano esta mañana de unas pocas horas de sueño, y desde entonces había estado tomando adrenalina. Ahora que había disminuido la velocidad, comenzaba a alcanzarme.
Suspiré y volví al hotel. Piper no parecía ir a ninguna parte pronto, y al menos sabía dónde encontrarla si tenía que hacerlo. Abrí la habitación y me desplomé en la cama. El colchón estaba un poco grumoso pero apenas me importaba. Me dormí casi de inmediato y por un rato estaba tan cansada que no tuve sueños.
Desperté sintiéndome tan descansada como lo había estado en días. Miré mi reloj. Eran casi las seis, lo que significaba que había estado dormida unas cuatro horas. Mi estómago retumbaba persistentemente. Salí de la habitación en busca de comida.
Había un restaurante en la ciudad, y probablemente hubiera sido más sensato ir a cenar allí, pero como quería una cerveza de calidad, entré en el único abrevadero de la ciudad (la creativamente llamada Taberna de Lake Town). Eran poco más de las 6 de la tarde de un sábado, y apenas había nadie allí, solo media docena de clientes habituales repartidos por el espacio pequeño, estrecho y oscuro. Me senté pesadamente en un taburete y pedí una cerveza. El cantinero me miró, igual que el empleado del motel, pero luego echó un vistazo al billete de 5 dólares que abofeteé delante de él y no dijo nada. Puede que no le haya gustado mi aspecto, pero tiene que pagar el alquiler.
Había estado sentada allí durante unos cinco minutos y estaba contemplando pedir algo de comida cuando alguien se deslizó en el taburete a mi lado. Un hombre. Un tapón de alberca (baja estatura) atlético con una camisa de trabajo sucia y una cara sudorosa y cerveza en el aliento. Su rostro se iluminó con lo que probablemente pensó que era una mirada seductora, "¿Tu papá sabe que estás sola, cariño?"
Miré el anillo de bodas en la mano que sostenía su cerveza. Mis ojos volvieron a su rostro, "¿Tu esposa sabe que estás tratando de follar a mujeres al azar en bares, cariño?"
Estaba lo suficientemente borracho que eso fue todo lo que hizo falta. Levantó el puño derecho y gruñó, "Estás jodidamente ..."
Me volví rápido y lo agarré del brazo. No me moví, solo lo sostuve. Le sonreí, me incliné hacia delante. "¿ Realmente quieres ir allí, pulgarcito? Tengo 15 cm sobre ti y no creo que hayas intentado golpear a una mujer que pueda devolverte el golpe, a menos que quieras decirle al tipo del hospital que te esté cosiendo la nariz que una chica te pateó el trasero ... "
Hubo un largo momento de silencio. Hizo una mueca, y por un segundo pensé que lo iba a intentar. Pero luego, una parte distante y sobria de su cerebro pareció activarse y frunció el ceño y me arrancó la muñeca de la mano. Se dio la vuelta, alejándose y murmurando algo como "maldita perra". Me volví hacia mi cerveza y sacudí la cabeza. El camarero me estaba mirando furioso, pero el dinero que había puesto en el bar era suficiente para que lo ignorara. En realidad no había golpeado a nadie.
Terminé mi cerveza y señalé otra. Justo cuando llegó, alguien volvió a sentarse a mi lado.
Pensé por un segundo que era el chico de antes. Pero entonces respiré y supe que no era un chico. Inhale aire lleno de perfume que fue inmediatamente tentador. Me di la vuelta y me encontré con Piper Chapman en carne y hueso, sentado principalmente en el taburete a mi lado. Su foto no le había hecho justicia en absoluto. En vivo color era casi indescriptiblemente hermosa. Su cabello era rubio dorado con un rizo perfecto, sus labios eran rojos. Su sonrisa mientras me miraba era sardónica, y sus ojos más azules que cualquier azul que había visto en la naturaleza examinándome con cierta diversión, algo más que no pude identificar escondido detrás de su mirada. En el momento en que miré esos ojos, sentí que una corriente eléctrica me atravesaba, como una conexión inmediata e indefinible, del tipo que me hubiera burlado de una increíble mierda romántica si alguien más había descrito que les estaba sucediendo. Estaba tan segura de que era algo tan diferente que nunca antes había sentido.
"Ya sabes", dijo ella, con su voz suave y alegre y tan encantadora como su cara, "para un detective no eres muy bueno para ser discreto".
Me reí, "No es mi culpa que la gente no pueda resistirse a mi encanto", me di vuelta para encender otro cigarrillo, tratando de evitar tener que abordar el hecho de que ella pensaba que era un detective.
