––– No lo entiendo... ––– susurra.
––– ¿Todo bien? ––– deja la taza de café en la mesa.
––– No ––– deja caer el lápiz en la mesa ––– Opera... Tengo miedo ––– voltea para mirarle.
––– ¿Por que tiene miedo?
––– Guerra entre ellos dos... Lo de Amerí y después lo de Clara ––– dijo preocupado, tomando la taza de café entre sus manos, mirando con atención aquel líquido que estaba por tomar.
––– Al menos tiene una carga menos ¿no? Su abuelo acepto con gusto a Asmodeus ––– trato de recordarle algo bueno, para que se sintiera mal feliz.
––– Asmodeus... ––– le dio un sorbo, cerrando sus ojos, tratando de disfrutar del sabor.
Mientras en otro lado, un joven se encontraba investigando, mirando a su alrededor, tratando de encontrar algo.
––– ¿Alguna señal? ––– pregunto a sus compañeros, ellos simplemente negaron ––– Sigan buscando ––– ordeno, levantando un poco la voz.
––– ¿Me buscas a mi? ––– una voz juguetona, se escucho.
––– ¿Mm, o tal vez a mi?
Asmodeus se puso en posición de batalla, buscando con su mirada alguna señal de aquellas personas que hablaban.
––– ¡No sean cobardes y salgan de una vez! ––– soltó con enojo.
––– Mejor no digas nada Azz, que por cualquier palabra podemos dar inicio a la guerra y no te gustaría que matará a tu novio y hijo ¿verdad? ––– dijo con burla.
Antes de que pudiera contestar, un temblor surgió en aquel lugar, alertando a aquellos dos.
––– Mierda... ¡Vámonos!
––– Clara... ––– susurro con tristeza, mirando el piso y recordando a su amiga.
––– ¿Señor? ––– le hablo uno de sus compañeros al notar su cambio de humor.
––– Ah... Sí, será mejor que volvamos, unos rodeen las entradas del inframundo y los otros, las entradas al castillo, tenemos que estar alertas ¿Entendido?
––– ¡Sí señor! ––– gritaron todos, extendiendo sus alas y empezando a volar, siguiendo las órdenes de su líder.
––– Muchas gracias Clara... ––– sonrió, al igual, extendiendo sus alas y dirigiéndose al castillo.
––– De nada Azz... Lo que sea por mis amigos ––– susurro una joven, escondida entre los árboles.
Volvemos al castillo, donde podemos ver a un peli-azul, hablando con su maestro.
––– Por favor ––– le rogó por tercera vez.
––– Iruma, de verdad, no pienso hacerlo.
––– Kalego, por favor ––– le suplicaba.
––– Tsk, esta bien ––– aceptó lo que aquel joven le pedía ––– Pero si n-
––– Lo se... Puede hacer lo que usted quiera ––– sonrió de lado.
Kalego le miro sorprendido, de verdad que ya no era aquel chico que tanto detestaba, se le notaba un gran cambio.
––– Me retiro ––– dio media vuelta y salió de aquella oficina, siendo esperado por cierto chico peli-verde.
––– ¿Todo bien?
––– No ––– dijo sin dejar de caminar, siendo perseguido.
––– ¿Que? Entonces... ¿No hablaste con el? ––– dijo preocupado. Al ver que no le contestaba, se preocupo mas y insistió ––– ¡Kalego!
––– Yo... ––– paro de caminar, bajando su vista, pensando con atención lo que estaba por decir.
––– ¿Kalego...?
––– Yo seguiré sus órdenes ––– voltio hacia atrás, viéndolo con seriedad, recibiendo una cara de asombro por parte del menor.
Palabras que jamas espero escuchar por parte de Kalego, eso solamente quería decir una cosa; este asunto va en serio.
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Este escritor revivió –_–
Ya saben, a veces actualizo seguido y otras no.
Espero este cap les haya gustado, sin mas que decir ¡nos vemos!