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Abigaíl Miller
Después de ducharme y cambiarme, me maquillo un poco, bajo de las escaleras y me encuentro a Chloe comiendo de las galletas que mi madre preparó. Mi familia me saluda y me indican que me siente a comer junto a ellos.
Lo hago y me sirvo algo de jugo de naranja —¿A dónde dijiste que vas? —me pregunta mi madre.
—Al club de literatura, será sólo por dos horas, no tardaré mucho.
—Eso espero, porque no podremos estar tanto tiempo cuidando a Chloe. Sabes que en la noche vamos a salir tu padre y yo.
—Lo sé, mamá.
Estoy por tomar una galleta, cuando de repente escucho el sonido del claxon de un auto —¿Quién te espera? —pregunta mi padre.
Recuerdo que Drake dijo que me podía recoger para ambos ir al club de literatura —Un amigo —me llevo la galleta en la mano y agarro mi bolso. Mi padre me lanza una mirada amenazante y mi madre rueda los ojos ante su acto.
Le doy un beso a Chloe y me despido de mis padres para salir de la casa. Drake se baja del auto en cuanto me ve y me abre la puerta del copiloto.
Yo le sonrío y entro al auto —Llegaste temprano —menciono.
—Desperté de buen humor.
-
Llegamos a la universidad y me sorprende ver la poca cantidad de alumnos que se encuentran presentes. Hoy sábado es exclusivamente para clases de repaso y extracurriculares, no creí ver tan pocas personas.
Drake y yo caminamos por las aulas hasta encontrar la que diga "club de literatura" cuando por fin lo encontramos, veo a Darla ya presente con su celular en manos.
Ambos nos dirigimos a ella —¿Estas ocupada? —le pregunto.
—Me alegra que hayan llegado al fin, estar aquí sola es aburrido.
Y apenas lo noto, ella es la única presente en esta aula, quizá con el tiempo llegarán viniendo más, aún es temprano.
—Todavía falta tiempo para empezar —agrega Drake.
Darla se levanta de su asiento y niega con la cabeza —Esto es absurdo, iré a dar un paseo, ya regreso —dice por último para después salir del aula.
Drake y yo nos sentamos, saco un libro para entretenerme mientras que Drake se queda viendo su móvil.
Al pasar los minutos, el aula comienza a llenarse, ya no somos solo nosotros tres —contando a Darla—, se podría decir que hay al menos veinte personas en el aula. Por otra parte, Darla aún no ha llegado de su caminata, lo cual me extraña.
Una profesora nos explica de que tratará este curso y comenzamos a dar nuestras opiniones acerca de dicho tema.
Nos da la indicación de salir un rato al patio para comenzar a hacer unas campañas que expondremos a partir del lunes para que más personas se interesen en el club. Drake y yo comenzamos por hacer unos carteles, otros chicos preparan decoraciones para que la campaña se vea llamativa, mientras que los demás diseñan unos trípticos en línea.
Drake consigue una cartulina y me la extiende con un plumón, yo arrugo mis cejas —¿Qué? —cuestiono.
—Estoy seguro de que tú tienes mejor letra que yo.
Me rio ante su suposición —Siempre he sido mala con la caligrafía.
Drake está por hablar, cuando de repente Darla se digna a aparecer después de casi una hora, ella se acerca a nosotros con una sonrisa y una chica rubia a su lado — Chicos, ella es Thea, está interesada en el club de literatura —menciona Darla.
La rubia hace un intento de sonrisa y Drake se adelanta a hablar —Oh, genial. Ven, te explicaremos todo —menciona dándole paso a la chica y alejándose a su lado.
Aprovecho que Darla está aquí y le pregunto si ella puede ayudarnos con el problema de la caligrafía —Tienen suerte de tenerme aquí —responde ella tomando el plumón.
Mientras ella se concentra, recuerdo la situación pendiente que tengo con Eitan, dudo mucho si es el momento indicado para hablar con ella acerca de su relación con Eitan, pero al final decido que cuanto antes, mejor.
—Hey... Darla.
Ella levanta la mirada —¿sí?
—¿Qué tal va todo con Eitan?
—Muy bien —responde con tranquilidad volviendo a concentrarse en su escritura —¿Por qué la pregunta?
Ahora sí, estás muerta.
—Bueno, es que como sabes... Eitan es en un tanto especial —Darla levanta su mirada con brusquedad —¡No! ¡No me malinterpretes! Me refiero a que él no es un chico que busca una relación estable ¿sabes? Hay muchos rumores de que ha estado con muchas chicas y que sea popular y atractivo no ayuda mucho.
Ella alza una ceja —No comprendo a qué va esta conversación.
Doy un suspiro frustrante —Lo que quiero decir es que, él es un mujeriego y te aseguro que no le interesa en lo absoluto los sentimientos de los demás ¡diablos! ¿lo has visto bien? Su único objetivo en esta vida es liarse con muchas chicas y después dejarlas como si fueran simples juguetes.
Darla se levanta del suelo con cautela y deja de escribir —No lo conoces, Abby.
—Ese es el problema Darla —intento ser lo más comprensible posible —Que no lo conozco y sé perfectamente de qué va su vida, al contrario tuyo, que caes por él solo por su cara bonita y lo justificas de todo.
Ella arruga sus ojos y su rostro se torna molesto —¿Crees que yo soy otra de sus juguetes de fin de semana?
