스물 일곱. / veintisiete.
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- ¡Hyuuung! -TaeHyung corrió hacia NamJoon y lo abrazo con fuerza.
- Ya te extrañaba, pequeño -beso su frente, el menor rió con sus mejillas sonrojadas.
- Bienvenidos -se inclinaron Sana y SeokJin, con una enorme sonrisa en sus rostros, contentos de por fin ver a la pareja después de un año.
- Hyung, ¿mi madre no vino? -el chico se sintió triste.
- Bueno... -hablo JungKook.
- ¡TAETAE, MI BEBÉ! ¡MAMÁ ESTÁ AQUÍ! -SunMi apareció haciendo resonar sus tacones al correr hacía él y abrazarlo, llenando su rostro de besos con labial rojo- ¡te extrañé tanto, mi amor! ¡mira lo grande que estás! -se echó a llorar.
- También te extrañé, mami -susurró, limpiando sus lágrimas. En ese instante se sentía inmensamente feliz al ver por fin a su familia.
- Buenas tardes -saludo HoSeok entrando con maletas en las manos, siendo ayudado por Sana y YuGyeom.
- HoSeok, cariño, ¿cómo estás? -SunMi lo abrazo y este correspondió.
- Bastante bien, señora. Muchas gracias por estar aquí.
Todos se reunieron en la gran sala de la mansión y abrieron un par de botellas de vino para beber, degustar un par aperitivos y hablar sobre su estadía en Estados Unidos. HoSeok estaba algo ansioso y preocupado, ya que mañana sería el cumpleaños de TaeHyung y ese mismo día le propondría matrimonio.
- ¿Hyung? -volvió en sí cuando TaeHyung recostó su cabeza en su pecho- estás algo... distraído, ¿sucede algo? -beso su frente.
- Nada bebé, solo extrañaba estar aquí, contigo y nuestra familia -le sonrió, alzando sus pómulos.
- Te amo, Hobi.
- Yo también te amo, TaeHyung -beso sus labios- soy muy feliz a tu lado...
- Yo también lo soy -se besaron, escuchando de fondo la sonora risa de SeokJin.
- Oigan, par de ansiosos -se separaron al escuchar la voz de JiMin, sonriendo- la cena ya está lista.
Sonrieron al ver a toda su familia junta; la madre de TaeHyung y su novio, su abuela, NamJoon que esperaba a que SeokJin terminara la cena para sentarse, YuGyeom y JungKook jugando con los cubiertos y YoonGi y JiMin teniendo una pequeña discusión sobre cual vino era más bueno. Al dejar el gran banquete en la mesa, el timbre comenzó a sonar.
- Iré a atender, permiso -se inclinó Sana y salió.
- ¿Falta alguien más? -preguntó HoSeok, confuso.
- No lo sé hyung... -TaeHyung alzó la mirada y se quedó quieto al verla.
- ¡Buenas noches, chicos! -saludo la energética pelinegra, irradiando felicidad, justo como HoSeok.
El susodicho volteó rápidamente, levantándose de su lugar lleno de emoción- ¡JiWoo! -la abrazo con fuerza y la alzo del suelo, dando un par de vueltas, escuchando de fondo las risas de los hermanos Jung.
- ¡Yo también te extrañé, tonto! -beso su mejilla cuando la dejo en el suelo.
- ¡Noona! -exclamo TaeHyung, abrazándola.
- TaeHyungie~ -agito sus cabellos.
- Perdón por la escena, les presento a mi hermana mayor, Jung JiWoo -la chica sacudió sus manos en forma de saludo, sonriendo.
- Un placer conocerlos a todos por fin -miro a hacía una pareja en específico y sonrió- veo que no perdieron el tiempo, YoonGi, NamJoon.
El moreno le guiño un ojo cómplice y YoonGi sonrió, besando la mejilla de su chico.
Degustaron de deliciosos platillos hechos por SeokJin. Todos tuvieron que irse temprano para reponer energías ante la gran fiesta de mañana (del cual TaeHyung no tenía conocimiento de ello). El menor se despidió de todos y ayudo junto con Sana a su abuela para subir al segundo piso y acostarla en cama para dormir.
