Jeon lo había pensado, me dejaría en libertad y ahora estaba haciendo las maletas para irme. Llamaron a la puerta varias veces, hasta que se abrió.
Jk-El chofer llegó para llevarte a casa -Asenti. -_____ -Él me llamó y lo miré. -Lo siento ...
-¿Por qué?
Jk-Por arruinar tu vida, sé que desde que te traje aquí has sido infeliz, te hice abandonar todo lo que tenías en Seúl por mis caprichos y juro que no me perdonaré por quitarte todo eso, lo siento mucho -Se acercó y besó mi mejilla. -Espero que vengas a visitarme cuando puedas ¿Lo harías?
-Sí lo haré -Me acerqué para darle un abrazo que el correspondió.
[...]
Jk-Adiós -Dijo y lo saludé con la mano.
El auto comenzó a andar hasta que la gran mansión desapareció de mi vista. Volvería a mi antigua vida en Seúl, más bien, no sería como antes, pero finalmente sería libre.
Tan pronto como llegué a Seúl, fuí a mi antiguo departamento, recogí algunas de mis cosas allí y regresé a mi casa. Me llevaría días volver a darle vida a esta casa, lo remodelaría todo y comenzaré desde cero nuevamente, ahora también debería comenzar a buscar un trabajo. Dejé mis cosas en mi habitación y bajé a la sala de estar, esto realmente parecía abandonado, estaba completamente vacío, a pesar de los muebles.
El día lo había tomado para ordenar y limpiar un poco, mañana compraría cosas para remodelar y también más comida, porque apenas tenía algo para comer hoy.
[...]
Había decidido dar un paseo por la hermosa ciudad que no había estado aquí durante bastante tiempo. Era tarde, así que la noche caería en cualquier momento. Me vestí y bajé a la sala de estar para irme, hasta que sonó el timbre ¿Quién sería?
Caminé hacia la puerta algo insegura, la abrí y vi a la persona que había tocado. Era Taehyung .
Th-Hola _____ -Dijo al verme.
-Hola Taehyung ¿Qué haces aquí? -Pregunte.
Th-Vine a verte, me enteré que Jungkook te dejó ir, me alegra escuchar eso, sé que no estabas feliz allí -Solo asentí.
Th-¿Estás bien?-Asentí nuevamente. -Bueno, solo vine a ver eso, cuídate -Se acercó y me abrazó. -Adiós -Saludó y se fue.
Todo eso sucedió muy repentinamente, tanto que había estado parada frente a la puerta aproximadamente diez minutos mirando a la nada. Reaccioné y luego salí de la casa, cerré con seguro y comencé a caminar.
Recordaba cuánto me gustaba mi vecindario, debido a lo iluminado que siempre estaba. Finalmente había regresado a casa.