"No", dijo ella, su voz más suave ahora, contemplativa, "No creo que puedan ..."
La forma en que lo dijo me hizo volver a mirarla. Perdí momentáneamente la capacidad de hablar cuando vi cómo me estaba mirando, sus ojos estaban haciendo un lento recorrido desde mi cabeza hasta mis pies y hacia atrás. Casi podía sentir la fuerza de eso. Cuando volvió a mis ojos, los miró como si pudiera ver directamente a través de mí, justo en el centro de mi cerebro.
"¿Por qué me estás siguiendo?" dijo en voz baja después de un largo momento.
Me abofeteé mentalmente. Dándome una pequeña charla patética.- Para. Deja de dejar que te sacuda. Ella solo está mirando . Ninguna chica te pone así de jodidamente confundida con solo mirar ... así no es como funciona -... Me aclaré la garganta, "¿Qué te hace pensar que te estoy siguiendo?"
"Respondiendo una pregunta con otra pregunta", sonrió levemente, "No es la forma más convincente de negar algo", un tinte de amargura pintó el exterior de su voz mientras continuaba, "Mi padre ha estado haciendo que la gente me siga desde que tenia 16. Sé como funciona ... y no has hecho mucho esfuerzo para ser sutil ".
Me encogí de hombros, tomé otro sorbo de mi bebida. "Es un pueblo pequeño. Y no me mezclo exactamente".
"No lo haces ... Destacas ... especialmente cuando tratas desesperadamente de parecer indiferente mientras me miras desde el otro lado de la calle ..." Ella me escudriñó de nuevo, con los ojos deslizándose sobre los planos de mi cara . Cercanamente. Muy, muy de cerca, con una mirada abierta, ligeramente melancólica en sus ojos. Sentí que me calentaba bajo su mirada, la intensidad de eso me sacudía y me robaba la voz. Después de un largo momento, la melancolía desapareció y un astuto cálculo cauteloso lo reemplazó. "¿Quien te envió?" preguntó ella, su tono repentinamente reservado y serio como sus ojos.
No habia forma de negarlo. Sabía lo inteligente que era solo por su diario, y la forma en que me había examinado me hizo sentir que ya me había entendido antes de decir una palabra. "Tu amiga Polly".
Ella levantó una ceja, "¿Polly?" suspiró, bajó la vista al suelo por un momento antes de volver a levantar la vista, "No pensé que le importara tanto".
"Ella debe preocuparse un poco. Ella duplicó mi tarifa".
"No puedes haber sido su primera opción ..."
Me enfurecí ante eso, lo suficientemente molesta por la implicación de que el hechizo que me había lanzado estaba temporalmente roto, "¿Qué diablos se supone que significa eso, princesa?"
Ella se echó a reír, una risa corta, aguda y genuina que sonó como la luz del sol. Mi ira se ahogó en una sacudida repentina en mi pecho que traté de ignorar. Ella me dio una sonrisa deslumbrante, "No te ofendas ... No dudo de tu habilidad, solo estoy pensando que una mujer no habría sido el primer contacto de Polly".
"No lo era. Era su sexto. Pero ella pensaba que era un hombre".
"¿Oh?"
Saqué una tarjeta y se la deslicé, "Es un error común".
Lo miró y luego volvió a mirarme, "Entonces, Alex Vause", dijo mi nombre lentamente, como si estuviera probando cómo sonaba, "¿Cómo exactamente me encontraste?"
"Cal me dio tu diario".
La sonrisa desapareció, sus ojos se posaron en los míos, repentinamente serios y ligeramente angustiados, "¿Qué?"
"Tu hermano Cal descubrió que estaba trabajando en el caso y me dio tu diario. No guardaste exactamente a dónde ibas en secreto".
"¿Se lo mostró a alguien más? ¿mi padre tal vez?"
"No. Parece tan aficionado a tu padre como tú".
"Sí, mi querido padre es un padre muy amoroso".
"Cal estaba molesto porque nadie parecía buscarte. Quería que alguien se preocupara".
"Eso suena como Cal", dijo en voz baja, una sonrisa cariñosa y exasperada cruzó su rostro, la más suave que había visto hasta ahora. "Debería haber sabido que querría dárselo a alguien, sin importar cuánto dijera que no quería que me encontraran".
"Mucha gente te está buscando, ya sabes", dije en voz baja.
"De eso no tengo dudas", respondió ella, la suavidad que caía de los bordes de su sonrisa, "y voy a asumir que no le has dicho a nadie dónde estoy, ni siquiera a Polly, de lo contrario estarían aquí. en lugar de ti."
