Odio Profundo |BL| ©

By Mila_Darkness

5.7M 561K 731K

Dominik Evans es un joven introvertido, preso entre las paredes de su propio hogar. Maltratado por la persona... More

• Introducción
• Epígrafe
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Laguna Inestable

Capítulo 25

94.5K 10.4K 13.2K
By Mila_Darkness

No sé cómo llegamos a esta situación, tampoco tengo la menor idea de qué debería hacer. Aaron no deja ir a Fred, lo tiene acorralado contra la pared mientras aprieta con fuerza su cuello. El pelirrojo se ve cada vez peor, intenta forcejear pero la fuerza del rubio es superior a la suya. Si no hago algo esto va a terminar muy mal. 

— ¡Suéltalo! — grito desesperado, él no me escucha. — ¡No puede respirar, vas a matarlo! ¡Aaron, detente! — levantándome del suelo me acerco con rapidez a ellos. 

Por un momento siento temor de que Aaron me lastime, pero desaparece enseguida al ver que mi amigo está a punto de desmayarse. Sin pensarlo empujo al rubio metiéndome entre medio de ellos, él parece recuperar la razón y lo suelta para luego mirarme con odio. 

— ¿Defendiendo a tu noviecito de nuevo? — pregunta repleto de veneno, da un paso hacia mí haciendo que retroceda hasta chocar con el pecho de Fred. 

— ¡No te entiendo! — grito frustrado, sorprendiéndolo. Respiro hondo e intento calmarme.— ¿Cuál es tu problema si es o no mi novio? Dime. 

El rostro de Aaron se vuelve oscuro, amenazante. Sus ojos se entrecierran dándole la apariencia perfecta de alguien que está por cometer un terrible crimen. 

Siento que cometí un gran error al decirle eso. 

— Muévete. — ordena mordazmente, siento cómo se eriza mi piel ante el tono cruel. Ignoro el miedo que comienza ahogarme y me quedo firme en mi lugar sin hacerle el menor caso.

— No vas a lastimarlo, no tienes motivos para hacerlo. — le digo con seguridad, aunque realmente me está costando mantener la calma. Lo conozco, si se enfurece en verdad... vamos a estar muy jodidos Fred y yo.

¿Qué oportunidad tenemos contra esta bestia en primer lugar? 

Ninguna. 

Y aunque la tuviéramos tampoco querría que nos enfrentáramos así; este último mes no me lastimó como solía hacerlo, no quiero volver a lo mismo. 

— Entonces te lastimaré a ti. — gruñe tomándome del brazo y tirándome hacia él, haciendo que choque contra su pecho. Mi corazón se acelera de los nervios, la ansiedad está empezando a sofocarme. — Vete de aquí antes de que te mate. — dice en dirección a mi amigo, este le responde con una mirada feroz. 

— ¡No lo toques! — grita el pelirrojo aún sin recuperarse del ataque de Aaron, su voz suena ronca y gastada. 

— ¿Que no lo toque? — pregunta el rubio con burla, luego me voltea sin ningún cuidado dejándome ver el rostro de Fred. Aún me tiene pegado a él sin soltarme, ya ni siquiera intento apartarme. — Me parece que es un poco tarde para eso. ¿No lo crees, Dominik? — susurra en mi oído, provocando que el pelirrojo se enfurezca. 

— ¡¿Crees que no me di cuenta de lo que le hiciste?! — suelta con su voz desgarrada, me duele escucharlo así. — ¡Lo sé, vi cómo lo marcas, maldito violador! 

En un arrebato de ira, se lanza hacia nosotros y me toma del otro brazo tratando de tirarme hacia él pero Aaron no me suelta. Comienzan un forcejeo entre gritos y gruñidos, haciendo que me pregunte cómo carajos hay dos tipos tironeándome como si fuese un muñeco. El miedo y la ansiedad fueron desapareciendo, cambiándolos por una completa frustración. 

Esta es la situación más ridícula en la que he estado. 

— ¡Basta! — grito enojado, captando la atención de ambos chicos. — ¡Suéltenme los dos ya mismo! — en realidad no tenía la esperanza de que el rubio me soltara, pero para mi sorpresa sí lo hizo, Fred también. Los miré como si fuesen dos niños peleando por un juguete. 

Mierda, en esa analogía yo sería el juguete. 

