스페셜 : 윤민. / Especial: YoonMin.
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Dos años antes...
- No lo sé JiMin... ¿no te da miedo que sea un depravado sexual? un secuestrador, vendedor de órganos... ¿qué solo te quiera para hacerte algo? -habló TaeHyung sumamente preocupado y de cierta forma... asqueado ante sus pensamientos.
- ¡YoonGi-hyung no es así! -atacó JiMin, cruzándose de brazos- no me vas a hacer cambiar de opinión TaeTae, confío en él, llevamos meses hablando, es el hombre que siempre he querido -el menor asintió simplemente, no queriendo pelear con su mejor amigo.
Llegaron a la casa de JiMin ya que tenían que hacer una tarea de historia. El rubio hizo una mueca con sus labios, era muy normal que sus padres no se encontraran en casa ya que el trabajo los consumía demasiado... pero no podía negar que extrañaba esos tiempos donde su madre lo recibía con un beso en su mejilla y una deliciosa comida, con su padre contando anécdotas de la empresa. Le hizo una señal a TaeHyung y juntos subieron a su habitación.
- ¿Qué tanto haces en el celular, hyung? -le preguntó, después de un par de horas de avanzar en el trabajo.
- Yoonie-hyung me envió una foto, ¡mira!
- JiMin, este trabajo cuesta el sesenta por ciento de nuestra calificación, ¡concéntrate! -el mayor le saco la lengua, volviendo su atención al celular. TaeHyung rodó sus ojos, ignorándolo.
Primera conversación.
MinAgustDswang.
Me atrevo a escribirte que eres demasiado sexy, pequeño.
¿Ocupado?
ChimMochi.
😏
Depende de que necesites😜
MinAgustDswang
Necesito demasiadas cosas, tú eres una de ellas.
Eres realmente precioso, mochi.
ChimMochi.
Veo que te gusta apresurar las cosas.🤭
MinAgustDswang.
¿Tan obvio fui? 🤔
Tranquilo lindo, no soy ningún depravado, solo que me cautivaste con tu belleza.
Llevo días viendo tus fotos y no puede evitar caer por ti.
Eres realmente perfecto, lo que necesito.
ChimMochi.
¿Ah sí? 😚
¿Qué edad tienes?
MinAgustDswang.
27 años, ¿y tú, bonito?
¿27 años? mordió su labio inferior con fuerza, más de diez años de diferencia. Le asustaba, pero no podía negar que era justo lo que quería... un hombre realmente sexy y caliente, además de que al ser alguien mayor, sabría cómo tratarlo y llevar una buena relación entre ambos.
ChimMochi.
Yo tengo 17 años, ¿es un impedimento para usted?
En ese instante, YoonGi pensó que era lo más parecido a un pedófilo tratando de conquista a un menor de edad, la diferencia era muchísima, se quedó pensando tanto que su celular se apagó. Después de unos minutos, llego a la conclusión de que no debería de sentirse así... no lo obligaría a nada que no quisiera y además no podía negar que el chico era jodidamente hermoso.
◇
◇
MinAgustDswang.
No me molesta, bebé. Por casualidad he visto que vivimos bastante cerca...
ChimMochi.
Una pequeña ventaja a nuestro favor, ¿no cree?🤭
MinAgustDswang.
Estoy pensando que esto no es una simple coincidencia, bonito.
Tal vez muy pronto nos podamos ver.
- Sigo pensando que no es la persona de las fotos... tal vez solo quiera secuestrarte y prostituirte, JiMin -intento hacerlo entrar en razón.
- No tengo la menor duda de que es él, TaeHyung. No seas tan paranoico -reprendió, observando una vez más las fotos de su daddy.