"Ha pasado medio día. Podría haberlos llamado".
"Pero no lo hiciste", dice ella como si fuera un hecho, como si me conociera ...
Sacudo la cabeza, "No. No, no lo hice".
"¿Porqué es eso?"
A decir verdad, no tenía ni puta idea de por qué. Me aparté de ella y tomé otro trago de mi cerveza, encogiéndome de hombros, sin saber qué decir que no me haría sonar como una patética idiota. Hubo una larga pausa. Podía sentir el peso de su mirada arder a un lado de mi cara mientras miraba mi cerveza, tratando de pensar en lo que debería hacer a continuación.
Sentí que se inclinaba más cerca de mí, un cambio en mi atmósfera inmediata, "Puede que sea mejor para tu salud estar lejos de mí, Alex Vause", dijo en voz baja, lo más cercano a un ronroneo como Pensé que un ser humano podría obtener, acariciando cada sílaba de mi nombre mientras caía suavemente de su boca. Las palabras fueron una advertencia ... el tono fue una invitación. Me volví para mirarla. Sus ojos estaban fijos en los míos, tan azules que me estaba conduciendo a la distracción. La conmoción de bajo nivel que había sentido cuando me miró por primera vez no se había desvanecido ni un poco. Sentía que sostenía un cable con corriente, la corriente corría por mis venas y calentaba mi sangre. No podía apartar la mirada de ella. No quería apartar la mirada de ella .
Sentí que me llevó una eternidad encontrar mi voz. Estar tan cerca de ella estaba revolviendo mis pensamientos ... "¿Sí?" cuando finalmente salió la palabra, era baja, áspera, y con mucho más deseo de lo que pretendía.
"Sí", suspiró, "me han dicho que tengo problemas".
"¿Lo eres?"
Los bordes de sus labios rojos (jodidamente hermosos, de aspecto suave y atractivo) aparecieron en una sonrisa malvada que me golpeó con fuerza en algún lugar bastante al sur de mi cerebro. "Si..."
Nunca había querido besar a alguien tanto en mis 28 años. La mirada en sus ojos solo podía describirse como una combustión lenta. Con un esfuerzo considerable, aparté mi mirada de la de ella antes de que pudiera ahogarme por completo en el mar de atractivas promesas que las llenaban. Puse mis manos sobre la barra. Las hijas de puta traidoras habían estado prácticamente retorciéndose con el impulso de tocarla, para ver si su piel era tan suave como parecía. Cerré los ojos y respiré hondo por la nariz, recordándome a mí mismo que estábamos en un pequeño bar de la ciudad, que probablemente ya estábamos atrayendo demasiada atención inoportuna solo por estar aquí solos a las siete de la tarde ...
Exhalé por la boca y abrí los ojos nuevamente. Cogí mi cerveza, tomé un largo trago, terminé y encendí otro cigarrillo antes de que finalmente sintiera que podía volverme hacia ella. Cuando volví a mirarla, se estaba enderezando, saliendo de mi espacio personal sin problemas. Intenté no mostrar cuánto me decepcionó la pérdida de proximidad. Su rostro era una máscara de cortesía debutante, su expresión francamente amable, sus ojos claros, fríos y neutrales, como si hubiera presionado un botón y se hubiera transformado al instante.
Ella sonrió, una cosa deslumbrante y cortés rebosante de encanto que no se acercaba a sus ojos, y me di cuenta de que el camarero se había acercado mientras yo intentaba desesperadamente recuperarme.
Su expresión era severa, su voz pesada con un significado no muy sutilmente oculto, "¿Algo más que pueda conseguir para ustedes, señoras? ¿O tienen que llegar a casa con sus maridos?"
Mi cabeza giró bruscamente en su dirección, mis ojos se entrecerraron al instante, por instinto, y un comentario inteligente se cargó hasta la punta de mi lengua, pero Piper habló antes de que pudiera abrir la boca, "No, estamos bien, cariño", dijo dulcemente. , llena de inocencia, "Perdimos la noción del tiempo. Sabes cómo es ... una vez que comenzamos con nuestra conversación ..." se rió melódicamente y deslizó un par de dólares por el bar, "Gracias por recordárnoslo ... no no quiero que mi hombre pase hambre ... "
Me giré para mirarla, con una ceja levantada, impresionada y ligeramente perturbada por lo completamente y sin problemas que se había deslizado en esta persona. Toda su actitud era diferente de lo que había sido hace menos de dos minutos cuando se había inclinado hacia mi espacio personal, exudando sexo. Su voz, su rostro, la forma en que se sostenía, la forma en que se movía ... todo ... era como si fuera una persona completamente diferente. Ella me sonrió alegremente, "Vamos, hermana , vamos a casa", dijo mientras tiraba de la manga de mi camisa. Sus ojos se encontraron con los míos y por una fracción de segundo, dejó caer el acto y me dio una mirada dura que me dijo que siguiera su ejemplo.