— ¿Están en algún tipo de comedia barata o algo así? — pregunto irritado. — Son ridículos, de verdad. Y antes de que empiecen a pelear de nuevo déjenme decirles dos cosas. — digo firme, ninguno protesta. Una agradable sensación inunda mi pecho al darme cuenta de que al fin tengo un poco de control en esto. — Primero que nada, Aaron no es un violador. 

— ¿Y las marcas en tu cuello? — pregunta el pelirrojo consternado. 

— Déjame terminar. — suspiro con cansancio. — Sí tuvimos relaciones sexuales algunas veces...

— Tres para ser exactos, además de varios roces. — contesta Aaron tranquilamente, lo miro furioso. 

— Tú cállate. — lo reprendo. — Como decía, sí, lo hicimos esas tres veces y todas consensuales. Yo quería, así que no debes preocuparte por eso. 

— ¿Me estás diciendo que quisiste tener sexo con un tipo que sólo te humilla y golpea? — pregunta asqueado, mirándome como si no me conociera. 

La seguridad que había reunido se derrumbó.

— No es así, yo... — me quedo sin palabras al no saber qué decirle. Esa pregunta fue demasiado fuerte de oír, no sé cuánta verdad pueda haber en lo que dijo y es lo que realmente me aterra. 

— ¿No es así, en serio? — pregunta sarcástico, con sus ojos cristalizados. — Entonces fue mi imaginación la vez que ese bastardo te dijo cosas horribles y humillantes delante de todo el instituto, o la cantidad de veces que llegabas a clases lleno de moretones. Todo eso fue producto de mi mente, ¿verdad? — dice dolido, algo en mí se quiebra al verlo así. — Estás mal, él te está manipulando. No quieres estar con alguien así, nadie querría, Dominik. Abre los ojos antes de que sea demasiado tarde, Aaron es un monstruo. 

— ¡Él no es un monstruo! — respondo impulsivamente, me arrepiento enseguida. No soporto ver la mirada decepcionada que Fred me da, jamás creí verla en él. Se siente horrible. — Escúchame, ya te había dicho que hay muchas cosas que no sabes, no saques conclusiones así sin conocer la verdad. 

— La estoy viendo con mis propios ojos. — escupe mientras toma su mochila del suelo con brusquedad, luego abre la puerta de la habitación y se va. 

No tengo el valor de ir tras él. 

— Ese imbécil se llevó mi ropa. — dice Aaron mirando la puerta con rencor.

Hago mi mayor esfuerzo por reprimir mis ganas de patearlo.

La siguiente hora decidí pasarla en el jardín de la mansión, la lluvia se había detenido por completo en ese momento. Hace un rato entré nuevamente ya que comenzaba a hacer frío, al llegar a la habitación noté que Aaron se había ido. Me fui porque necesitaba alejarme del maldito rubio antes de que empezáramos otra pelea, por suerte no dijo nada cuando vio que me iba. En ese corto tiempo sólo me quedé parado en el césped, admirando la vista mientras pensaba y trataba de relajarme. No podía entender cómo tuvimos ese conflicto tan surrealista, tan absurdo. Lo peor fue pensar el motivo por el cual empezó todo: el beso de Fred. 

Él me besó. 

No había tenido tiempo de analizar lo que eso significaba hasta ese entonces, estaba muy concentrado en evitar que Aaron y mi supuesto amigo se mataran. Ahora ni siquiera sé si somos amigos, pero no por el simple beso, sino por aquella mirada llena de decepción e incluso cierto desprecio en sus ojos. Pudimos haber hablado lo demás, pudo haberme dicho qué lo llevo a besarme, y lo más probable es que hubiésemos solucionado todo. Una verdadera amistad no debería terminarse por algo tan tonto. Pero lo otro no podremos hablarlo, o más bien no quiero que lo hagamos. Kara me entiende mejor porque estuvo desde el principio, él no y dudo que me entendiera aunque le contara todo. Fred nunca será como ella, debí darme cuenta antes. Jamás tuve que traerlo a casa, mucho menos dejar que se involucrara en lo que ocurría con Aaron, sólo arruinó todo. 

Es mi culpa. 

— Te quiero lejos de él. — dice Aaron entrando en nuestra habitación, sacándome de mis pensamientos. Lo miro desconcertado mientras repito un mantra mental para mantener la calma. 

— Y yo quiero que dejes de ser un imbécil pero ambos sabemos que no vas a hacerlo. — le digo dándome cuenta de que el mantra no sirvió una mierda. En menos de un segundo él ya estaba frente a mi cama, mirándome molesto. 

Y aquí vamos de nuevo. 