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Habían pasado alrededor de un par de meses cuando JiMin conoció a YoonGi. Con el tiempo, llegaron a conocerse realmente mejor, sus gustos, su vida en general, cosas personales y hablaban sobre cualquier tema, nunca se aburrían. Ambos hicieron conexión inmediatamente, se entendían perfectamente y tenían demasiadas cosas en común. YoonGi era una persona curiosa, diferente, inteligente, magnifica, paciente, dedicado y que siempre le mostraba interés, que quería que lo suyo prosperara tanto como JiMin quería.
No podía negarlo... aunque era estúpido y absurdo, se estaba enamorando de Min YoonGi... por no admitir que ya lo estaba. Había caído por un hombre que le doblaba la edad y que solamente se hablaban por mensajes de texto y fotos de su día a día. No podía apresurar las cosas y pedirle que se vieran, no quería que YoonGi piense que era empalagoso y molesto, no quería asustarlo y que lo terminara abandonando... como la mayoría del mundo lo hacía.
Quería verlo, abrazarlo y estar a su lado siempre, pero no debía adelantarse. No quería perder a Min YoonGi y su relación basada en simples mensajes de texto.
Suspiró con una sonrisa triste. Su vida no podía ser más patética.
Sábado en la mañana. JiMin se levantó con su cabello desordenado y aquellas ropas holgadas que le gustaba usar para dormir. Lavo su rostro y aplico una crema para quitar lo rojizo e hinchado de su rostro, enjuago con agua fría y al secar su rostro, bajo al primer piso, esperando ver a sus padres.
Hizo un puchereó al ver la nota en el refrigerador, se habían ido de viaje por asuntos de la empresa, le pedían que se cuidara mucho, no olvidara ponerle seguro a la puerta y que la tarjeta de crédito estaba en la mesa para cualquier cosa que quisiera.
- Sí... yo también los quiero -susurró a la nada.
Se preparó un simple cereal y al terminar lavo su plato. Minutos después escucho el timbre de su puerta. Miro el reloj de techo y frunció sus cejas, confundido, ¿acaso era TaeHyung?
- ¡Voy! -grito al escuchar que fue tocada de nuevo.
- Qué bonito estás el día de hoy -se quedó paralizado en su lugar al verlo.
Miro al hombre de arriba hacia abajo, notando las ropas caras que cubrían su cuerpo, los anillos de oro en sus huesudos dedos y un rolex en su muñeca. Admiro su rostro: aquellos ojos rasgados oscuros que lo miraban fijamente, labios delgados, cejas gruesas y piel pálida que contrasta con su vestimenta oscura.
- ¿Y-YoonGi...hyung?
- ¿Ocupado? -alzó sus cejas y le sonrió mostrando sus encías.
- N-No... -negó una y otra vez, sonrojado- p-pase -se hizo aún lado.
- Bonita casa -alagó. Lo miro nuevamente y le sonrió- eres más hermoso en persona, JiMin.
Se tapó su boca para no delatar la sonrisa en su rostro, su cuerpo temblaba de la emoción al verlo. Jamás pensó que este día llegaría.
- ¿Qué hace aquí, hyung?
- Tenía el libre, así que no lo sé... ¿tal vez quería verte? -se encogió de hombros, divertido- ¿te gustaría salir conmigo?
Asintió rápidamente, le pidió que esperara en la sala mientras subía a cambiarse. No paso más de una hora cuando JiMin bajo por las escaleras con un atuendo que dejo con la boca abierta a YoonGi.
Aquella camisa que se pegaba deliciosamente a su cuerpo, remarcando los músculos de sus brazos y aquel jodido pantalón que se amoldaba perfectamente a sus piernas largas, marcando su firmeza y levantando sus glúteos.
El chico es realmente precioso.
- ¿Nos vamos? -le sonrió coqueto.
- Claro, cariño.
Quedo con la boca abierta ante el hermoso Lamborghini Veneno Roadster que poseía YoonGi. Le abrió la puerta del copiloto y rápidamente encendió el auto.
- ¿A dónde quieres ir? -le preguntó, pisando el acelerador.