—¡No! Bueno...
Darla sonríe con molestia sin poder creer mis palabras —Antes de abrir tu bocota, deberías comenzar a conocer a las personas, ¿Quién eres tú para juzgarlo?
—Tampoco entiendo quién eres tú para justificarlo.
Ella niega con la cabeza y rueda sus ojos con furor, me pasa de un lado chocando con mi hombro a propósito y se desvanece de mi vista.
-
Drake me extiende una botella con agua y le tomo unos sorbos de inmediato —No lo entiendo... se supone que ¿hice lo correcto?
—Lo hiciste, Abby. Pronto se le pasará —me consuela.
La vida se me ha complicado demasiado desde que inicié a estudiar aquí. No es fácil cambiarte de ciudad e institución de repente para formar una nueva vida. Desde que tuve a Chloe, sufrí un poco de bullying en mi antigua ciudad e institución, es por eso por lo que mis padres decidieron mudarse y empezar de nuevo, les agradezco infinitamente su apoyo y algún día se los devolveré. Pero el punto es que llevo tan sólo un mes aquí y ya me he causado varios problemas, justo lo que menos quería. Lidiar con una amistad rota tampoco es muy fácil.
—Eso espero —respondo tomando otro sorbo de agua, intento cambiar de tema y dejar mi tristeza a un lado —Oye ¿Qué hay con la chica que vino a pedir informes sobre el club? ¿La convenciste?
—Ah, Thea...
—¿Y...? —espero a que me cuente más.
—Que no te engañe su cara de modelo, es una chica realmente molesta.
Rio ante sus palabras —¿Te hizo algo?
Él niega —Ni siquiera me puso atención cuando le expliqué todo.
—Quizá aún no está muy convencida del club, dale tiempo.
—Dudo mucho que sea posible convencerla.
Después de la discusión que tuve con Darla; decidí alejarme un poco de la discusión y concentrarme en otra cosa, entonces intenté hacer los carteles por mi misma. Como dije antes, mi caligrafía es un asco, así que decidí imprimir las palabras que debe llevar el cartel, estoy segura que quedó muchísimo mejor de lo que yo esperaba.
Estoy por terminar los últimos detalles del cartel, cuando mi torpeza aparece y tiro por accidente uno de los botes de pintura provocando que éste se derrame por todo el suelo. Me quejo por dentro y me levanto con cuidado de que la pintura no llegue a mi ropa, la buena noticia es que el cartel sigue intacto y ninguna mancha no deseada cayó en él, pero el suelo parece una consecuencia de un lio de cualquier niña pequeña que haya deseado jugar irresponsablemente con pinturas.
Camino al aula donde están todos los clubes preparando su campaña para buscar un trapo o algo por el estilo y limpiar el desastre. Cuando ya estoy lo suficientemente cerca de la puerta, una chica rubia sale del aula antes de que yo tome la puerta para entrar. Ella me mira como si alguien la hubiera descubierto de algún crimen y entonces reconozco que es Thea; la chica que está interesada en el club.
—Creí que estarías con los demás —menciono al verla. De inmediato recuerdo lo que Drake me dijo sobre ella —¿Drake no te mostró correctamente el lugar?
—Salí a tomar algo de aire —me responde con una sonrisa—Volveré en unos minutos —de inmediato noto la gran mentira que emiten sus palabras.
—Te vas a ir ya ¿cierto?
Ella suspira y lo admite con una voz segura —Sí, la verdad es que yo no quiero estar aquí y tengo cosas que hacer, así que...
Sinceramente yo tampoco estoy muy de humor para seguir aquí, mi día ha estado de lo peor y necesito despejar mi mente.
—Supongo que no te molestaría si te acompaño ¿cierto? —cuestiono con nervios a tener una mala respuesta de su parte. Sin embargo ella sonríe, como si alguien la comprendiera después de mucho.
—¿También piensas que este lugar es aburrido?
—Necesito relajarme, han pasado muchas cosas en mi vida.
—Oh, conozco el bar perfec...
—Beber no es mi pasión, gracias —sincero —Pero ¿Qué te parece un café?
Ella se encoge de hombros y comienza a caminar —Seguro.
Yo la sigo —¿Cuál es tu nombre? —me pregunta.
—Abby.
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Thea y yo fuimos a tomar un café y charlar un momento, después de toda nuestra charla, descubrí que en realidad ella no tiene el más mínimo interés por la literatura, tal y como lo mencionó Drake, y que su madre la ha obligado a inscribirse en él. No entiendo muy bien la razón, pero a lo poco que me contó de su vida, me imagino que su madre es la representación perfecta de una madre estricta con el deseo de que su hija sea exitosa en su vida, aunque eso implique inscribirla en cosas que no sean de su agrado.
De cualquier manera, Thea parece ser una buena chica y me ayudó emocionalmente a no sentirme tan mal por la pelea que tuve con Darla, mencionó que yo no tengo la culpa de nada y que sólo intenté ayudar, también recalcó que Eitan es un idiota inmaduro que quiere que sus problemas se resuelvan por arte de magia. Después de esas palabras, debo admitir que sentí que una buena amistad está por cocinarse.
Ahora regreso a casa con una perspectiva diferente, el imbécil de Eitan me escuchará y se meterá sus estúpidas palabras y amenazas por el culo porque ya no pienso seguir su juego de niño chiquito.
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