Escribo esto en los primeros días de marzo del 2020, todo dio inicio en Diciembre del 2019.
En un principio lo mas sensato que me pareció hacer fue informarme lo mejor posible, de modo que comencé a leer, mirar vídeos y consumir toda la información que pude sobre los diferentes tipos de drogas y sus efectos, desde luego lo que estaba buscando era aquellas substancias que fueran menos dañinas y peligrosas y que a su vez pudieran proporcionarme una experiencia lo bastante intensa como para considerarla un estado alterado de conciencia.
Me llamo la atención en especial la rama de los psicodélicos, que no son mas que todas aquellas drogas que de hecho producen una distorsión en la percepción de la realidad y tarde me di cuenta que había toda una cultura de personas que pensaban similar a mi y que por una u otra razón gustaban también de explorar esos estados, ya sea por motivos introspectivos, espirituales, recreativos o incluso religiosos, se hacían llamar psiconautas, así que en cierto modo me sentí identificado con eso, se puede decir que me volví un psiconauta, y en poco tiempo me empape de dicha cultura y aprendí todo lo que había que saber al respecto.
Rápidamente dirigí mi interés al LSD y el DMT, que parecían casi crear en conjunto con la marihuana una escalera de exploración mental donde la marihuana era el primer peldaño, luego el LSD en dosis cada vez mas altas, y siendo el DMT en forma de ayahuasca y finalmente en su forma sintética el paso final para acceder a esa dimensión que existe dentro del cerebro de cada ser humano, haya o no usado drogas en toda su vida.
Lo que decidí hacer en primer lugar, antes de probar cualquier otra cosa, fue ir elevando las dosis de cannabis de forma gradual hasta llegar a puntos semi-psicodelicos, siendo que la hierba no tiene la capacidad de hacerte alucinar, o al menos no de una forma tan vivida como el LSD y el DMT, me ayudaba de música, sonidos psicodelicos y meditación profunda para potenciar ese lado del viaje, cosa que funcionaba bastante bien.
Antes de iniciar el experimento solía consumir alrededor de 1 gramo a la semana, para que aquellos que no consumen tengan algo de contexto esa es una cantidad extremadamente baja, 1 gramo promedio da para 1 porro grande o en algunos casos 1 y medio, y esa cantidad la consumía en 1 semana, 1 porro del tamaño de un cigarrillo común.
Igualmente no es que me durase 1 semana si no que fumaba 1 día esa cantidad y pasaba bastantes días sin fumar sin problema y sin ningún síntoma de abstinencia.
Para cuando empece a experimentar en el transcurso de 15 días pase a consumir 1 octavo de onza a la semana, lo cual ya es una cantidad relativamente normal para un consumidor moderado, 1 octavo de onza son unos 3.6 gramos que dependiendo de lo compacto del producto pueden dar para unos 4 a 5 porros de tamaño regular.
¡Para hace solo unos días estaba consumiendo casi 2 octavos de onza semanales!.
Ahora en este momento puedo decir que mi consumo cayo en picada a prácticamente unos pocos jalones al día, pero el motivo de eso lo explicare después.
Durante la primera semana y media de diciembre estuve consumiendo bastante cannabis y llegue a tener experiencias muy intensas, recuerdo una de las mas fuertes donde sentía que mi cuerpo se deformaba y de pronto imaginaba que un agujero negro aparecía bajo mis pies y podía sentir su gravedad halándome con fuerza abrumadora, también otro donde me acosté en mi cama, puse algo de música electrónica, cerré mis ojos y comencé a ver figuras muy nítidas como fractales, mándalas y geometría abstracta en movimiento que parecía bailar y fluir al ritmo de la música. Y recuerden que solo estaba usando marihuana, y lejos de ser experiencias malas o terroríficas me hacían estallar en una incontrolable risa mientras que no podía creer lo que estaba viendo y sintiendo.
Al consumir cannabis de forma regular el efecto que da normalmente es de relajación, de felicidad y optimismo, incluso eleva la productividad y la creatividad si se sabe como manejarse, ayuda a dormir mejor, ayuda a disfrutar mas de la música, los vídeo juegos, las conversaciones con otras personas y la comida, pero yo aprendí a usarla para meditar, y si ya igual en una buena meditación profunda sin drogas podía llegar a ver cosas con los ojos cerrados o abstraer la mente, con el efecto de la marihuana era mucho mas fácil dejar volar mi imaginación.
Un día empece a tener muchos deseos de probar el LSD, me sentía preparado para hacerlo, había leído e investigado mucho al respecto y todo parecía indicar que era una droga bastante amable con el organismo, en la mayoría de lugares casi asegurando que era de hecho inocua.
Vi un par de simulaciones del efecto del LSD mientras viajaba en marihuana y pude hacerme una idea de como podría ser, y como para eso entonces ya estaba desarrollando una tolerancia al THC mucho mayor los viajes de hierba empezaban a no durar mucho y no ser tan intensos, y debido a eso me llamaba la atención el hecho de que el LSD tuviera un efecto que puede prolongarse durante 8 a 16 horas, en ese momento la idea de viajar todo el día con una sola pequeña dosis me resultaba increíblemente practico y atractivo.
Así que finalmente decidí conseguirme un blotter (cuadrado de cartón donde normalmente se consigue el LSD) y debido a que es una droga bastante popular no me fue muy difícil de encontrar, de hecho conseguí un cartón bastante fuerte, de unos 300ug, siendo que un cartón regular es de 100ug o 150ug, desde luego que lo que hice fue partir en 4 ese carton, y la noche del 9 de diciembre del 2019 decidí por primera vez en mi vida experimentar el LSD.
