|06 detector de metales.
Sufrir sin quejarse es la única lección que debemos aprender en esta vida.
Vincent van Gogh
"¿ROBAR ALGO?" MERRITT sacudió la cabeza con incredulidad. "¿Por esta copia barata de Harry potter? No me gusta, pero lo que menos me gusta es que decidas por nosotros".
Los cinco magos se movían a través de locales en movimiento, cajas de madera y múltiples toldos que ataban para llegar a la tienda de magia. Danny se quedó frente a todos, considerando que él era el único que realmente sabía dónde estaba la tienda. También por que él todavía era un fanático del control al lider el grupo.
"¿Te gusta que seamos el hazmerreír del mundo mágico y los fugitivos del mundo real?" Danny puso los ojos en blanco mientras pasaba junto a una madre y su hijo. "Walter tiene razón, no tenemos a dónde ir".
"Bueno, podemos arreglar eso".
"¿Podemos arreglarlo?" Danny volvió la cabeza para mirar al nuevo recluta de los jinetes. "Oh, entonces ahora estás oficialmente separada del equipo".
"¿Perdón?" Lula entrecerró los ojos al cabecilla.
"Danny, deja de ser un imbécil". Maeve habló desde su izquierda. Ella seguía esquivando sillas y otras cosas ya que él no se movía para darle más espacio para caminar. "Ser un líder significa aceptar a todos-"
"Ser un líder significa no huir de tu equipo". Danny disparó de vuelta. "Quiero decir, lo sabrías, ya que lo has hecho dos veces".
"Lo único que pensé que había hecho mal fue confiar en ti mucho en primer lugar".
"Sí", dijo Jack sarcásticamente. "Estoy seguro de que esto es lo que Dylan quiso decir cuando nos dijo que trabajáramos"
"Como un solo organismo". Danny se burló de lo que dijo el hombre durante una de sus reuniones. "Ese es un cuento de hadas que Dylan se dice a sí mismo y nos cuenta".
"Incluso si lo consigue, nunca nos dejará ir". Añadió, cambiando el tema a Walter. "No podemos confiar en Walter, ¿de acuerdo?"
"El Ojo tiene una historia en Macao. Son los únicos en los que podemos confiar". Danny les informó. Pasó junto a un hombre que llevaba una caja de madera en el proceso. "Si podemos llegar a ellos, pueden limpiar nuestros nombres y sacarnos de aquí".
Se detuvo frente a un viejo edificio con pintura desportillada y madera rayada. 'MAGIC SHOP' estaba pintada en oro en la parte superior.
Maeve fue la primera en entrar en la vieja tienda. Sonó una campana cuando abrió la puerta principal.
El olor a papel viejo y polvo la golpeó. Cada estante estaba completamente equipado con accesorios mágicos que iban desde cubiertas de autos hasta gallinas de goma. "Mierda". Maeve susurró con asombro mientras giraba para ver todo el lugar.
Siendo el fanático del control, Danny fue el primero en ir a la caja. Un hombre estaba sentado allí con audífonos, mientras fingía tocar la batería mientras una anciana se sentaba en una silla más atrás, mirando con diversión.
"Oye." Danny tocó el timbre del escritorio varias veces para llamar la atención. "Hola, ¿cómo estás? Necesitamos algunas cosas personalizadas para mañana, estamos un poco apurados y uh ..." Luego se dio cuenta de que el hombre no le prestó atención mientras que la dama solo le dio una sonrisa . "No tienes idea de lo que estoy hablando, ¿verdad?"
La anciana arrojó una de sus nueces al hombre y comenzó a regañarlo en chino. El hombre finalmente notó que los tres magos esperaban junto a la caja registradora y sacó los auriculares de su cabeza.
Maeve y Merritt deambularon por la tienda mientras todos los demás intentaban hacer su pedido con los dos chinos. Recogiendo un mazo de cartas, Maeve verifica el precio y la condición en que se encontraba.
"Entonces," Merritt habló desde su lado, mirando torpemente a su alrededor. "Es agradable ver que finalmente encontraste tu odio por Danny".
Ella sacudió la cabeza con diversión y agarró otra cubierta para mirar. "Es más un fanático del control de lo que recuerdo".
"Eso es lo que el cambio le hace a la gente".
Merritt observó cómo sus rasgos caían lentamente y debatían si seguir adelante o no. Maeve miró a su vieja amigo, con una pequeña sonrisa en su rostro. "Supongo que sí."
"Mi nombre es Li, no Bruce Lee". En el fondo, podían escuchar al hombre en el registro tratando de vender los otros tres accesorios al azar.