HoSeok y TaeHyung fueron a la habitación. El menor se fue rápidamente a su habitación y se encerró en el baño, sonriendo traviesamente.
- Fue un largo día -murmuró HoSeok lo suficientemente alto para que TaeHyung lo escuchara- ¿amor? ¿estás bien? -preguntó, ya que llevaba más de diez minutos ahí adentro.
- Daddy~ -alzó la mirada y se quedó boquiabierto al verlo en la puerta del baño en una pose provocadora. Verlo con un lindo conjunto de lencería blanca el cual consistía de unas medias semitransparentes que llegaban deliciosamente a sus muslos, conectados con unos ligueros a la pequeña pieza de ropa interior que dejaba ver su erecto pene depilado- Taehyungie lo necesita~
Camino hacia la cama y se puso en cuatro sobre esta, dejando a la vista su trasero, moviendo de un lado a otro sus caderas para provocarlo.
- Vamos papi~ azota a TaeHyungie -pidió, con voz dulce e inocente- he sido un niño malo, muy malo.
- ¿Lo has sido, mi pequeño? -se quitó su corbata y lo tomo de la nuca para besarlo con rudeza, lo tomo de la parte trasera de sus muslos y lo alzo para que enrollara sus piernas alrededor de sus caderas. Entre besos y caricias llegaron a la "habitación" dejando a su bebé en la cama sin delicadeza.
Se dirigió a una canasta en específica y saco un látigo, el cuerpo de TaeHyung tembló en anticipación- Ponte en cuatro, ahora -ordenó con voz fría.
Obedeció sumiso, sus manos temblando de la ansiedad- Recuerda tu palabra de seguridad, amor.
El primer golpe llegó, gimió fuertemente ante el escozor en su piel. Así siguió, intercalando en cada glúteo, prolonga más el placer de su pequeño chico el cual gemía fuera de control. El trasero de TaeHyung estaba a punto de sangrar, pero él pedía más, hasta que HoSeok se detuvo y tiro el látigo al suelo. Se acercó a él y repartió besos por la zona lastimada, aprovechando para pasar su lengua por todos lados hasta su agujero, tentándolo.
- M-Maestro~ por favor... -suplico.
Se levantó y tomo su corbata para privarlo de la vista. TaeHyung se quedó sentado al borde de la cama, escuchando como HoSeok desabrochaba su pantalón y este caía al suelo.
- Vamos, gatito. Busca lo que quieres.
- No soy un gatito maestro, ocupo mi cola -sonrió de forma maliciosa.
HoSeok sonrió cínico y busco entre las canastas hasta sacar una cola afelpada color negro con el extremo en forma de pene.
- Alza y separa tus glúteos para tu maestro, sin quejas -ordenó y así lo hizo.
Gimió cuando se introdujo a su recto, HoSeok azoto su trasero al escucharlo quejarse por la intromisión, lo metió más profundo, sonriendo al ver como TaeHyung mordía sus labios fuertemente para evitar soltar algún sonido. Se sentó en un mueble de piel frente a la cama, separando sus piernas.
- Ahora sí, gatito. Busca lo que quieres.
TaeHyung se levantó torpemente, sus piernas temblando ya que la punta de la cola tocaba su punto dulce una y otra vez en cada movimiento, sentía que iba a desmayarse.
- ¡Eres un gatito! ¡camina como tal! -ordenó con rudeza- es más, menea tu trasero para que la cola se mueva al ritmo.
Puso sus rodillas en el suelo y comenzó a gatear hasta llegar al sillón, acariciando las piernas desnudas de su novio hasta encontrarse con el molesto bóxer que le negaba el acceso al delicioso pene de su maestro. Intento quitarlo, pero fallo, haciendo un lindo puchero que causo ternura al mayor.
- Tú maestro te ayudara, cariño.
Se levantó y TaeHyung le quito el bóxer, así liberando su erección. Volvió a sentarse y su bebé se incorporó de rodillas, tomando su pene entre sus grandes manos.