- A dónde usted quiera está bien, hyung -le impresiono la sencillez del chico. Esperaba cualquier cosa, menos eso.
- Aún es algo temprano, ¿vamos a desayunar? -asintió.
El restaurante era bellísimo y lujoso. No podía negar que se sentía fuera de lugar con sus ropas, mucho menos cuando la mayoría de las chicas se comían con la mirada a YoonGi. Tuvo que aparentar a duras penas que todo estaba bien para no delatar su cara de disgusto y tristeza cuando mujeres se acercaban y su mayor actuaba de forma caballerosa, fascinando a las chicas.
- JiMin... ¿está todo bien? -le preguntó, preocupado.
- Todo bien, hyung -mintió y miro hacia la ventana sin decir nada más.
YoonGi apretó sus labios en una fina línea y asintió. Inmediatamente lo tomo de la mano, llamando su atención.
- Tenemos toda la tarde para estar juntos. Ahora tú decides nuestro día -JiMin se sonrojo ante eso, su corazón latiendo con fuerza ante sus palabras- iremos a donde tú quieras, bonito.
YoonGi se llevó una muy grata sorpresa con JiMin... el chico era alguien totalmente diferente a lo que se imaginó. Primero fueron a un parque al aire libre, alimentaron a los peces, a las palomas y luego recorrieron las calles en bicicleta, debía admitir que se veía ridículo con su ropa elegante mientras andaba en bici, pero todo valía la pena al ver la hermosa sonrisa de JiMin. Se detuvieron en una heladería, compraron unos cuantos conos de sus sabores favoritos, disfrutaron de música en vivo y por último fueron a un parque de atracciones local, degustando de manzanas acarameladas y algodones de azúcar.
No podía negar que ese era uno de los mejores días de su vida, no recordó la última vez que se había divertido tanto. Su trabajo lo consumía demasiado, así que no salía muy a menudo o la mayoría del tiempo prefería en sus tiempos libres dormir y recuperar energías.
Llegaron a la casa de JiMin y le abrió la puerta para ayudarlo a bajarse. El chico le guiño un ojo y el corazón de YoonGi latió- Me la pase increíble hoy, hyung. Gracias.
- Gracias a ti, me encanto pasar mi día contigo -admitió, escondiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir.
- ¿Quiere pasar?
Le sonrió- Me encantaría.
Sentados en la sala, con un par de copas de vino en la mesa y la televisión en volumen bajo, se miraban a los ojos fijamente, acariciando sus manos y sonriendo de vez en cuando. YoonGi suspiró y armándose de valor se acercó a él y junto sus labios en un suave beso. JiMin intento seguirle el ritmo, estaba muy nervioso... era su primer beso. El mayor acaricio sus piernas hasta llegar a su trasero.
Suspiró temblorosamente, poniéndose encima de YoonGi, gimiendo sobre su boca. Sabía lo que significaba... muy en el fondo, no le molestaba tener su primera vez con él, así que solo se dejó llevar, volviéndose el beso más apasionado y caliente. YoonGi le desabrocho la camisa y la tiro en algún lugar de la sala, con sus grandes y venosas manos acariciando el torso desnudo, delineando su figura y tocando aquella piel suave.
De un momento a otro, estaban desnudos. JiMin se sentía en el cielo, YoonGi sabía muy bien como tocarlo, sus manos acariciando aquellas partes de su cuerpo que lo hacían perder el control. Nada se comparaba con el intenso placer que cegaba su mente, era fascinante. Sollozo cuando YoonGi masturbo su pene hasta que no pudo contenerse más y se corrió en un grito.
- Eres un niño malo, bebé -succiono su lengua, tomándolo de sus mejillas- ¿quién te dio permiso de venirte, bonito?