"¿Cómo era tu vida?" Preguntó Merritt, tratando de continuar la conversación. Quería saber si ella todavía estaba enojada con ellos.
"Bueno", comenzó Maeve. Ella buscó a tientas las cubiertas en sus manos. "Me mudé a un piso en Londres y encontré un puesto abierto en una tienda de magia a 5 minutos".
Merritt asintió y metió las manos en los bolsillos de su chaqueta. Antes de que pudiera decir algo más, los dos notaron la expresión facial frustrada de Danny.
Maeve se acercó con Merritt detrás de ella. El hombre detrás del escritorio, Li, estaba tratando de sorprender a los demás con sus trucos. Levantó un pulgar encendido. "Veinte dólares."
"¡¿Veinte dólares?!" Lula exclamó. Incluso con su acento, todos podían escuchar lo ridículo que era el precio.
"No gracias." Danny se niega. "Estamos apurados-" Li levantó la mano para evitar que hablara.
"Diez dólares." El guiña un ojo.
"UH no."
Li saca otro y finge dividir la luz cuando ambos pulgares comenzaron a brillar. "Dos por uno."
Frustrado, Jack busca en su bolsillo su billetera. "Muy bien, solo danos los pulgares, ¿sí?"
Li notó que Maeve sostenía unos mazos de cartas en sus manos. Les señala, deteniendo nuevamente a Danny en medio de su discurso sobre las cosas que necesitaban. "¿Usted quiere?"
Maeve asintió en respuesta y Li le hizo un gesto para que se los diera. Tomando las cubiertas, Li las sostiene. "Para ti, cuatro dólares cada uno".
"¿De Verdad?" Maeve le preguntó. Li asintió con una sonrisa y un ligero rubor en sus mejillas en respuesta y se los devolvió. Metió la mano en su bolsillo trasero para buscar su billetera. "Que dulce."
"Yo pago." Jack sacó un billete de veinte dólares y se lo entregó a Li. Agarró los mazos de cartas y se los entregó a Maeve.
"Gracias." Maeve se los quitó a Jack, observando cómo él asintió con la cabeza y se dio la vuelta. No esperaba que él le hablara, y mucho menos que pagara sus cosas.
Danny comenzó de nuevo y explicó todo lo que los magos necesitaban para robarle el palo a Walter. Cuando terminó, Li se volvió y lo tradujo para que la anciana que se había levantado de su asiento se uniera a ellos. Ella respondió de nuevo cuestionando la elección en material.
"¿Qué?" Danny pregunta, mirando confundido mientras la anciana sonaba como si no estuviera de acuerdo. "¿Hay algún problema?"
"Ella quiere saber por qué todos queremos plástico". Maeve le dijo, entendiendo lo que ambos decían.
Li la señaló y asintió. "Mi abuela dice que el plástico es barato".
"Lo siento, eh". Danny se inclina para enfrentar a la abuela de Li, tratando de explicarle por qué necesitaban plástico. "Necesitamos plástico porque estamos uh, estamos pasando por un detector de metales muy sensible".
Luego comienza a gesticular con las manos. "Está bien, ee plástico, nada. Metal, ¡Woo! ¡Woo! ¡Woo! ¡Woo! ¡Woo! ¡Woo! ¡Woo! Detecta". Jack se quedó a un lado asintiendo de acuerdo con todo lo que dijo.
Maeve se mordió el labio para evitar reírse cuando Danny intentó imitar la alarma que sonó. La anciana frente a él le devolvió la mirada con una expresión en blanco. Se volvió hacia Maeve, respondiéndole en chino e imitando perezosamente los gestos de Danny.
Maeve reprime una carcajada y dice algo en el mismo idioma antes de volverse hacia Danny.
"¿Qué dijo ella?" Danny preguntó, mirando a Maeve con curiosidad.
"Dice, solo porque estás hablando despacio y moviendo las manos como loco. No significa que de repente pueda entender tu inglés".
"Oh, sí", Lula chasquea la lengua y se disculpa con la anciana. "Lo siento mucho, es racista".
Todo el grupo se dispersó cuando los dueños de las tiendas fueron a hacer el pedido a los magos. Todos los demás deambulaban por la tienda, cada persona observaba diferentes chucherías que la tienda vendía.
Lo único que escuchó Maeve fue que Merritt dijo algo sobre tener ir por un trago y marcharse con Chase. Todos los demás se quedaron solos mientras esperaban.
Danny se acercó a Li. "Oye, ¿puedo usar tu teléfono? Es para algo importante".
"Seguro." Él respondió y sacó un viejo teléfono rojo de la Serie 500. "Paga la casa."
