La Cazadora [Kimetsu no Yaiba]

By Mai_la_rapera

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¿Que harias si de un momento a otro viajas a la dimensión de tu anime favorito? ¿Gritarias de emoción? ¿De t... More

★Capitulo 1★
★Capitulo 3★
★Capitulo 4★

★Capitulo 2★

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By Mai_la_rapera

Capitulo 2:
        Demonios.

Narrador Omnisciente

El llanto de un chico se escuchaba en el pasillo del hospital en donde estaba, al ser de noche y no haber ya mucha gente, hacia que los llantos y sollozos del chico se escucharán con claridad.

Un hombre se encontraba consolando al pequeño mientras el mismo se aguantaba su propio dolor interno, el quería ser fuerte para su hijo. Mientras acariciaba el cabello negro del pequeño, su vista estaba en las camilla dónde reposaban el cuerpo de su hija y el de su mejor amiga.

Ya estaban por ir al partido del menor cuando recibió una llamada del hospital para darle la segunda peor noticia de su vida. Su hija había fallecido en un accidente junto a su amiga al intentar salvar una pequeña de ser atropellada.

La niña paso casi toda la tarde llorando y pidiendo perdón a su madre por alejarse de ella, y la mamá de la pequeña ofreció sus más sinceras disculpas y condolencias a las dos muchachas que salvaron a su pequeña. Incluso ofreció un cheque para compensar.

El conductor había escapado, pero algunas personas lograron anotar el número de su matrícula. Resulta y acontece que el conductor había rebasado la velocidad permitida por qué quería llegar al hospital rápido, debido a que su mujer había entrado en labor de parto, pero a la velocidad a la que iba no habría podido detener el camión a tiempo.

—Y-yo... No quería, yo dije que... Que muriera pero, ¡No era cierto! —Tom balbuceaba en medio de su llanto—. ¡No me dejes... Cómo mamá!

El corazón del hombre dolió más si es que se podía, se muerde el labio para callar sus propios sollozos y lágrimas. Escucho pasos acercarse con velocidad y la figura de una mujer entra a la habitación.

Sus ojos castaños se fijaron primero en el padre e hijo para después posarse sobre los cuerpos arropados hasta los hombros de ambas chicas. Las lágrimas de inmediato salieron de sus ojos mientras se acercaba al cuerpo de la castaña.

—Mi niña, mi Andrea... ¿Por qué me dejaste? ¿Por qué dejaste a mamá? —los llantos de la mujer por momentos opacaban a los del menor—. Hoy... Hoy quería decirte que mamá... Consiguió un mejor trabajo, uno donde no tenga que dejar que hombres entren y te ponga en peligro. Eso era lo que querías, por favor vuelve.

El hombre sin poder aguantar más su tristeza deja es para sus lágrimas reprimidas y sus llantos que encerraba en su garganta.

Para ellos era el fin de dos vidas, pero para ellas... Podría ser el comienzo de dos vidas nuevas.

(....)

—¿Estás bien?

—¿Eh? —la pelinegra mira extrañada a la chica que estaba parada a su lado.

Un hermoso pero corto cabello azul oscuro y ojos negros, una yukata con símbolos de flores era lo que llevaba puesto la contraria.

—¿Que dijiste?—pregunto la chica después de analizar a la desconocida ojinegro. Pero ahí se dió cuenta de una cosa: estaba hablando japonés.

Y de alguna manera entendía a la chica.

—Te pregunté si estabas bien, te ví en el suelo y no pude evitar venir a ayudar —le extendió la mano para ayudarla a levantarse. La voz cariñosa de la contraria calmo a la pelinegra y Teresa bajo la guardia un momento.

—S-si, estoy bien y gracias por preocuparte por mi...—respondió la de mechas rojas tomando la mano de la chica, se sorprendió por la fuerza que tenía a pesar de su apariencia delicada. Y al bajar la mirada se dió cuenta de que ya no tenía su uniforme escolar puesto, sino un yukata sencillo de color morado oscuro.

—Oh perdón por mi falta de respeto... Mi nombre es Hinata es un gusto—dijo la llamada Hinata mientras hacía una pequeña reverencia.

—Un gustó Hinata, soy.... Tere—dijo Teresa haciendo el mismo acto que la contraria anteriormente.—Oye Hinata ¿Me puedes decir en donde estamos?

—Bueno estamos en un bosque obviamente—dijo Hinata mientras se reía ligeramente.

—Yo se pero en qué parte exactamente osea... Bueno... ¡Tu me entiendes!—exclamo sonrojada y un poco avergonzada por no saber expresarse.

Hinata soltó otra risa que sonrojo más a Tere de lo que ya estaba—.  Bueno ya te lo explicaré, pero mejor vayamos a mi casa, es de noche y es peligroso—dijo la peli-azul mientras avanzaba tomando de la mano a la pelinegra y empezando a tomar rumbo a su casa.

—¿Que, acaso hay lobos? —pregunta viendo a los alrededores.

—No, Demonios.

La chica se queda sorprendida por lo que dijo Hinata que casi se cae al suelo.

