¡Escríbele a Elisa! – Consultorio sentimental para personajes
Carta de William Charles (Sangre y tinta, por @AnikaKronos)
*Alerta: Spoilers hasta el capítulo 5. Si no has leído esta historia y planeas hacerlo en un futuro, aquí puedes enterarte de cosas que no deseas saber todavía.*
Hola Elisa:
Me llamo William Charles y déjame decirte que no soy una persona que controle muy bien sus… emociones, aunque creo que lo he dicho muchas veces.
El punto es que te envío esta carta para decirte que estoy, bueno, enamorándome de mi vecina. Ella se llama Mery, aunque la mayoría de la gente, o más bien mi amigo Chad, le llaman la “Loca de los libros”.
La he conocido hace unos días, me está ayudando para mi recuperatorio de historia –sí, soy muy estúpido y me la he llevado a diciembre–, además de que me es incómodo estar viviendo con ella. Bueno, todo sería normal, a excepción del problema de mi Mery. Tiene una enfermedad única, solo ella la tiene. Lo que le pasa es que tiene tinta en la sangre y podría morir; su única esperanza es leer, ya que cuando lo hace la tinta escribe en su piel lo que lee y se separa de su sangre. Tengo miedo de que un día se olvide de leer y muera, cuando la sangre se acumule en su corazón.
Espero que puedas ayudarme, Elisa. Con Mery, su Francis, Choshi, sus amigos y Marlene estamos haciendo lo posible para ayudarle. (Sin contar que le tenemos que ocultar todo a Harper y Chad, mis amigos).
Déjame decirte que estoy realmente desesperado. Agradezcamos que no tiré ninguna de sus estanterías. Dios, necesito a Dona. ¿Qué puedo hacer Elisa? No quiero que a Mery le pase algo, ¿tienes ideas?
Saludos, Will.
Ay, querido Will, tu carta es demasiado tierna, me has conmovido. No me has pedido consejos sobre cómo conquistar a tu chica, lo que más te preocupa es saber cómo ayudarla a resolver su problema.
Me temo que soy una simple columnista de esta revista y no tengo conocimientos de medicina, en especial cuando se trata de una enfermedad del futuro. Sí puedo publicar tu carta y ponerla a disposición de los lectores, para que te recomienden algún médico que ejerza la profesión en el siglo XXVI. Seguro te será de gran ayuda.
Sobre la afección de tu amiga, déjame decirte que seguro sufre mucho, deberías contarle a tu amigo Chad para que deje de llamarla “la loca de los libros”. A lo mejor él podría acompañarte a buscar una solución para el inconveniente. Tres mentes piensan mejor que dos.
Sobre tu enamoramiento, podrías aprovechar para ir acercándote de a poco, cómprale algunos libros y oblígala a leértelos. Si son historias cochinas que puedan darle una pista de tus deseos, mucho mejor. Eso, a todas las chicas les gustan los muchachos que saben lo que quieren. Ponte firme y dile que la quieres. O no, mejor aún: escríbele una carta larguísima en la que confieses tus sentimientos y dile que la lea. Estarás contribuyendo a mantenerla sana un poco más, además de ganarte su corazón. No incluyas cosas triviales, como detalles sobre tu amigo, o de la tal Dona. Háblale de ti, solo de ti. Si necesitas rellenar párrafos hablándole de lo que comiste para el desayuno, o de la cantidad de veces que cepillaste tus dientes, hazlo. Todo sea por tu chica.
Si no se queda dormida antes de finalizar la lectura, seguro entenderá lo que hiciste por ella y caerá rendida por ti. Y si no se te ocurre mucho para escribirle, aprovecha esa impulsividad que tienes, usa esa fuerza y pon en palabras todo lo que se te cruce por la cabeza. Algo seguro saldrá.
Mucha suerte con eso, si necesitas ideas para lecturas cochinas, me avisas y te paso algunos títulos.
Saludos.
Elisa.