- TaeHyungie no podía esperar más, maestro -lamio el pene de su novio hasta meter lo que podía en su boca, ahuecando sus mejillas y succionar con fuerza, acariciando lo sobrante.
- A-Ah, gatito~ sigue, a tu m-maestro le gusta mucho~ -hizo su cabeza hacía atrás y alzó sus caderas para adentrar más su pene a aquella caliente boca.
TaeHyung acelero sus movimientos, sintiendo como HoSeok enredo sus dedos en su cabello y empujando su pene para que llegara más profundo. Beso sus testículos y lamio hasta llegar a su punta y succionar, gimiendo ante las gotas de líquido pre-seminal en su lengua, saboreando su rico y salado sabor. Hizo círculos en la lengua en el glande y utilizo sus dientes por encima. Las piernas de HoSeok temblaron y lo hizo tragar todo su pene hasta que su nariz rozo su pelvis. Sabía lo que significaba. A los segundos su novio se vino, llenando su boca con su líquido caliente y espeso, le provoco arcadas, pero termino bebiendo hasta la última gota.
- Gatito aún quiere más, maestro.
Tomo el miembro de su mayor, lamiendo y acariciando hasta hacerle otra erección. Sonrió lamiendo sus labios y se levantó con cuidado al tener la vista privaba por la corbata, sentándose en una de las piernas de HoSeok, sus piernas al costado. Se meneo, haciendo fricción en su pene cubierto por las bragas de encaje.
- ¿Ayudaría a TaeHyungie, maestro?
El tono "inocente" que uso más como se movía sobre su pierna... las ganas de follarselo sobre la pared hasta hacerlo desfallecer aumentaron.
- Claro, mi bebé. Tú maestro te ayudará.
HoSeok dirigió sus manos a los glúteos sensibles de su chico y saco despacio la cola hasta tirarlo al suelo. Acomodo a TaeHyung de una forma para que sus piernas estuvieran a los lados de su cintura, tomo su miembro y con su otra mano guio a su bebé para que se sentara sobre él.
- ¡Agh! ¡ah! ¡m-maestro! -gimió al sentirlo tan profundamente en esa posición.
- Salta, ahora.
Dio pequeños saltitos, apoyando sus manos en los hombros de HoSeok e impulsándose sobre sus rodillas, gimiendo agudamente ya que tocaba su punto dulce sin descanso, el mayor tomo las mejillas de su chico y beso sus labios con deseo, empujando sus caderas hacía arriba para llegar más profundo. TaeHyung escondió su rostro en el cuello de su novio, gimiendo en él al sentir sus besos en su mandíbula, marcando su cuello y clavículas hasta que HoSeok tomo sus glúteos en cada mano y se levantó para caminar a la cama y acostándose sobre él.
- ¡M-MAESTRO!
Unas cuantas penetraciones salvajes más y se vino sobre sus abdómenes, sin fuerzas cayó laxo sobre las suaves sabanas, cerrando sus ojos y gimiendo cuando HoSeok lo sobre estimulaba para buscar su propio clímax. El mayor sintió como TaeHyung apretaba deliciosamente sus paredes anales sobre su pene a pesar de lo cansado que estaba, beso sus labios, empujándose más profundo y fuerte hasta llenarlo de su cálido líquido, TaeHyung lloró sobre sus labios por la sensación deliciosa recorriendo de la punta de sus pies hasta sus cabellos y como su cuerpo temblaba del placer.
- Lo hiciste bien, mi pequeño -beso su frente perlada de sudor, TaeHyung sonrió cansado con sus ojos cerrados- ¿estás bien? -le preguntó, haciendo referencia al uso del látigo por primera vez.
- S-Siento que... floto -susurró como pudo, acariciando el costado de la cadera de HoSeok, sonrió.
- Me alegra escuchar eso, bebé -beso sus labios, estaba listo para salir de él cuando escucho un quejido de protesta, él lo interpreto como uno de dolor- ¿qué pasa? -preguntó preocupado.
- N-No salga de mí, p-p...por favor, maestro -suplico- n-no quiero...
- Está bien, mi lascivo bebé -beso su nariz. Sonriendo al verlo caer dormido.
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