¿Demonios? Pensó, pero lo descarto un momento pensando que no había escuchado bien.

—¿Puedes repetir lo que dijiste? —pregunta un poco nerviosa.

—Demonios... Eso fue lo que dije, por si no lo sabes, son criaturas peligrosas que comen humanos y rondan por la noche buscando víctimas—le relato, y eso confirmo las sospechas de la bicolor.

Solo existe un mundo que tiene esas características de los demonios, ¿¡Pero como mierda termine aquí!?. Su mente estaba que colapsaba por lo que estaba pasando con ella actualmente. Bueno, solo queda seguir la corriente y cuando pueda, buscaré a Andrea.

—Ya llegamos—dijo Hinata mientras señalaba la casa frente a ella, era casa tradicional japonesa no era ni muy grande ni muy pequeña.

Esto hace que sea mas creíble el hecho de que esté en mi anime favorito. Sonríe a sus adentros.

—Casi se me olvidaba decirte, también tengo a otra chica que encontré inconsciente cerca de donde te encontré y tal vez la conozcas—dijo mientras se adentraba a la casa con Teresa detrás de ella—Ya llegué—dijo al correr la puerta de una habitación dejando ver a... Andrea.

—¡Hey! ¡Estás bien!—exclama mientras me lanzaba a abrazarla antes de que dijera algo.

—¿Eres tú Teresa?— le pregunto la de pelo rizado.

—Si soy yo, me alegro de que estés bien.

—Bueno perdón por interrumpir su reencuentro pero quisiera  preguntarles si tienen hambre—dijo la ojimorado mirándonos divertida.

—Yo...—no pude terminar de hablar ya que tanto a Andrea como a a Teresa les sonaron las tripas, y se sonrojaron de la vergüenza.

—jujuju bueno haré la cena, las llamaré cuando esté lista—dijo a la vez que salía de la habitación y escuchaba sus pasos cada vez más lejos hasta que dejaron de escucharse.

—Bueno...Tere ¿Tienes alguna idea de dónde o cuando estamos, por qué llevamos estás ropas y estamos hablando este idioma?... Y el como gracias a Dios o a quien sea logro ver bien son los lentes —pregunto Andrea mientras veía su propio Kimono que era de color rojo con diseños de flores amarillas para luego volver la vista a su amiga—. ¿Acaso estamos en el limbo?

—Bien, sonara extraño pero tengo una idea de dónde podemos estar—toma aire para decir las palabras que siempre quise decir—estamos, o más bien reencarnamos en Kimetsu no Yaiba. Y lo de los lentes no te sé decir sobre eso.

Andrea se quedó muda unos segundos para luego cambiar su expresión y mirarla como diciendo: ¿Que te fumaste ahora?

—¡Lo digo de verdad antes de llegar aquí Hinata me dijo que por la noche habían demonios y Kimetsu no Yaiba es el anime que te dije dónde los demonios salen de noche y comen gente!—dijo para defenderse de la mirada desconfiada de su mejor amiga, quien suspiro rendida.

—Esta bien, te creo... Oye ¿No crees que Hinata se está tardando mucho? —le vuelve a sonar la panza y mira la puerta corrediza—. Ya han pasado unos minutos.

—Tienes razón se está tardando, vamos a ver.

Ambas se levantaron del piso y salieron de la habitación en busca de Hinata, pero las velas estaban apagadas y eso les dificultaba la vista a las dos, decidieron caminar pegadas a la pared y guiarse por el tacto. Hasta que empezaron a escuchar el sonido como de huesos siendo masticados.

Un escalofrío les recorrió por ese sonido, pero siguieron avanzando hasta escuchar cada vez más fuerte y cerca ese espeluznante sonido.

La luz de la luna lograba traspasar ciertos huecos que habían en las paredes, era poca pero igualmente ambas pudieron ver con claridad lo que pasaba frente a sus narices. Y a ambas las paralizó de miedo.

La supuestamente dulce Hinata se comía lo que parecía ser un brazo humano y dispersado a su alrededor había más partes humanas y mucha sangre de quién obviamente sería de sus víctimas anteriores. Andrea llevo una mano a su boca para ahogar un grito al igual que Teresa mientras seguian viendo cómo quién antes pensaban era una buena persona resultó ser...

Un demonio.

Tenían la suerte de que no les estuviera prestando atención debido a su macabeo banquete de medianoche.

La bicolor giro su vista hacia Andrea para ver cómo se seguía tapando la boca con una mano e intentaba regular su respiración errática debido al obvio miedo que sentía, llevo un dedo a sus labios indicando que guardara silencio y ella asintió, poco a poco fueron caminando en puntas para que ella no se percatara de sus asustadas presencias.

Pero por desgracia, la castaña se tropezó con un hueso que había en el piso, al caer hizo un ruido sordo, ambas chicas se miraron y luego miramos a sus espaldas. Estaba Hinata ahí parada mirando a ambas féminas con una sonrisa cínica. Una sonrisa que no podrían quitar de sus pesadillas en un tiempo.

