이십오. / veinticinco.
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- Todo está listo, la reservación en uno de los mejores restaurantes de Seúl, el paseo por la ciudad y por último la fiesta en la mansión -enumero YoonGi, a través de la línea telefónica- SeokJin se encargó de la comida, Sana la decoración, JungKook y YuGyeom de recoger el anillo y NamJoon de la música.
- Gracias hyung, no sé qué haría sin ustedes -suspiró, aliviado de que una parte de la sorpresa estuviera lista- TaeHyung extraña tanto Corea... todos los días lo noto triste -hizo una mueca.
- Es entendible, debe de sentirse solo cuando tú estás rodeado de tanto trabajo.
- Lo sé... -negó un par de veces- te llamo luego, debo de terminar unos documentos. Gracias por todo, chicos.
- Cuídate y saluda a TaeHyung-ah de mi parte.
Al terminar la documentación, tomo sus llaves y bajo al estacionamiento, no sin antes llegar a una florería y comprar un ramo de rosas para su chico y una caja de dulces.
Cuando TaeHyung termino con sus clases privadas, se dirigió a casa de JiWoo para pasar el rato y no sentirse tan solo en casa. La hermana de HoSeok es idéntica a él; piel pálida, cabello largo color castaño y ojos del mismo tono, siempre llevaba un particular tono rosa en sus labios y un atuendo limpio y fresco, típico de ella. Con actitud dulce y alegre.
- ¿Cómo van tú y el tonto de mi hermano? -preguntó, bebiendo de su café.
- Últimamente discutimos demasiado... yo por sus largas horas en la empresa y él al no tenerme paciencia con mi tristeza... discutimos muy seguido, no me gusta eso... -hizo un puchero, partiendo con su cuchara su pastel de fresas.
- Eres demasiado posesivo con mi hermano -JiWoo rió un poco.
- Tengo miedo que conozca a alguien o deje de amarme... -murmuró en voz baja.
- No te preocupes TaeTae, dudo que HoSeokie deje de amarte, se nota lo mucho que te quiere, ¿sabes? jamás lo había visto así -la chica le guiño un ojo y apretó su mejilla.
- Espero que sea así.
- ¿Y cuándo piensan volver a Corea?
- No lo sé, Hobi-hyung aún no ha fijado una fecha exacta -suspiró- en serio quiero volver.
- Lo sé, yo igual quiero volver ¿sabes? extraño mi lugar natal -limpio sus labios con una servilleta- aunque... posiblemente lo haga.
- ¿¡Qué!? -exclamo, emocionado.
- Sí, por fin pude expandir mi negocio a Corea, incluso podré hacer una pasarela de moda y conseguir unos cuantos socios. Puedo estar allá en un lapso de dos a tres años, porqué a final de cuentas tengo una vida aquí ya establecida -sonrió- es una sorpresa, no le digas a HoSeok -le guiño un ojo. TaeHyung se sintió feliz.
- Ya quiero ver su rostro cuando se lo digas, noona.
Ambos se miraron cómplices hasta que escucharon la puerta siendo abierta- ¿TaeHyung?
- ¡Hobi! -corrió hasta su novio y beso sus labios- te extrañé mucho.
- Y yo a ti, mi amor -mordió su labio inferior- te traje esto -le enseñó sus obsequios.
- Aww, ¿y a noona no le trajiste nada, tonto? me siento desplazada y abandonada -hablo burlesca.
- ¿No te basta con mi mera presencia? -alzó una ceja, divertido. TaeHyung beso su mejilla una y otra vez, lleno de emoción al verlo.
- Sí, sí, sí, tengo cosas que hacer, así que adiós -los empujo entre risas hasta que los saco de su casa.
Durante el camino, TaeHyung comió la caja de dulces con emoción al ritmo de las canciones de radio, sabían deliciosos.
- ¿Qué tal tu día, amor? -sonrió al ver sus mejillas abultadas por los caramelos.
- Nada interesante, lo mismo -quiso sonar convincente, no podía decirle lo de JiWoo.
- Hoy te extrañé más de lo normal -admitió, besando el dorso de su mano.
- Yo también te extrañé mucho, hyung -abulto sus labios- mucho, mucho~
Bajaron del auto y juntos entraron a la casa, TaeHyung iba por un florero para llenarlo de agua cuando HoSeok ejerció fuerza en su brazo, sin hacerle daño.
- Te tengo una sorpresa.
- ¿Sorpresa? -repitió, confundido.
Ambos se sentaron en el sillón, HoSeok saco de su portafolio un sobre y se lo entregó. El menor alzo una ceja y sin más lo abrió.
- ¡NO PUEDE SER CIERTO! -grito su pequeño, pegando saltitos llenos de emoción- ¡HOBI! -brinco encima de su cuerpo, besando sus labios mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
Eran dos pasajes directos a Corea del Sur. Volverían a su hogar después de un año.
- Nos iremos en un par de días, así que ve empacando tus maletas, bebé.
- Si mi amor -iba a bajarse de su regazo, pero HoSeok lo rodeo de la cintura con sus brazos, impidiendo moverse- ¡Hobi! ¡debo de ir a decirle a noona! -pidió, refiriéndose a JiWoo.
- ¿Estás seguro que no hay algo que quieras hacer primero, mi bebé? -le preguntó con voz grave.
Sonrió y empezó a mover sus caderas sobre el miembro de su novio- Claro que sí, papi -beso sus labios, hundiendo su lengua en su boca, creando chasquidos y sonidos excitantes.
- Ah~ lo haces tan bien, mi bebé -lo tomo con brusquedad de sus mejillas y devoro su boca con verdadero hambre.
Todo termino con ellos haciendo el amor frenéticamente en el sofá. HoSeok todavía podía sentir la agradable sensación de estar dentro de TaeHyung, no había nada mejor que eso. No había mejor sensación que la de tener las paredes de la entrada de TaeHyung apretando deliciosamente su pene, sus piernas envueltas en torno a su cintura mientras lo jodia con salvaje dulzura, oyendo su nombre en gemidos sobre su oído, poniendo su piel de gallina. No existía mejor sensación que penetrarlo, viendo como TaeHyung gemía y se aferraba a sus hombros, apretando lo suficiente como para dejar moretones mientras HoSeok se empujaba dura y bruscamente dentro de él. No había mejor sensación que recostarse colapsado, sin aliento, totalmente satisfecho y cómodo cuando culmino dentro de él, teniendo en brazos al hombre que ama con locura.
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