— No estoy bromeando, harás lo que te digo quieras o no. — suelta dominante, contengo los insultos que quieren salir de mi boca. ¿Por qué insiste en tener esta actitud tan nefasta conmigo? 

— No lo haré. — respondo desafiante. 

— ¿No lo harás? — pregunta en tono amenazante mientras se sube lentamente en mi cama, ni siquiera me molesto en moverme. Hace un tiempo quizás hubiese tenido el impulso desesperado de huir, pero ahora no le veo ningún sentido. 

No voy a mentirme, todavía hay muchas reacciones en Aaron que me aterrorizan, y sé que constantemente trato de controlar lo que digo para evitar que se enoje, pero mi miedo hacia él no se compara en nada a lo que era antes. Actualmente sólo me siento de esa forma cuando lo veo furioso, hoy fue un ejemplo perfecto de ello. Ahí sé que él no se controla y que podría volver a agredirme. Bueno, en realidad hace más de un mes que no ha vuelto a golpearme, aún así el miedo sigue allí. Ese pensamiento me llevó a otro muy oscuro...

 ¿Y si Aaron todavía tiene algún tipo de miedo hacia mí?

Temo a sus agresiones porque desde que nos reencontramos no paró de dañarme, quizás habrán sido dos o tres meses de sus abusos. Pero yo le hice lo mismo o peor durante seis malditos años, eso es muchísimo más complejo de superar. Sé que si pasara algún tiempo y Aaron no volviera a agredirme, superaría esos tres meses sin ningún problema. 

¿Pero cómo se superan seis años de abusos?

— Sigues teniéndome miedo. — susurro inconscientemente, un gruñido enojado me trae a la realidad. Miro hacia delante encontrándome con el rostro del rubio, quien ya se encuentra encima de mí, con sus manos a los costados de mi cabeza. 

— ¿De qué demonios hablas? — pregunta a escasos centímetros de mí, pongo mis manos sobre su pecho para evitar que siga acercándose. 

— ¿Tu nueva forma de intimidarte es ponerte encima mío cada vez que puedes? — suspiro frustrado. — No creo que tenga muchos resultados porque sólo me hace recordar que te gustaba follarme en esta posición. 

— Hay posiciones mejores. —  contesta descaradamente. — Pero me sorprende que estés pensando en eso. ¿Extrañas que te folle? 

— Por supuesto que no. — suelto a la defensiva, esto parece molestarlo porque sus ojos empiezan a arder de ira. 

Maldición. 

— Me lo imaginaba, se nota que ya tienes quién lo haga. — escupe mordaz. — Y no intentes negarlo, vi cómo lo besabas. 

¿Esto es en serio? Otra vez viene con acusaciones estúpidas sobre que me acuesto con Fred, bueno, entiendo que por el beso desconfíe... ¿Pero desconfiar de qué en primer lugar? No somos nada, no es como si le tuviera que ser fiel porque ni siquiera estamos saliendo, se supone que él me odia. ¿Entonces por qué parece tan enojado? 

A la mierda con esto.

— Bien, tienes razón, sí estoy teniendo sexo con Fred. — digo firmemente, intentando sonar confiado. 

Estaba esperando alguna reacción violenta, tal vez más comentarios denigrantes, lo que sea, pero sólo se quedó quieto. Su respiración se volvió acelerada, y en sus ojos vi algo que me dejó desconcertado: dolor. Las sábanas a los costados de mi cabeza comienzan a hundirse, por el rabillo del ojo noto que esto ocurre porque las está apretando con mucha fuerza. Mi corazón late cada vez más rápido. 

— Era obvio. — susurra entre dientes. — No pudiste estar tanto tiempo sin abrir las piernas, Dominik. Supongo que es de familia, tu padre constantemente dice lo zorra que era tu madre. 




Continue Reading

You'll Also Like

6.4M 653K 20
Tercer libro en la Saga Darks (2021) Portada: BetiBup33 design studio.
134K 8.6K 40
Rex Gold es un brujo y es el cantante más famoso de Rivershire. Un día decidió salir de las sombras para mostrarle su increíble voz al público y disf...
6.1K 856 14
MC enfrenta un dolor indescriptible y una culpa que la carcome al enterarse por Alan Bloomgate que la mina se ha incendiado sin dejar sobrevivientes...
28.8K 3.9K 31
La historia de un amor estudiantil soñado, que eriza la piel de cualquiera; Luzu después de un tiempo se da cuenta que el chico con aires "cute" como...