JiMin gimió y se inclinó ante el beso, abriendo su boca para permitirle a YoonGi ingresar su lengua. El pelinegro jadeó cuando el menor presiono su cuerpo desnudo contra él, frotando sus erecciones. Las manos de JiMin se aferraban a los hombros del mayor mientras exploraba su boca.
- ¿Estás seguro que quieres continuar, mi niño? -preguntó, alzando sus cejas. Intuía que era la primera vez del menor.
JiMin asintió sin dudarlo un segundo. Quería a YoonGi, lo necesitaba tanto. El mayor reclamo sus labios una vez más, acariciando con sus manos más abajo en el cuerpo de JiMin, sintiendo su piel caliente y los delgados músculos debajo de él. Marco su cuello a su antojo, chupando y lamiendo mientras su venosa mano se dirigía al pene del menor y froto brevemente la carne para excitarlo otra vez, su pulgar rozó en la parte superior, untando pre-semen a su paso.
- ¿Quieres esto, bebé? -preguntó con voz grave, succionando el pezón del chico.
- S-Sí~ ah~ -gemía fuera de sí, no tenía control de su cuerpo. Estaba a merced de YoonGi.
Apretó sus dedos alrededor de la dura longitud en su mano, acelerando sus movimientos hasta que JiMin gritó, sus caderas se levantaron frenéticamente, empujándose contra YoonGi mientras se corría por segunda vez, cubriendo la mano del mayor con chorro tras chorro de su semilla. Sintió su propio pene palpitar por la necesidad de correrse. Levanto la mano a sus labios, mirando directamente a los ojos rasgados de su chico cuando saco su lengua para lamer algo de su semen.
- P-Papi~ -suplicaba JiMin entre sollozos.
Le sonrió cínico mientras se deslizaba por el cuerpo de JiMin, un momento después el menor grito de nuevo cuando YoonGi tomo su pene todavía sensible en su boca, su lengua limpiando cualquier rastro de su orgasmo mientras lamía hacía arriba por un lado y bajando por el otro. Su lengua se arremolinó alrededor del glande, lamiendo el líquido transparente mientras su otra mano masajeaba suavemente los testículos del menor. YoonGi mantuvo la boca envuelta alrededor del pene de JiMin mientras agarraba los tobillos del hombre y los levantaba, alejándolos aún más del colchón. Las piernas de JiMin cedieron, YoonGi se balanceo arriba y abajo del pene del menor varias veces antes de levantar la cabeza, sonriendo cuando JiMin gimió en protesta.
- ¿Te gusta esto, dulzura?
Lágrimas de placer se deslizaban por las mejillas sonrojadas de JiMin, todas esas nuevas sensaciones eran tan intensas que le costaba muchísimo respirar, mantener el control de sí mismo, de los latidos acelerados de su corazón y su cuerpo temblando bruscamente. Todo era tan delicioso y fascinante que solo quería más y más hasta estallar en cientos de fragmentos en brazos del hombre. YoonGi sonrió ante aquella excitante imagen, extendió las manos hacia arriba y agarró los muslos de JiMin, procurando separarlos y levantarlos al mismo tiempo. Empezó a lamer el arrugado agujero color rosa, empujando su lengua dentro y luego moviéndola a lo largo desde la polla de JiMin y luego todo el camino hasta la punta antes de bajar de nuevo y repetir el proceso.
El cuerpo de su chico se puso rígido por un momento, sus muslos duros como una roca, temblando casi sin control.
- ¡P-Por favor! -gimió, sus manos tomando el cabello oscuro de YoonGi- ¡p-papi!~ ¡n-no puedo! -lloró del placer.
YoonGi se puso a horcajadas sobre el cuerpo suave de su bebé, inclinándose y sacando su lengua, rodeando su duro pezón antes de chuparlo entre sus labios, sonriendo ante el sollozo que lleno la habitación. Mordió suavemente, provocando que las caderas de JiMin empujaran contra las del mayor.
- P-papi~ -sintió como lo tomaba de las mejillas y juntaba sus frentes- d-déjame complacerlo, d-daddy.