Después del primer psicodelico ya nada vuelve a ser igual...
Es lo que se puede leer en la mayoría de foros de información sobre drogas, pero realmente aunque fue una experiencia muy fuerte (que ahora voy a contar), no dejo un cambio de mentalidad persistente en mi mas que por un par de días.
Ese día estaba realmente emocionado por hacerlo, pero llegue a tener el blotter en mis manos alrededor de las 6 de la tarde, por lo que me toco pasar la primera experiencia de noche, una cosa de la cual me arrepiento un poco pues luego descubriría que el LSD no es una droga para hacer en la oscuridad y encerrado en una casa, si no en la luz de un buen día soleado en un lugar con aire fresco y muchos colores.
Debo decir que me tomo bastante tiempo reconocer los efectos y que quizá hasta luego de 3 o 4 horas empece a sentirlos con su máxima intensidad, había consumido la cuarta parte de ese blotter, alrededor de unos 75ug, el tiempo empezaba a pasar cada vez mas lento, los colores empezaban a parecer mas brillantes y de un momento a otro sentí un vació como si mi alma hubiese atravesado una membrana y roto una barrera. A partir de ese momento empece a sentir como mi propiocepción se difuminaba, era como si a la realidad misma le faltase densidad y a decir verdad no era una sensación que me gustara especialmente, y de ese primer viaje tampoco hay mucho mas que decir, básicamente fue estar en el cuarto, haciendo cosas en la computadora mientras sentía que hacia todo como en "piloto automático" y me miraba a mi mismo mas en tercera persona, como si estuviese espectando en vez de controlando lo que hacia. Jugué ajedrez, hice incluso algo de diseño gráfico del trabajo, estuve anotando lo que sentía y probando mis capacidades cognitivas, de razonamiento y de concentración, y debo decir que hasta cierto punto logre hacer la mayoría de tareas con relativa normalidad, salvo por el hecho de que me estresaba muchísimo, sentía que quería estar haciendo cualquier otra cosa menos trabajar.
De hecho mi mente se empezó a tornar bastante caótica, no sabia que hacer, ponía música y la quitaba, probaba diferentes géneros, salia del cuarto y volvía a entrar, caminaba de un lado a otro y al final no lograba sentirme a gusto haciendo nada, ahí fue donde entendí que fue un grave error hacerlo de noche, pues al no poder salir de casa me sentía totalmente atrapado e impotente, sin mencionar que una vez llego la hora de dormir se me hizo absolutamente imposible conciliar el sueño, simplemente la sensación era tan abrumadora que no podía relajarme y dejar de pensar, así que me acabe haciendo a la idea de que hasta que me pasara el efecto iba a lograr dormir, y ahí fue donde empezó el problema, pues eran apenas las 11 de la noche y se me había hecho una eternidad pero aun así llevaba apenas desde las 8 sintiendo los efectos, es decir unas 3 horas, y aun me faltaba un mínimo de 5 para que se me pasara el efecto, eso me hizo entrar en pánico y desear fuertemente ya no sentirme así, de pronto empezaron a surgir pensamientos muy deprimentes en mi cabeza, sobre mi vida y sobre el futuro, me sentía absolutamente decepcionado de mi mismo y llegue a pensar que ahora me iba a sentir deprimido para siempre, al final el miedo me empezó a invadir tanto que me vi obligado en ir donde mi madre y mentirle diciéndole que había comido marihuana (ella sabia que yo consumía y también lo hacia de vez en cuando), le dije que me había caído pesado para que de algún modo me distrajera y no sentirme tan mal, eso me ayudo pero no fue si no hasta que vomite que pude empezar a sentirme un poco mejor, y vomitar en ese estado es extremadamente debilitante, literalmente cada arcada me tiraba al suelo y me hacia alucinar.
En cuanto al aspecto visual no puedo decir que realmente vi demasiado, mas que unas cuantas hojas y figuras tribales superpuestas en mi vista y unos colores que parecían un vídeo con la saturación elevada, o mas bien dicho quizá lo que pasaba realmente es que las cosas de colores me llamaban mucho la atención y al verlas de reojo parecían muy coloridas e interesantes.
De algún modo alrededor de las 3 de la mañana logre dormir y desperté en torno a las 8 aun sintiéndome extraño, de hecho ese día siguiente a la noche de mi primer LSD fue bastante extraño, durante todo ese día sentía como si mi percepción de las cosas hubiera cambiado, casi como si me hubieran lavado el cerebro, y no se sentía muy agradable, casi llegue a tener miedo de quedarme así para siempre, pero ya para la noche de ese día me volvía a sentir exactamente igual que toda la vida, siendo que ese primer viaje me duro unas 20 horas!, empezando desde las 8 de la noche del 9 de Diciembre hasta las 4 o 5 de la tarde del 10.
No puedo decir que haya sacado mucho de provecho de ese primer viaje de LSD, de hecho incluso puedo decir que lo desperdicie, pero sin duda me di cuenta que estaba haciendo algo mal, hasta eso entonces no estaba siendo tan precavido y estaba mas interesado en simplemente experimentar que en realmente analizar bien las dosis y preocuparme por mi salud mental, de modo que a partir de ese momento decidí hacer las cosas un poco diferente.