Mientras Danny comenzó a marcar un número de teléfono, Maeve curiosamente se acercó a él justo cuando Jack hacía lo mismo. "¿A quien estas llamando?" Jack le preguntó.
"Estoy arreglando entregar el pedido".
"Entonces, ¿así es como has estado contactando el ojo?" Maeve se cruzó de brazos y los miró. "¿Lo has estado haciendo por tu cuenta?"
"Tal vez." Danny le respondió. Jack sacudió la cabeza y suspiró. "A Dylan no le va a gustar esto".
"No estoy realmente preocupado por lo que le gusta a Dylan. ¿Está bien?" Danny respondió secamente, sosteniendo el teléfono cerca de su oído. "Estoy haciendo esto por nosotros".
"¿Pero no te parece esto fuera de lugar?" Maeve se calló en un susurro silencioso. "El ojo te contacta y te dice qué hacer. No al revés".
"¿Cómo sabrías?" Danny levantó la ceja. "Te escondiste de ellos por más de un año". Tomando el teléfono bajo el brazo, Danny caminó detrás de una de las cortinas para tener privacidad con su llamada.
Maeve sacudió la cabeza y se apoyó contra la mesa a su lado. Echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar un suspiro frustrado. "Querido Dios."
"Está herido, ¿sabes?" Jack le dijo.
"¿Está él ahora?" Maeve dejó escapar una risa sarcástica. "Me alegra que estemos en la misma página entonces".
"A sido un año."
"Un año no hace que todo desaparezca". Maeve espetó, pero luego bajó la voz cuando recordó que Lula todavía estaba en la habitación. "No puedo olvidar lo que sucedió en Central Park, Jack".
"Tampoco puedo." Jack apoyó su mano izquierda sobre el escritorio, mirándola directamente. Maeve se cruzó de brazos y apoyó la barbilla sobre su hombro, apartando la vista de él.
Jack dejó escapar un suspiro y se pasó los dedos por el pelo. "Maeve, yo-"
"¿Qué está mal con esto?"
Jack fue interrumpido por Lula pisoteando furiosamente su pie, tratando de sacar sus dedos de una vieja trampa china. Cuando Maeve estaba a punto de ayudarla, Jack la golpeó.
Observó a los dos desde lejos cuando Jack intentó desesperadamente liberar los dedos de Lula sin quitárselos. Los dos actuaron de manera muy diferente el uno alrededor del otro. Maeve no sabía si era su propia imaginación o si realmente había algo entre ellos.
Se quedó sola observando los accesorios del otro lado de la tienda cuando alguien gritó su nombre. Maeve se dio vuelta para ver a Lula sosteniendo un Rey de espadas. "¿Quieres unirte a nosotros?"
Jack levantó dos mazos de cartas a su lado, dándole a Maeve una sonrisa . Maeve se rió entre dientes, sacudiendo la cabeza en el proceso. "Tu sigue."
Los dos se encogieron de hombros y comenzaron a jugar con las cartas. Maeve observó a los dos reírse juntos como niños pequeños. Ella sonrió para sí misma, recordando cómo solía actuar con Jack.
Aunque Maeve era más joven que los dos, se sentía significativamente mayor debido a las experiencias que había pasado. Ella los vio arrojar y atrapar naipes, la mayoría de ellos ya cubrían el piso.
"Y 0 para 52". Jack dijo que cuando Lula no pudo atrapar la última carta en el mazo que estaban usando.
"Es perfecto." Lula respondió, inclinándose para limpiar la cubierta dispersa. "Es un puntaje perfecto".
Los ojos de Maeve se abrieron cuando encontró una rara cubierta de edición limitada en uno de los estantes. Agarrándola, se acercó a la anciana detrás del mostrador.
"Bien, entonces, ¿qué pasa con las chicas?" Preguntó Lula, mirando a Maeve. "Como las relaciones". Jack dudó antes de dejar escapar un gemido juguetón.
"¿Qué?"
Jack miró a Lula y luego volvió a mirar las cartas. "Mira, no es algo de lo que me sienta orgulloso, pero todas las chicas con las que salgo termina mal acabo con la confianza ", Jack dudó antes de agregar. "Y robo su billetera".
"Su confianza". Repitió Lula mientras recogía un par de cartas más. "¿Terminaste tomando la suya?"
Jack sabía de quién estaba hablando Lula, pero mantuvo la boca cerrada. Giró la cabeza y observó a Maeve conversar con la anciana en chino, que pronto supo que se llamaba Bu Bu. Ella sostenía un raro mazo de cartas en su mano y lo señaló un par de veces.
"Si." Jack confirmó, volviendo a mirar las cartas sucias debajo de él. "Y tiré todo a la basura".