Traté de ignorar el calor que parecía arrastrarse por todo mi cuerpo desde donde su mano había tocado mi brazo. Puse una sonrisa en mi rostro y asentí, agarrando mi chaqueta y deslizándome del taburete mientras la arrastraba hacia la puerta. Salimos al aire fresco de la tarde. Tan pronto como salimos a la acera, se volvió y comenzó a caminar por la calle en dirección al motel y a "reparación de autos mars".
El sol se deslizaba en el cielo detrás de nosotras, proyectando un brillo oscuro sobre la ciudad, las sombras se alargaban mientras la seguía, tratando de mantener mis ojos fuera de su trasero y solo lo lograron parcialmente. A dos cuadras del bar, pasamos por un callejón que corría entre una peluquería y un banco, ambos cerrados. Estaba empezando a preguntarme a dónde íbamos, qué coño estábamos haciendo, cuando ella se deslizó en el callejón, rápido como un gato, extendiendo la mano y agarrando mi brazo para empujarme detrás de ella.
El callejón estaba oscuro, pero no éramos exactamente invisibles desde la calle, solo estábamos ocultos en las sombras. Estaba de espaldas a la pared. Ella agarró el cuello de mi chaqueta con una mano y llevó la otra a la parte posterior de mi cuello, enredando sus dedos en mi cabello mientras tiraba mi cabeza hacia ella ... deteniéndose cuando nuestras narices estaban a una pulgada de distancia una de la otra . Cuando ella me empujó hacia adelante, apoyé mis manos en la pared detrás de ella por instinto, tratando de mantenerme firme. El aroma de su perfume invadió mis sentidos nuevamente, mucho más fuerte y más cerca ahora que en el bar. Me atravesó el cerebro y me sentí intoxicada. Tenía una sensación abrumadora de que todo lo demás se desvanecía en el fondo, como si lo único que importara en todo el mundo fuera ella.
Ella me sostenía allí, no me acercaba más, solo me miraba con ojos oscuros encapuchados. Fue tortuoso. Me sentí arraigada al lugar, paralizada, incapaz de reaccionar, que no era yo. Siempre fui yo quien controlaba la situación. Yo fui la que hizo que las mujeres olvidaran sus propios nombres y cómo hacer que sus voces funcionen ...
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, bajé la cabeza hacia ella, moviéndose ligeramente, de modo que mi oído estaba tan cerca de su boca que pude sentir sus labios rozar mi lóbulo mientras hablaba ... de repente mi parálisis desapareció, y Tenía ganas de contacto. Tuve que cerrar los ojos y concentrarme para evitar empujarla contra la pared del callejón y besarla hasta que ninguno de nosotros pudiera respirar ... para empezar ... "¿Te vas a quedar en el Hotel?" ella respiro.
Reprimí un escalofrío al sentir su aliento contra mi oído, "Sí", me las arreglé. No estaba completamente seguro de que hubiera sido capaz de hacer una declaración más complicada.
"¿Que Habitacion?"
Por una fracción de segundo ni siquiera podía recordar ... luego, "4B ..."
Ella exhaló una risita suave, casi inaudible que estaba mezclada con pecado, y sentí sus labios rozar mi oreja otra vez ... deliberadamente ... muy suavemente ... el contacto persistió por un largo momento ... Jesús ... Ciertamente iba a quemarme espontáneamente ...
... Y luego, tan rápido como me había abrazado, se liberó de mí, se colocó debajo de mi brazo (todavía apoyada contra la pared del callejón) y retrocedió tres pasos hasta que volvió a salir a la acera, mirando hacia mí, "ha sido tan agradable conocerla, señorita Vause ..." dijo, su tono de nuevo mezclada con alegría falsa de la alta sociedad, "por favor, mantente en contacto." Y luego, con una ola debutante y una sonrisa de reina de belleza, desapareció en dirección al taller de reparación de automóviles.
Exhalé un tembloroso aliento confuso y me di vuelta, apoyándome pesadamente contra la pared del callejón, y buscando en el bolsillo de mi chaqueta mis cigarrillos. Encendí uno y me pasé una mano por el pelo, dando un largo tirón. ¿Qué demonios acababa de pasar?
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