—Vaya vaya, miren a quienes tenemos aquí, un par de husmeadoras —deja al brazo a un lado y se limpia la sangre de la comisura de sus labios—. Y yo que les ofrecí asiló en mi casa y me pagan siendo unas chismosas, ¿Saben cuál es el castigo para los niños chismosos y maleducados?

Por inercia del miedo, Andrés negó con la cabeza. Aún en el piso, retrocedió un poco para estar lo más lejos posible de ese ser.

—La muerte.

Tenían miedo, mucho miedo. Andrea temblaba en el suelo mientras que su amiga estaba procesando y analizando toda la situación. Ambas chicas habían muerto y ¿Reencarnado? En un mundo de demonios que la bicolor creía no existía pero en realidad si existe y no pasaba ni un día desde que todo paso y ya estaban en peligro otra vez.

Se nota que Dios tiene sus favoritos y sus menos favoritos.

Cada vez Hinata estaba más cerca de ellas, pero se tomaba su tiempo para apreciar las caras de pánico y terror de las muchachas.

Andreas retrocedió más hasta que sus manos tantearon un pedazo de madera, lo agarró y se levantó para intentar defenderse.

La demonio la vio y se carcajeo con ganas al ver el vago intento de defenderse de ella, le pareció adorable  y un poco ridículo de su parte.


—¡¿Enserio crees que me matarás con eso?! Puedes usar ese pedazo de inservible de madera —le arrebata la madera de las manos y la tira al suelo—. Pero al final yo las terminaré matando a las dos.

La demonio levanta la mano y en un segundo sus uñas se volvieron garras filosas, listas para cortar. Mientras que la castaña temblaba de miedo sin saber que hacer, lágrimas salían de sus ojos al ver su inminente final ante ellas, por segunda vez.

Hina hace un movimiento para cortarle ellas misma la cabeza, pero tomando un poco de valentía Tere se avienta sobre Andrea para tumbar a su amiga al suelo, haciendo que la demonio solo roce el aire.

—Se están haciendo las difíciles, entonces yo también me pondré difícil con ustedes—toma del cuello a la bicolor y la estrella contra la pared, haciendo que está soltará un quejido por el dolor en su espalda y la presión en su cuello—. Si se no te hubieras movido, tu y tu amiga habrían tenido un final rápido y sin dolor alguno —aprieta el agarre y ve como se retuerce por la falta de aire.

La castaña veía todo, pero no quería quedarse quieta después de que su mejor amiga le salvó la vida, buscar desesperada en el suelo a ver si encontraba otra vez la madera y atacar, sintió un frío metal entre sus dedos y lo tomó entre sus manos.

¿Una espada?. Pensó tomando el mango de la espada. Escucho como Teresa soltaba gritos ahogados y decidió usar la chance para hacer algo por ella.

Soltó un grito para darse valor y movió la espada de arriba a abajo, escucho que Hinata soltaba un grito y soltó a Teresa quien cayó al suelo y empezó a toser.

—Maldita mocosa de mierda —venas se marcaron en su frente por el enojó, está vez arremetió contra Andrea pero está le clavo la hoja en su abdomen—. Sabes que eso no me-

—¡Teresa! ¡Corre! —le interrumpe gritándole a su amiga quien la miro—. ¡Corre lejos de aquí!

—¡Ni se te ocurra o será peor! —esta ves le grita la demonio girando su cabeza para ver a la bicolor— ¡Si lo haces, ten por seguro que a ambas me las comeré vivas!

—¡CORRE POR FAVOR! —vuelve a gritar y mueve la espada para hacer más profundo y grande su herida, pero se detiene al sentir las uñas de Hinata clavarse en sus brazos, sacándole un grito de dolor.

Ya por fin reaccionando a los gritos, hace lo que dice y corre lejos de ahí como dictó su amiga. Debido a la oscuridad en la casa le tomo mas tiempo salir pero cuando lo hizo corrió todo lo que pudo y empezó a gritar.

—¡ALGUIEN POR FAVOR AYUDA! ¡AYÚDENME POR FAVOR! —siguió corriendo pero por una piedra se tropezó y calló al suelo de cara—. Ayuda... Por favor —susurra con un nudo creciente en la garganta debido a todo lo que le estaba pasando, empezo a llorar por la impotencia y la culpa, se arrepintió de dejar sola a su amiga, pero no quería volver ahí. Tenía miedo.

Deseaba que hubiera un cazador cerca, alguien que las salvará, alguien que acabará con la mentirosa y doble cara de Hinata y salvará a su mejor amiga.

Quería, deseaba y necesitaba una luz que iluminará la oscuridad que la envolvía en ese momento.

—¡¡POR FAVOR QUE ALGUIEN ME AYUDE!! —grita en un último esfuerzo de ser escuchaba hasta por el más pequeño animal, se detiene al sentir que siente sus garganta se raspada y empieza a toser otra vez—. Alguien... ayúdenme.

꧁_______________________________꧂

¡Segundo capítulo editado!


¡Sinceramente ame mejor esto que la versión anterior!

Y espero que a ustedes también.

Mai_la_rapera❤️

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