Empujó a YoonGi sobre su espalda, subiéndose encima de su cuerpo. El pecho del mayor se contrajo cuando JiMin lamio sus pezones, siseando del placer, arqueando su espalda, presionando más el pezón en la boca de su bebé. Paso sus manos por sus hombros, su espalda, su parte baja hasta agarrar su culo y masajearlo suavemente con sus manos.
No pudo evitar soltar un gemido ronco. El culo de su chico era bonito y firme, no podía esperar para hacerlo suyo. Sus manos se movieron para acariciar el trasero de JiMin, bajando por sus mejillas hacia el pequeño agujero, sintiendo el cuerpo encima de él temblar mientras empujaba un dedo profundamente en su interior. Apenas empujo un dedo cuando JiMin comenzó a mover sus caderas hacia atrás por más.
- ¿Te gusta, mi amor? ¿te gusta como papi te toca? -sonrió al escuchar un largo gemido. Empujo dos dedos, sacando un sollozo de su chico.
- N-No puedo m-m-más~ p-por favor daddy... -rogaba JiMin.
- Te tengo, precioso -tomo sus caderas y rodo al chico debajo de él.
Envolvió sus brazos alrededor de los muslos de JiMin y levantó su culo al aire, abriendo sus muslos colocó la cabeza de su polla en el agujero de su bebé. Observar como la cabeza de su miembro presiona contra la temblorosa entrada de JiMin lo hizo perder la cordura. Cada centímetro de su pene hundiéndose en la estrecha entrada de JiMin era su perdición.
Lentamente empujo para poder disfrutarlo al máximo, retirarse era casi tan bueno, pero no tan fácil, todo en él lo apretaba deliciosamente. Hizo eso varias veces hasta que oyó a JiMin gemir su nombre, mientras continuaba embistiendo, llevo su mano hacia abajo y envolvió sus dedos alrededor de la polla de su chico, comenzando a acariciarlo.
- ¡Oh, sí! -gimió agudamente su bebé.
Los gritos y gemidos de JiMin llenaron la habitación, opacando sus agitados jadeos. Entre más duro embestía, más fuerte se volvían sus gritos, los sonidos de carne contra carne mezclándose con sus gritos de placer. Sabía que no iba a durar demasiado, la apretada sensación de JiMin envuelto alrededor de su pene lo estaba volviendo loco. Levanto las piernas del chico y las empujó hacia atrás contra su pecho. Comenzó a llevar su polla dentro de JiMin tan fuerte como pudo.
- N-No voy a durar mucho tiempo, amor.
- D-Daddy... hágalo dentro de mí -suplico entre lágrimas.
Envolvió sus piernas alrededor de la cintura de YoonGi y sus manos alrededor de su cuello, besándose desenfrenadamente con sus lenguas de por medio. Tomo el miembro de JiMin entre sus manos y lo acarició hasta que su bebé era el único que gemía. Continuó empujando hasta que lo escucho gritar, sintiendo su semilla caliente salpicar entre sus cuerpos. Las paredes internas de su chico se aferraron a su alrededor, solo entonces se permitió dejarse venir, culminando y enviando chorro tras chorro de semen en el interior de él.
Disfruto de la sensación del cuerpo de JiMin contrayéndose alrededor de su pene cuando experimento un cuarto orgasmo. Levantó la mirada y miro el dulce rostro debajo de él, observando los ojos cerrados y la respiración pesada de JiMin con aquellos labios hinchados de un obsceno tono rojo.
- ¿Estás bien, bonito? -le preguntó dulcemente, acariciando la mejilla caliente de su chico.
JiMin sonrió cansado, se sentía como si estuviera flotando. La sensación era tan difícil de describir, solo la más importante de ellas es que era pleno y feliz al estar en brazos del hombre que ama.
No supo más de él, cayó completamente dormido.
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